Capítulo 054

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Narra Esmeralda

-Oye, foca. Despierta.-Alguien me sacudía sin parar.

No era Millie y eso me molestaba. Si me despertaban, preferiría que fuese la dulce y suave voz de la menor de los Brown.

-¿Matty?-Dije con la voz ronca y en bajo mientras frotaba mis ojos, ya que veía incluso borroso.

-Creí que no despertarías nunca.-Su nivel de tranquilidad y normalidad, me asustaba mucho.-Millie quiso preparar tu desayuno. Sólo lo subí.-Me colocó la bandeja en mis piernas, pero yo estaba aturdida.

Él asomaba esa amplia sonrisa que una vez me encantaba.

-Matty...-El chico me miró atento.

¿No se daba cuenta de lo irreal que era está situación?, es decir... ¿Qué hace mi ex en la casa de mi futura novia?.

Sí. Futura.

-¿Qué ocurre?-Suspiré y llevé mis dedos a mis ojos, tratando de encontrarle lógica a esto.

Inhalé despacio.

-Morris, eres mi ex. Vives en Inglaterra y estás en Estados Unidos. Estás en frente de mí, como si tú y yo jamás nos hubiésemos besado ni sido novios... Y por último pero más importante; estas en casa de Millie.-El rubio rió, pero yo no.-No puede ser... ¿te estás riendo en serio?-Dejó de reír. Parecía que de había dado cuenta de lo absurdo que era todo esto.

-Bueno... somos amigos.-

-Vives en Inglaterra.-

-Tomé un avión.-

-Estoy en ropa interior.-

-¿Qué?-Abrió los ojos sorprendido y avergonzado.

- Te romperé el labio inferior.-Dije apartando todo lo que tenía encima.-¡Esto es irreal! Ó sea... ¡Matthew, reacciona!-

-Solo quiero hacer las paces contigo, Es.-Bufé cansada y lo tomé de la.mano para llevarlo a rastras hasta la puerta.

Andaba en bragas y una camisa, pero me dio igual. Pasé por el salón, donde estaban Jacob y Millie desayunando mientras nos miraban con atención.

-Pero... Quiero arreglar las cosas.-Diko cuando estaba fuera.

-Vuelve más tarde.-Le cerré la puerta en las narices y luego dirigí la mirada a Millie.-¿Por qué me tocó un ex tan adorable y bueno?-

-Bonitas vistas.-Jacob mordió su labio mientras me miraba de arriba abajo.

-¿Tengo que recordarte que tienes novia, maldito puberto hormonado de mierda?-Dije con enfado.

Era el novio de mí crush, y lo peor es que ella estaba en frente, ¿es idiota?¿Quiere dañar a Mills el muy imbécil?-

Millie miró incrédula al chico y luego me miró a mí. Cuando frunció el ceño, yo bajé las cejas, sin entender por qué se enojaba conmigo. Se levantó de encima de su novio y se fue a su habitación, sin darme tiempo a reaccionar.

-Vaya, que sensible.-Dijo sin darle importancia al daño.

-Tú estás demente.-

- No es culpa mía que vayas pidiendo guerra todo el rato, Esme.-Abrí la boca una crucé de brazos muy ofendida.

-Es como decir que las violaciones son por culpa de las victimas.-

-No me extraña. Pues que no vayan con una minifalda que les haga enseñar de más.-Algo explotó en mí y sin evitarlo, le aflojé una bofetada que resonó en toda la sala.

Narradora

Con tal fuerza le proporcionó la bofetada, que incluso la castaña lo escuchó desde su habitación. Toda la conversación, realmente.

-¡Nunca jamás digas una tontería igual, Jacob Sartorius!-Gritó la ojiverde ante el rostro sorprendido del moreno.

Lo que Jacob no sabía, es que la hija menor de los Claytone, había sido abusada. Tocamientos indebidos y asquerosos que contó cuando Emma sólo contaba con 9 años de edad.

-¡La culpa la tienen los/las violadores/as, no las víctimas, estúpido!¡La próxima vez te daré un puñetazo en los dientes!-Dicho eso, comenzó a respirar entrecortadamente y sintió como el frío se apoderó de ella.

Su visión se volvía borrosa. Terrible señal en su salud.

-¿E-estás...?-Jacob se levantó de su sitio para acercarse a Esme, pero ella se alejó.

-Vete.-Él no rechistó. Se podría decir que hasta había aprendido la lección de una bofetada.

Al momento en el que el otro chico se había ido, Claytone dejó de respirar y se dejó caer en el suelo como el plomo. La subida de tensión provocado por su enfado, estrés y ansiedad, le había arrebatado el conocimiento casi instantáneamente. Eso era muy grave para alguien tan joven como ella.

Millie había escuchado el golpe y fue ahí cuando sus alarmas de mejor amiga/hermana/Crush saltaron como si de un sistema contra incendios se tratara. Saltó de su cama y bajó corriendo las escaleras, viendo a su confidente tendida en el suelo.

-¡¡Esme!!-Gritó muy asustada y llevando sus manos a su boca.

Su corazón iba muy rápido. Le hacía incluso daño al chocar tan bruscamente contra su caja torácica, y no se sentía nada bien. Sentía como ese órgano tan fundamental, se le encogía, dejando paso a un sentimiento de angustia y miedo.

Lo peor, es que la premier... Era hoy, día 25 de octubre de 2017.

Con temblor y lágrimas nublando sus ojos cafés claros, tomó el teléfono. Le dio repetidas veces al botón de apagar y la llamada al 911, fue al momento. Los médicos iban de camino.

Dejó que sus lágrimas se escaparan de sus mejillas sin control, acompañadas de varias súplicas de que despertara.

-Esme, despierta p-por favor. Te necesito.-Dijo entre llantos.

La tomó del rostro y juntó su fría frente contra la de ella, y en un acto de desesperación y angustia total, estampó sus gruesos labios contra los de Esmeralda, sin importarle nada. Estos sí se sentían cálidos aún. Se separó unos milímetros, sin separar sus narices.

-Te quiero, por favor. V-vas a estar bien, a la mierda la premier, necesito que estés bien.-Dijo en sus labios ya salados por sus lágrimas.

Su cuerpo inerte y frío. Eran como patadas para Millie al verla de ese modo. Estaba aterrada, ya que esto no era lo mismo que un ataque de asma, no. Esto era mucho más serio y grave, y Millie no tenía los conocimientos suficientes para saber qué hacer en estos casos.

[...]

Esmeralda miraba por la ventanilla del coche, derrotada por haber pasado la noche en el hospital entubada a todo lo que los médicos decían. Millie estaba igual o peor, pero se negaba a quitarle el ojo de encima.

Los Brown no decían nada. Las Claytone tampoco.

La mano de la castaña sin mucha seguridad, se acercaba a la de la ojiverde. Tocó con timidez los dedos de ella, ganando la mirada de Esmeralda.

-¿Puedo...?-Esmeralda asintió con una leve sonrisa cansada.

La castaña tomó su mano con cuidado y la apretó un poco, sin dañar sus heridas provocadas por las agujas de los respectivos tubos.

A Millie se le encogió el pecho al verla.

Cuando al fin llegaron a la casa de los Brown, las dos chicas se bajaron, no sin antes despedirse de sus padres y hermana (Emma).

Ambas entraron en la casa. Millie agarraba el brazo de Esme, pues aún no estaba bien del todo. La habían dejado salir del hospital solo porque debía ir a la premier el día 27, si no, estaría aún ingresada.

-No puedo creer que Jacob te haya provocado esto.-Dijo de repente la castaña algo indignada.

-Mills, no importa. Debo aprender a controlarme.-Millie suspiró y se giró para que Esmeralda se cambiase.

-Las bajadas de tensión y la perdida del conocimiento no se pueden controlar. Lo que hizo fue horrible.-Habló cruzando sus brazos.

«Tiene razón...» Pensó.

Millie suspiró de nuevo, esta vez, con tristeza. Tomó su móvil. Ella había subido una historia a su Instagram, avisando de que la ojiverde estaba mejor.

Cuando se quiso dar cuenta, Esmeralda dormía profundamente.

Millie dio una leve carcajada y se acercó a la cama.

-Te quiero...-Susurró besando su frente ternura.

Había olvidado a Jacob en cuestión de dos besos. En la frente y en los labios.

---

Hoy me pasó algo parecido. Solo que no fue una bajada de tensión, sino un ataque de ansiedad en medio de un partido.

Pero calma pueblo, I'm ok C:.

-Deli🍕♥️

27/05/18

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro