Flower Crown |Marichat|

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— ¡Que hermosa te ves, Mari!— Tikki la halago con una sonrisa y voz sincera. La azabache le devolvió la sonrisa con un pequeño sonrojo en las mejillas.

Hoy era un día especial, no se celebraba nada, pero Marinette se sentía diferente. Se sentía bien, aliviada y sin presión alguna.

Puesto como era una súper heroina, la presidenta de la clase y una chica normal de quince años, a veces las cosas no llegaban a salirle como esperaba.

Pero hoy era diferente, quería lucirse, quería resaltar.

Su cuerpo lucía un precioso vestido que ella misma había diseñado, era casual y sencillo. Unas zapatillas de un color pastel. Su cabello no estaba recogido como siempre lo peinaba, suelto y sedoso.

— Muchas gracias, Tikki— dio una vuelta, el vestido levantandose un poco.

— Mira, ponte esto en la cabeza— la Kwami le tendió una corona de flores que ella misma había hecho para su portadora. Marinette la tomo y la observo.

Le encantaba, de colores bonitos que se podían usar en estos tiempos. Sin pensarlo dos veces se la colocó en la cabeza, adornándola.

Se miró en el espejo una vez más y sonrió para ella misma, le encantaba como se veía. Se sentía orgullosa.

Vio la hora, aún le quedaba tiempo para ir a la escuela pero deseaba caminar un poco.

Tomó sus cosas y su pequeña bolsa, donde Tikki se metió. Siempre se escondía ahí.

— ¿Ya te vas Marinette?— su madre la miró, extraño.

Era algo inusual ver a su hija despierta tan temprano, y más raro aún, ya lista.

— Si, mamá. Te veré después— le dio un beso en la mejilla.

Si madre se dio cuenta de que el Aura de la chica era muy feliz, irradiaba alegría por todos lados. Era como una grande y brillante estrella entre el oscuro cielo.

Marinette camino hasta donde se situaba la torre Eiffel. Siempre admiró ese monumento, cuando era la heroina le encantaba subirse hasta lo más alto, solo para admirar lo hermoso de París.

En algunas ocasiones parejas venían, en busca de romance en una bonita noche.

Ladybug siempre los observaba, deseando que algún día Adrien y ella llegaran a ser una de esas parejas.

La chica de cabellos negros azabaches soltó un suspiro, se levanto de las escaleras y fue directo hacia su escuela.

Saludaba a todos las personas que se encontraban fuera de los locales, caminando o paseando a su mascota.

Sabían quién era ella, Marinette Dupain-Cheng, una chica bondadosa y humilde, de sonrisa blanca, hermosa y sincera.

Ya estando cerca de la escuela, algunos la observaron.

Lucía preciosa, parecía una nueva persona, una chica absolutamente cambiada.

Nathaniel se sonrojó al verla, se acercó y la saludo.

— Marinette... Luces muy lin-linda— se rasco la nuca, un pequeño tartamudeo saliendo de sus labios al hablarle. Pero eso era típico de él pelirrojo al hablarle a la de ojos azules.

— Muchas gracias, Nath— Marinette siempre miraba tiernamente su compañero, sabía lo que él sentía por ella, eso le causaba más ternura.

Fueron juntos hacia el salón, platicando sobre sus gustos, como a los dos les gustaba dibujar, soltaban pequeñas risas al contar algo gracioso y Marinette se sentía cómoda.

— ¿No hay problema si me siento contigo hoy?— Marinette le preguntó, Nathaniel parpadeó muchas veces, casi creyendo que era un sueño.

— No-no, claro que no— sonrió ligeramente.

Mientras que los alumnos llegaban, ellos se sentaron y platicaron un poco más, conociéndose poco a poco.

Alya al entrar vio como Marinette estaba hablando con Nathaniel. Y al verla vestida así, sonrío, su amiga lucia muy bien.

Esperaba que Adrien también llegará a verla.

— Marinette se ve diferente— Nino le comentó a Adrien, cuando él llegó a su lado. El moreno se encontraba junto con su novia, Alya.

— Si...

Adrien la observo, si se veía diferente. Más que eso, se veía espectacular, maravillosa, más con esa corona de flores sobre su cabeza, adornaba su rostro.

— Wow— era lo único que podía salir de sus labios.

Alya sonrió cómplice hacia Nino y chocaron puños con discreción.

Adrien notó que estaba con Nathaniel, por alguna razón eso le molesto un poco. Frunció el ceño al ver la sonrisa que Marinette le daba al pelirrojo.

— ¿Por qué Marinette está con Nathaniel?— miro a Alya.

— No lo sé— se encogió de hombros para después mirarlo pícaramente.— ¿celoso?

Adrien se sonrojó violentamente, poniéndose un poco nervioso.

— ¿Qué? Cla-claro que no.

Se sentó rápidamente en su lugar, pero miro detrás de su hombro observando a Marinette la cual no dejaba de sonreír.

Adrien no quería que dejara de sonreír, tenía una sonrisa muy hermosa.

Tenía que verla de nuevo, tenía que verla después de clases y no como el si no como Chat Noir. Podía ser más galán que nunca.

Además, la única chica que le llamaba la atención aparte de LadyBug era Marinette, su inocencia la volvía loco, de una manera tan brusca. Podía llegar a perder la cabeza al momento de verla.

Las clases habían finalizado, Marinette no dejaba de dar saltitos hasta llegar a su casa.

Al llegar saludo a sus padres, subió a su habitación para hacer su tarea tranquilamente.

La termino mientras hablaba un poco con Tikki.

— ¿Alguna vez tú te enamoraste, Tikki?— la pequeña criatura se puso más roja de lo que era ella misma. Miro hacia otro lado con una sonrisa llena de nostalgia.

— Se supone que no se puede, pero si— soltó una risita.— Ese Kwami amaba el queso, más que a su propia vida.

Marinette la observo con ternura.

— Recuerdo que una vez me dijo algo que significó mucho para mí.

"Te amo más que al queso"

— Que romántico— Marinette bromeó un poco, Tikki río con ella.

Esa frase había significado mucho para ella, pero por desgracia ya no lo había vuelto a ver.

— Tengo ganas de salir al balcón, ¿vas conmigo?— la azabache le preguntó. Esta nego, tenía sueño.

Subió, ya hacía de noche y un poco de aire fresco que hacía que su cabello se moviera hacia un lado.

Apoyo los brazos en la barandilla, mientras miraba la luna; tan grande y resplandeciente.

— Nos volvemos a encontrar, princesa.

Marinette sonrió, reconociendo la voz de su muy buen amigo Chat Noir.

— Siempre me encuentras.

— Si, bueno, nadie puede esconderse del grandioso Chat Noir.

Marinette rió sin dejar de ver la luna.

Este se acercó, posicionándose al lado de la chica de ojos azules.

— Me gusta tu corona de flores— este la miró de arriba a abajo, pero sus ojos volvían al adorno.

Marinette lo miró, sus ojos azules conectándose con los ojos gatunos de color verde.

— ¿Qué te trae por aquí, gatito?— acercó su mano a su oreja y rasco un poco, haciendo mimos.

El chico ronroneo un poco, con las mejillas coloradas.

— Como te encanta hacer eso.

— Es divertido verte avergonzado.

Un silencio se apoderó del lugar, pero uno muy cómodo.

Hasta que Chat decidió romperlo.

— La luna es hermosa hoy, ¿no?

La chica suspiro.

— Si...

— Aunque no tanto como tú.

Marinette abrió los ojos, sonrojándose.

— Gra-gracias.

Chat Noir sonrió para sí mismo, le gustaba ponerle nerviosa. Algo que pasaba muy pocas veces con su Lady. Pero Marinette era diferente, tan tímida y linda.

Hizo un poco de mas aire, elevando el vestido de Marinette, el cual dejó descubierto parte de su muslo.

El rubio miro sin descaro, tragando duro.

La volvía loco, ya no pensaba como Adrien, si no como Chat Noir y el era muy juguetón.

— ¿Te puse nerviosa?— se acercó más a ella, decidido sobre sus intenciones.

— Cha-chat...— tartamudeo mirando hacia otro lado.

Este la tomo de la cartera, verde y azul mirándose. ¿Cómo era posible? Marinette siempre era atrapada por las garras de este mínimo y ella nunca podía quejarse de eso. De alguna manera le encantaba.

Chat miro los labios de Marinette, llenos de tentación, tan rosados y carnosos. Estaba hambriento.

— Creo que los dos ya sabemos lo que pasará a continuación.

Marinette soltó un suspiro y asintió.

— Sabes cómo me gusta, princesa— murmuró acercándose un poco más.

La azabache cerró los ojos, con los labios entre abiertos un poco, esperando por los labios de su gatito.

Este sonrió y sin hacer esperar más a su princesa, se acercó más, cortando la distancia entre ellos.

Se besaron, llenos de hambre y necesidad de ellos mismos.

Marinette tenía los brazos al rededor del cuello de Chat Noir. Este ocupaba sus manos entre las curvas de la ojiazul.

De pronto la cargo por las piernas y en un rápido movimiento la puso sobre la bandarilla.

No podían dejar de tocar sus labios. Chat amaba el sabor de Marinette, tan dulce y embriagante.  Mientras que la ojiazul se perdía en la boca fresca del chico.

Se alejaron un poco para tomar aire.

Se miraron a los ojos con una sonrisa, se sentían bien. Tan cómodos con el otro. Llenos de ellos mismos.

— Me tienes loco.

Marinette rió un poco, le dio un pequeño beso en los labios.

Siguieron así hasta que Chat Noir tuvo que irse, puesto que ya era muy noche.

— Volvere, princesa.

Esta sonrió coqueta.

— No puedo esperar.

Chat río y me guiñó él ojo. Salto fuera del balcón, mientras que Marinette miraba el cielo oscuro, las estrellas brillando entre las nubes que se podrán llegar a observar.

Tikki salió de su escondite, mirándola con una sonrisa pícara.

— ¿Será que el gato se esta ganando tu corazón?— Marinette abrió los ojos asustada, para después mirarla.

— ¿Nos viste?

Tikki rodó los ojos con una expresión de obviedad.

— Siempre.

Marinette sonrió de lado, al recordar la pregunta de su pequeña amiga.

— De alguna manera, Chat siempre está en mi mente. Lo aprecio mucho, pero mis sentimientos por Adrien son muy fuertes.

— Vaya, esta vez no lo negaste— dijo sorprendida al ver como Marinette no dejaba de sonreír.

— ¿Qué te puedo decir? Chat es asombroso.

Miro por última vez la luna y las estrellas para bajar hacia su habitación.

Mañana volvería a ponerse su corona de flores.

Empecemos con Marichat por qué me encanta💕
En los comentarios pueden decirme la pareja que quieran, menos el Adrien x Nathaniel (lo siento, pero no puedo con ese ship:'v)

Todos los personajes serán escritos en esta historia.

La pareja más votada en los comentarios para escribir sobre ella en el siguiente OS.

(Espacio para que pongan aquí la pareja que quieren——>)

Nos leemos💕😸

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