Mis ojos paseaban entre todas las personas esparcidas por la sala de la madriguera.

Todos hablaban haciendo que sea difícil concentrarse en una sola voz.

—Tus ojos son como dos galeones— pude escuchar a Ginny quien llevaba horas interrogando a Jasper junto a Hermione.

—¡Debes tener todo listo para la audiencia!— exclamaba Percy histérico— Estarás con las personas más importantes del mundo mágico, debes tener cuidado con tus palabras, no decir cosas sin sentido, dar pruebas sólidas.

—¡Tu ropa está lista!— exclamaba Molly corriendo con mi traje de un lugar a otro.

—¿Alguien ha visto mi zapato?— preguntaba Arthur.

—Entonces tu dieta se basa en animales— murmura curiosa Hermione.

Jasper solo asiente abrumado por la cantidad de preguntas que lanzaban en su dirección.

—¡Mama se acabó el pan!

—Esto es arriesgado, Amelia—me concentro en Percy— Espero seas consiente que lo que planeas va mucho más allá de lo que se a visto.

Asiento aturdida.

—Vamos Percy, ella tiene montañas de documentos, está preparada— asiente Bill.

—¡Está intentando ayudar a comunidades de hombre lobo, Bill. Si hará esto debe estar cien por ciento preparada.

—Yo...

—¿Ya sabes lo que vas a proponer? ¿Tienes una lista con ventajas y desventajas?—Siguió preguntando y Harry y Bill soltaron un bufido.— ¿Beneficios, alternativas, maneras de asegurar que todo está bien?

—Pues...

—¿Al menos tienes una manera de asegurar que tendrán todo lo necesario y que podrás mantenerlos en control?

—¡Basta!— grito Molly e inmediatamente la casa cayó en silencio. — Todos hagan silencio. Amelia vete a cambiar que ya es tarde. Percy ella está lista, detente. Chicas ya déjenlo en paz, se que tener un vampiro en casa es toda una novedad, pero lo están espantando. Arthur cariño, tu zapato está debajo de la mesa y Ron, si tanto quieres pan, sal a comprarlo.

Hermione y Ginny se alejaron de Jasper dándole una mirada de disculpa.

Arthur sonrío victorioso colocando su zapato.

Percy se alejo de mi y Ron hizo una mueca.

Camine hacia Molly y tome mi traje.

—Gracias— susurre y camine hacia arriba para poder cambiarme.

De camino al baño me doy cuenta que George estaba saliendo de este.

Nos quedamos viendo por unos segundos, hasta que el paso por mi lado sin decir nada.

Suelto un suspiro.

Paso a paso, Amelia.

—No podemos tener el control de todo— decía Nancy— en la guerra intentaste tener planes, respaldos, pero las cosas se escapaban de tus manos y actuaste según lo que sucedía, pero ahora no debes estar alerta, no debes esperar que algo atormente tu vida, Amelia, puedes tomar decisiones seguras, puedes tener ideas claras de que harás acontinuación, pero no olvides que todo se soluciona poco a poco.

Con mi costado empujó la puerta con fuerza.

Sentía mis manos débiles por cargar con todos esos papeles y dar miles de vueltas en busca de la sala correcta.

El ministerio siempre me pareció un laberinto y si no fuera porque Arthur y Percy me guiaron, no hubiera llegado nunca.

Carraspeó al ver varias miradas en mi.

Pude reconocer la mirada de Kingsley Shacklebolt.

Camine hasta en centro sintiendo mis manos empezar a sudar. Había tanto silencio que podía escuchar mis pasos hacer eco por todo el lugar.

Deje mis cosas en una pequeña mesa y aliso mi traje con cuidado.

Si había algo que no me gustaba era como estaban echas estás salas. Era como si ellos fueran mas grandes que yo.

Yo puedo. Me repetí antes de hablar.

—Hola, digo...Es un placer, que aceptarán está audiencia para discutir un tema que nos interesa a todos.

O eso espero...

—Tu propuesta nos interesó Señorita Lupin— hablo Kingsley. El estaba sentado en lo más alto, mientras que otras personas lo rodean.

