»108. No es nadie para decirme qué hacer«

"¡Auch! ¡Qué brusco!" Exclamó Jungkook, exaltado por el pellizco de Seokjin en su brazo, sobando su zona dolorida, el rubio junto a él dió una sonora carcajada. "Hyung malo" El castaño le mostró su lengua a Seokjin de forma infantil, aún acariciando su brazo para calmar el dolor.

"¡Yah~! No seas exagerado mocoso, ¿Qué nos querías contar?. Ve al grano" Apremió el mayor, Jungkook lo miró mal, pero no se hizo de rogar, tiempo era lo que menos tenía.

"Bien, quiero salir con ustedes, a una discoteca...Hoy en la noche" Soltó el castaño, Jimin no pudo contener su expresión de sorpresa al escucharle, Hoseok estaba peor. Seokjin sólo se limitó a seguir comiendo de sus bombones de chocolate, prestando atención a las palabras del menor.

"Podemos salir cuando tú quieras Kook, pero...¿Y Taehyung?" Preguntó Hoseok,  intrigado, desde hacía una semana todo lo que hacía el castaño era juzgado por aquél pelinegro, debido al acoso reciente hacia Jungkook.

Taehyung se había mostrado más sobreprotector con él de lo normal
—no se trataba explícitamente de que el menor tendría que pedirle permiso para salir, pero sí de que lo hablarían y Taehyung siempre evaluaba los pros y contras de que Jungkook saliera a algún sitio, por lo que al final, Jungkook preferiría no salir, y eso estaba sofocándolo— No, en realidad estaba matándolo, sí, en definitiva aquello se parecía más a cómo Jungkook se sentía.

De regreso al momento presente, el castaño revolvió sus cabellos con su mano derecha antes de decir:
"Taehyung no tiene nada que ver con esto, es cierto que me gusta y que ha estado siendo más cuidadoso conmigo, pero no es nadie para decirme qué hacer" Aclaró Jungkook, cruzando los brazos por encima de su pecho, completamente decidido.

Claro y directo, así le pareció a Hoseok la forma de expresarse de su amigo, mientras aceptaba su opinión en silencio, si bien era cierto que el castaño podía parecer un chico muy sumiso para muchas personas, la verdad acerca de Jeon Jungkook era que todo en él te hacía creer lo erróneo. Jungkook no era una persona sumisa, sólo era un chico callado y tímido, pero eso no significaba que no fuese capaz de expresarse como quería, y una vez más Hoseok lo comprobaba, su pecho se infló de orgullo al pensar en lo valiente y fuerte que podía ser su amigo en ocasiones.

"Iremos a esa discoteca, Jungkookie, dalo por hecho. ¿Se anotan?" Hoseok sonrió, estaba feliz, muy feliz y lo demostró acercándose a Jungkook para apretarlo en un abrazo, un segundo después volteó para observar a Seokjin y Jimin, quiénes no dudaron en aceptar la oferta. "Estaremos los cuatro juntos. ¡Al fin!" Decía Hoseok, aún abrazando a un sonrojado Jungkook que se quedaba sin aire.

"¿¡Qué hacen allí?! Vengan acá" Hoseok jaló del brazo a los dos rubios sobrantes para que se unieran al abrazo, y entre risas, se abrazaron, hacía mucho que la situación no estaba tan bien entre ellos, lo que hizo a ese momento mucho más especial. 

Aquél mediodía finalizó con tres chicos despidiéndose de su mejor amigo por la ventanilla de una mini ban, prometiendo escribirse para concretar su prófuga salida en la noche.