Narra Esmeralda

- ¡Ah!-

Giré mi cabeza en dirección a la puerta en la que se había oído ese gemido.

El mundo se me cayó encima cuando vi que era en la habitación de Millie.
Los gemidos se escuchaban cada vez más fuertes y eran más bien por parte de mi novia.

Fui velozmente y entreabrí la puerta para ver lo que estaba pasando.
Y de verdad estaba pasando lo que me temía.

Miré bien a la chica que estaba encima de Millie, desnuda, tocándola por todos los sitios posibles para hacerla gemir así. La cabeza de Millie estaba hundida en la almohada y sus manos agarraban, o más bien, arañaban la espalda de aquella misteriosa chica.
Aquella escena me destruyó por dentro y lo mostré con lágrimas.

Esperen...

...
...
...

Soy yo.

Aquella entidad con mi pelo, nariz, labios, ojos, cara, y todo en general, me miró de reojo con una malicia y un guiño de ojo.
Fue en ese momento en el que sentí como todo de mí subía de temperatura con mucha rapidez. Ellas continuaron, ignorando mi presencia por completo. Y yo solo me quedé ahí, parada y sin poder moverme, contemplando como un yo y la castaña completamente desnudas se daban más que amor.
Esa chica exactamente igual que yo, dio un leve gemido a la vez que mordía por todo el cuello a Millie.

No entendía nada de lo que estaba pasando. Yo las miraba y eso causaba una extraña sensación.

- Esme...- Gimió de nuevo ella.- ¡Esme!- Grita ahora.

Y mis ojos se abrieron.

Todo fue un sueño demasiado real.

Me encontré con la cara de Millie con una gran sonrisa que iluminaba más que el sol que entraba por mi ventana.

- Hola, mi amor.- Susurra dulcemente.- Feliz cumpleaños.- Me sonríe y sus labios tocan mi mejilla derecha.

Por mi parte cerré mis ojos y entreabrí mis labios. Prometo que quise sentir ese beso más allá de lo que siempre había sentido. Al menos lo intentaba.

Se separó de mi mejilla y yo tuve que abrir mis ojos solo para que mi novia no sospechase nada.
Pero fue en vano. Su mirada se clavó en mis ojos tratando de descifrar mis pensamientos.

- ¿Puedo subir esta foto?- Dice ignorando mi vista perdida en ella.

Me enseñó su móvil. En la foto aparezco yo sonriendo y con un poco de helado en la nariz. Detrás de mí están Sadie y Noah. La pelirroja me abrazaba por la espalda a la vez que besaba mi mejilla y Noah se reía de las dos, pues parecíamos idiotas.
Era muy tierna.

- Quizá debas subir otra.- Dije con la voz baja.

Aún estaba un poco conmocionada por el sueño.

- ¿Cuál?-

Le quité el celular de las manos y me metí en la galería. Había cientos y cientos de fotos de ambas. En las primeras fotografías solo somos nosotras abrazandonos y riéndonos, como las mejores amigas que éramos. En esas tendríamos unos doce años. A medida que iba subiendo, las fotos de ambas eran diferentes. Fotos en las que Millie era más cariñosa y me besaba más que cuando nos conocimos. Luego, en donde ambas ya nos gustabamos pero que no queríamos decirlo. De hecho si que se notaba en nuestras miradas. Y finalmente, las fotos de nosotras dos besándonos en los labios, o abrazandonos en un bonito paisaje, o bien Millie siendo una perversa y agarrándome las nalgas mientras me abraza o yo mordiendo su cuello y viceversa.

- Esta.-

Ella me miró con cara de asombro, como si hubiese dicho una locura.

Cansada se sentó a horcajadas de mi mientras miraba la foto y el gif que seleccioné.

Oh. Joder.

- No sabía que... querías revelar nuestra relación.-

- Quiero.- Dije guardando las ganas de gritarle con mis fuerzas que sí quería.

Ella con una sonrisa formada por la ilusión que sentía, subió el vídeo y la foto que elegí.

milliebobbybrown

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milliebobbybrown: no puedo creer que día es hoy. pero sí, hoy cumples por fin tus 15 años. aún recuerdo tu cara de niña de 12 años recién cumplidos. recuerdo cuando cumpliste tus 13; desde ahí más o menos me empezaste a gustar demasiado. recuerdo tus 14, que aunque yo no estaba ahí, pude oírte gritar de la felicidad.
gracias por ser mi mejor amiga, mi hermana, mi mamá, mi confidente, y por fin, mi novia.

felices 15, esme ✨🔥

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Narra Millie

Su mirada seguía clavada en mí. Ni siquiera se molestó en apartar la mirada de mí un segundo, ni para ver la publicación. Nada.

- ¿Por qué eres tan hermosa, Brown?-  Dice mientras una de sus manos me tomaban la espalda y la otra me quitaba el móvil. Dejó a este en la mesa de noche.

- Estás muy ex-...- Sus labios cortaron mis palabras.

Entreabrí un poco mis ojos para mirarla. Estaba con sus verdes ojos cerrados, pero esta vez pretendía, quizá, sentir algo más. Antes de que ella diese otro paso, decidí pararla.

- ¿Qué pretendes, Esmeralda James?-  Pregunto con gracia.

- No lo sé.-

Me volvió a besar y sin avisarme me dio la vuelta quedando yo debajo. A su merced.

Dejó que un poco de su peso se apoyase en toda la parte posterior de mi cuerpo. Una música comenzó a sonar de sus grandes y caros altavoces. Sus labios comenzaron a apoderarse de todo mi cuello y torso. Los suspiros salieron de los labios sin resistencia. Mi cuerpo lo pedía, aunque yo no quisiesen admitirlo.

La casa estaba sola. Sus padres se fueron juntos para comprarle la tarta a su hija y lo más probable es que tarden mucho tiempo, pues las tartas que piden son siempre las mejores y más más costosas de hacer. Mientras, Emma, estaba con Noah.

La canción cambió a otra. Again de Noah Cyrus resonaba por toda la habitación.
Eso no la detuvo.

Yo no sabía por qué de repente estaba pasando esto. Lo único que sabía es que no quería que Esme se detuviese por nada en el mundo. Quizás ese momento ya había llegado. O no. Pero no me interesaba.

Mis manos que sostenían su cabello se fueron la parte baja de la camiseta suelta. Ella por fin detuvo sus besos y me miró esperando que dijese algo.

- Esme.- Hice que su frente de juntara con la mía.- ¿Puedo?-

Yo deseé con todas mis fuerzas que me dijese que sí.
Una sonrisa tímida apareció en sus hinchados labios. Mi impaciencia era grande, pero pude aguantar.

Di que sí. Di que sí.

- Sí.-

[...]

- ... Cumpleaños, feliz...- Con una enorme sonrisa en sus labios sopló las velas.

Sonreí también, porque después de tanto, podía estar en su cumpleaños. Ya no estaba a más de mil quinientos kilómetros de distancia, ni tenía que felicitarla por teléfono. Ahora podía estar en todos sus cumpleaños. Podía despertarla a besos siempre que quisiese. Ahora sí que puedo ser feliz con mi novia.

- ¡Qué comience la fiesta!- Gritó Maddie como loca.

Sí, no estábamos con su familia, celebrando un cumpleaños en paz y armonía. Estábamos en un local alquilado con alcohol celebrando un cumpleaños con cientos de personas.

Esme se levantó de la mesa y salió al balcón. Yo la seguí. La gente no se dio cuenta de nosotras, pues estaban más pendientes de beber y de bailar. Mejor, realmente.

Ahí estaba ella. Estaba contemplando la ajetreada ciudad de Los Ángeles, totalmente iluminada. Parecía melancólica, pero no lo estaba. Quizás estaba pensativa.

Agarré con suavidad su cintura para no asustarla y me apoyé en su espalda.

- ¿En qué piensas?- Pregunté. Sentí como ella se quería dar vuelta. La solté un poco y ella me pudo mirar a los ojos.

- En dos horas es tu cumpleaños.-

Sus manos me rodearon el cuello.

- Y llevo dándole vueltas al asunto durante mucho tiempo, pero no logro hallar respuestas.-

- Quizá pueda ayudarte.-

- ¿Soy una buena novia? ¿Soy suficiente para ti?-

Y ahí noté como sus ojitos tristes se cristalizaban. Su mirada se escapó de la mía. Mi corazón se quebró al ver como lágrimas caían de sus grandes y verdosos ojos. No entendí porque se preguntaba eso. Esmeralda es, fue, y será la única persona que me entiende, la única que me ha ayudado en todo, la que me aguanta los berrinches o mis malos humores, la que me llenaba de nada más que amor cuando sentía que el mundo estaba en contra de mí, la que me enfrentaba cuando me comportaba como una idiota... Esmeralda James ha sido la única que ha conectado al cien por ciento conmigo.

- Si te digo que te amo de aquí al sol, ¿responde algo?-

Y juro por Dios que si risa curó todos mis males y resolvió todas mis dudas una vez más.

- Te diría que es muy poco.- Responde entre lágrimas y una sonrisa.

- Y, ¿si te digo que te amo más que a Ariana Grande?-

Volvió a reír.

Me dio un fuerte y cariñoso abrazo. Yo rodeé su cintura y la acaricié suavemente, dándole a entender que se desahogase.

- ¿Cómo le dirás a tus padres que ya no eres tan santa como antes?- Dijo ella recordando lo de esta mañana.

Nos separamos y yo me empecé a reír. Sonreí y limpié una lagrimita que corría por su mejilla.

- Les diré que la perversa de mi novia fue la causante de todo, que me sedujo con sus grandes... Ojos verdes y sus sensuales... Labios.- Sus carcajadas crecieron con mí comentario.- Y que sin querer lo que me quedaba de heterosexualidad se la comió con ganas.-

- Eres idiota.-

- Por tu sexy trasero.-

Y una vez más, rió.

- Feliz cumpleaños, Millie Bobby brown.- Confundida miré el reloj de lo muñeca.

Eran las doce de la mañana del día diecinueve de febrero.

Ella me mintió.

La amo.

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-Deli🍟❤️