»134. Te quiero«

A las seis y cuarenta de la madrugada el sol aún no se asomaba, y Taehyung agradeció mentalmente aquello, ya que si el sol no salía aún, no tendría que lidiar tan temprano con los paparazzis que rondaban la ciudad en busca de chismes matutinos.

Detalló la discoteca mirando de lado a lado mientras sostenía la mano de Jungkook entre su palma a la vez que cerraban bajo llave el salón que habían ocupado parte de la noche, a su alrededor algunas personas bebían y bailaban como si no notaran sus presencias, y de nuevo, se sintió agradecido, no necesitaba que alguien le reconociera y viera en esas pintas
—porque sí, estaba desaliñado, con el cabello revuelto y alguna que otra marca se notaba por sobre su simple franela de manga corta y cuello circular— y a su lado, el de cabellos claros se veía peor que él, su fina camisa blanca tenía los primeros tres botones desabrochados haciendo relucir el gran chupetón que se veía en su largo cuello, su saco negro colgaba en su brazo izquierdo prolijamente doblado y sus labios estaban hinchados y un poco adoloridos, dejando en evidencia los miles de besos compartidos con el mayor.

Jungkook bajó la mirada repentinamente avergonzado, tratando de ocultar su sonrojo del chico a su lado, quien parloteaba acerca de no saber dónde se encontraban sus amigos, el castaño aún seguía sumido en cómo tuvo su primer orgasmo producto de Taehyung en aquél salón, estaba...¿Agradecido?, Jungkook no sabía qué palabras usar para definir el nivel extremo de éxtasis que experimentó por primera vez, porque aunque tuvo encuentros sexuales con Park en el pasado, éstos nunca llegaron a satisfacerlo a él, su finalidad siempre fue complacer a la persona con la que estuvo y Jungkook creyó estar bien con ello en ésos días, oh, pero ahora todo era tan nuevo.

"Mi cielo, ¿Estás escuchándome?" Taehyung volteó para observarlo atento, encontrándose con las mejillas incendiadas del castaño y cómo éste negó —aún más avergonzado por perderse en sus pensamientos— el pelinegro rió, deteniendo su andar y colocando sus manos en las caderas del menor, acercándolo. "¿En qué pensabas?" Preguntó en un susurro íntimo, trasladando sus manos al cabello castaño del muchacho impartiendo caricias con suavidad.

Jungkook jugó con sus manos, observándolas como si realmente fuesen interesantes, con una pequeña sonrisa en sus labios. Taehyung siguió acariciándole, sabiendo que ese era un gesto nervioso común en el menor y que debía darle tiempo.

Finalmente, Jungkook alzó su mentón, topándose con los ojos del pelinegro estudiándole, y dando un paso al frente jaló de la franela del mayor, pegándolo más a él y rodeando su cuello con sus brazos para besar sus labios, era un beso lento, uno donde Taehyung sintió que Jungkook estaba diciéndole todo lo que sentía por él, donde sus narices se rozaban formando besos esquimales en busca de un beso real que sólo fue un roce de labios semi abiertos, Jungkook estaba entregándole todo con una acción tan simple como lo era besar  y Taehyung le correspondió, besando corta y reiteradamente tantas veces que el contrario comenzó a soltar risitas y a arrugar su nariz, como cada vez que le gustaba algo.

"Te quiero, te quiero, te quiero" Decía el de cabellos oscuros, dejando un beso por cada 'te quiero' en sus mejillas, su frente y su nariz, Jungkook volvió a reír arrugando su nariz al sentir contacto allí, rebosante de felicidad. "Te quiero mucho mucho mucho" Murmuró ésta vez, robándole un beso en sus belfos un poco más largo.

"Y-yo también te quiero mucho mucho" Respondió Jungkook al separarse, abrazándole y escondiendo su rostro en el cuello de Taehyung. "Y... Gracias" Soltó en un hilo de voz que imaginó que el mayor no escucharía, pero el mencionado levantó su barbilla con un dígito, mirándolo con una sonrisa confundida.

"Gracias...¿Por qué, Jungkookie?" Jungkook se aclaró la garganta, tomando sus manos y entrelazándolas.

"Por hacerme sentir diferente, por quererme de verdad y por escucharme cuando nadie lo hace" Aclaró Jungkook, dándole una pequeña sonrisa, Taehyung sólo atinó a estrecharlo entre sus brazos y abrazarlo tan fuerte como pudo.