Capítulo 050

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Narra Millie

-Mierda... ¡Mierda y más mierda!-Grité pateando el suelo.

-Wow, relájate.-Trató de calmarme Jacob.-¿Qué ocurre?-

Sin darle ningún tipo de explicación, me fui de allí casi que corriendo. Corría sin parar, e ignoraba las llamadas de Jacob persiguiéndome también.

El cansancio ya se hizo presente, por lo que tuve que bajar un poco el ritmo. Jacob aún me seguía.

Pasé un semáforo también corriendo y a punto estuve de estar en el hospital; un coche estuvo a apenas un metro de llevarme por delante, pero tampoco es que me importara demasiado. Aunque a Jacob, sí que le importó.

En las puertas del hotel, me detuve a tomar el aire, pues estaba totalmente asfixiada con la carrera que había dado.

-Joder, Millie, ¿estás loca?¿Viste que casi te atropellan?-Habló histérico el castaño.-Dime, ¿qué haría sin ti?-Me tomó del mentón y obligó a que lo mirara.

Me miró con cierta adorabilidad en la mirada, con preocupación, también. Pero no me hacía sentir... "cosas". Se sabía ya quién me hacía sentir miles de sensaciones distintas pero increíbles y agradables, aunque no quería aceptarlo.

Cuando al fin recuperé el aliento, aparté a Jacob con el ceño levemente fruncido y los ojos cerrados y me levanté. Ambos fuimos hacia el ascensor y apreté el botón de la planta correspondiente, y este, rápidamente se cerró y subió. Mientras que el ascensor subía a la planta seleccionada, Jacob no parada de hablarme, como si de un taladro en mi cabeza se tratara. No paraba comentar lo que había sucedido durante mi "pequeña carrera" y realmente, comenzaba a molestarme demasiado, pero no dije nada tan solo por educación.

Al llegar al fin a la planta, salí del ascensor y fui a la puerta de Esme. Con deses pero, golpeé la puerta repetidas veces, incluso me dolían los nudillos de tanto golpear.

Narradora

Esmeralda, ya sabía quién era sin siquiera haberla visto, pero aún así, decidió abrir.

La chica de pelo corto, sonrió al ver que había abierto, pero al momento borró su sonrisa al ver el rostro inexpresivo, enojado y frío de la ojiverde.

-¿Qué quieres?-Preguntó.-¿Y quién eres tú?-Se refirió al chico que estaba al lado de su Crush.

-Soy Jacob Sartorius, amigo de Millie. Un gusto.-Se limitó a estirar su brazo para estrechar la mano de Esmeralda, la cual había aceptado con una sonrisa de lado.

-Me parece bien que se conozcan, pero... Esme, ¿podremos hablar?-Preguntó con nerviosismo.

La nombrada miró a Jacob, y este entendió el mensaje. Se retiró unos metros más allá, dejándolas solas.

-Lo siento...-

-¿Lo sientes? Déjame decirte que parece que no lo dices en serio.-Replicó enojada.

-Solo déjame explicarte.-Llevó sus manos a los hombros de la otra.

-No. Ya vi muy claro lo que querías decirme.-Apartó con brusquedad los brazos de Millie.-¿Sabes la de mensajes que te dejé? En TODAS las redes sociales.-Hizo énfasis en la palabra.-Te llamé otras tantas veces, nada. Casi 2 horas pasaron y tú no dabas señales de vida.-Millie, sin evitarlo, rodó los ojos.

-Tranquila, dramática. Sé cuidarme sola.-Dijo sin darse cuenta del daño que acababa de hacerle a la ojiverde.

-¡Mierda, Millie! Seré una jodida dramática, una idiota paranoica, loca incluso... Pero me preocupo muchísimo por ti. ¿Sabes que estuve a punto de tener un ataque por tu culpa, Brown?-Millie abrió los ojos ante eso.-No agradeces nada de lo que hago, es como si no valieran para nada las pequeñas acciones que hago por ti, ¿tanto te cuesta entenderlo, Millie?¿Tanto te cuesta entender lo mucho que me importas?-Gritó histérica.-Si no piensas valorar las pequeñas cosas que hago para intentar hacerte sonreír... Vete a la mierda, no hay más.-Le cerró la puerta en la cara, sobresaltando a Millie.

Se quedó varios segundos inmóvil delante de la puerta, deseando retroceder un minuto antes y haber mantenido la boca cerrada. Bajó la cabeza y se fue de allí lentamente, sin ni siquiera avisar a su acompañante. Con un mensaje, le dijo que ya no estaba allí.

Cuando llegó a su hogar, se fue sin decir nada hacia su habitación, cerró de un portazo y se apoyó automáticamente en la puerta y se deslizó lentamente, hasta quedar sentada en el piso.

«Imbécil.» Repetía una y otra vez en su cabeza. «Imbécil, imbécil...»

Ella ya no sabía que era peor; si quedarse sin ella o que Esmeralda se haya enfadado demasiado con Millie.

