Efímero

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Pok_ground Hasta donde sé, tu Pokémon favorito es Garchomp, en este relato hay uno así que quizá te guste pero eso depende de ti.

===================

Hidren Laitons, sí, es un gran ciudad, suelen pasar varias cosas curiosas, alegres, raras y hasta tristes pero no todo pasa en la ciudad en si, sino también en sus grandes y en algunos lugares frondosos bosques, en ellos habitan algunos Pokémons que no aceptaron unirse a Hidren Laitons como ciudadanos y aún siguen siendo silvestres pero unos cuantos, como un Garchomp recién evolucionado de apenas unas semanas, tienen planes de abandonar su hogar para adentrarse a un destino quizá más peligroso, la ciudad Hidren Laitons.

Este Garchomp siempre estuvo fascinado por aprender cosas nuevas, cuando era un Gabite se las ingeniaba para escabullirse y espiar en algunas escuelas, siempre le gustó sentir esa sensación del aprendizaje que lo deleitaba y tal era su sed de conocimiento que en su "casa" tenía unos cuantos cuadernos, obviamente robados pero por una noble razón y algunas cosas para escribir como lápices, todo esto era suficiente para él en ese entonces pero ya siendo un Garchomp su obsesión por aprender era enorme.

Ahora con una positiva mentalida por el momento y una pequeña mochila con sus cosas, la cual si se la ponía lo hacía ver gracioso por lo pequeño que era y por lo inusual que era ver a un Garchomp con una mochila estaba listo para irse, listo para aprender más, nunca es tarde para aprender, nunca es tarde para intentar cumplir un sueño...

Pero así como tenía ese gran hábito también tenía un pequeño y casi insignificante aunque también algo preocupante defecto... era alcohólico...

Bueno, y cómo podría un Pokémon salvaje beber algo así en un bosque, sería casi imposible... a menos que se lo robe a algunos viajeros que pasan por ahí.

Garchomp:Aquí voy.

Él estaba al final de ese gran bosque que consideraba su vecindario y su hogar pero ya no lo era, ahora tendría que busca un nuevo hogar en la ciudad.

Estuvo inmóvil por unos segundos más, pensando si valía la pena dejar tanto... pero qué es lo que dejaba atrás, casi nada, tenía mucho que ganar y nada que perder, pensar eso fue suficiente para que empezara a moverse y adentrarse en Hidren Laitons.

La ciudad no era ajena a él, ya la había visitado antes pero en la noche y sin nadie que lo viera para robar cosas y así sobrevivir, conforme pasaba entre algunos edificios recordaba cosas que le habían pasado, como la vez que casi lo arrollan, a día de hoy ese recuerdo sigue siendo un poco traumático para él.

Garchomp:Disculpe, ¿Podría ayudarme?

Lo que menos quería hacer al adentrarse en este momento era pedir ayuda de alguien pero hacia mucho que no ponía una pata en la ciudad por lo que no recordaba mucho, además solo vió un parte de ella y no era suficiente para guiarse, así que tendría que pedir la ayuda de aquel hombre aunque no le guste.

Hombre:¿Ayudarlo a qué?

Garchomp:¿No sabe si hay un hotel cerca de aquí o cualquier otro lugar en dónde pueda alojarme?

Hombre:Sí, hay uno cerca de aquí, se llama Conford y está a unas cuantas cuadras de aquí, tiene un letrero y podrá reconocerlo fácilmente.

Garchomp:Gracias...

Retomó el camino en busca del hotel que le mencionó el hombre pasando por su lado pero antes de que pudiera alejarse lo suficiente nuestro Garchomp fue detenido por el mismo hombre que lo había ayudado.

Hombre:¿Por qué lleva una mochila así?

El Garchomp tuvo que darse para responder... aunque no de la mejor forma porque ya quería llegar a ese hotel.

Garchomp:¿Acaso no puedo hacerlo?

Hombre:Solo es una pregunta... adiós.

Cualquiera podría haberse dado cuenta de que el hombre estaba molesto por recibir esa respuesta y el Garchomp no era la excepción, tal vez le causó cierta satisfacción como para sonreír por haber hecho que se molestara.

Volvió a caminar hacia su destino y nadie volvió a hacer que se detenga pero mientras iba en busca del hotel Conford se percató que la luz del sol se tornaba de otro color no tan alejado de su conocido color, el sol comenzaba a tocar el horizonte, ocultándose cambiando así el color y dando a entender que se hacía de noche, aunque aún no era de noche dentro de unos cuantos momentos lo sería así que se apresuró un poco no porque la noche sería peligrosa, él no tendría problemas para defenderse de cualquier amenazaba que pudiera ponerlo en "peligro", sino que quería llegar rápido para estar ahí lo más antes posible, descansar un poco y acostarse en una de esas camas que siempre había querido tocar desde pequeño.

(18:42 PM)

Después de caminar por unos cuantos minutos que no parecieron muchos por fin había encontrado al dichoso hotel Conford que buscaba y nada más al estar frente a él se dispuso a entrar, nada extraño pasó cuando ya estuvo en su interior, el dragón solo veía un poco curioso el interior ya que desde hace muchísimo no había estado dentro de un edificio y mucho menos en el que estaba, sabía como funcionaba este, pedías un cuarto, te daban la llave de ese cuarto y lo ibas pagando por cada mes que te quedaras a vivir en el y el Garchomp podría vivir sin problemas por mucho tiempo ya se había preparado antes de salir de su bosque, sabía como funcionaba el dinero y lo coleccionó desde que se dispuso a vivir en Hidren Laitons... y por coleccionar me refiero a robarlo de algunos "tontos" según él que acampaban por ahí dejando sus cosas a merced de quien las "encontrase".

Garchomp:¿Tiene algún cuarto disponible?

El encargado del hotel, el cual recibía a los posibles residentes estaba algo distraído, muchos lo estarían al esperar a que simplemente llegasen los clientes para preguntar si habían cuartos disponibles para alojarse; el hombre solo lo miró con una cara seria, rara vez recibía Pokémons como nuestro Garchomp, no es que no los recibiera, lo que pasaba era que no era tan común que uno viniera.

Hombre:Si, unos cuantos, ¿Quiere uno?

Garchomp:Esa fue la razón por la que vine, ¿No crees?

El hombre fue por un llavero, no le tomó mucho tiempo debido a que no era una tarea titánica, solo eran unas llaves y una vez que ya las tenía se las entregó al Garchomp.

Hombre:Aquí tiene, gracias por elegir el hotel Conford, espero que su estadía aquí sea... placentera.

Garchomp:¿Cuánto te pagan por decir eso?

Hombre:¿Por qué llevas una mochila así?

Ninguno de los dos quería responder a la pregunta del otro y claramente lo dijeron para molestarse aunque el Garchomp realmente quería saber si ganaba lo suficiente como para decir algo tan innecesario y absurdo pero debía hacerlo ya que para eso le pagaban.

Sin nada más que hacer en la pequeña recepción fue en busca del cuarto al que le pertenecía la llave que acababa de recibir.

No había ningún ascensor en el edificio, eso fue lo primero que notó por lo que solo habían gradas, eran ascendentes por la percepción del Garchomp pero dado al número de la llave no tenía que subir mucho ya que solo estaba a un piso del suelo de la calle.

Al llegar a su nuevo y tal vez temporal hogar obviamente se encontraba cerrado y no era sorpresa para el dragón pero encontrar su cuarto también lo puso un poco impaciente ya que tenía ansias de ver como sería el lugar donde viviría y usando ese entusiasmo se apresuró a abrir la habitación y esta... no era del todo como esperaba, una cama de tamaño suficiente para que pudiera caber en ella, un baño, una televisión algo antigua, una diminuta esquina que tenía cosas de cocina y algunas cosas más pero lo que de verdad quería probar era la cama.

Garchomp:Veamos si son tan suaves como creo que lo son.

Arrojó su pequeña mochila al suelo y fue rápido hacia la cama para aventarse a ella y así sentir si era tan suave como lo imaginaba... y esta vez si era como él lo esperaba, tan suave como una nube... o eso es lo que pensaba él ya que solo era un cama común y se acostumbraría a su textura tarde o temprano... quizá sería sería temprano.

(19:13 PM)

Al parecer la emoción del Garchomp no duró tanto como lo esperaba, creía que no podría dejar de estar emocionado por el resto del día pero se equivocó, ya estaba aburrido sentado en la cama mirando hacia la ventana y a través de ella la ciudad, los edificios iluminados desde dentro ofrecían una buena visión de la ciudad, lástima que la ciudad era peligrosa por la criminalidad que tanto arruinaba su reputación con el resto del mundo.

Garchomp:Ahora qué...

Intentaba pensar en cualquier cosa que lo distrajera, haría lo primero que se le ocurriese pero no, no podía pensar en nada y para tratar de hacer que se le ocurriera algo fue hacia su mochila a buscar cualquier cosa, primero la tomó agachándose ya que estaba en el suelo y regresó con ella hacía su cama para sentarse otra vez.

Revisó entre las pocas cosas que poseía, buscó cualquier cosa entre sus cuadernos, dinero pero no había nada de su interés y se quedó viendo su mochila... pero esta vez si le vino algo a la mente, algo que le gustaba hacer desde hace mucho aunque no era del todo lo correcto pero lo haría de todos modos.

Con una pequeña sonrisa por la idea que se le había ocurrido hace segundos se levantó de la cama, se colocó un abrigo azul, el cual tenía guardado en su mochila pero lo sacó porque necesitaría algo para llevar el dinero que requeriría su idea y una vez que todo estaba listo dejó su mochila en su cama, salió de la habitación para después cerrarla con llave y finalmente ir en busca de un lugar en concreto.

(19:25 PM)

El camino hacia el lugar que buscaba no era largo, de hecho ni siquiera era corto porque ese o mejor dicho esos lugares que buscaba estaban en varias partes de la ciudad y solo tenía que encontrar uno, cerca de su apartamento si era posible.

Para su suerte no tuvo que caminar mucho para dar con el lugar que buscaba, un bar cualquiera pero desente, lo mejor es que no estaba tan lejos de donde vivía y podría irse aún estando ebrio ya que planeaba embriagarse.

Entró en el lugar y se asombró ligeramente ya que nunca antes había entrado a uno, los veía de fuera pero no desde dentro, pudo ver lo que comúnmente veía al mirar desde fuera, hombres y mujeres adultas, Pokémons machos y hembras mayores, todos bebiendo o charlando entre si.

No esperó más y fue hacia la barra de bebidas para pedir algo de beber, algo fuerte tal vez.

Zeraora:¿Qué puedo ofrecerte? Hay licores de todo tipo, incluso para alguien de tu calibre jeje.

Garchomp:¿Qué dijiste?

Zeraora:Quiero decir que tengo de lo que quieras, ¿Qué otra cosa podría ser?

Por un momento pensó que el Pokémon eléctrico estaba insinuándose ante él, más que molestarlo aquello lo puso incómodo ya que nadie le había hablado de esa manera, tan despreocupada y alegre, siempre estuvo acostumbrado a que los demás lo trataran con respecto o que le tuvieran cierto miedo por ser lo que es aunque esa no era la razón por la que estaba incómodo, sino por llegar a pensar por un pequeño instante que el Zeraora quería algo con él, eso siempre fue raro para él, que un Pokémon macho esté interesado en otro Pokémon igualmente macho o incluso en un hombre pero no le desagradaba, tenía cierta curiosidad por saber un poco más sobre eso.

Garchomp:Dame lo que creas que pueda gustarme y pueda pagar.

Zeraora:En seguida.

El Pokémon eléctrico se fue pero solo lo haría por un momento para preparar algo para su inusual cliente mientras este solo esperaba pacientemente ahí, sentado mirando hacia lo que había detrás de él ladeando un poco la cabeza, solo pudo ver a las mismas personas y Pokémons que vió al entrar, no había nada extraño, nada fuera de lo común o algo con lo que entretenerse, así que solo se quedó como antes, sentado mirando hacia atrás.

Zeraora:Aquí tienes, disfrútalo.

Ya tenía lo que quería frente a él, una copa de licor, parecía de buena calidad, se veía bien y como si la copa su sedujera con su buen olor y transparencia, el dragón de dispuso a tomar la copa... con algo de dificultad para llevárselo al hocico pero antes de que pudiera tocarlo el Zeraora lo interrumpió, cosa que no le gustó mucho.

Zeraora:No es gratis, sí lo sabes, ¿Verdad?

Molesto y poco enojado, el Garchomp puso la copa devuelta en la mesa para empezar a revisar el bolsillo de su abrigo; sacar lo que el cantinero le había pedido indirectamente.

Garchomp:Ya lo sé.

Sacó el dinero que se le fue pedido y lo contó para ver si había sacado lo necesario y sí, fue así, tenía lo que requería para pagar su bebida y se lo dió al respectivo cantinero del lugar, el cual lo recibió feliz.

Garchomp:Guarda el cambio.

Zeraora:Qué caballeroso, ojalá tuviera más clientes como tú.

El Pokémon felino (Creo que lo es xd) guardó el dinero que recibió por parte del Garchomp en el bolsillo de su ropa mientras el Garchomp volvió a su copa para llevarla a su boca y beberla no sin antes preguntar algo.

Garchomp:¿Más como yo? ¿Osea de mi especie?

Zeraora:No eso, quiero decir que quisiera tener más clientes que sean tan caballerosos como tú o que al menos no sean violentos, la mayoría de personas y Pokémons que atiendo suelen ser agresivos si no cumplo con lo que quieren cuando no debo hacerlo, no puedo permitir que beban más de la cuenta porque si lo hacen terminarían muy mal para mí, yo creo que lo entiendes, pareces alguien listo.

Lo entendía, sabía a qué se refería y también hizo que pensara un poco su plan.

Como un Pokémon con algo de educación adquirida por el mismo, el Garchomp sabía lo que el alcohol hacía si se bebía en exceso, no daba un buen resultado a la larga pero no lo bebería cada día, solo lo haría esta noche porque también tenía planeado hacer varias cosas.

Zeraora:¿Cuál es tu nombre?

Aquella pregunta, le dió curiosidad saber porque el Zeraora le preguntaba algo como eso, no es que era algo confidencial solo que...

Garchomp:¿Por qué me lo preguntas?

Zeraora:Quiero hablar contigo un rato, además fue lo primero que se me ocurrió así que respóndeme, ¿Cómo te dicen? Tu nombre claro...

Garchomp:Ah... pues... ah-

Zeraora:Ay, no, otra vez no, por qué.

Aquello confundió al Garchomp, el felino se preocupó por algo, el dragón no sabía si hablaba de él pero era poco probable ya que era la primera vez que visitaba ese bar así que no hablaba de él y para saber de se quejaba miró hacia atrás porque el Zeraora lo hacía y al ver de que hablaba o más bien de quien hablaba tuvo una pequeña sorpresa.

Un Swampert de edad adulta con señales que delataban su ebriedad se dirigía hacia el lugar en el que el Garchomp estaba quien sabe para que, quizá para pagar... o tal vez no y cuando llegó hacia el lugar del cantinero y estuvo a lado de nuestro dragón iba a decir algo pero no pudo decirlo ya que el Zeraora dijo algo antes y lo dijo estando serio.

Zeraora:No.

Eso molestó al Swampert, quien no tardó en enojarse un poco por haber escuchado eso.

Swampert:¿No qué?

Zeraora:A lo que sea que pidas, es un no.

Al Garchomp le sorprendió la seriedad del Zeraora aunque no sabía porque estaba actuando de esa manera.

Swampert:Ni siquiera sabes que es lo que pediré.

Zeraora:Escucha, no insistas, se que vas a hacerlo.

Lógicamente, el Swampert aún seguía enojado por no recibir lo que quería... aunque si se lo daba acabaría mal para todos y sobre todo para él.

Swampert:Eso no te afecta en nada, además te pagan para esto, no para darnos consejos estúpidos.

Ahora, más que serio, el Zeraora estaba muy molesto el Pokémon acuático y le pediría que lo deje en paz para seguir con su negocio con tranquilidad.

Zeraora:¿Qué no me afecta? ¿Sabes qué dirán si te pasa algo aquí? Que al cantinero, quien solo intenta sobrevivir en esta asquerosa ciudad no le importa la seguridad de sus clientes, la gente dejaría de venir aquí porque nadie querría venir al bar en el que murió un Swampert alcohólico, todos creerán que yo tuve la culpa cuando fue ese Swampert quien escogió morir poco a poco en vez de-

Pero en un rápido movimiento, el Swampert tomó de la ropa a él Zeraora elevándolo y traendo parte de su peludo cuerpo vestido encima de la mesa haciendo que algunas botellas y vasos caigan al suelo y atrayendo la atención de todos, quienes cesaron sus conversaciones y platicas para ver que sucedía mientras que el Garchomp solo seguía sentado ahí sin moverse mirando lo que pasaba en primera fila pero apesar de todo eso, el cantinero mantenía la actitud sin estar nervioso, asustado o intimidado por lo que el acuático hizo.

Swampert:Cuida bien lo que dices porque podría ser lo último que dirás.

Zeraora:¿Es en serio? Está bien, no debí decir lo último pero hazme caso, no es no, además si se te ocurre hacerme algo-

Swampert:Qué vas a hacer, ¿Eh? ¿Vas a denunciarme? Porque dudo que un cadáver lo haga.

El Zeraora sonreía confiadamente... cosa que podría molestar a cualquiera.

Zeraora:Solo mira detrás de ti.

Confundido por lo que dijo, Eduardo y también el Garchomp vieron lo que ese Zeraora dijo que el Swampert viera.

Zeraora:¿Ahora sabes que te pasará si me haces algo?

Habían muchos Pokémons detrás del atacante rodeándolo incluyendo a algunas personas, parecía que todos habían venido a proteger al cantinero excluyendo a unos pocos que solo veían lo que pasaba desde lejos.
El Swampert sabía que no podría pelear contra tantos y salir ileso, así que decidió dejar en paz a nuestro valiente Zeraora soltándolo de golpe haciendo que cayera al suelo, este se levantó poco a poco mientras se quejaba por lo que pasaba.

Zeraora:¡Oye! Es la cuarta vez que intentas hacerme algo.

Swampert:Pero no te hice nada, ¿Lo has pensado malnacido?

Ya estando completamente parado se limpió y acomodó la parte del traje que Eduardo tomó "delicadamente" mal porque lo había arrugado y respondió ante el insulto del pez lodo (Nota:creo que lo es XD) estando muy molesto.

Zeraora:¡Ya estoy harto de que siempre te pongas así! ¡Desde que empezaste a venir aquí te has portado como un salvaje y yo no soy tu jodido amigo para aguantarte! ¡Estás vetado y no quiero que vuelvas aquí nunca más!

Como pasó antes cuando el Swampert sujetó al Zeraora, todos dejaron de hablar entre ellos al oír la voz del cantinero molesto que asustó a algunos y sorprendió al Garchomp haciendo que muchos dirigieran su atención hacia el Zeraora; el Garchomp aún seguía sorprendido por todo lo que pasaba y veía estando tan cerca de la acción.

Eduardo:Hay muchos otros bares en esta estúpida ciudad y el tuyo es de los peores.

Zeraora:Solo vete, no es tan difícil.

El Swampert no tenía nada más que hacer en ese bar porque había sido vetado por la agresiva actitud que tenía cuando estaba ebrio y se dió la vuelta para caminar tambaleándose ligeramente hacia la salida del local y ya no volver a este.

Zeraora:Gracias chicos...

Todos regresaron a sus lugares a sentarse y seguir hablando como si nada hubiera pasado, todo volvió a estar como estaba cuando el Garchomp entró, calmado y tranquilo.

Zeraora:Qué intenso, ¿No es así? Jejeje... Ay, casi me muero del susto.

Garchomp:No te veías asustado.

Zeraora:¿Bromeas? Estaba aterrado pero no le di el gusto de que me viera así... ese es el tipo de clientes que suelo tener pero no te preocupes, voy acostumbrándome a esto poco a poco.

Con todo lo que había pasado parecía que al dragón se le había arruinado el gusto por beber su bebida... aunque ya casi se la había acabado porque la bebía mientras pasó lo del Swampert.

Le dió un último sorbo terminándola toda y quería pedir más, había planeado beber muchísimo pero se desanimó por todo lo que había pasado justo a lado de él; se levantó de la silla y se despidió del Zeraora antes de irse de ese lugar.

Garchomp:Hasta mañana, tengo cosas que hacer y lastimosamente no se harán solas.

Zeraora:Está bien, ya que dices que vendrás mañana entonces te veo mañana.

El Garchomp se dió la vuelta y caminó hacia su apartamento para descansar un poco ya que era de noche pero no lo suficientemente tarde para que durmiera, solo se acostaría un rato.

Pero al salir del bar y comenzar a caminar rumbo a su hogar vió al Swampert de hace unos momentos sentado en un banco de por ahí cerca del bar, a unos cuantos metros, el pez lodo aún se veía molesto y refunfuñaba cosas.

Pero el Garchomp no le dió importancia y continuó el camino hacia su no tan lejano destino aunque debía pasar a lado del Swampert, el no lo intimidaba, no le causaba miedo pasar a lado de él y lo hizo con calma y sin prisa.

Sin embargo, cuando el dragón ya estaba un poco lejos miró hacia atrás sin dejar de avanzar... y el Swampert lo veía, ya no estando molesto, como si lo examinara, algo curioso... pero estaba ebrio así que lo que hacía no tenía mucho sentido, el Garchomp lo sabía y volvió a ver hacia adelante para seguir caminando hasta su hogar.

(19:47 PM)

Garchomp:Ah...

Se tiró a la cama porque... solo quería hacerlo pero no lo hizo tan fuerte porque tal vez podría romperla con su peso debido a él que no era el Pokémon más liviano de todos.

Después de unos segundos de estar acostado boca abajo se dió la vuelta para ver el techo pero no lo miró ni por un segundo porque lo que quería ver fue la ventana y la ciudad que se veía a través de esta.

Garchomp:Vaya día.

Le habían pasado muchas cosas en un día, en serio muchas, abandonó su hogar por uno nuevo para perseguir su sueño, fue a un bar en el que pasó un momento no tan tranquilo por culpa de ese Swampert tan peculiar... y aún seguía creyendo que ese Zeraora se estaba incinuando...

Realmente era muy confuso para él examinar ese tema, nunca lo entendió y parecía que estaba interesado en saber sobre eso, la curiosa homosexualidad aunque queriendo expandir sus conocimientos quería conocer muchas otras cosas aparte de esa orientación sexual, también tenía muchas otras cosas de que preocuparse como el trabajo que tendría para ganar dinero, debió haber ido a buscarlo en cuanto salió del bar pero lo olvidó... o no le importaba por el momento porque tenía suficiente dinero para estar sin hacer nada por mucho tiempo.

.
.
.

Día siguiente

(18:53 PM)

Este día no fue interesante, no había nada digno a ser mencionado salvo como el Garchomp fue a comprar algunas cosas para su consumo y entretenimiento, como unas cuantas golosinas debido a que estas le encantaban cuando era pequeño y aún lo seguían haciendo.

Ahora mismo estaba de camino hacia el bar que visitó el día anterior con el mismo abrigo y dinero que necesitaría para pagar lo que pediría.

¿Por qué fue? Porque no tenía nada que hacer y lo de conseguir trabajo, no había prisa para hacerlo ya que solo estaba en la ciudad menos de dos días y quería divertirse por algunos días.

Ya estaba en frente del mismo local y entró sin dudarlo, el lugar no había cambiado, básicamente solo había pasado un día por lo que el Garchomp no esperaba algún cambio sin contar la cantidad de los clientes, eran un poco menos que la anterior vez pero solo variaba por unos cuantos dos o tres personas.

Pero hubo algo que llamó poderosamente su atención, alguien muy familiar, demasiado de hecho, el mismo Swampert de ayer que causó estragos haciendo que lo vetaran estaba hablando con el cantinero pero no tranquilamente, el Zeraora se veía serio y hasta enojado por volver a verlo; el Garchomp sentía algo de curiosidad por saber qué es lo que decían y para averiguarlo se acercó un poco y así oyó lo que decían.

Zeraora:¿Que te dije ayer?

Swampert:Lo siento, ¿Sí?

Por el tono de voz y su manera de hablar, el Swampert estaba sobrio y totalmente consiente de lo que decía y hacía pero por más que se disculpara no podría cambiar lo que antes hizo.

Swampert:Por favor, no puedes vetarme, este es el único bar de por aquí al que puedo venir, ya me echaron de muchos otros.

Eso no fue suficiente para convencer al cantinero, quien seguía estando serio y firme en su decisión .

Zeraora:Pues parece que no aprendiste de tus errores, incluso te di más de una oportunidad pero no lo aprovechaste, no hagas esto más difícil, ya no eres bienvenido en este bar y nada de lo que digas va a cambiarlo.

El acuático ya no podía hacer nada más que... retroceder y caminar hacia la salida para irse y esta vez ya no volver más, pasó a lado de nuestro Garchomp pero no cruzaron miradas, el Swampert se fue sin verlo mas el dragón lo observaba mientras había pasado por su lado y cruzado la puerta de la salida.

Zeraora:¡Oye! Si regresaste, creí que no lo harías.

La voz del Zeraora hizo que dejara de mirar hacia la puerta y haciendo que lo vea, tenía una alegre voz que había pasado de estar sería a estar carismática en segundos.

Zeraora:Ven, qué estás esperando.

El Garchomp fue caminando hasta una de las bancas que había al frente de la mesa del cantinero y nada más llegó a estar cerca de una de ellas se sentó y acomodó.

Zeraora:Bien, ¿Qué es lo que quieres?

El cantinero tenía una gran variedad de bebidas alcohólicas detrás de él, el dragón las vió pero no quería pasar mucho rato pensando que es lo que pediría y pidió algo fácil de elegir... para él.

Garchomp:Lo mismo de ayer.

Zeraora:Sabía que te gustaría jeje, en seguida.

El Zeraora se dió la vuelta para preparar lo que el dragón pedía y mientras lo hacía decidió entablar una conversación amistosa con el Garchomp, quien posiblemente no se negaría porque sería una buena forma de esperar que su bebida este lista, no era un largo proceso pero tampoco era corto.

Zeraora:Aunque ese Swampert sea alcohólico creo que tiene una buena razón para serlo, ¿Quieres que te lo cuente?

No hacia falta saberlo pero también era interesante saber un poco sobre la vida de alguien, el Garchomp asintió y decidió escucharlo.

Garchomp:Bueno, cuéntamelo.

Zeraora:Pues él antes vivía en Nueva Era, cuando vino por primera vez aquí me lo contó.

Esa era la primera vez que el dragón había escuchado hablar sobre Nueva Era alguien y antes de que continuara con la historia de él Swampert, le pidió que le contara un poco sobre Nueva Era.

Garchomp:¿Tú has estado en Nueva Era? ¿Sabes cómo es?

Zeraora:Eso quisiera, Nueva Era es una de las mejores ciudades, todo el mundo quiere vivir ahí, buenos empleos, barrios seguros, bancos seguros, es mucho mejor que Hidren Laitons aunque Utopolis también es una buena opción.

El Garchomp solo vió la ciudad de Nueva Era por medio de fotos y solo tenía información de ella mediante algunos libros relacionados con aquella ciudad y por algunas personas y Pokémons que hablaban de ella y de sus grandes diferencias entre esa ciudad y Hidren Laitons, por algo tenía el lema "Nueva Era, la tierra de las mil y una oportunidades" y no era en vano por el progreso e importa de esa ciudad.
Aunque Utopolis también rivalizaba con Nueva Era en cuanto a progreso de refiere ya que ambas ciudades tienen casi el mismo nivel de progreso con una pequeña pero notable diferencia por parte de Nueva Era, sin embargo si tenían algo en común era que eran mejores lugares para visitar y vivir que Hidren Laitons.

Zeraora:Bueno, me estoy desviando, cuando ese Swampert vivía en Nueva Era tenía una esposa, obviamente de su misma especie y un pequeño hijo, una familia pero su matrimonio no funcionaba bien, una noche pelearon y ambos querían el divorcio pero su esposa huyó con su hijo y pues... su esposa fue asesinada y su hijo... nunca lo encontraron.

El Garchomp no pensaba que sería tanto así, quizá esperaba lo de su esposa pero no su muerte ni la desaparición de su hijo, no creía que ese Swampert tendría un pasado tan trágico y deprimente, incluso al Zeraora le causaba cierta tristeza narrarlo.

Zeraora:Después de que intentó buscar a su hijo por meses o años sin encontrarlo, no lo recuerdo bien, se mudó aquí y empezó a beber hasta ser quien ves.

Garchomp:Entonces por eso es alcohólico.

Zeraora:Y no lo culpo, tiene una buena razón para serlo pero si tan solo intentara superarlo en vez de venir a desperdiciar su vida en bares y tabernas todo mejoraría para él... aquí tienes.

Su bebida ya estaba lista y con una presentación algo elegante, más que la que le dió la anterior vez.

Garchomp:Gracias... y aquí está.

El Garchomp ya había sacado algo de su bolsillo, el dinero y se lo dió al cantinero, quien solo tomó el dinero sin decir ni pronunciar nada a la vez que el dragón tomaba la copa para beberla y perderse en su agradable sabor y sensación que provocaba en él...

.
.
.

(19:12 PM)

Garchomp:Ya es hora de irme.

Zeraora:Hasta algún día, espero verte de nuevo, en serio necesito más clientes como tú.

Garchomp:Si, lo que sea.

La cantidad de alcohol que bebió, aunque no fue mucha fue suficiente para hacer que su actitud cambiara de serio a algo gruñón.

Ya estaba parado y salió del bar para dirigirse a su apartamento para dormir ya que se encontraba un poco cansado.

Al salir de fijó que el cielo estaba un poco nublado, eso se notaba a pesar de que fuera de noche pero no le importaba porque le daba igual si llovía o no y siguió con su camino hacia el hotel Conford, hotel en el que vivía.

Pero luego de caminar por unos apenas unos segundos vió algo en una banca cercana al bar, ese algo era alguien que vió hace poco dentro del bar en el que ya no era bienvenido y se detuvo para observarlo ya que estaba pensativo y triste... de hecho habían unas cuantas lágrimas que habían recorrido su rostro, eso fue lo que más llamó la atención del Garchomp.

El dragón no era el más social, era solitario desde que lo recordaba pero esta vez... ese Swampert... después de saber sobre su pasado...

Garchomp:¿Estás bien?

El Swampert también estaba distraído además de melancólico y no esperaba que alguien se dirigiera a él para decir algo y contestó pero lastimosamente no de la manera más cordial.

Swampert:Estaría mejor solo.

El Garchomp no creía que recibiera esa respuesta, esperaba un "si" o tal vez un "no estoy bien" pero esa respuesta no y eso lo enfadó ligeramente.

Garchomp:Intento averiguar que te pasa y me respondes así.

Swampert:Lo siento, es solo que... no importa.

Garchomp:¿Eh?

Swampert:Escucha, últimamente mi vida a sido una mierda, no puedo hacer nada ante eso y por eso actúo así, no fue mi intención ser grosero, lo siento.

Estando más calmado por recibir esa disculpa, nuestro Garchomp se sentó a lado del Swampert para hablar un rato con él.

Garchomp:¿Por qué estabas llorando?

Justo en ese momento, el Swampert se limpió y sacó de su rostro las pocas lágrimas que tenía ahí para después responder no sin antes terminar de hacerlo.

Swampert:No estaba llorando, no mucho.

Garchomp:¿Tienes un hogar o algo parecido?

Swampert:Si, vivo en un hotel desde que me mudé aquí.

El dragón ya sabía la razón de su mudanza por lo que no necesitaba preguntárselo y solo dejó que el Swampert siguiera hablando... o que le preguntara algo.

Swampert:¿Qué es lo que quieres conmigo? Es raro que te hayas acercado a mí así de la nada.

Garchomp:Te vi llorando y pensé que sería una buena idea averiguar lo que te pasó.

Swampert:¿Quieres saberlo? Fui vetado por no se que vez, ya me ha pasado muchas veces.

Garchomp:¿Y por eso estás así? Hay cosas mejores, ¿Sabes?

Swampert:En primer lugar no me deprimiría por algo como eso, en segundo lugar no hay cosas mejores o peores, solo son cosas, en tercer lugar ni siquiera sabes lo que viví y en cuarto lugar estoy totalmente seguro de que no has pasado por lo que yo pasé.

Lo que el Swampert afirmaba como tercer lugar era erróneo debido a que Gon ya sabía parte de la vida del acuático y él lo corrigió.

Garchomp:Se lo que has vivido.

Esto le provocó algo al acuático, confusión.

Swampert:Qué cosa.

Garchomp:Lo de tu familia.

Era obvio que mencionar que el Garchomp sabía lo que le había pasado al Swampert y lo que le cambió la vida haría que... se pusiera algo agresivo hablando del mismo modo levantándose del asiento.

Swampert:Cómo sabes eso, quién te lo dijo, ¿Fue el idiota del cantinero?

Garchomp:Si, fue él, tranquilo, no te pongas así.

Pero el pez lodo no se tranquilizó, al contrario, parecía que se descontrolaba cada vez más pero no tanto.

Swampert:Escúchame, si vas a decirme que trate de superar eso o que puedo ser feliz será mejor que no lo intentes por favor, ya no vale la pena.

Garchomp:No iba a decir nada de eso.

Él si pensaba en hacerlo pero después de escuchar lo que el Swampert le dijo decidió no hacerlo, es obvio porque, al acuático no le gustaría oír justo lo que no quería escuchar.

Swampert:Mira, vienes y me dices que sabes algo tan... oscuro sobre mí, ni siquiera se tu nombre.

Garchomp:Yo tampoco se el tuyo, ¿Por que no me lo dices?

Quizá fue demasiado directo, quizá por ser lo que era pero por una de esas dos razones u otra, el Swampert no tenía tanta confianza en el dragón y no le diría su nombre, técnicamente se acababan de conocer, aunque presentarse tal vez sería una buena forma de continuar.

Swampert:No me malinterpretes pero es poco probable que volvamos a vernos y no creo que decirte mi nombre sea algo importante.

Garchomp:Confía en mí y quizá haga que el cantinero vuelva a aceptarte jaja.

La estrategia del Garchomp era ser un poco sociable para generarle la confianza suficiente para que el Swampert le dijera su nombre y qué crees, al parecer funcionó, quién lo diría pero no le causó mucha gracia al pez lodo y solo se "rió" sarcásticamente.

Swampert:Jaja qué gracioso, qué buen comediante eres.

Esto, lógicamente molestó al Garchomp, quien no tardó en demostrarlo y casi gritando.

Garchomp:Intento ser sociable, ¿Está bien? Cosa que hasta ahora no se hacer bien y tenías que recordármelo.

Swampert:Bueno, cálmate, te irritas con facilidad, ¿Eh?

Por suerte el Garchomp se calmaba cada vez más pero no estaba precisamente sereno, aún seguía algo molesto y serio.

Garchomp:¿Vas a decirme tú nombre si o no?

Swampert:¿De verdad quieres saberlo? Está bien, me llamo Eduardo.

Al fin, el Garchomp ya sabía lo que quería, saberlo hizo que esté totalmente calmado y hasta feliz... no, solo calmado.

Garchomp:Eduardo...

Eduardo:¿Y tú cómo te llamas?

La misma pregunta que le había hecho el cantinero hace cierto tiempo y no pudo contestar en ese momento por una interrupción, ahora nada lo molestaría o interrumpiría y podría responder con toda calma... pero había una razón por la que no se lo había dicho al cantinero.

Garchomp:¿Mi nombre...? Ah... no es necesario que lo sepas.

Eduardo:Vamos, confía en mí, además ya sabes el mío, así que creo que sería un intercambio justo.

La razón era algo... muy personal tal vez.

Garchomp:No, en serio, no... no es necesario que te lo diga.

Eduardo:¿Acaso es algo vergonzoso? Sinceramente no lo creo, pero es raro que no quieras decírmelo.

