A la mañana siguiente, Jimin se levanto cuando su alarma sonó, aunque fuera demasiado ruidosa, le ayudaba bastante.

Se quitó las sábanas de encima antes de que el sueño regresará con más intensidad, conto levemente hasta cinco y se levantó rápido. Aunque era un método bastante extraño, eso le ayudaba a no volver a dormir.

Después de haber tendido la cama, camino hasta su baño, se dio una ducha rápida y luego volvió a su habitación para poder arreglarse. Estaba muy cansado sin embargo, eso no le impidió a su estómago sonar, así que con un leve suspiro volvió a salir de su habitación, para caminar está vez a la cocina.

Afortunadamente ya había salido por las compras, así que todo sería más fácil para él, al entrar fue directo hacia su refrigerador, sacaría algo de fruta fresca, así la acompañaría con algo de jugo.

Una vez termino con eso, recogió lo usado y procedió a lavarlo, tenía cosas que hacer ese día y si no empezaba ya, podría arrepentirse. La voz de su novio se dejó escuchar, en cuanto estaba saliendo de la cocina.

Tenía que recibirlo como siempre, así que secó sus manos y fingió una sonrisa, la puerta principal se abrió  dejando ver el desarreglo total que llevaba encima su novio.

Jimin sabía lo que había pasado con él, sin embargo prefirió ignorar por completo aquellas marcas de labial por todos lados. Así que espero paciente a qué se desvistiera para poder lavar esa ropa. Cuando la tuvo en sus manos y observo a su novio ignorarlo y solo caminar había su habitación, soltó un leve suspiro.

Jimin tenía que ser paciente con está situación, al final era normal en su vida. Así que resignado camino al cuarto de lavado para dejar aquella ropa sucia de su novio, estando ahí reviso los bolsillos de su pantalón, lo que si no espero fue encontrar un papel, despacio lo saco dandose cuenta que tenía un número escrito, eso le ayudaría en el futuro, así que saco su celular, se metió a la cámara y le tomo una foto.

Al tenerla lista guardo el papel de nuevo en el bolsillo y acomodo la ropa sucia en el cesto. Guardo su celular como si nada hubiera pasado, era mejor así. No podía correr riesgos, así que ignoro ese hecho mientras salía del cuarto.

Jimin ya no podía ocultarse demasiado, por lo tanto no dijo nada cuando se encontró con su novio, el cual ya lo estaba esperando, se acercó a el y con brusquedad tomo su mano, para después jalar de él como si de verdad Jimin no sintiera nada y solo fuera un simple muñeco.

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El camino hacia la empresa fue sofocante, Jimin se mantuvo en silencio ya que no podía hablar si su novio no la hacía, era mucho más difícil la convivencia, aunque estuviera acostumbrado seguía siendo doloroso.

Se bajó con cuidado y de la misma manera cerró la puerta, su novio lo estaba ignorando y Jimin ya sabía el porque, así que lo dejo pasar y solo continuaron el camino, al entrar miro a todos lados, era obvio que su novio se le iba a separar así que lo dejo ser.

Solo observo como mantenía una conversación con la recepcionista, era algo que Jimin prefería ignorar, al final su novio le diría que hacer. Se movió cuando su novio lo hizo, sabía que irían a su oficina por lo tanto se preparó mentalmente para lo que iba a pasar.

—Ya sabes Jimin, quiero una actuación impecable. Si fallas en esto, te ira muy mal ¿Esta claro?.—Le advirtió su novio en cuanto llegaron a la oficina. Desde fuera se podía ver al inversionista debido a que las puertas eran de cristal.

—Si.—Contesto Jimin, con un leve escalofrío.

—Bien.—Fue lo único que menciono su novio, después dio unos pasos y abrió una de las puertas.

—¡Taemin, es un placer verte!.—El inversionista sonrió. - Me sorprendió bastante que mi secretaria me avisara sobre está reunión.—Se levantó de la silla.

—El placer es mío señor Ryu.—Sonrió de igual manera, pero Jimin sabía que era fingida.—En la primera reunión que tuvimos, usted menciono que no quería perder su dinero con nosotros. Así que me di la tarea de hacer está reunión, quisiera llegar a un acuerdo.— Luego se hizo a un lado para que el inversionista pudiera observar a Jimin. —Pero antes quiero presentarle a Kwan You, es un estudiante que actualmente está haciendo sus prácticas conmigo.— Tocó el hombro de Jimin para luego darle un apretón bastante fuerte, que a la vista del inversionista se veía como un simple apretón para darle ánimos.
—¿Puedes presentarte?, Kwan.—Menciono con un leve toque de seriedad. Aunque le haya preguntado, Jimin sabía que eso era una orden bastante clara.

—Buenos días señor—Sonrió con timidez.—Soy un estudiante de universidad, tengo 19 años y estoy estudiando la carrera de administración de empresas.—Cruzó sus propios dedos.—Actualmente realizó mis prácticas con el señor Taemin. Me comentó que le gustaría que yo estuviera presente para adquirir algo de su conocimiento.—Miro a su novio unos instantes bastante cortos.—Y sobre todo para aprender los movimientos que se hacen en este tipo de reuniones.—Volvió rápido su vista al inversionista y luego volvió a sonreír con timidez.—Espero que no le moleste mi presencia.—Batió levemente sus pestañas, en un pequeño gesto de coquetería.

—Oh no, para nada dulzura.—Sonrió.—Me alegra saber que el señor Taemin sea una gran persona y te ayude en estás cosas.—Se acercó un poco a Jimin.— Me gustaría conversar contigo después de esta reunión, ¿Te parece?. —Levantó su mano derecha para que Jimin también lo hiciera, era una especie de saludo, pero todos los presentes sabían que eso significaba otra cosa.

