Creo que es el tercero que hago. Prefiero escribir cosas pequeñas que ponerme a actualizar Golden Years, no sé, no es el momento para esa historia.

Notas: Kong/Godzilla (tal vez). Adaptada de una escena de Scorpion y Sub zero que es igual de homosexual que este one.

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El ritmo que había tomado la pelea se cambió por completo y el poco control que llevaba sobre ella se esfumó en un dos por tres. Perdiendo la oportunidad de ganar la revancha de aquel primer enfrentamiento en el agua.

Fue aprisionado cuando el rey de los monstruos colocó una de su pata fuertemente sobre su pecho, cosa que de fractura varios huesos que escupió todo el aire que había en sus pulmones y después se retorcio de dolor, la carne se comprimio por un momento y creyó que de iban a romper las costillas. Sin embargo; no contaba con que Godzilla se iba a retener más de la cuenta y en cuanto el dolor abandono un poco su cuerpo, con una visión borrosa tratando de volver a procesar su realidad solo para encontrarse directo con el contacto visual.
Se paralizó por un instante y un escalofrío recorrió su cuerpo, uno frío que lo dejó sin palabras.

一 ¡¿Acaso no lo entiendes?! No hay tiempo para esto, solo rindete de una vez.

Su tono de voz fue directo un grito a su cara que aunque resultó intimidante en pocos segundos después su cabeza volvió a la tierra, formando un gesto de enojo en su rostro. Recordando en porque el inicio de esta batalla de había darlo y la razón por la que estaba peleado.

No de iba a jurar lealtad a ese alfa.

No respondió, no valía la pena contestar con palabras y solo de rugio agresivamente. Mostrando, no, retando que aunque estuviera aprisionado no iba a ceder ni ante él o sus palabras, exponiendo que la única manera en la que se podía deshacer de él era si lo mataba.

Por desgracia el orgullo y terquedad de Godzilla era una igual de grande que él, endureciendose solo más en cuanto observo acción rebuscado de Kong.

一 ¡Todos van a morir, rindete y pelea a mi lado para derrotar al usurpador!

Apretó sus colmillos con fuerza ante la posibilidad que obviamente menos de agradaba, pero en esta ocasión Godzilla no tuvo la misma paciencia que antes, volviendo a dar un pisotón mucho más fuerte concluyendo en un rugido estruendoso que recorrió toda la deshabitada ciudad y sus luces.

一 ¡Digo la verdad!

一 ¡No me importa!

Respondió un poco dudoso pero a la vez como contra argumento transmitiendo furia que en este punto de provocó algo de lastima al rey.

一 ¡Si te importa...

Habló con un tono de voz diferente, primero inicio como un grito pero al finalizar se aplacó hasta ser un diálogo que fuera directamente para él.

一 Eso es lo que te hace diferente... Eso es lo que te hace mejor.

Por un momento el contacto visual se disipó y ya no tuvo a que dedicarle atención, las luces de la ciudad (y el naciente amanecer) resaltaban solo mucho más a Godzilla que guardaba silencio, mirándolo fijamente.

Buscaba una respuesta, más bien, una demostración de que cediera y lo acompañada ya como súbdito a su siguiente batalla. Las palabras ¿eran dichas con esa intención? ¿Ser suficientemente convincentes y buenas como para hacerlo renunciar a la pelear de su vida? Desafortunadamente el contrario no poseía la finalidad con las palabras que hubiera deseado y parte de la mirada de Kong aún se mostraba retadora, aunque, algo confundida en el fondo.

Tal vez demasiado confundida que contagio con algo de vergüenza interna al rey de los monstruos que ahora analizaba mejor lo que dijo y como no fue lo más adecuado que pudo haber dicho.

¿Fue demasiado?

La sensación de rivalidad se esfumó entre los dos, la cercanía de pronto se volvio en algo terriblemente pesado y actuaban como torpes que habían olvidado el papel principal. Que era pelear hasta que el otro cediera.

Si, fue demasiado.

Y por desgracia sus gestos fueron muy visibles como un libro abierto mostrando al otro como los nervios y vergüenza se hacían presentes que lo llevaron a dejar se presionar tan fuerte contra el pecho.

Probablemente hubiera seguido un sonrojo de no ser por que, cancelando su plan principal de que se convirtiera en su aliado. Con un último rugido cambiando drásticamente el escenario que empezaba a emanar una tensión extraña, volvió a verse amenazante, mandando todo al diablo y decidió ponerlo en su lugar presionando una vez más en contra de su pecho lo suficientemente como para volver a sacarle todo el aire y dañar el ritmo cardíaco desde adentro de Kong.

En cuanto comprobó que había perdido por completo la conciencia se dio la vuelta. Retirando el momento empalagoso de su mente y volver a concentrarse en su objetivo principal que era derrotar OTRA VEZ a ese maldito alienígena.

Tiempo después se percató que no fue una de sus ideas más brillantes pelear solo únicamente por que no quería que ese simio se percataba que lo puso nervioso y como colegiada.

Al menos lo término ayudando...