Garchomp:¿Podemos cambiar de tema?

Intentaba evadir la pregunta a toda costa, realmente no sé sentía cómodo respondiéndola por... por no haberla respondido nunca en su vida.

Eduardo:Bueno, si no quieres decirme cómo te llamas supongo que solo te diré Garchomp pero dime una cosa, ¿Por qué no quieres decírmelo?

Garchomp:Porque... porque no es importante.

Eduardo:Yo dije lo mismo y no me dejaste en paz hasta que te dije como me llamaba, Garchomp.

Lastimosamente, parecía que por más que se esforzara no conseguiría cambiar de tema y tendría que responder sintiéndose obligado a hacerlo.

Garchomp:Es que mi nombre... el tuyo es... es... común.

Común era la palabra menos indicada para eso, sus intentos comenzaban a ser más pobres.

Eduardo:Entonces no quieres decirme cómo te llamas porque tú nombre es raro, ¿Es eso?

Garchomp:No, no es eso.

Eduardo:¿Entonces por qué?

Sucedería tarde o temprano, en algún momento y finalmente sucedió.

Garchomp:¡Ah! ¡No tengo nombre! ¿¡Está bien...!?

Después de gritar y enojarse, el Garchomp dirigió su mirada a un lado, no quería seguir manteniendo contacto visual; Eduardo creía que el nombre del Garchomp era raro o algo así y que por eso no se lo diría, pero no pensaba que no lo tenía, fue inesperado y sorpresivo.

Eduardo:Tranquilo, no grites... ¿Y cómo que no tienes nombre?

Parecía que el Garchomp no hablaría y seguiría como estaba por mucho tiempo pero no, respondió aún con poca brusquedad aunque no lo miró al hacerlo.

Garchomp:Ayer vivía en un bosque cerca de aquí, era silvestre pero ahora ya no, por eso no tengo nombre.

Eduardo:Entonces no pensaste en eso antes de venir aquí.

Garchomp:Se me olvidó, a cualquiera le pasa.

Pero lo que hacía no duraría mucho y dejó de ignorarlo con las vista para verlo y hablar de manera más práctica.

Eduardo:Se te olvidó, algo como eso no se olvida.

Garchomp:Hay una primera vez para todo.

Eduardo:¿Y no has pensado en ponerte un nombre? Estoy seguro de que se te pasó por la cabeza al menos una vez.

La idea no era mala, se oía bien y era algo que, como Eduardo dijo, el Garchomp ya había pensado antes pero no lo hizo por lo que diría después.

Garchomp:Fue lo primero en lo que pensé pero siempre lo dejaba para el día siguiente, además no se me ocurría ninguno bueno o que me gustara.

Eduardo:No creo que quieras que te digan Garchomp toda tu vida, podría ayudarte con eso.

La ayuda que le ofrecía era, por supuesto, bien intencionada, pero el Garchomp... tal vez era algo... orgulloso como para aceptarla.

Garchomp:No gracias, puedo hacerlo solo, además no tengo problema con que me digan Garchomp.

Eduardo:Está bien, dímelo.

Garchomp:Decirte qué.

Eduardo:Tu nombre.

Después de haber pensado... casi nada, de hecho nada, al dragón, como le había pasado hace días, aún no se le ocurría ningún nombre que sea de su agrado.

Garchomp:Aún no lo sé, no tuve tiempo para pensar.

Eduardo:¡Oh! Ya se, Gon...

Garchomp:¿Gon?

Eduardo:Gon, sí, se me acaba de ocurrir, se que no es el mejor pero al menos intento ayudarte.

El nombre quizá no era de su agrado o algo así pero al Garchomp no me convenció el nombre que oyó y se lo dijo aún sin saber el porqué.

Garchomp:No, suena raro y como a un estereotipo.

Eduardo:¿Raro, estereotipo?

Garchomp:Bueno, la verdad me da pereza pensar en un nombre, así que creo que está bien... pero yo lo escogí, tú no, y no voy a decirte Eduardo, te diré de una forma más simple, así que voy a llamarte... ah... Edy.

Aquel apodo parecía ser el ideal para Eduardo, le quedaba y simplificaba su nombre, no era necesario pero aún así era original pero lastimosamente, Eduardo no pensaba de la misma manera y se negó casi rotundamente, había algo en ese apodo que no le gustaba mucho.

Eduardo:Preferiría que solo me digas Eduardo, ¿Está bien?

Gon:¿Por qué? ¿No te gusta? El mío tampoco me gusta mucho pero es lo que hay.

Parecía como si hubiera dicho lo incorrecto o como su hubiese hecho que recordara algo, algo muy profundo y triste, qué podría ser.

Eduardo:No, no es por eso, dejemos eso para otro momento, solo dime Eduardo, ¿De acuerdo?

Gon:Bueno, Ed.

Eduardo:Está bien, Ed.

El momento era tranquilo y relajante para ambos, el Garchomp... Gon aceptó el nombre que le sugirió Eduardo y aunque, como él lo había dicho, no le gustaba mucho pero aún así se conformaría con ese ya que no se tomaría la molestía de pensar y escoger un nombre "decente" según lo que pensaba Gon.

Eduardo:Bueno, está haciéndose algo tarde para mí, iré a descansar Gon.

Antes de que pudiera darse la vuelta y marcharse para quizá nunca ser visto de nuevo por Gon, él lo detuvo por una razón... muy razonable.

Gon:Espera.

Al oírlo, Eduardo decidió hacer lo que se le pidió.

Eduardo:Qué pasa.

Gon:Nos veremos mañana, ¿Verdad?

Después de lo que había pasado hoy, Eduardo creía que lo mejor sería alejarse de los bares por un tiempo y no pensaba en regresar pero al oír a Gon un poco ilusionado, tal vez por creer que había hecho un amigo, y también levemente feliz, se le notaba, no dudó de decirle que...

Eduardo:Está bien, nos vemos mañana.

Ahora Eduardo se iría y Gon no lo detendría otra vez a menos que tuviera otra razón pero no la tenía, y solo vió como Eduardo cambiaba normalmente hacía una dirección que muy probablemente sería el hotel en el que vivía.

Aquella noche sería un día muy importante para ambos, podían considerarse amigos y aunque no pasaron mucho juntos, ya pasaría el tiempo y el se encargaría de todo.
Como lo habían acordado aún sin pensar si tenían que hacer algo el día posterior, Gon y Eduardo se vieron el día siguiente a la misma hora, trataron de entrar al mismo bar pero el cantinero que los atendería, el cual era el mismo Zeraora de la anterior vez, no quiso que Eduardo estuviera en su bar debido a todos los incidentes que el Swampert le había causado, no fueron tan graves pero si lo suficientemente considerables como para llevarlo a tomar esa decisión, Gon trató de convencerlo de que aceptara de nuevo a Eduardo pero aún después de que Gon hiciera todo lo que estaba a su alcance, el cual no era precisamente el mejor, el Zeraora no quiso darle otra oportunidad a Eduardo, ni siquiera lo pensó, solo se negaba constante y tercamente.

Pero para su suerte, aquel bar no era el único que había en toda la ciudad ni el único que antes tenía disponible Eduardo, habían muchos otros, un poco lejos de los lugares donde vivían Gon y Eduardo pero ese no fue un impedimento para que ellos dos se vieran a diario para hablar sobre cosas y cada vez con más confianza, el tiempo hizo que su amistad, la cual empezó por la curiosidad de Gon, se fuera fortaleciendo poco a poco hasta un punto donde realmente parecían hermanos, se comportaban del mismo modo en que lo harían como si verdaderamente lo fuesen, hablaban de temas personales como sus problemas, se molestaban de la forma más fastidiosa posible, peleaban y se reconciliaban como si nada hubiera pasado, tenían sus riñas de quien era el "mejor" y siempre terminaban en un insulto para luego volver a reír juntos.

El tiempo fue capaz de hacer muchas cosas por ellos pero habría un momento que llegaría tarde o temprano y para su suerte o mala suerte ya había llegado, un acontecimiento que los cambiarían para siempre y que ninguno de los dos olvidaría jamás, pero no era algo malo en lo absoluto, tampoco podía considerarse bueno, era como algo totalmente neutral o subjetivo tal vez, todo dependía de como lo verían ellos desde ese momento en adelante.

.
.
.

(21:54 PM)

Eduardo:No voy a entrar ahí.

Gon:Vamos Ed, no te pasará nada, voy a cuidarte jajaja.

Ambos se encontraban afuera y en frente de un lugar, un establecimiento que operaba legalmente claro, era un bar pero no como uno de los que ellos dos estaban acostumbrados, en especial Eduardo, este tenía algo diferente y muy especial quizá, bueno, especial no, algo como... mejor olvidalo, no se me ocurre nada.
Continuando con lo otro, aquel bar tenía algo que lo diferenciaba del resto de bares de la ciudad y aunque no era el único en su tipo, si era uno de los más conocidos en todo Hidren Laitons, uno que Gon había encontrado en uno de sus paseos por conocer más la ciudad días después de conocer a Eduardo, uno que había despertado su curiosidad debido a que ese bar estaba estrechamente relacionado con uno de los temas que más curiosidad le provocaba, uno al que Eduardo jamás había entrado, de ahí su negación, uno que se llamaba "Hombres y Machos", el nombre ya decía que tipo de bar era, es difícil no entenderlo.

Eduardo:No entraré y no vas a hacer que lo haga.

Gon:Qué es lo peor que puede pasar, ¿Eh?

Eduardo:No entiendo porque me trajiste aquí, no tiene sentido, podemos pasar el rato en otro lugar más cómodo.

Eduardo no tenía idea de como evitar ingresar a ese bar, trataría de convencer a su amigo de no entrar debido a que no tenía ninguna intención de hacerlo.

Gon:¿Cómodo? ¡Jajajaja! No sabía que eras homofóbico Ed, lo ocultaste bien.

Eduardo:No dije eso idiota, es que este lugar... no me da mucha confianza.

Gon:Tampoco es un lugar donde debas vigilar constantemente detrás de ti, no vas a morir si es lo que temes.

Eduardo:¿Qué quieres hacer aquí? ¿Por qué vinimos?

Gon decidió que seguir discutiendo sobre entrar o no entrar no los llevaría a nada, por lo que ya no quiso hablar y fue directo al grano.

Gon:No lo sé, nunca entré aquí y siempre quise hacerlo, vamos Ed, hazme este favor amigo, ¿Eh? Te prometo que nada saldrá mal.

Pero esa petición no fue muy convincente para Eduardo y este se lo dijo haciéndole recordar algo que habían vivido anteriormente.

Eduardo:Gon, la última vez que prometiste algo así no lo cumpliste, además te peleaste con alguien solo porque te miró feo.

Gon:Estaba ebrio, además no podía dejar que se saliera con la suya pero no cambies de tema, voy a entrar.

El plan de Gon era hacer que Eduardo lo siguiera, no era el plan más elaborado que podía existir pero solo tuvo segundos para planear algo y fue lo mejor que pudo hacer en tan poco tiempo.

Eduardo:¿Qué haces?

Gon:Entrando, ¿Quieres venir?

Eduardo:No pero voy a esperarte aquí afuera.

Gon:Bueno, si es lo que quieres.

Gon caminaba lentamente a propósito para poner en marcha su plan, el cual era totalmente improvisado, era obvio porque lo hacía de esa manera pero parecía que Eduardo estaría firme en su desición de no entrar y haría lo que dijo, quedarse afuera y esperar a su amigo, sin embargo y justo antes de que entrara al dichoso local, Gon fue detenido por su amigo y la razón se la diría instantáneamente después de pararlo, también con un poco de incomodidad ya que Gon había logrado lo que quería.

Eduardo:Espera, Gon.

Este se volteó para ver el éxito de su plan, creo.

Gon:¿Sí?

Eduardo:No puedo permitir que mi amigo destruya un bar solo por una pelea, no de nuevo.

Gon:Ah sí, aquella vez jaja, ¿Vamos a entrar o no?

Eduardo:Solo estaremos diez minutos.

Fue lo último que dijo antes de entrar al bar "Hombres y Machos" junto a su amigo, los dos a la vez, abrieron las puertas del lugar para toparse con un lugar poco iluminado, con mesas rodeadas de unas cuantas sillas; con muchos hombres y Pokémons, obviamente machos hablando entre sí, unos cuantos demostrándose "cariño" de la manera menos amorosa posible, después de todo era uno de esos bares y la gente solo venía a ese lugar por una cosa, quizá también por otra pero mayormente por una cosa.

Eduardo:Vaya lugar, huele raro.

Gon:Vamos a lo que vinimos.

Eduardo:Osea a lo que me obligaste a venir.

Gon fue despreocupadamente a la barra donde podía ser atendido por el cantinero del lugar, como si el bar en el que estaban era uno ordinario o el más común pero al contrario de su amigo, Eduardo se quedó inmóvil mirando a su alrededor, apesar de no ser muchas, pudo percatarse de que él era el blanco de algunas miradas interesadas y con intenciones obvias, cosa que lo ponía incómodo pero no lo demostró corporalmente y siguió a Gon, ya estaba por llegar a su destino, pero por más que Eduardo fingiera que estaba bien, lo cierto era que se sentía más incómodo y raro que nunca, así que apresuró el paso hacia su amigo para sentarse a lado de él y esperar a ser atendidos.
Gon, al darse cuenta de que su amigo había llegado sano y salvo, algo que esperaba, decidió jugar un poco con la incomodidad que sentía Eduardo.

Gon:Creí que te habían secuestrado.

Eduardo:Pues no, sigo aquí.

?:Hola preciosos, ¿Qué es lo que desean caballeros?

Al fin, el cantinero había llegado a atender a los amigos, no era un humano, era un Pokémon, específicamente un Zeraora, muy parecido al del bar del que Eduardo había sido vetado.
Al oír el modo que utilizó el Zeraora para hablarles, le causó algo de incómodidad a uno y algo de extrañeza a otro, adivina a cuál.

Gon:Pues no lo sé, algo fuerte para mí, ¿Y tú Ed?

Eduardo estaba algo distraído mirando a su alrededor, veía a todo lo que lograba captar su atención, como unos cuantos Pokémons conviviendo entre ellos, también algunas personas haciendo lo mismo, cosa que llamaba poderosamente la atención de Eduardo.

Eduardo:¿Eh?

Gon:Estás algo distraído esta noche.

Zeraora:Qué tiernos jaja, bueno, tengo algo para los dos.

Eduardo:Un momento, espera.

Por alguna razón, Eduardo le dijo al Zeraora que se detuviera repentinamente, acción que provocó algo de confusión en el cantinero.

Zeraora:Claro, ¿Qué quieres lindo?

Eduardo:Nada, lo siento, creí que eras alguien que conocía.

Zeraora:No puedo creerlo, ¿Tú eres Eduardo?

Al parecer, el cantinero reconoció a Eduardo a pesar no haberlo visto nunca en su vida, una pequeña y levemente feliz sorpresa, no sabía mucho sobre él salvo lo que era importante; aclararía el como sabía la identidad del Swampert luego de reconocerlo.

Eduardo:Pues sí, ese es mi nombre, ¿Y puedes de decirme cómo lo sabes?

No quiso sonar algo agresivo pero el Zeraora lo percibió de esa manera y habló conforme a ello.

Zeraora:Tranquilo, tampoco te espio, mi hermano me habló un poco sobre ti, Eduardo.

Eduardo:¿Y quién es tu hermano?

Zeraora:Lo conoces, fue el Zeraora al que casi golpeaste como cuatro veces, pero no te preocupes, me dijo que no te guarda rencor y que fue suficiente con solo vetarte de su bar pero aquí eres bienvenido, con todo lo que has pasado, no me atrevería a vetarte, primor.

El modo de hablar del Zeraora le resultó gracioso a Gon, sobre todo lo que le dijo al final.

Gon:Jajaja primor.

Eduardo:Tú cállate, ¿Y en serio te contó todo?

Zeraora:Todo, pero no tienes porqué sentirte mal, aquí tienes un amigo si es que lo necesitas, bueno, haré lo que me pidieron y gratis, me agradas Edy je.

Eduardo:Edy...

No le dió tiempo para detener una vez más al cantinero, cosa que quería hacer para aclarar que solo lo llamara Eduardo, y solo se quedó así, quieto repitiendo el apodo.

Gon:No sabía que eras tan atractivo jaja.

Gon esperaba que su amigo reaccionara regañándolo por lo que le dijo pero en lugar de eso, Eduardo no dijo nada, se quedó mudo y sin hacer nada más que mirar perdidamente hacia la mesa.

Eduardo:...

Gon:Qué pasa, lo siento, solo estaba jugando Ed, no te enojes.

Está vez, Eduardo dijo algo pero no de una forma animada, más bien un poco decaída.

Eduardo:No estoy enojado Gon, es por otra cosa.

Gon:Qué te aflige amigo.

Eduardo:Nada.

No quería decírselo, a pesar de que él era el ser más cercano que tenía, era demasiado personal como para contárselo.

Gon:Es obvio que es algo, Ed, dime qué te pasa.

Eduardo:...

Pero como pasó al inicio, Eduardo volvió a quedarse mudo sin embargo solo estaría así un momento porque decidiría aclararle algo a Gon.

Eduardo:¿Sabes por qué nunca quise que me llamaras Edy?

Se oía como algo muy personal y Gon logró darse cuenta de aquello, por lo que dejaría que su amigo termine con lo que decía.

Eduardo:Nunca te conté sobre esto porque... no me gusta recordarlo, odio que ese recuerdo pase por mi mente a pesar de que hace años me encantaba oír que me diga así.

Era evidente que jamás se lo había contado a su mejor amigo y podía notarse en el desconocimiento que presentaba Gon al no saber de quien hablaba Eduardo.

Gon:¿De quién hablas, Ed?

Eduardo:Sabes lo que pasó con mi familia, como la perdí, amaba a mi hijo, no sabes cuánto, lo era todo para mí.

Gon conocía varias cosas con respecto a Eduardo y también una que otra cosa personal, como que se entristecía cada vez que le hablaba de su pasado.

Gon:Apuesto a que fuiste un padre fantástico, amigo.

Eduardo:Mi hijo... era tan tierno, tan lindo e inocente... no podía pronunciar mi nombre correctamente y me decía Edy.

Gon no tenía idea de que era por algo así, él creía que simplemente no le gustaba que se refirieran a Eduardo con ese nombre y aunque en parte era así, también por una razón tristemente profunda.

Gon:Lo siento Ed, no quería hacer que recordaras cosas así.

Eduardo:No puedo... siempre me causa tristeza recordar a mi hijo, no creo que pueda superarlo, Gon.

Zeraora:Aquí tienen... ¿Qué sucede Edy?

El Zeraora que debía traer lo que el dúo le pidió ya había terminado y fue en seguida a dárselo alegremente a sus clientes pero al darse cuenta de que Eduardo se veía triste, no dudó en preguntar porque estaba así.
Luego de saber lo que había detrás de un simple pronombre (o apodo) y saber lo que pasaba cuando su amigo lo recordaba, Gon decidió hablar en lugar de su amigo para aclararle, de manera respetuosa obviamente, una cosa al cantinero.

Gon:Oye, agradecería como solo lo llamaras por su nombre, no le gusta Edy.

Siendo alguien alegre, carismático pero sobre todo comprensible, el cantinero obedeció a Gon y no volvería a referirse a Eduardo más que con su nombre.

Zeraora:Bueno, está bien, no pasa nada, no los molesto, atenderé a otros clientes, los veo luego linduras.

Como él se los había dicho, el Zeraora les guiñó el ojo para después dejar solos a Gon y a Eduardo para no molestarlos y aprovechar de servir a la clientela que lo necesitaba, no era mucha, después de todo, el bar en el que estaban no era el más concurrido de la cuidad.

Gon:Creo que fue un error traernos aquí Ed, podemos irnos si quieres.

Según lo que podía notar Gon, Eduardo parecía seguir triste pero demostró lo contrario al afirmar unas cuantas cosas.

Eduardo:Este lugar no es tan malo después de todo, la forma de hablar de ese Zeraora, además de ambigua, también es algo... reconfortante, no recuerdo la última vez que alguien me habló de ese modo.

Gon:Yo podría hacerlo jaja.

Y luego de esa pequeña charla, comenzaron a beber lo que pidieron y mientras lo hacían también charlaban entre ellos, la intensidad de su confianza aumentaba según a la bebida que ingerían pero cabe aclarar que Gon bebía a una frecuencia mayor a la de Eduardo, lo que daba a entender que estaría ebrio mucho antes de que su amigo lo estuviera, pasaría después de algo de tiempo pero no lo haría en segundos, así que... siguieron hablando.

A medida que pasaba el tiempo, una que otra confesión de hacía conocer, unas que eran vergonzosas, otras algo personales y unas pocas sinceras pero ninguna era mala, solo era el efecto de la bebida haciendo que quizá hablaran de más dando como resultado mal entendidos que se resolvían en solo segundos, no le daban mucha importancia a lo que se decían, sobre todo Eduardo, quien sabía que su amigo estaba muchísimo más "perdido" que él, de hecho, Eduardo no bebió casi nada porque sabía que su amigo bebería muchísimo más que él y tenía que permanecer sobrio para llevarlo a su apartamento sin que causara muchas problemas pero aún hacerlo algo por lo que había venido, disfrutaba el tiempo que pasaba con su amigo, el único ser cercano a él que tenía.

(22:49 PM)

Era tarde, casi las once pero parecía que a nadie del bar le importaba, aún seguían "conviviendo" como si fueran las doce del mediodía pero habían dos Pokémons que no se quedarían más tiempo.

Gon:Ed, Ed, Ed, Ed el Swampert, el mejor amigo.

Eduardo:Jaja empiezas a decir tonterías, lo que significa que ya debemos irnos.

Zeraora:Veo que te quedaste sobrio por tu Garchomp, ojalá hubieran más como ustedes o al menos como tú, Eduardo.

Lo que dijo podía significar varias cosas, ninguna con la intención de ofender pero hubo algo que molestó muy ligeramente a Eduardo.

Eduardo:¿Mi Garchomp? Te equivocas, él es solo mi amigo.

Gon:Y el me... mejor jaja Ed.

Zeraora:Mis disculpas, creí que eran más que simples amigos, espero no haberlos ofendido.

Gon:¡Con quién crees que te metes! ¡¿Eh?!

De repente, Gon arremetió verbalmente contra el felino eléctrico (Nota:Creo que lo es XD) sin tener ninguna razón justificable, acción repentina que sorprendió a Eduardo y obviamente al Zeraora.

Zeraora:Oye, cálmate grandulón, no te hice nada.

Decir que no hizo nada no fue suficiente para calmar a Gon y siguió con lo que diría haciendo que Eduardo sienta un poco de vergüenza.

Gon:Más... más que amigos, ¿Eh? Cómo que más que simples amigos, ¡Somos los mejores amigos que existen!

Zeraora:Y soy consciente de ello al ver cómo lo afirmas con tanta fiereza.

Gon:Creo que... quieres aprenderlo y me aseguraré de ello.

A este punto, Eduardo y sobre todo Gon ya debían irse antes de que el dragón provoque un desastre del cual no recordaría el día siguiente, así que Eduardo se apresuró en tratar de llevarse a Gon para no seguir molestando; lo sujetó pasando su brazo por sobre su cuello.

Eduardo:Vamos Gon, ya es hora de irnos antes de que hagas algo estúpido.

Gon:¿Cómo puedes decir eso amigo...? Nos dijo simples amigos, ¡Debo demostrarle que somos los mejores!

Zeraora:¿Siempre se pone así?

Eduardo:Cada que bebe pero hasta ahora no ha hecho nada malo, no más de una vez.

Gon:Vamos amigo... ¡Enseñemosle que somos los mejores amigos?

Eduardo:Lo único que enseñas es como ser un mal borracho, vámonos, ¿Está bien?

Le costó un poco pero pudo obedecer a su amigo y decidió no hacerle nada al cantinero para después dejar que Eduardo lo guiara y así irse.

Gon:Está bien... ¡Pero volveré!

Zeraora:Más cuerdo espero.

Y comenzaron a caminar hacia la puerta de salida que presentaba el bar, ya no tenían nada más que hacer dentro, además Gon no haría nada bueno si se quedaba ahí más tiempo.
Mientras se acercaban a la salida y como pasó cuando entraron, Eduardo pudo percatarse de que seguía siendo el blanco de la atención de unos cuantas personas pero esta vez eran muchas más, quizá se debía a que llevaba a su amigo y decidió no darle importancia hasta llegar a salir.
Una vez que estaban fuera, Eduardo supo que tenía que llevar a su amigo a su apartamento ya que no lo haría tan bien en el estado de "inconsciencia" que se encontraba, por lo que fue con rumbo a ese destino, el pequeño apartamento en el que vivía.

Gon:Eres el mejor amigo, Ed.

Gon volvería a hablar tarde o temprano, diría algo como eso pero no era una grosería, más bien le demostraba el afecto que le tenía a su único amigo.

Eduardo:Lo se, Gon, tú también lo eres pero debes descansar.

Gon:No quiero descansar... Ed, quiero estar contigo más tiempo.

Eduardo no discutiría con su amigo, lo conocía lo suficiente como para saber que eso no los llevaría a nada y solo perdería su tiempo, por lo que solo siguió con su camino ignorándolo, cosa que molestaró ligeramente a Gon pero por suerte se quedó callado.

.
.
.

Eduardo:Bien, acuéstate amigo, nos veremos mañana.

Ya llegaron a su destino, los dos mirándose, en el apartamento de Gon, donde Eduardo esperaba a que su amigo se durmiera porque eso era lo que necesitaba por estar ebrio, además ya era muy tarde para ambos.

Gon:No Ed, te dije que... quería pasar más tiempo contigo.

Eduardo:Vamos Gon, no hay mucho que podamos hacer contigo estando así, solo duerme amigo, nos veremos mañana, como siempre.

Gon:¡No! Ed, no quiero dormir... quiero demostrarte que en serio soy el mejor amigo.

Era algo usual tener este tipo de discusiones para ambos, Eduardo ya estaba acostumbrado a la terquedad de su amigo y esperaría a que se durmiera porque siempre pasaba por más que Gon se negara.

Eduardo:Siempre lo demuestras, Gon, pero ahora mismo debes dormir, mañana saldremos y haremos lo que siempre hacemos, pasar el tiempo juntos.

Gon:¿Me lo prometes?

Eduardo:Siento que estoy hablando con un adolescente, te lo prometo amigo, pero solo si duermes.

Gon: Está bien Ed, no sabría que haría sin ti, mejor amigo... te quiero.

Eduardo:Jaja está bien, hasta mañana.

Ese "te quiero" era una muestra sincera de lo importante que era para Gon su amistad, algo que salió desde muy profundo pero Eduardo, creyó que solo exageraba, por eso soltó una risa y se dirigió a la puerta caminando con la confianza de que Gon al fin se dormiría.
Pero cuando Eduardo estuvo por abrir la puerta para irse a su hogar, oyó a su amigo decir algo que hizo que se detuviera.

Gon:Espera Ed...

Eduardo pensó en ignorarlo en irse pero eso tal vez haría que Gon se molestara aunque quizá no pasaría nada pero Eduardo no quiso arriesgarse y decidió hacerle caso a su amigo dándose la vuelta para saber lo que quería.

Eduardo:Qué pasa amigo.

Gon no dijo absolutamente nada y solo se acercó a Eduardo poco a poco con razones desconocidas para Eduardo pero para Gon, quizá estaba muy seguro de hacer lo que haría aún estando ebrio.

No tardó mucho en lograr estar frente a su amigo, frente a Eduardo pero él no estaba intranquilo ni intimidado por el que su amigo esté tan cerca de él, después de todo, Gon era... alto a comparación de su Eduardo pero no le haría nada malo, obviamente por ser amigos.

Eduardo:Qué haces Gon...

La mirada que Gon le lanzaba comenzaba a ser más... no lo sé, creo que lo entiendes.
Gon volvió a quedarse mudo y sin pronunciar ninguna palabra pero lo haría hablaría todo lo necesario.

Comenzaba a acercarse a Eduardo muy delicadamente pero no su cuerpo, sino su cabeza y más que todo su hocico pero Eduardo, no tenía ni la más remota idea de por qué su amigo hacía eso y lo único que hacia, además de sentirse extraño, era alejarse poco a poco provocando que Gon fuera más rápido hasta que logró su cometido y lo que quizá deseaba desde quién sabe cuando, podía sentir algo que nunca había sentido, nunca se imaginó que haría algo así, que besaría a su amigo, ninguno de los dos pero lo más raro es que, aunque Eduardo trató de evitarlo... parecía que no estaba incómodo, más bien... correspondía, acercándose más pero solo la cabeza y con los dos cerrando los ojos, no sabían que era exactamente lo que pasaba pero no pararían de sentir sus leguas frotarse entre ellas, según ellos se sentía bien pero no pudieron seguir así más tiempo porque necesitaban respirar y tuvieron que separarse pero lo hicieron muy lentamente ya que no querían hacerlo.

Luego lo que habían hecho juntos, luego del beso tan inesperado que se dieron o que más bien, el beso que Gon le dió a Eduardo solo se miraban sin decirse nada pero los dos o al menos Gon quería una sola cosa, volvió a besar a Eduardo pero más intensamente, ahora Eduardo estaba muchísimo más cerca a su amigo, tocándose, sintiéndose el uno al otro con tanta intensidad que no hizo falta mucho tiempo y esfuerzo para que ellos dos fueran hasta la cama de Gon mientras seguían besándose tan intensamente como al principio.
Llegaron hasta la cama y aún besándose, Gon acostaba a su amigo mientras este permitía que se le pusiera sobre él pero lo hacía lentamente, muy despacio, quizá era porque aún seguían... comiéndose el hocico pero después de un rato, Eduardo estaba acostado con Gon sobre él y como pasó cuando empezaron, abrieron sus ojos para poder mirarse y deleitarse visualmente con lo que tenían en frente, Gon y Eduardo, ambos con un notable y gracioso rubor en sus rostros.

Gon:Tu carácter, tus fuertes brazos, tus raras aletas jeje... muy raras... tú... todo de ti me enloquece.

Hablaba desde lo más profundo, desde el alma, revelaba lo que quizá sentía.

Gon:Nunca vi un Swampert tan... hermoso, Ed, creo que estoy perdiendo el control y siguiendo mis instintos y sentimientos más profundos, primitivos... y sinceros... te amo Eduardo.

A este punto y después de lo que había oído, Eduardo comenzaba a dudar sobre muchas cosas, sabía exactamente que pasaría dentro de poco y lo que harían.

Eduardo:Espera... jamás me he... acostado con un... macho.

Gon:¿Crees que yo lo hice? También es nuevo para mí, amigo... pero...

Antes de terminar su frase, su respuesta, bajó su rostro para besar nuevamente a Eduardo por un momento y luego respondió.

Gon:Al menos lo harás conmigo, Ed, solo conmigo... precioso.

.
.
.

=====//////////ALERTA SEXO//////////=====

A continuación, un encuentro muy íntimo y sumamente sensual entre estos dos Pokémons, procede con cautela si no deseas leerlo o si lo quieres, léelo, siéntete libre de elegir.

.
.
.

Con intenciones obvias, Gon bajaba hacia el cuello de Eduardo, para mordisquearlo con el único fin de darle placer a su amigo y a si mismo, los dientes que poseía eran afilados y debía ser cuidadoso para no lastimar a Eduardo pero no hubo mucho problema con ello porque Gon controló con facilidad el "poder" de sus mordidas para que el único resultado de estas fueran placenteras y vaya que lo lograba pero no solo "cataba" el cuello de su amigo, no era suficiente solo con eso, su apetito pedía más, bajaba hasta el suave, poco marcado pero aún así sensual pecho de Eduardo para también lamerlo con gusto y gozo.

Todo lo que Gon hacía, repercutía placenteramente en Eduardo, para ser la primera vez con un macho para ambos, Gon lo hacía bien según Eduardo mientras esté solo miraba a su amigo con los ojos entrecerrados por lo que sentía pero para su suerte, el placer que sentía no fue el suficiente para que débiles gemidos salgan de él pero pronto lo serían porque Eduardo se percató de algo que hizo que viera a su amigo con cierta confusión y vergüenza al ver lo que su amigo estaba a punto de hacer.

Sin que Eduardo lo notara debido a la satisfacción que recorría su cuerpo, Gon, entre mordida y lamida, ya había llegado hasta la entrepierna de Eduardo para ver con lujuria y una sonrisa pervertida el miembro masculino de este, solo había una cosa que hacer en esa situación para Gon y a Eduardo... a él solo le quedaba esperar y disfrutar, con vergüenza, eso sí.

Eduardo:Oye...

Gon:Dicen que es salado... me pregunto si...

De pronto y sin anticipación ni con advertencia alguna, Gon abrió la boca como si estuviera peligrosamente sediento, colocó su lengua cubierta en saliva y recorrió de manera muy lenta y lujuriosa el miembro de Eduardo provocando en este ligeros movimientos de satisfacción por lo que técnicamente había hecho con esmero, incluso logró hacer que él soltara un gemido que resultó muy gracioso para Gon y fue motivo de risa pero no para Eduardo, fue vergonzoso para él.

Eduardo:Ahoa.

Gon:Jaja ¿Así gimes?

Eduardo:Ca... cállate...

Gon:Como quieras, Ed.

Luego de esa corta y algo incómoda charla para Eduardo, Gon se dispuso a reanudar lo que quería hacer antes de que su risa lo interrumpiera, volvió a abrir el hocico con la misma intención pero esta vez no lo lamerla, haría algo muchísimo más placentero, quizá no para él pero sí para Eduardo y eso era lo único que le importaba.

Como estuviera tan hambriento como para comer la primera cosa viviente que se encontrara, Gon bajó su hocico hacia el excitante y visualmente rígido miembro de Eduardo para hacer lo que ya era de esperarse y una vez dentro, lo aprisionó y usó su lengua para recorrer y sentir con deleite la textura tan peculiar que poseía mientras que subía y bajaba su cabeza a un ritmo un poco rápido.

Mientras todo esto pasaba, Eduardo no hacía otra más que gozar de lo que pasaba, también gemía pero no fuertemente, solo dejaba escapar algunas... cosas hasta que el placer que iba por todo su cuerpo fue el suficiente para hacer que moviera sus brazos para hacer algo que estando consciente no haría pero es ese momento, Eduardo estaba totalmente esclavizado por lo que sentía y no pudo evitar tomar la cabeza de Gon para hacer que su ritmo fuera más rápido, su amigo no esperaba eso, por lo que se sorprendió ligeramente y paró lo que hacía, retiró el miembro que tenía dentro de su cavidad bucal para decirle algo a Eduardo con el objetivo de tal vez molestarlo pero también oiría algo por parte de su amigo y los dos lo dirían al mismo tiempo generando un raro y algo cómico silencio.

Gon/Eduardo:¿Por qué me sujetas?/¿Por qué te detienes?

El silencio solo duró unos pocos segundos antes de que uno de los dos hablara antes que el otro.

Eduardo:Perdón, me emocioné.

Gon:No te emociones mucho, Ed, es gracioso jaja.

No dijo que lo que hizo Eduardo lo molestó, ni siquiera sonaba enojado, de hecho solo se burló de su amigo y prosiguió con lo que hacía, volvió a "devorar" el miembro de Eduardo pero esta vez con muchísima más perversión porque no quería esperar al "acto principal", después todo lo que hacía solo era un pequeño capricho que quería satisfacer.
Siguió subiendo y bajando, lamiendo dentro de su boca, presionando y acariciando el miembro de Eduardo con su lengua intentando enrrollarlo mientras que su cabeza era sostenida por Eduardo, este lo ayudaba a lograr su objetivo aunque solo lo hacía para que sintiera más placer, y como Gon quería acabar, apresuró su ritmo haciendo que Eduardo hiciera una mueca de placer, haciendo que sujetara fuertemente a Gon mientras este dejaba escapar gemidos por no poder aguantar más tiempo.

Eduardo:Gon...

Ya habiendo terminado con lo que había querido, Gon tragó de uno solo todo el líquido viscoso como su fuera un exótico y exquisito manjar, incluso lo hizo con una cara de satisfacción, como si estuviera orgulloso por lo que hizo.

Gon:Sí fue salado, Ed.

Eduardo miraba con algo de cansancio a Gon pero no demasiado como para parar, no, no pararían, no en este punto, después de todo el que quería hacerlo era Gon; él se encontraba en la misma posición, frente al miembro que probó hace apenas unos pocos segundos pero no lo haría de nuevo porque ya fue suficiente para él y deseaba hacer otra cosa.

Gon:Ahora es tu turno, Ed.

Aquello salió de la nada, no esperó que Gon le pidiera que le devolviera el favor.

Eduardo:¡¿Qué?!

Gon:No es cierto jaja, claro que no, Ed, a menos que quieras probar.

Claramente no lo decía en serio, se le notaba por el tono de voz que usaba, incluso por la manera en la que lo dijo, Eduardo supo esto y actuó con forme a eso rechazando la oferta tan delicada que me pidió Gon.

Eduardo:No gracias amigo.

Gon:Jeje está bien.

Después de eso, Gon comenzó a posicionarse para comenzar lo que tanto esperaba mientras que Eduardo evitaba el contacto visual aunque no se esforzaba mucho en ello pero aún le daba un poco de vergüenza mirar directamente a su amigo mientras este se acomodaba lenta y sobre todo lujuriosamente sobre Eduardo, pero él tuvo una pequeña sorpresa al tener una vista perfecta y sin obstáculos del miembro perteneciente a Gon, era de un tono rojizo, tal vez rosa... visualmente duro... cosas como esas podían describirlo.

Gon:¿Te gusta? Desde aquí se ve que sí.

Eduardo estaba algo hipnotizado y distraído por lo que tenía en frente, era la primera vez que miraba un miembro que no fuera el suyo, nunca se imaginó que tendría uno tan cerca de él pero las cosas... llevaron a otras cosas y terminó así.

Gon:Acéptalo, te gusta.

Eduardo:No lo sé...

Obviamente no lo aceptaría frente a él, no aceptaría que un macho también podía llegar a excitarlo, no aceptaría que le gustó besarlo, que estaba impaciente por comenzar, qué tenía un pequeño secreto que nunca le contó a nadie.

Eduardo:Gon...

Gon:Dime, Ed.

Permaneció en silencio por unos cuantos segundos, aún pensaba si sería una buena idea decírselo, aún lo dudaba pero luego de pensarlo un rato llegó a la conclusión y recordó que Gon estaba ebrio, casi como inconsciente de todo lo que pasaba, quizá no recordaría absolutamente nada de lo que sucedía.

Eduardo:Olvídalo.

Gon:Como tú quieras, Ed.

No hubieron más impedimentos ni distracciones para que Gon iniciara con ligera impaciencia, que ya era notable desde que empezó, descendiendo poco a poco hacia Eduardo y este, al sentir que su miembro hacía contacto con Gon no hizo nada más que prepararse para lo que venía y lo que haría su amigo pero se equivocó al creer que Gon iría despacio ya que él bajó de forma algo abrupta y un poco rápida, pero esto no fue algo malo, solo algo inesperado para Eduardo.

Gon:Oh... sí...

Se quedó así por un momento, sintiendo el miembro de Eduardo en su interior, percibiendo su calor, su espesor, su textura aunque no tanto así, solo era algo placentero que podía ser aún más placentero si se movía subiendo y bajando, y con ese pensamiento en mente, Gon comenzó a moverse en ese sentido abriendo el hocico con la lengua al aire dejando caer una que otra gota de saliva sobre el estómago de Eduardo, pero este parecía no percatarse de aquello porque al igual que Gon, estaba perdido en el placer que recorría su cuerpo haciendo que mueva su entrepierna ligeramente hacía arriba, no ayudaba mucho pero la intención era que solo lo hacía porque sentía que debía hacerlo, no había mucho misterio detrás de todo eso.

Eduardo:Ay... ja... ja...

Como pasó hace unos momentos, Eduardo empezó a mover sus fuertes brazos lentamente hacia Gon mientras que él no hacía más que lo que hacía, moverse y abrir la boca pero al percibir que Eduardo sujetó poco a poco sus muslos, no hizo otra cosa que seguir como si nada pasara pero esta vez con la ayuda de Eduardo y ahora era mucho más fácil pues con la fuerza que poseía el, Gon no tenía que esforzarse mucho y dejaba que Eduardo hiciera el mayor esfuerzo que ambos gozarían al máximo.

Gon:Eres fuerte... me gusta...

Eduardo:Ya... lo sé.

Tal vez a Eduardo le daba cierta vergüenza dejarse llevar por el placer y gemir porque intentaba no hacerlo, se esforzaba y no quería ceder antes eso pero la verdad no importaba mucho porque hacerlo no incrementaría el placer que sentía y que se hacía más intenso a cada segundo que pasaba, se acercaba al límite, los dos podía sentirlo y eso los obligó a acelerar, a que Gon dejara todo en manos de Eduardo y que este hiciera casi todo ya que, como lo mencioné antes, al ser un Swampert, los brazos que tenía poseían gran fuerza, la suficiente como para poder levantar a Gon las veces que quisiera, usó esta ventaja para continuar con rapidez hasta que ambos llegaron a su límite.

Al llegar a ese punto, Gon cedió ante esa sensación manchándose a si mismo con el dichoso líquido viscoso y blanquecino sobre parte de su vientre pero también a Eduardo, a él le cayó en el pecho y estómago... y un poco en la cara pero eso no lo molestó en lo absoluto, solo se lo quitó restregándose la mano por la cara quitándoselo sin problemas mientras que Gon se levantaba con algo de dificultad al sentirse agotado cansado después de lo que hicieron, además de estar sucios pero parece que eso no les importó mucho porque solo estuvieron así.

.
.
.

=====//////////PARA AQUÍ//////////=====

Pues aquí termina este encuentro de sexo sexualmente sexoso...
Bueno, prosigue.

Ahora tu vida está más EXCITANTE :y

.
.
.

A los dos no les importaba estar sucios no acostarse así, sólo querían dormir porque se sentían cansados, sobre todo Gon ya que aún seguía bajo los efectos de su embriaguez, ya limpiarían todo el día siguiente.

Eduardo:Gon...

Gon:...

Estaba oscuro, era de noche y Eduardo pero ese no fue problema para que viera si Gon aún seguía despierto, era probable que lo estuviera, solo pasaron como unos minutos.

Eduardo:Gon... creo que...

Pero no escuchó respuesta alguna por parte de Gon, así que decidió no decir nada y tratar de dormir al igual que su amigo, pero los pensamientos que recorrían su mente no se lo pondrían tan fácil, lo que acababa de hacer hizo que dudara de algunas cosas, que se replanteara otras y que resurgieran viejas dudas que tuvo ya hace mucho.

.
.
.

(08:26 AM)

El sol ya había salido hace unos momentos, entraba por la ventana iluminando el cuarto hasta donde alcanzaba, gran parte de este, incluso a ciertos Pokémons que aún seguían durmiendo pero uno de ellos despertaría dentro de poco, ese alguien era Eduardo, tardó en abrir los ojos y lo primero que se encontró fue lógicamente a Gon pero al volver a revisar, se dió cuenta de que estaba encima de su amigo, sintiendo de cerca todo su cuerpo, no recordaba en que momento se había subido a él pero no pensaría en aquello porque no debía estar allí en cuanto Gon despertara, no sabría cuál sería su reacción y no se arriesgaría en averiguarlo.

Así que, con cuidado y delicadeza, Eduardo intentó levantarse de Gon haciendo su mejor esfuerzo para no despertarlo siendo lento en sus movimientos pero estos no fueron lo suficientemente suaves y como consecuencia, Gon empezaba a dar ligeros movimientos y a mover un poco la cabeza mientras abría los ojos poco a poco pero al sentir que tenía algo pesado sobre él, vió hacía el frente pare ver qué estaba encima suyo, quizá una almohada pero estás no pesaban tanto.

Descartó de inmediato cualquier posibilidad de que fuera un objeto al ver lo que realmente estaba frente y sobre él, la reacción que tuvo fue de sorpresa pero también de dolor, dolor que provenía de su cabeza y parte de su cuerpo.

Gon:Ay... mi cabeza... y... ¿Qué?

Por alguna extraña razón que Eduardo no podría explicar, él fue invadido por deseos de hacer algo arriesgado que podría terminar tan bien como mal, besarlo, lo deseaba al tener a Gon tan cerca de él y sobre todo al recordar lo que hicieron pero tuvo que reprimir ese deseo

Gon:Ed... Eduardo... Qué... ¿Qué pasó... ayer?

El que Gon solo estuviera confundido, algo adolorido y no molesto le dió la confianza suficiente a Eduardo para que contestara con fluidez y poca seriedad.

Eduardo:Solo... ah... estuviste tan ebrio que... solo nos dejamos llevar, Gon.

Tal vez esto confundió más a Gon porque aún procesaba las cosas, estaba sorprendido y... no había otra cosa que lo describiera mejor en aquel momento, pero no podían seguir así toda la mañana, así que Gon le pidió a su amigo que se levantara de él para que él también lo hiciera.

Gon:Ed... Levántate por favor.

Eduardo lo obedeció al instante y lo más rápido que podía para luego pararse a pocos metros de él, viendo como Gon trataba de levantarse pero no lo hacía tan bien como su amigo, le era dificultoso y Eduardo, al verlo no dudó en ayudarlo en seguida para que se parara y volvieran a hablar sobre todo lo que había sucedido, Gon necesitaba saberlo con claridad.

Eduardo:Gon, amigo.

Él no sabía que era lo que debía sentir en aquel momento, estaba realmente confundido y aún no lograba comprender que pasó o porque pasó, llegó a varias conclusiones, una más incierta que la otra, así que se apresuró a hacer los que creía que debía hacer, esto por la culpa que lo invadió.

Gon:Lo siento Ed, en verdad lo siento, creo que ya de lo que pasó... por favor, perdóname, no... no quería aprovecharme de tus sentimientos.

Eduardo:¿Sentimientos? ¿Por qué te disculpas? No hiciste nada malo.

Gon:Entonces por qué... por qué... ¿Por qué tuvimos sexo?

Varias cosas aún seguían resultándole confusas pero Eduardo absolvería todas sus dudas ya que él se mantuvo sobrio y podía recordar casi con exactitud lo que pasó ayer y lo que tanto quería saber Gon.

Eduardo:Ya te lo dije... solo nos dejamos llevar.

Gon:Entonces... no lo hiciste por qué... ¿Estabas enamorado de mí?

Eduardo:No Gon, claro que no, no lo hicimos porque estuviera enamorado de ti, tal vez solo fue por... porque estabas ebrio, tranquilo Gon, técnicamente... solo fuimos más unidos.

Saber eso, que Eduardo no sentía nada más que cariño por él por ser si amigo, fue más que suficiente para que toda la culpa que Gon creía tener desapareciera, fue un gran alivio para él.

Gon:Así que... no estás enamorado... qué... alivio.

Eduardo:¿Te pasa algo?

Gon:No, claro que no, Ed.

Ya con esa duda resuelta y el malentendido básicamente resuelto, ahora las cosas resultaban más claras para Gon, quien se encontraba aliviado al saber lo que en parte pasó, no pediría más detalles por ahora porque eso tal vez confundiría más a Gon de lo que ya estaba, así que solo se bañaron después de esa charla, por obviamente separado, no lo harían juntos porque eso sería... ya entiendes, aunque luego de esa noche, ninguno de los dos tenía algo que el otro no haya visto.

Los días continuaron como si nada hubiese pasado entre ellos dos, siguieron viéndose, riendo y bebiendo juntos como los buenos amigos que siempre fueron, aún recordaban lo que pasó entre ellos dos, excepto Gon, parcialmente, pero eso no afectaría en nada la amistad que los dos tenían, hasta podía considerarse como un recuerdo de su amistad por más raro que suene.

