Historia de dos |Nathaniel & Chloe|

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Historia de dos | Chloe & Nathaniel|

— ¡Pudo habérmelo dicho, lo odio tanto!— hizo un berrinche al recordar cómo se declaraban amor frente suyo, dejándole muy claras las cosas.

Sabrina y Chloe estaban en los baños de mujeres, la pelirroja aguantando los gritos de su mejor amiga pare demostrarle que estaba para ella y que le daría todo su apoyo.

Mientras que Chloe se sentía tan impotente y furiosa, con ellos, con sigo misma, con todo el mundo.

Fue hacia la pared y como si nada, soltó un golpe a puño cerrado, dañando su mano. Sintió como el dolor se expandió por todo sus huesos, pero ella no se inmutó.

Sabrina la miraba estupefacta. Sabía que estaba enojada pero no tanto, jamás había visto a Chloe hacer eso, menos por alguien.

Pero Adrien era importante en su vida, fue su único amigo en la infancia, el único que la tolero hasta ahora, sin contar a Sabrina. Ellos dos eran los únicos que sabían cómo era en realidad, una chica insegura y con problemas de depresión.

¿Depresión? Su madre lo había causado, cuando los abandono a ella y a su padre, desapareciendo para jamás volver a pisar el suelo de la casa de los Bourgeois.

Y esto la tenía tan lastimada desde el día de lo ocurrido, nada había podido curar esa herida que seguía abierta, regresándola a su horrible realidad.

Por eso sentía tanta envidia de Marinette, su familia la adoraba, su madre la amaba y tenía el novio perfecto, a parte de que era bellísima. Lo tenía todo.

Por eso tantas veces se desquito con ella, jamás pensaba las cosas, solo actuaba como si mente lo mandara, por eso era una chica odiosa con todos.

— Lo... Lo siento, Sabri— estaba empezando a llorar por qué sintió sus mejillas húmedas. Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano y le mostró una sonrisa débil a su mejor amiga.— Necesito ir a casa.

— ¿Te acompaño?

Estaba muy preocupada por qué pocas veces la había visto llorar de esa manera.

La rubia nego con la cabeza, saliendo del baño yendo directo a su salón para tomar sus cosas.

Ya al tener todo listo volvió a recordar a su madre, como era tan cuidadosa con ella, la forma en que sus brazos se extendía por su pequeño cuerpo, los besos cálidos en la frente antes de irse a dormir. Lo extrañaba tanto, daría todo por verla de nuevo.

Lloro más fuerte sin darse cuenta que alguien más estaba en el salón que ella creía que estaba solo.

Un pelirrojo había parado de dibujar en su boceto para alzar la mirada, sorprendiéndose por ver a su compañera que soltaba sollozos mientras tapaba su boca con su mano.

Se levanto en silencio y caminó hasta ella, posicionándose frente a ella con un poco de nervios, no quería alterarla y hacer que le gritara, como hacía con todos.

Por alguna razón siempre tuvo inquietud con ella, sentía como si ella usara una máscara con todos, como si demostrara algo falso, algo que no era ella.

— Chloe...

Esta alzó la mirada, encontrándose con los ojos violetas de su compañero Nathaniel, el cual ahora estando cerca suyo, acostaba unos ojos muy bonitos.

Ojos puros.

— ¡No estaba llorando, se me metió algo al ojo!— miro el suelo forzando la voz. Trato de limpiarse las lagrimas pero la mano de Nathaniel la detuvo.

— Llora si quieres.

— ¿Qué?— lo miro, confundida. Sus ojos estaban brillosos y sus mejillas sonrosadas.

— Si debes llorar, hazlo. Desahógate.

Chloe no lo pensó mucho y se echó en sus brazos dejando salir los sollozos junto con las lágrimas empapando su camiseta, pero a él verdaderamente no le importaba.

— Extraño tanto a mi madre, quisiera verla de nuevo pero me da miedo que se decepcione por la persona que soy en este momento. Todos me odian y lo merezco, merezco lo peor.

Nathaniel escuchaba atento los lamentos de la chica de ojos azules  mientras la rodeaba con sus brazos. Esta se apegó más a él mientras que el perfume del michacho entraba a las fosas nasales de ella. Olía muy bien.

— Yo no te odio.

— Tal vez nunca te he molestado...

No se soltaban, seguían abrazados mientras que las respiraciones se escuchan por el silencioso lugar. Chloe se sentía cómoda junto a él.

— Ya no quiero estar aquí... Se darán cuenta que estoy afectada por lo de Marinette y Adrien.

Nathaniel hizo una mueca, al recordar a la bonita pareja estando juntos.

A él también le dolió, pero era más de sufrir en silencio, por eso se encontraba solo en el salón hasta que ella llegó.

— Siéntate conmigo el resto del día, ¿sí?

Chloe tuvo que alzar la mirada para verlo. Sonrió mostrando unos perfectos y blancos dientes.

¿Cuántas veces se había visto sonreír así a Chloe? Jamás. Por eso ahora sería un bonito recuerdo, trataría de hacerla sonreír cada vez que pudiera.

— ¿En serio?

— Vamos a demostrar que lo de ellos no nos afectó, juntos.

Chloe asintió tomando sus cosas para ponerlas en el asiento donde Nathaniel siempre estaba solo.

Pero no desde hoy.

Se sentaron juntos y Chloe habló.

— Perdón por esa vez que me burle de ti cuando tu cuaderno de dibujo callo al suelo.

— El pasado ya está, pero puedes cambiar tu futuro.

— ¿Lo crees?

Esta asintió tomando su mano, lo cual hizo que los dos sintieran una bonita conexión, se sonrieron mientras enchinaban sus ojos.

(....)

Seguían juntos de ese día, pero ahora eran más bien como mejores amigos, inseparables. Siempre estaban juntos, comían juntos, se sentaban juntos, iban a sus casas.

Desde que los vieron a los dos todos se sorprendieron, advirtiéndole a Nathaniel que ella no era bueno para el.

Él siempre respondía amable que no se metieran en sus asuntos, replicado una y otra vez que no eran pareja.

Mentiría si dijera que no quería que lo fueran pero quería que todo fuera a su tiempo.

— Nathaniel, cuídate de ella.

Este soltó un bufido, agitando sus paciencia por qué siempre era lo mismo.

— Marinette te lo agradezco pero por favor, no te metas.

Su tono había sido brusco lo cual hizo que la azabache mostrará una sonrisa incómoda.

— Lo dice por tu bien, ella es mala.

— No la conocen.

Adrien miraba todo en silencio mientras que su novia y Alya, novia de Nino miraban a Nathaniel realmente extrañados con su comportamiento.

— ¡Es que lo es, como puedes estar con ella!

Y ahí fue cuando Nathaniel explotó, se levanto de su asiento mirando con enojo a todos los de su salón.

— Chloe y yo no somos pareja, pero si vuelven a decir algo malo frente mío de ella, no responderé de mis actos, gracias.

Todos miraban estupefactos a Nathaniel y otros a Chloe la cual tenía las mejillas rosas de la pena.

(....)

Ellos dos nunca habían tenido celos de ellos mismos, pero cada vez que sucedía cambiaban, por qué se protegían mucho.

— ¿Has dado tu primer beso ya Nathaniel?

Se encontraban todos los del salón en una fiesta mientas que jugaban "verdad o reto"

Todos miraron al pelirrojo picarones, pero Chloe lo miraba con ternura.

— No...— dijo nervioso pero no dejaba de mirar a su rubia la cual le guiñó un ojo sacándole un sonrojo.

Una chica bebida llego a hasta ellos pero se sentó al lado del de ojos de verdes aqua.

— Yo te lo podría dar, eres una ternura.

Se acercó a él, al parecer había escuchado toda la conversación. Este negó y trato de quitarse pero la chica lo sujetó y dio un corto beso en sus labios.

Chloe se levanto, completamente furiosa dejando atrás a sus amigos.

Todos sabían lo que pasaba, ¿por qué Nathaniel era tan ciego?

Fue hacia las bebidas y tomo un vaso rojo, llenando su garganta de ese líquido flameante que le ardió hasta su ser.

— Estupido Nathaniel.

Volvió a tomar otro, y otro, hasta que su mente comenzaba a dar vueltas.

— Hola bonita, ¿tú eres Chloe, cierto?

— En carne y hueso.

Cuando Chloe dejó de ser una malcriada y comenzó a ser a amable muchos chicos comenzaron a coquetearle, siendo atraídos por ella.

Aparte de que había pedido trabajo como modelo, el cual le estaba yendo demasiado bien.

Nathaniel siempre se mostraba molesto con ese tipo de cosas pero igual la apoyaba.

— Eres muy guapa.

Chloe sonrió de lado, comenzado a incomodarse un poco. El chico le daba mala espina.

— Como una muñeca...

Esto ya le estaba dando miedo.

— Ven conmigo.

— No, gracias.

Se acercó a ella, tratando de tocarla más de lo debido.

— Oh por favor, lo pasaras en grande.

— Ella dijo que no.

Se escucho una voz fría en frente de ellos lo cual hizo que el chico se detuviera y mirara al pelirrojo con una sonrisa burlona.

— ¿Y tú quién eres?

— ¿Y a ti que mierda te importa? Déjala en paz.

— Aburridos— les saco el dedo de en medio y fue hacia otra chica.

Chloe hizo cara de asco mientras soltaba la bebida y caminaba pasando de el, al parecer estaba molesta.

— Chloe...

— No me hables, no estoy de humor.

— Cariño, no te enojes, yo no quise que pasara.

— Yo no sé de qué hablas, vi como lo disfrutabas— rodo los ojos.

Camino fuera con su bolso en su brazo.

Este corrió alcanzándola.

Y por si fuera poco empezó a llover.

— ¡Chloe!

— ¡Deja de seguirme, vete con esa chica a besarte!

La tomo del brazo cuando estuvo suficientemente cerca de ella, la abrazo, empapándose juntos.

— No debes ponerte celosa.

— Pero es que-

— Yo te quiero a ti.

Las palabras callaron a Chloe la cual solo lo miro con ojos cálidos. Las palabras habían tocado el corazón de la rubia, encendiendo su alma.

— Yo también te quiero.

Y lo decían con toda al sincerad que pudieran usar.

Habían aprendido a quererse, como amigos, como compañeros, como cómplices y ahora eran una pareja.

— Olvidare que tuve ese horroroso primer beso.

Chloe río un poco, igual ella jamás había besado a alguien, pero parecía experta al chocar sus labios contra los del pelirrojo.

Tuvieron un primer beso juntos, lleno de amor puro y sincero, suave contra los labios de la rubia que se movían atrapando los del pelirrojo.

Desde hoy estarían más juntos que nunca.

(....)

Apoyo, es lo que siempre se daban cuando uno entraba en crisis. Cuando uno tenía sus malos momentos, teniéndose al uno con el otro.

— Sabes, ya me estoy arrepintiendo.

— Chloe, es ru madre— Nathaniel sonrió tomándole la mano.

— Si pero, qué tal si se decepciona.

Inseguridades atormentaban a Chloe hace una semana desde que su madre llamó a su casa, preguntando por su hija.

— ¿La perdonarás?

¿Lo haría?

— No lo sé...— su voz tembló, Nathaniel se acercó a ella, abrazándola por los hombros.— Yo, he estado la mayor parte de mi vida deprimida por eso.

— Pero ya no lo estas, cariño.

Chloe le sonrió con los labios.

— Gracias a ti, y siempre estaré agradecida por ello.

— Chloe, puede que haya cometido errores, pero las cosas pueden cambiar, la gente cambia. Además, ¿te explico el por qué se fue?

Esta nego con los labios fruncidos.

— Entonces, dale una oportunidad.

Se acercó un poco más, lo tomo de las mejillas y lo beso, dulcemente para después subir de tono.

Nathaniel la tomo por los muslos desnudos gracias a su falda, sentándola en su regazo.

— ¿Por qué eres tan jodidamente caliente?

Chloe soltó una fuerte risa por las palabras de su novio para besarlo nuevamente, bajando por su mentón hasta su cuello, dejando besos húmedos que sacaban suspiros al joven pelirrojo.

— Chloe, no ahora por favor— suplico, sabía lo que pasaría si ahora no se detenía.

Pero no podía evitarlo, su novia era hermosa, estaba orgulloso de tenerla por qué era verdaderamente un tesoro.

Quería que fuera la madre de sus hijos.

— Nos divertiremos después de ver a mi madre, lo prometo.

— Lo esperare con ansias.

Chloe se sentó a su lado de nuevo, acomodando su falda con su mano pero Nathaniel tomó su mano y con la otra él la acomodo.

La aliso para después poner la mano sobre su muslo.

— Joven Chloe, hemos llegado al aeropuerto.

Bajaron los dos de la limosina de Chloe, a la cual Nathaniel ya se había acostumbrado ya que ella siempre pasaba por el.

— ¿Nerviosa?

— Mucho, por favor no me sueltes.

Este le beso la mano.

— Jamás.

El resto de su historia fue como lo esperaban, con dificultades pero se mantuvieron juntos en cada ocasión. Siempre se las arreglaban para tener sus momentos privados sin ninguna interrupción.

Tuvieron una pequeña con los ojos de Nathaniel pero con el cabello y actitud de Chloe, era determinada y decidida.

Y Chloe jamás la abandonó.

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Hice esto por qué vi un cómic de ellos dos y me parecieron re lindos y ayyy, espero que les guste por qué me demore en hacerlo. 💕

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