Narra Esmeralda

Desperté al día siguiente. No me sentía bien después de aquello, pero supongo que me dejé llevar por mi genio.

Lo peor de todo: Hoy tenía que besarla. Y eso obviamente, no me molestaba en lo absoluto.

Miré mi reloj.Las 4: 10 a.m. Aún me quedaba tiempo para ir al set.

Mi madre y hermana aún dormía. Decidí dejarlas dormir, iría yo sola al set, pues tenía suerte de que estuviera a unos minutos del hotel en el que me alojaba.

Me vestí con algo cómodo y una simple coleta alta. ¿Para qué arreglarme?. Y como de costumbre, siempre miraba mi móvil 5 minutos después de despertarme y prepararme.

Desconocido: Holaa!

Yo: Hola. Quién eres?

Desconocido: Soy Jacob

Yo: Ah!! Hola Jake!

Agregado como Jake😁

Yo: Es genial poder hablar contigo pero
debo ir a grabar

Jake😁: Vale hablamos luego entonces 😚

Yo: Claro ♡

No sabía cómo había conseguido mi número ni tampoco sabía que hacía despierto tan temprano.

Salí del hotel sin hacer demasiado ruido, pues no quería despertar a nadie y mucho menos, molestar.

Tardé tan solo unos minutos en llegar al set. Ya estaba todos allí, emocionados con este último episodio de ls temporada. Los saludé con una sonrisa.

Narradora (de nuevo xd)

Cuando Millie vio que Ella no la había mirado, sintió su corazón encogerse.

Había llorado un ocio y su actitud, cambio en el día anterior. Solo había algo que la emocionaba de cierto modo. Iba a besarla y aunque fuera una sola vez, lo deseaba con fuerzas.

-Listo, Millie. Puedes irte.-Informó su maquilladora.

La chica castaña, salió de su camerino y fue al set.

-Muy bien, chicos. ¿Preparados?¡Acción!-

Y así transcurrieron las siguientes 8 horas; entre puras risas, tomas falsas, etc.

Pero ya llegó la hora de los dos besos. Caleb y Sadie, y la pareja más importante y tierna de serie, Millie y Esmeralda. Estaban todos emocionados, excepto ellas dos. Se sentían incómodas por culpa de los allí presentes.

Se colocaron en sus posiciones.

-¡Acción!-

Las dos tragaron saliva levemente y se miraron.

-"Espera, El."-Millie la miró.-"Ni te sientes"-

Esme suspiró profundamente y simuló poner la cinta en el cassette y la música automáticamente, comenzó a sonar.

-"¿Bailas?"-Preguntó extendiendo una de sus manos

-"No sé cómo..."-

Esmeralda rió tiernamente y la miró de la misma manera.

-"Tampoco yo."-Insistió aún con la mano extendida.

Millie dio una media sonrisa y llevó sus manos a los hombros de Esme, y Esme, a la cintura de la castaña. Las dos se miraron aún sonriendo tímidamente. La canción seguía sonando lentamente y el beso cada vez estaba más cerca y todos lo sabían.

La ojiverde, supo que ya era el momento. Rodeó la cintura de la menor algo ligera y Millie, su cuello. Ambas no podían estar más nerviosas, las pulsaciones iban excesivamente altas. Millie notaba la electricidad pasar por su médula y el calor recorriendo también su cuerpo. Esmeralda, quería besarla ya. Calor y más calor.

«Besame, solo hazlo.» Pensó Millie al cerrar los ojos esperando el contacto de sus labios con los de Esme.

Sentían las respiraciones de la otra chocar contra sus respectivos labios. Los milímetros era lo único que las separaban.

-I'm coming in...-Susurró casi inaudible, Esmeralda cerrando también los ojos.

Sus labios se unieron en un beso, al fin. Sentian algo parecido a su primer beso, pero no era igual. Esta vez, ambas lo sintieron demasiado fuerte, ninguna quería separarse de la otra. Sintieron como si hubiesen logrado hacer el beso perfecto. Duraba unos segundos, pero fueron los mejores segundos de sus vidas.

Millie, había hecho un viaje de la Tierra a Plutón, ida y vuelta más de 20 veces al sentir los suaves y grandes labios de Esmeralda sobre los suyos. Era ese sueño que deseaba que pasara por cuarta vez en su vida.

A Esmeralda, el enfado y la molestia que Millie había ocasionado en ella, se había disipado de su sistema en cuestión de micras de segundos, haciendo paso a una sensación tremendamente agradable. Ella siempre decía que los labios de Millie, eran de un tamaño normal y rojizos. Perfectos, era la palabra.

Pero las dos concordaban con un único sentimiento. El amor.

Se separaron lentamente y sonrieron. La castaña a continuación, pegó su frente contra la de la contraria, ensanchando aún más tímida, esa sonrisa.

-"Love you, Lena."-Dijo en un susurro y mirando hacia abajo.

«Si hubieses dicho Esmeralda...» Pensó la ojiverde.

-"Me too, El..."-Susurró Esmeralda de la misma manera.

«Si hubieses dicho Millie...»

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-Deli

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