—Alegas soluciones al problema de los hombres lobo.— hablo una mujer canosa. El interés en el tema se notaba en sus ojos y con como examinaba cada una de mis acciones.

Asiento.

—Tengo algunas propuestas que les interesa— me acerco a mi mesa y tomo varios papeles. — Si me permiten...

Kingsley asiente y me pasó frente a ellos para darle a cada uno un folder con varios papeles.

Le pasó el folder a un hombre de pelo negro, que le llegaba un poco por el cuello. El tomo el folder mirándome a los ojos con una sonrisa.

Le miro antes de regresar a mi puesto.

—En sus manos tienen el proyecto que e estado trabajando estos días. Aún no está bien pulido, ya que, para seguir avanzando necesito su autorización, pero tiene lo más importante...— hablo pasándome por la sala.

—...Se que es un problema para el ministerio lidiar con los hombres lobo y como saben yo crecí con un hombre lobo— escuchó algunos murmullos pero decido ignorarlo— Se que piensan que los hombres lobo son criaturas despiadadas, que merecen morir, pero si los ubicamos a zonas en dónde puedan ser normales, tal vez ya no sea un problema. Cómo un bosque.

—¿Un bosque?— inquirió Kingsley.

Trago el nudo en mi garganta, tratando de mantener mi mente en orden y pensar mis palabras antes de decirlas. Ya estaba aquí y debía aprovecharlo al máximo.

—Los hombres lobo son dóciles al estar en contacto con animales, por lo que estar en un bosque me parece lo más apropiado.

—¿Planeas ubicar a miles de hombres lobos en un bosque? ¿En serio? — por primera vez el hombre de antes hablo—¿Al menos tienes idea de cuántos hombre lobo existen en todo el mundo? ¿Por qué si tú plan funciona, no creo que los otros hombres lobos no quieran venir?

—Es cierto— acepto otra mujer castaña al lado de el— sería muy peligroso tener a tantos hombres lobo en un mismo lugar.

Entrelazó mis manos nerviosa. No titubes Amelia, no lo hagas.

—En las página siguiente pueden ver un mapa de distintas partes del mundo marcadas con un círculo rojo. — todos mueven las hojas viendo mapas— todos esos lugares son lugares en los cuales no pasan los muggles o magos, por temas de su seguridad. Mi idea es crear pequeños pueblos en esos lugares para los hombres lobo.

—Son muchos lugares, muchos costos, tomando en cuenta sus necesidades y la posición matalobos.

—No es por presumir, pero poseo una fortuna de parte de mi padre, Sirius Black. Harry Potter, accedió donar dinero de sus bóvedas y tengo algunos inversores— hablé segura de mis palabras— y si el proyecto va en aumento, pueden realizarse recolectas con el pueblo para apoyar la causa.

Además cuento con el apoyo de Jasper, quién me relato la enorme cantidad de fondos que a ahorrado a lo largo de su vida.

—Además, creo que el ministerio puede proporcionar pequeñas donaciones al proyecto.

—¿Planeas que los magos y brujas ayuden a apagar esto?— bufo el hombre de antes.

—Con todo respeto, señor...

—Derek, Derek Murphy.

—Si tanto ansían librarse de ese problema apoyaran económicamente el proyecto.

—¿Y tú qué planeas Lupin? ¿Darle a todos esos seres, trabajo, hogar, escuela? ¿En serio piensa que esas pueden ser magos normales?

Aprieto mis puños con irá.  Tenia la voz de Percy taladrando mi cabeza para que mantenga la compostura y enserio estaba usando todo mi fuerza de voluntad para hacerle caso, pero no me salía tan bien como lo esperaba.

—Le pido que se controle de llamarlos de esa manera, porque a pesar de sus condiciones siguen siendo magos y brujas que merecen respeto. Y si, si planeo darles una vida digna, ya que, personas como usted hacen oídos sordos a sus necesidades haciendo el problema mayor, pero cuando el problema se escapa de sus manos los mandan a la hoguera haciendo que sus bonitos títulos sean aclamados por todos. Y si mis opciones le parecen absurdas espero escuchar mejores soluciones. Después de todo es el jefe del departamento de regulación de criaturas mágicas.

Señalo el pequeño letrero que descansaba en su podio.

—Le pido que se calme señorita Lupin— pide Kingsley alzando sus manos, buscando calmar mi arranque de ira.—Estamos en su mismo bando.

Suelto un suspiro y asiento. Sintiendo mis mejillas enrojecer volví a acomodar mi roja y hable.

—Lo siento, me deje llevar. —relajo mi postura— En las comunidades se brindará la poción matalobos los días cercanos a la luna llena. Las casas estarán equipadas con sótanos insonorizados y protegidos de manera mágica. Además de que los días de luna llena serán encerrados en cúpulas hasta el día siguiente. Si bien no me gusta la idea de encerrarlos, lo veo una la única opción posible.

—¿Y para la escuela?

—Mi padre, Remus Lupin asistió perfectamente a Hogwarts hasta que sus estudios terminaron, por lo que con cuidados suficientes podrán asistir a escuela mágicas. Los días cercanos a luna llena regresaran a casa, en dónde pasarán los días hasta su transformación y al regresar a la escuela tendrán un tutor que le expliqué lo dado en los días que no estuvo.

La sale se llena de murmullos.

Me renuevo en mi lugar. Hablaban y mucho ¿aquello era bueno? ¿lo estaba haciendo bien? Por Merlín, necesitaba ver a Jasper.

—Pare esto se deberá de contactar los los otros ministerios de otros continentes.— escuché, casi empiezo a saltar por toda la sala, ¡Lo están considerando!

—¡¿En serio planean aceptar esto!?— me sobresalto al escuchar la voz de Derek.

—Señor Murphy...

—Le están confiando seres peligrosos a una incapacitada psicológicamente.

Me quedo helada en mi lugar. La sonrisa va muriendo poco a poco dando paso al nudo en mi garganta y la presión en mi pecho.

—¿Disculpe?— exclamó atónita.

—Todos aquí la conocemos. La gran amiga del héroe Harry Potter. Todos sabemos sus perdidas y sabemos que está recibiendo tratamiento psicológico, no está bien, ¿Y quieren dejar a su cargo criaturas tan letales?

Mis ojos se abren de manera exagerada por sus palabras y el miedo comienza golpear mi pecho.

Los murmullos continúan. 

Retuerzo mis dedos con nerviosismo. Unas enormes nauseas amenazan con hacerme retorcer. Por un instante quise salir corriendo del lugar y no mirar atrás, pero antes de comenzar a lamentarme Kingsley gira a verme.

—Lamentablemente no podemos pasar por alto lo expuesto por el señor Murphy...

Siento mis ojos empezar a picar y como me empezaba a fallar la respiración. 

No, no, estuve tan cerca...

—Pero, nos interesa su propuesta señorita Lupin, así que, decidimos hablar con su psicóloga y tener un reporte de sus avances, dependiendo de lo que veamos tendrá una respuesta.

Suelto un suspiro sintiendo el aire volver a circular.

No es un no definitivo.
No es un no definitivo.

Me repetí hasta el cansancio.

Derek suelta un bufido y sale furioso de la sala.

Poco a poco todos empiezan a dejar el lugar.

Temblorosa me acerco a mis cosas para recogerlas.

—Te recomiendo ir buscando comunidades de hombre lobo— me giro viendo a Kingsley— estoy seguro que conseguirás esto Amelia, y si logras que se corra la voz harás está decisión mas fácil. Y sobre lo otro, estoy haciendo lo posible para que lo acepten.

Lo miro unos segundos como si el fuera el mismísimo Merlín en persona.

—Gracias— digo con sinceridad.

Kingsley se aleja dejándome sola.

Guardo mis cosas sintiendo mi cuerpo relajarse.

Un pequeña victoria. 

Lamento informar que el maratón se atrasa. Hacer este capítulo me costó más de lo que imaginaba.

Y aún me falta pulir las ideas que tengo para los siguientes. Lo siento.

Kit Harington as Derek Murphy:

Memes:

Xoxo.