Con las manos de Mami sobre su cabello enjabonado y lleno de espuma, Lisa se mira los dedos bajo el agua tibia, moviendo cada uno e inspeccionando los detalles en ellos, manteniendo un debate mental en su pequeña cabecita.

El silencio en el cuarto de baño no pasa desapercibido para Jennie, quien aunque concentrada en lavar el cabello negro de Lisa con sumo cuidado y un suave masaje, ya comienza a resentir el hecho de que su pequeña no se ha puesto a jugar con el patito de hule o la ha salpicado sin consideración alguna. La menor mantiene la mirada en sus dedos, pasando por sus piernas y los deditos de los pies, pero ni una palabra sale de sus labios.

—¿Bebé? —interfiere, sin recibir respuesta. Jennie ladea su rostro y se acerca al de la tailandesa, rozando su pecho con la espalda de esta—. Cariño, ¿qué ocurre?

Lisa contrae el entrecejo, arrugando la nariz en un bonito gesto que delata que en su mente hay una guerra en proceso. Abre la boca, pero de ella no sale nada y la pelinegra suspira, dejando ir la cabeza hacia abajo.

—¿Cuál es tu parte favorita de mi cuerpo, Mami?

Jennie abre los ojos con sorpresa, mientras la menor se colorea hasta el remolino del cabello en un sonrojo que pretende evadir agachando la cara. Lisa se jala los índices con insistencia, Jennie se percata de esto y la atrae a su cuerpo abrazándola por la espalda.

—Cuando comes una naranja —su barbilla recargada en el hombro nívea de su novia, sus dedos entrelazados y un suave tono de voz—, ¿un gajo es más delicioso que otro?

Confundida, Lisa niega con la cabeza.

—No...

Jennie asiente, deslizando sus dedos aún entre los de la menor por sus suaves piernas hacia arriba.

—Y cuando ves una flor, ¿un pétalo es más lindo que los demás?

—No...

—Pues ahí lo tienes —Jennie le besa la mejilla húmeda, antes de separarse y tomar el pequeño contenedor para llenarlo de agua y enjuagar el cabello de Lisa—. No tengo una parte favorita, porque todo en ti es perfecto —la extranjera cierra los ojos mientras el shampoo es enjuagado, escuchando atentamente. Jennie le acaricia el cabello retirando el exceso de agua—. Cada detalle es hermoso, porque tú eres hermosa.