03: Día de compras

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Ya no hay leche... —Lisa pasa la mirada fugazmente por la nevera, enumerando en voz alta los artículos faltantes—, ni helado, sólo hay dos cajitas de jugo...

Jennie a su espalda, garabatea en una libreta todo lo que su pequeña nombra.

—Compramos helado la semana pasada, Lili.

La menor suspira y se cruza de brazos, totalmente enfurruñada frente a la nevera.

—Tú preguntaste que hacía falta...

—Bien —le besa la cabecita, despeinando su cabello negro en el proceso—. Helado. ¿Falta algo más?

—¡Galletas!

—Lisa...

🍪 💘🍦

Salir de compras siempre era divertido. El supermercado quedaba algo lejos debido a que la residencia de Jennie estaba en una finca a las afueras de la ciudad, eso les permitía viajar en la camioneta y conversar en el transcurso sobre como fue el trabajo de Mami, aunque eso lo hablaban todos los días al volver Jennie del trabajo.

Lisa realmente disfrutaba de las compras, de hecho fue ella quien le pidió a Jennie que lo hicieran juntas y no enviara a ningún empleado a hacerlo. Era una forma tranquila de pasar tiempo juntas y era divertido.

Tirando del carrito, está la menor, detrás está Jennie rodeando su cuerpo a la vez que ambas avanzan entre los pasillos.

—Lleva dos de esas —Jennie señala con la mirada dos frascos de mermelada que la pequeña toma entre sus manos, una de fresa y otra de frambuesa—. Muy bien.

Quizás para cualquier persona en el mundo, tomar dos frascos de un estante no era cosa de aplaudirse, pero Lisa realmente disfrutaba de los mimos y besos que recibía después de obedecer a Mami haciendo bien las cosas. En las compras, siempre recibía muchos besitos de premio, también por eso disfrutaba hacerlo.

Cuando la lista estuvo completa de todo lo básico, los grandes ojitos de la chica de la sudadera gris (originalmente de Jennie) se iluminan, junto a ese pucherito que pone cuando va a pedir algo. Sus dedos picotean sin fuerza el pecho de la más grande, quien la observa con una sonrisa genuina y enternecida.

—Maaaami —Lisa alarga las vocales y se balancea sobre sus talones—. ¿Podemos comprar malvaviscos?

—No puedes comer tanto dulce, bebé, no quiero que te enfermes —le acaricia la espalda con una mano, de arriba a abajo—. Ya tenemos helado, mi amor...

—Por favooor —insiste, abrazando a Mami muy fuerte—. ¡Prometo no comerlos todos de una vez!

Lisa sigue abrazándola con fuerza, mientras repite una seguidilla de "Por favor" en voz bajita amortiguada por el pecho de Jennie.

Jennie extiende un brazo y del estante a su lado, toma una bolsa de malvaviscos que caen al carrito sin que Lisa se de cuenta.

—Dame un beso y lo pensaré.

Esta le da muchos besos, muchos pequeños besos en los labios que truenan como dulces ácidos sobre la lengua. Se puede escuchar la risa ronca de Jennie detrás de sus labios, mientras la pelinegra sube y baja en las puntas de sus pies.

—¿Más? —Lisa se sujeta de los hombros de la mayor, jugando a tocar su nariz con la contraria.

—Uno y ya...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro