Los rayos del sol caían elegantemente en la hierba, bañando las playas y aquellos inmensos arboles con su fino resplandor, las aves cantaban y los lobos seguían firmes haciendo guardia a una distancia prudente de la cueva.

Entre la maleza, una cueva lo suficientemente grande, decorada con un eslabón blanco y abrigador, dos cuerpos desnudos reposan con total relajación en medio de la nada, siendo ambos amantes dueños del alboroto.

Yoongi despertaba aturdido y cansado, un gran brazo lo tenia rodeado, sin ubicarse del todo, se levanto del cómodo lugar y camino a la luz resplandeciente del sol, los rayos cayeron en su piel brindándole una abrigadora mañana.

–¿que diablos paso?– se cuestiono confundido.

No tenia idea de donde estaba, de la nada un extraño liquido se escurrió entre sus piernas, alterado bajo la mirada a sus pálidas piernas, de su entrada salía aquel viscoso liquido blanco conocido como semen, su estomago se contrajo y su cabeza empezó a doler.

Las imágenes de ser tomado brutalmente por un lobo golpearon su mente, el gritando como un mugroso necesitado, complaciendo a aquel alfa, un escalofrío recorrió su espina dorsal al sentir el punzante dolor en su cuello, soltando un jadeo se toco la estrechura entre el cuello y hombro.

Su cara se torno tan pálida como la nieve, su cuello había sido perforado, tenia la marca de un alfa, maldición, era la marca de un monarca pues estas solían doler mas que las comunes, o eso le decían.

Su mente no pudo procesar nada mas, pues unos brazos formidables lo abrazaron, envolviéndole en aquel aroma, manzana y algodón de azúcar, tan dulce y deseoso, mi felino salto rápidamente al sentir su lengua en la mordida.

–¿Que haces?

Jin soltó una risita tierna, el omega se abofeteó mentalmente por la obviedad del asunto –Te he marcado Mi dulce omega– respondió sin dejar de lamer la mordida –Te debe doler por eso debo hacer esto.

Yoongi suspiro, ahora las cosas se complicarían más, el había planeado fingir una muerte repentina, huir, desaparecer de sus opresores y así no lastimarían a Jin, después de ello sabia que sus hermanos harían cualquier cosa, solo debían dejar que el tiempo hiciera su magia.

Ahora, mierda, el alfa monarca del mundo lobuno, lo había tomado y sin estar satisfecho le marco –¿Por que me has... marcado?

Jin se detuvo para aspirar aquel aroma a menta y chocolate –En cuanto entres en celo terminaré la marca– dicto sin responder la pregunta –Con tu felino en celo, nadie podrá tenerte.

Yoongi sintió aquellas místicas mariposas en su estomago, su felino parecía satisfecho por lo dicho, mas él,  sabiendo cuan peligroso resultaría ser tomado en su celo, no deseaba que aquel día llegara, ante todo, su desquiciado animal tenia ya a un alfa, Zico es... era.. su alfa, el único...

–Yo no quiero que-

–Si te marco como mi pareja– hablo el lobo ignorando al omega –No tendré un heren, serás mío por toda la eternidad– susurro –no debo separarme de ti en estos momentos, crees poder cambiar, iremos a casa.

Yoongi estaba tieso, el lobo de Jin se había fijado en cuerpo y alma en él,  cosa que era increíble y le resultaba mas problemático de lo que ya era, como fue que no se dio cuenta, ese día donde trajo el filete, el lobo de Jin tomo control total de Jin, dando a entender que entro en celo repentino.

Obediente, Yoongi cambio a su forma animal, su pelaje seguía igual de blanco, pronto Jin lo imito, cambiando a su lobo negro, sin que Yoongi lo esperara, el lobo de Jin le tomo del lomo, llevándolo en el hocico.

El felino maulló contento, Jin no dudo en tomar su camino de regreso a su hogar, cosa que le tomo tiempo pues la distancia a recorrer era de treinta y seis kilómetros, Jin había llevado a Yoongi a la cueva donde solía pasar sus celos solo.

Después de correr y dar una que otra parada para lamer con total delicadeza al omega, lograron llegar a la mansión –Cambia– ordeno.

