Eran mejores amigos desde que tenían memoria. Y su memoria no iba más atrás de los cuatro años, así que creían que a esa edad se conocieron, aunque sus madres aseguraban que se conocían desde los tres. Como sea, no importaba.

JiMin y YoonGi eran inseparables, siempre hacían todo juntos, eran casi la sombra del otro. Donde JiMin iba, también iba YoonGi. Muchos los llamaban los Gemelos Siameses, los chicos que nacieron pegados a la cadera (no literalmente, claro). Incluso SiYeon, fanática de los libros BL, les dijo que se parecían a unos chicos llamados Ryan y James*.

Aunque la verdad sea dicha, ellos no eran pareja, ni siquiera se veían de esa manera. Por más que sus amigos les decían que parecían novios, ellos juraban que no lo eran.

-A pesar de lo que digan, parecen un matrimonio de años, solo que sin el sexo incluido-dijo una vez TaeHyung cuando tenían catorce años.

JiMin lo recordó perfectamente, sonriendo y luego yéndose para ir por su hermanita menor al colegio. Por eso miró a YoonGi, quien estaba concentrado en su computadora trabajando, en su rostro la adolescencia había abandonado las facciones. Ahora era un hombre de veintiocho años, igual que él, que tenía un trabajo estable y un departamento que compartían. Había sido casualidad, por supuesto. JiMin quería irse de la casa de sus padres ya que se sentía un parásito, YoonGi había ahorrado dinero y lo invirtió en ese lindo y acogedor departamento. JiMin solo tuvo que preguntarle si tenía una cama extra, nada más, antes de mudarse. Aunque tras unos cambios, las dos camas individuales se transformaron en una matrimonial luego de que YoonGi quisiera convertir el cuarto de JiMin en su despacho. A él no le molestó, en absoluto, odiaba dormir solo, y dormir con su mejor amigo era mejor.

Eran simples casualidades, de verdad. Como esa vez que discutieron luego de que YoonGi llegara a casa tarde. JiMin no había soportado que no le avisara (él nunca llevaba el celular a ningún lado para que no lo molestaran), estaba preocupado, así que en bata se quedó en la sala esperándolo. Tras la pelea, durmieron espalda con espalda para amanecer abrazados y reconciliados. Nunca pudieron estar demasiado tiempo peleados.

Ah, JiMin recordaba también esa ocasión en que YoonGi tuvo su primera cita. Fue...horrible. Él no supo nada hasta el mismo día. Discutieron y, al final, su mejor amigo decidió cancelar la cita y salir a tomar un helado con él.

YoonGi conocía sus gustos, sus miedos y sus secretos. Si participaran en un programa de parejas ganarían el primer premio ya que conocían todo del otro. Lo gracioso era que ni siquiera eran pareja, solo amigos.

Su amistad era fuerte, JiMin estaba orgulloso de eso. Nada nunca lo pudo romper. Ni siquiera esa vez en que, curioso, le pidió a YoonGi que le enseñara a besar. Era malo aprendiendo y terminaron practicando por días. Incluso hasta hoy a veces se besaban. Una costumbre que ni el tiempo disipó. Aunque claro, ninguno de sus demás amigos sabían.

Como tampoco sabían que también tenían sexo, algunas veces. JiMin lo ocultaba, no creía bueno decir que su primera vez (y la de YoonGi) fue...con su mejor amigo. Había sido por curiosidad (y casualidad, no olvidemos la casualidad). Estaban aburridos y luego de ver un artículo en una revista que hablaba de sexo, decidieron probar. Al principio fueron besos y caricias, pero al final (sin saber cómo), terminaron desnudos y él con el miembro de su mejor amigo dentro. Fue bueno, el orgasmo jodidamente una locura, y como eran adolescentes quisieron repetir. Repitieron hasta el hartazgo (igual que en la actualidad) pero jamás lo dijeron. Todos considerarían extraña la manera que tenían de reforzar la amistad.

Sí, para JiMin eso era reforzar la amistad.

-Yoonie, ¿recuerdas cuando Tae dijo que parecíamos un matrimonio?-preguntó sonriendo divertido.

YoonGi levantó la mirada, divertido también.

-Tonterías, nosotros no somos un matrimonio-ambos rieron.

-Lo sé... ¿quieres un masaje, Yoonie?-YoonGi movió su cuello haciéndolo sonar.

-Por favor.

JiMin se levantó y se puso detrás de él para comenzar a hacerle un masaje.

Sí...ellos definitivamente no se parecían a un matrimonio.

*Del libro Solo un poco confuso de la saga de Chicos heterosexuales.

Entregaré poco a poco los drabbles, así que paciencia XD

Nos vemos! Besos :D