Pero por más días que pasaran, por más momentos que pasaran juntos, por más recuerdos que forjaran, Eduardo aún seguía con un pequeño problema, ni siquiera la compañía su amigo que tan valiosa consideraba podía hacer que olvide su pasado, ese era un recuerdo que no podía borrar por más que lo intentara, habían momentos en los que se atormentaba y preguntaba sin parar si su hijo aún seguía ahí, asustado, triste, solo, esperándolo para abrazarlo apenas lo vea para pedirle el perdón que en su mente, no merecía...

Los días eran normales para Gon y según él cada vez más alegres por el pensamiento de volver a ver a su amigo el día siguiente pero para Eduardo, no mejoraban, y lastimosamente siguieron así por muchas semanas, por muchos meses, por algunos años, tanto tiempo...

Había pasado tanto tiempo, tantas cosas en todo ese tiempo, el sueño de Gon estaba cada vez más cerca de hacerse realidad, ahora no solo era aprender más de lo que podía comprender, sino también enseñárselo a otros como él, descubrió que podía hacerlo y para eso se preparó en el tiempo que pudo y después de algo de esfuerzo lo logró usando métodos que no mencionaré por ser ilegales ya que quizá las autoridades me encuentren, enjuicien, me encarcelen, me torturen psicólogamente y quien sabe de qué otras formas... Prosigamos.

Al fin, ya era el día, Gon se había licendiado como maestro de ciencias biológicas, un campo en el que siempre tuvo interés y demostró dedicación, con su nuevo título ya solo le faltaba tener un trabajo estable y que sea suficiente para vivir de manera cómoda... pero no sería en Hidren Laitons, por desgracia, la ciudad en la que vivía no tenía las mejores oportunidades para alguien con una licenciatura como la de Gon, no podía quedarse en Hidren Laitons si quería seguir su sueño ya que eso fue la única razón por la que se convirtió en un ciudadano y aunque en ningún momento planeo tener una amistad, fue una sorpresa que le encantó demostrándole que no todo sale como uno lo planea, puede ser algo bueno o malo.

Un día antes de que Gon se fuera de la ciudad a una mejor, invitó a su amigo a su apartamento para que pasaran el tiempo un último día ya que después de ese, Gon ya no estaría.
Para Eduardo, este cambio no era uno bueno, no sería algo bueno que el único amigo suyo se alejara de él pero tampoco sería bueno obligarlo a quedarse en una ciudad que no le daría todo lo que su esfuerzo merecía, así que tenía que aceptarlo por más que eso le doliera pero Eduardo, al igual que Gon, era un adulto y tenía la madurez suficiente para comprenderlo y disfrutar el último día que estaría con él.

(17:23 PM)

Los dos estaban en el apartamento de Gon, habían charlado por horas, realmente gozaban de pasar el tiempo juntos, es por eso que para ellos, las horas que pasaron hablando parecieron minutos pero luego de esa charla ininterrumpida, un silencio se hizo presente en toda la habitación, quizá era por el viaje de Gon, pues a cada hora que pasaba, su hora de irse estaba cada vez más cerca y eso también hacía que se entristeciera.

Gon:Y... ¿Por qué nos callamos?

Eduardo:No lo se, dejaste de hablar y yo también dejé de hacerlo.

Pero ese silencio sería ahuyentado por uno de los dos, al recuerdar lo que pasaría mañana como si apenas se hubiera enterado.

Eduardo:Vaya... no puedo creer que en serio irás a Nueva Era.

Gon:Escucha Eduardo, se que te lo he dicho no se cuántas veces pero no me importa, nunca olvidaré nuestra amistad amigo, eres el mejor, lo digo en serio, aunque cursi y como si un niño lo hubiera dicho, siempre serás muy especial para mí.

Raras veces, Gon hablaba con tanto sentimiento y aprecio por su amigo, lo que para él sonaba como un discurso sincero de lo que significaba su amistad, para Eduardo, además de sincero, tuvo algunas cosas superfluas.

Eduardo:No exageres Gon, tampoco es para tanto.

Gon:Lo es para mí y no exagero, realmente eres especial para mí.

Quizá fue por la culpa de que si no decía nada haría sentir un poco mal a Gon o porque se sentía obligado a decir algo pero Eduardo, también tenía algo que decirle a su amigo y aunque no era tan elaborado como el de Gon, al menos era desde lo más profundo.

Eduardo:Gracias Gon, por ser sincero, siempre lo fuiste, creo, fuiste una buena compañía y no creo que pueda olvidarme de quien alguna vez tuve... sexo jaja.

Gon:¿Aún lo recuerdas? ¿En serio? Jaja.

Eduardo:Será difícil olvidar algo así.

Aquello también era algo que nunca podrían olvidar, fue algo que marcó un antes y un después en su amistad, fue un acontecimiento muy inesperado pero no malo pero no volvieron a hablar sobre eso debido a que no era importante hacerlo.

Eduardo:Aún recuerdo lo pervertido que fuiste jaja debiste ver tu sonrojada cara.

Gon:Apuesto a que tú también te veías ridículo... ¿Te digo algo? Aunque me da vergüenza, me encantaría recordarlo con más claridad.

Eduardo:Gracias...

Gon no entendió el porque le agradeció, quizá le agradecía una vez más por su amistad pero decidió asegurarse de aquello preguntándoselo.

Gon:¿Gracias? ¿Por qué?

Eduardo:La verdad me gustó haber tenido sexo contigo, no fue malo, al contrario, creo que fue lo mejor que me pasó.

Gon:Qué, ¿Vas a pedirme que me embriague para que puedas abusar de mí? Jajajaja.

Eduardo:Deja que termine, como te decía antes de que me interrumpieras con un pésimo chiste, pues gracias... ese día hiciste que volviera a dudar sobre una cosa y me ayudaste a redescubrirlo... de una manera muy "convincente".

Ya habían tenido esa charla antes, hablaron sobre eso unos días después de ese "encuentro" tan cercano que tuvieron, fue por eso por el que Gon creía saber de qué hablaba Eduardo.

Gon:Hablas de tu bisexualidad, ¿Cierto?

Eduardo:De qué otra cosa sería.

Ya de lo agradeció en el pasado pero no pudo evitar recordarlo una vez más.

Gon:Bueno, de nada entonces.

Eduardo:Jaja aún recuerdo cuando me dijiste que mis aletas te gustaban jajaja eso sí fue gracioso.

Gon:Está bien, está bien, hay que cambiar de tema.

De un segundo para otro, el ambiente se hizo pesado, la tensión se hacía presente y ninguno de los dos sabía porque, pero Gon aprovecharía ese momento para proponerle una cosa a su amigo, había la posiblidad que la denegara pero eso no lo detendría y lo haría de todas formas.

Gon:Ed, ¿No has pensado a mudarte conmigo?

Él lo pensó desde el momento que se lo dió a conocer pero siempre llegaba a la misma conclusión.

Eduardo:Aquí estoy bien, Gon, además Nueva Era... aún sigue siendo un lugar con malos recuerdos para mí.

Gon:Siempre hablamos sobre esto, Ed, ha pasado demasiado como para que sigas así.

La intención de Gon no era la de entristecer a Eduardo, ni de hacer que recordara cosas que aborrecía y menos en el último día que estarían juntos.

Eduardo:Acordamos no hablar sobre eso, Gon.

Gon:No, la última vez que hablamos de eso acordamos que tratarías de olvidarlo, Ed,

Eduardo:Y lo intento Gon, de verdad lo intento... pero lo único que consigo es... nada.

Las veces en las que hablaron sobre el pasado de Eduardo siempre terminaban en la misma cosa, siempre decía que lo intentaría pero al final no lo conseguiría.

Además de estar triste por recordar lo que vivió, Eduardo también de encontraba un poco molesto con Gon, no le gustaba que le recordara eso y que le dijera que debía superarlo aún sabiendo que realmente necesitaba hacerlo.

Gon:Amigo, se que fue un golpe muy duro para ti, lo entiendo, siempre lo entendí y se cuanto te duele recordarlo pero, ¿No crees que deberías intentarlo una vez más? Todo será mejor para ti, se que así será.

Pero lamentablemente, la suave voz de Gon, un tono que intentó usar, junto que las palabras que dijo no fueron suficientes para convencer a Eduardo de que lo intentara una vez más.

Eduardo:Siempre que lo hago nunca funciona, en verdad todo fue mi culpa, no creo poder vivir con eso.

Gon:Se que vas a superarlo amigo, estoy seguro de que lo harás, y tal vez... solo tal vez, si no puedes solo... quizá lo hagas con alguien.

Por desgracia, ese alguien no era Gon, no podía ser alguien que se alejaría de alguien que en verdad apreciaba la amistad que poseía, el gran amigo que pronto se iría.

Eduardo:Te voy a extrañar, y te prometo que lo intentaré una vez más...

Gon:Yo igual amigo, yo igual, no sabes cuanto voy a extrañarte.

Eduardo realmente lo intentaría esta vez, no es que las otras veces no se haya esforzado, lo haría por su amigo ya que sería la última vez que se lo pediría y se aseguraría de superarlo de una vez por todas.

Así pasaron el último día juntos, conversaron por horas, rieron como siempre lo hacían, disfrutaron el tiempo que compartieron por último vez y como era inevitable que el día terminara, lo que si podía evitarse era que ninguno de los dos se iría triste ese día.

El día terminó y comenzó uno nuevo pero el que comenzaría sería diferente a los que tuvieron Gon y Eduardo, este día sería uno en el que nunca olvidarían que la distancia no es un motivo para dejar de ser amigos, no se dijeron eso pero no necesitaban oírlo del otro pues ya lo tenían asumido, una amistad tan fuerte como la de ellos que ni siquiera la distancia podrá romper, estaban seguros de aquello y más que nunca el día en el que Gon se iría.

(15:59 PM)

Todo estaba listo, todas las pertenencias de Gon ya se encontraban a bordo del avión que también abordaría para irse a Nueva Era, la tierra de las mil y una oportunidades, lo único que hacía falta era que Gon fuera a este pero había una cosa que lo impedía avanzar y que no dejaba que continuara.

Eduardo, quien estaba presente para despedirse de su amigo, no comprendió el porque Gon de detuvo estando de espaldas delante suyo, se lo preguntaría pero su pregunta fue respondida de inmediato cuando, de pronto, Gon se dió la vuelta rápidamente y fue la misma velocidad hacia Eduardo para abrazarlo como si fuera un niño y al recuperar la consciencia, su amigo correspondió al abrazo de la misma forma en la que Gon se lo daba, fuerte y sincero.

Gon:Adiós amigo, adiós Eduardo, espero que volvamos a vernos.

Era una escena muy tierna de contemplar para cualquiera, nadie se toparía con eso en cualquier lugar, era una buena oportunidad para verlos así.

Eduardo:Gon, te prometo que... seré feliz, solo o con alguien.

El abrazo terminó, Gon soltó a su amigo al igual que él lo hizo, se dieron una última y cálida mirada deseándose lo mejor, con expresiones que mostraban felicidad y Gon fue hacia su avión para irse a una mejor ciudad y a un mejor destino.

Ahora Eduardo estaba solo una vez más pero le prometió a su amigo que trataría de olvidar su pasado, ya que eso era lo único que impedía que sea feliz y aunque no comprendió muy bien porque le dijo que si no podría solo, podría con alguien, él mismo lo descubriría en un futuro que se haría presente.
Aunque el tiempo que estuvo con su preciado amigo se sintió bien para Eduardo a pesar de solo haber sido un efímero momento de felicidad.

Eduardo y Gon, me pregunto si algún día volverán a estar juntos.

===================

Este es el final de esta historia "corta" y aunque no fue tan pequeña por tener como 15000 palabras... pues no lo sé.

¿Valió la pena?

Pero aunque parezca que ésto termina aquí, en realidad hay un gran y largo viaje que le espera a Eduardo y a quien ahora se hace llamar Gon.
Ahora de manera más directa: La historia, la de Eduardo, continúa un poco después del principio CAMBIOS, mi otro libro terminado.

Siempre estoy abierto a escuchar nuevas ideas, ya sabes.

Así que adiós.

Por ahora.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro