• 82 | Es mi amigo, ¿Cierto?

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

»82. Es mi amigo, ¿Cierto?«





"Hola Kookie... ¡Qué casualidad encontrarte aquí!" Dijo Jimin con aparente alegría, acercándose al lobby del hotel, arrastrando a un desorientado chico de cabello rosa de la mano. Jungkook palideció desde su lugar en el sofá, mientras volteaba de forma casi mecánica para observar a Park, aún con su celular entre sus manos.

"Oh, buenas noches, hyung...es una grata coincidencia verte aquí" Respondió el castaño, saliendo de su trance, otorgándole una genuina sonrisa a Jimin, la cual fue correspondida.

Al fin y al cabo, es mi amigo ¿Cierto? - Pensó Jungkook, aceptando el afectuoso abrazo que Jimin se acercó a darle, una vez que se separaron, el castaño reparó en el tímido chico de cabello rosa que estaba atento a los movimientos de ambos.

"Y buenas noches para ti también, eh..." Alargó Jungkook, pidiendo silenciosamente que el pelirosa dijera su nombre, provocando que el chico riera y así, dando algunos pasos hasta él, quedaron finalmente uno frente al otro.

"Yeonjun, mi nombre es Yeonjun. Mucho gusto, subaenim" Se presentó el pelirosa, haciendo una inclinación leve con la cabeza, siendo imitada por Jungkook después, a la vez que invitaba a ambos a tomar asiento y les informaba que su acompañante no tardaría en volver.

Durante una media hora, se sumergieron en una profunda conversación acerca de danza contemporánea. Yeonjun le contaba a Jungkook cómo conoció a Jimin en sus clases, en la facultad de danza a la cual ambos asistían -y que, por coincidencia, estaba en la misma universidad del castaño, justo al frente de la facultad de diseño, a la cual Jungkook pertenecía- Trataba de prestar atención a todo lo que Yeonjun decía, ya que podía percibir que no era más que un chico agradable, y asentía cada vez que éste le hablaba directamente, haciendo algún comentario como opinión, más era un poco imposible para el castaño no notar los toques intencionales entre el pelirosa y Jimin, y el cómo se tomaban las manos sin que les importara ser vistos, en más de una ocasión desvío su mirada a ellas, incluso si no lo hacía de forma intencional, el verlas tanto le estaba revolviendo el estómago, tanto, que se sintió incómodo de repente.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro