• Perdido en el supermercado •

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Mientras Casey y Raph elegían los pañales que iban a llevar y Leo seguía dormido.

En otra parte del supermercado April y Donnie echaban las cosas que le habían tocado llevar.

Donnie seguía cuidando de Mikey. Éste se había dormido.

- Me alegra que Mikey finalmente se durmiera. - comentó Donnie.

- Mikey es un bebé muy tierno. - comentó April.

- Pero bastante travieso - dijo Donnie - ¿crees que nos alcance el dinero para comprar todo para ellos 2?

- Si, solo son cosas necesarias como pañales, baberos y su comida. - dijo April.

- Eso si, no tengo la menor idea de qué vamos a hacer Raph y yo con los dos. Estaré ocupado creando el antídoto para ellos y Raph no es paciente..

- Donnie, Casey y yo los ayudaremos, bueno, yo más que Casey. - dijo April.

- Me alegra que nos ayuden. - dijo Donnie.

Donnie con cuidado cambió a Mikey a su otro hombro, ya qué se comenzaba a cansar.

- Deja que lo cargue - dijo April - es mi turno.

- Ok - dijo Donnie y le entregó a Mikey.

Donnie tomó el carrito del super y siguieron buscando lo que faltaba.

Mientras tanto....

Raphael y Casey batallaban para decidir que pañales llevar. Ellos para no recibir ningún regaño de Donatello y April decidieron leer lo que decían los paquetes de los pañales.

No se dieron cuenta que un pequeño de ojos azules zafiro comenzaba a despertarse. Se puso de pie con ayuda del carrito. Vio a Raph y a Casey ocupados. Empezó a ver el supermercado, ya que no lo vio por la manta.

Leonardo vio unos juguetes al final del pasillo.

Él solito se bajo del carrito y trató de caminar con sus dos piesitos. Llego hasta el final y empezó a tomar los juguetes, eran unas sonajas.

Leo las empezó a sacudir escuchando como estas hacían ruido.

Miró de nuevo el supermercado y vió algo llamativo para él, más juguetes. Estos estaban en otro pasillo. Dejó las sonajas en el suelo y comenzó a caminar hacia ellos.

- Esto es difícil, Raph. - comentó el pelinegro.

- Ni me digas, sabes que solo llevemos los que decías hace rato - dijo Raph aún leyendo.

- De acuerdo - se volteó y para su sorpresa y miedo no estaba Leo.

- Oye Raph.

- Dime - dijo Raph.

- ¿Pusiste a Leo en el carrito? - dijo Casey.

- Si ¿por qué? - preguntó sin si quiera voltear.

- Porqué no está.. - dijo Casey.

- ¿¡Qué!? - exaltado vio el carrito y asustado vio que Leo no se encontraba ahí.

- No sé que paso, Leo no está.. - habló Casey

- No se supone ¿que tú lo estabas vigilando? - miró a Casey

- Él que lo iba a vigilar eras tú Raph. - le dijo Casey a Raph.

Ellos dos empezaron a discutir.

- Discutir no nos ayudara a encontrar a Leo. Hay que buscarlo.

- El supermercado es grande no podemos hallarlo - dijo Casey.

- Tú busca en un lado y yo por el otro - hablo Raph para cada uno tomar un camino diferente.

Leo seguía en el pasillo de los juguetes, había muchos. En una pequeño lugar había unas pelotas de plástico, se acercó y tomo una.

La empezó a aventar y con torpeza a intentar darle una patada. Pero era difícil. Estaba entretenido con esa pelota de plástico color amarillo que tenía un dibujo de un Pikachu.

Le encantaba la pelota.

Luego su vista se posó en otro lado del pasillo, había peluches. Muchos.

Con todo y la pelota amarilla se acercó allá.

Se sentó en el suelo, al ver los peluches.

Habían perritos gatos de peluche y uno que otro peluche de Pokémon.

Vio a un Squirtle, un Charmander, Pidgeoto, bulbasaur, chikorita, entre otros.

Lo que más le llamó la atención fue un peluche de un pikachu.

Alcanzó aquel peluche del pikachu

Con dificultad lo pudo tomar. Le gustaba el pikachu.

Leonardo abrazó el pikachu, se veía tierno abrazando el peluche.

Se levantó del suelo y con el peluche se fue de ahí, dejando la pelota en ese pasillo.

Se regreso al pasillo donde estaban Raph y Casey.

Pero lo malo es que... No supo en que pasillo era. Estaba completamente perdido.

Buscó pero no los halló.

Estaba solo y eso lo asustaba, abrazó al pikachu, los ojos zafiros de él empezaron a humedecerse y de sus regordetas mejillas se deslizaban una que otra lágrima.

Sin más, empezó a llorar. Asustado por que no hallaba a Raphael ni a Casey.

No quería estar solo.

De pronto una mujer que estaba cerca del pasillo dónde estaba Leo escuchó el llanto de Leito y con curiosidad se acerco hasta ver a Leo en el piso llorando.

Al verlo, solito en el pasillo tomó a Leo.

Lo calmó, la señora pensó que Leo tenía un disfraz de tortuga. (ignorancia: 100% :v)

Leo dejó de llorar. Miró atentamente a la señora que lo cargaba.

- Vamos a buscar a tus padres, seguramente están preocupados. - dijo la señora sentó a Leonardo en el carrito (donde van los niños) y fue a buscar a los padres del niño.

Hola le traigo unos nuevos caps

Ya sé que pasaron 1000 años en no publicar y es que no estaba segura si era buena idea publicarlos así o volverlos a escribir pero bueno al último me decidí por lo primero.

Espero que les guste yo aquí me despido.

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