Yoongi obedeció, pronto fue rodeado por una manta blanca, Jin tenia una especie de capa que lograba cubrir su cuerpo, dedicándole una sonrisa lo cargo estilo nupcial, el pálido solo pudo aferrarse al cuello del alfa.    

Los hermanos vieron con asombro a los recién llegados, Jin ignorándolos olímpicamente, camino directo a su recámara, donde pidió a la empleada preparar el baño, la joven mucama acato la orden en cuestión de segundos.

–Su baño esta listo Amo– anuncio la muchacha.

–Gracias puedes retirarte– Jin volvió a cargar a Yoongi, este volvió a ocultarse en su cuello.

Al ingresar al baño, Jin quito ambas túnicas, quedando desnudos, ingresaron a la bañera, Jin limpio adecuadamente el cuerpo el omega, quien permanecía como un muñeco de porcelana.

–No dormirás en tu habitación– dicto Jin –Mi aroma es intenso en mi cuarto, te sentirás mejor en ella.

Yoongi solo asintio con timidez, las manos de Jin se posaban en su cuerpo con delicadeza, el agua y el shampoo corría por ambos cuerpos limpiando toda impureza, el felino ronroneaba en total paz y relajación. Sin darse cuenta las suaves caricias de su alfa lograron hacerlo dormir.

SeokJin beso con amor el cuello de su omega, cuando termino el baño, se aseguro de cargar a Yoongi y secarle con la toalla, colocando algo para cubrir el cuerpo del omega regreso a su habitación, donde le coloco un bóxer, arrecostandolo en su cama se vistió para darle una ultima lamida.

Yoongi quedo completamente dormido, Jin salió en pijama de la habitación y fue en busca de alimentos, sus hermanos quienes estaban muy curiosos esperaban ansiosos en la cocina.

–De esta no te salvas– fue lo primero que dijo el omega menor.

Namjoon soltó una risita –Te hicimos el desayuno.

Jin soltó un suspiro pesado –Gracias.

–¿Donde han estado todo este tiempo?– ataco el menor –¿como esta Yoongi? ¿Por que lo traías tu? ¿ya son pareja? ¿cuando se casan?

Namjoon miro con curiosidad a su hermano mayor quien parecía frustrado –¿lo marcaste?– pregunto el tigre.

Jin asintio –Entre en celo... lo marque en estos últimos tres días.

Jungkook dio un aplauso de felicidad –¿Por que lo marcaste?– Jungkook dejo su felicidad de lado para escuchar a sus hermanos.

Jin bajo la mirada a sus manos –Mi lobo lo quiere como omega, no se que paso– Jin tomo sus cabellos y gruño en frustración –perdí el control y de un momento a otro ya no puedo alejarme.

–¿Entonces solo... es culpa del lobo?

Jungkook carraspeo y sonrió –El lobo de Jin ha dicho, en pocas palabras que no quiere a otro omega mas que él– señaló arriba donde probablemente estaba el omega –Lo que significa que si intentas procrear con otros no ocurrirá porque te has hecho esclavo de Yoongi.

Namjoon abrió los ojos tanto como pudo, Jin quedo en shock –¡¿Que?!

Jungkook rió por lo bajo –Son como almas gemelas.

Jin sintió nuevamente el dolor punzante en su cuello, haciendo una mueca de dolor, se levanto y tomo una bandeja, coloco jugo, tostadas y panqueques, sin decir nada salió de la cocina para ir con su omega.

–¿Que rayos?– pregunto Namjoon.

Jungkook le dio un tierno abrazo y contesto –En clase, cuando un monarca marca a su omega, si se separan en inicio de la marca, sentirán el dolor punzante en su cuello.

–¿Que clase de cosas te enseñan en la escuela?

–Por eso cuando Jin se aleja de Yoongi sentirá horribles corrientasos en su cuello al igual que el omega, deben estar juntos por una semana para que el omega deje de sentir dolor.

Namjoon suspiro, quería que su hermano tuviera pareja, estaba feliz porque al fin marco a un omega, pero, estaba frustrado de saber que el alfa de Jin se volvió un esclavo del pálido, literalmente estaría de esa forma por una semana.

–Al menos ya no tendré que preocuparme por que consiga pareja.