—Con mucho gusto, señor Ryu.—Le dio otra sonrisa avergonzada.

—Bien, ya que se presentaron.—Se metió su novio.—¿Podemos empezar con la reunión?.—Le pregunto al inversionista.

—¡Claro que si!—Soltó la mano de Jimin.—Mi futuro socio.—Relamio sus labios secos mientras observaba a Jimin todavía.

Los tres tomaron asiento, Jimin trato de estar entre los dos para ayudarle a su novio con el inversionista, cada vez que lo observaba, sonreía eh incluso movía su cuerpo de forma coqueta, pero a la vez siendo discreto, sabía que no estaba en problemas porque su novio de vez en cuando asentía en su dirección.

Eso le aseguraba que no habría cosas peores, Jimin quería creer que todo terminaría rápido, sin embargo estaba pidiendo demasiado.

—Listo señor Ryu.—Su novio asintió.—Solo espere mi llamada, después podremos firmar el contrato sin ningún inconveniente.

—Entiendo, estaré esperando su llamada—Estrecharon sus manos.—Ahora si me disculpa, tengo una conversación pendiente con esta hermosura.—Miro a Jimin, con una sonrisa bastante extraña.

—Oh claro, pueden irse con tranquilidad.—Asintió de nuevo.—Nos vemos pronto señor Ryu.—Recogió los papales que habían estado observando durante la reunión.

—Nos vemos, joven Lee.—De igual manera recogió sus cosas, miro a Jimin y con un leve movimiento de cabeza, ambos se levantaron para poder salir de esa reunión.

Estando en el pasillo, Jimin sintió como si todo su mundo se fuera a terminar demasiado rápido, sus nervios estaban al tope y no podía correr, su novio le había advertido muchas veces que si no conseguía esto, le iría muy mal.

—Dulzura te propongo algo.—Sonrió levemente.

—¿Si?, ¿Qué es?. —Pregunto con evidente confusión.

—Una noche conmigo.—Se encogió de hombros.—Pero, a cambio. Firmaré el contracto con esta empresa, Lee estará contento y yo obtendré algo bueno.— Tocó con levedad el hombro izquierdo de Jimin, dándole un suave apretón. ——¿Aceptas?.

—Lo hare.—Asintió con nerviosismo. ——Pero no puede romper ese trato, es lo único que pido.—Levantó su mano derecha, para después ponerla sobre la que ya tenía en su hombro.

—No lo haré.—Negó con fascinación. —No romperé ese trato, mi palabra ya la tienes.

—Esta bien.—Suspiro sin que se diera cuenta el inversionista.—¿Cuándo quiere hacerlo?

—Ahora mismo, vamos a mi departamento. Hacemos lo que tenemos pendiente y yo mañana estoy aquí a primera hora, para firmar. ¿Te parece?. —Bajó su mano del hombro, así que a Jimin no le quedó de otra más  que aceptar.—Perfecto, andando mi auto esta afuera.—Empezó a caminar sin esperar otra respuesta por parte de Jimin. Al final el trato estaba cerrado.

                              -🌌-

Simplemente asqueroso, lo que había pasado esa tarde, Jimin no se lo deseaba a nadie. Querer cumplir con las expectativas de su novio, lo estaba quebrando de una forma alarmante.

Estaba cansado y muy adolorido, ese asqueroso no se midió en nada y ahora está pagando con creces todo el miedo que sentía hacia los enojos de su novio. Su cuerpo ya no le pertenecía y dudaba que le importará a alguien. Siempre estaría solo

—Toma.—Le lanzó una toalla.—Ve a ducharte.—Apunto hacia una puerta cercana a la cocina—Ponte tu ropa nuevamente y luego te vas.—Se cruzó de brazos.—Mañana me tendrás en la empresa para firmar ese dichoso contrato.

Jimin asintió, no le quedaba más que hacerlo, deshacerse de todo lo que había pasado le ayudaría bastante, el agua era una pequeña pastilla. Así que camino algo adolorido, sosteniendo fuerte la toalla con la que se había envuelto, debido a su desnudes. Tomo su ropa hecha bolita y abrió la puerta para después cerrar detrás de él.

Se permitió tardar, así que en más o menos una hora ya estaba saliendo de aquel baño, ignoro por completo sus marcas en la piel, el dolor y sobre todo lo asqueado que se sentía, para poder caminar hacia la puerta de salida.

—¿Necesita algo más?.—Jimin pregunto.

—No. Ya te eh usado. Así que vete.—Bufo, luego simplemente se levantó de aquel sofá y desapareció de su vista.

Así que a Jimin no le quedó de otra, salió de aquel lugar sintiendo su cuerpo adolorido, aguanto lo más que pudo, ya que no se podía dar el lujo de expresar lo que realmente había pasado, con cada paso las lágrimas iban bajando de sus ojos. Quería desaparecer por completo, sin embargo no podía.

Al salir por completo de ese lugar asqueroso, decidió tomar un callejón el cual si tenía salida, eso le ayudaría a cortar camino, lo que si no espero fue que su cuerpo empezará a manifestar los dolores más fuertes. Sus piernas poco a poco perdieron la fuerza, las lágrimas estaban en aumento debido al miedo que le llegó, no entendía porque estaba pasando eso, no podía simplemente desmayarse en ese lugar sucio y desconocido.

Sin embargo su cuerpo estaba fallando demasiado, los puntos negros empezaron a cubrir su visión, la respiración poco a poco se volvió pesada y el agarre en la pared de ese callejón no estaba siendo suficiente.

Intento dar más pasos para salir de ahí, sin embargo no pudo, la oscuridad se lo estaba llevando. En la mente de Jimin solo pudo hacerse preguntas sin respuesta.

¿Por qué yo?
¿Hice algo mal?