Capitulo siete:

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

⚠️Mención a un posible abuso sexual. Leer bajo su responsabilidad.

Miro el papel doblado entre mis manos por varios minutos. No sabía exactamente desde cuando estaba viendo aquel papel pensando en que hacer, solo sabía que comencé cuando Andrómeda me lo dio está mañana junto a una pequeña sonrisa comprensiva.

—No están aquí— hablo Jessica. Ese día, había un radiante sol en Forks y la mayoría de estudiantes se encontraban afuera disfrutando del clima cálido.— los días de sol los Cullen faltan.

—¿Y no van a la escuela?—pregunta curiosa Bella.

—El doctor Cullen y su esposa los llevan a acampar, intente eso con mis padres y no funciono.

Si claro a acampar...mejor dicho  a cazar si vienen parecen una bola disco.

—¡Chicas voy a ir al baile con Eric, yo lo invite y dijo que si!— dijo llegando una Angela muy feliz.

Bella se acerca y la abraza.

Una sonrisa débil escala por mis labios al verla tan feliz por el baile. El fugaz recuerdo de Fred invitándome al baile pasa por mi mente, provocando que sienta como si alguien estuviera presionando mi pecho.

—¿Estas segura de que tienes que salir el día del baile?—pregunta Angela hacia Bella.

—Si, un asunto familiar—afirma incomoda.

—¿Y tu Amelia?—pregunto hacia mi.

Cierro mis ojos con fuerza unos segundos, antes de carraspear y responderle.

—No creo poder ir Ángela— digo con una mueca— no me gusta ese tipo de lugares. Lo siento.

Ángela niega y me aprieta el hombro en señal de que no le tome importancia.

—Bueno, nosotras debemos comprar vestidos en Port Ángeles—aviso Jessica.

—Port Ángeles, ¿puedo ir?—pregunto rápidamente Bella

—Claro, quiero tu opinión.

—Si quieres puedes acompañarnos Amelia. No irás al baile, pero podemos pasar una tarde juntas. ¿Qué dices?— Angela me mira curiosa.

Me encogí de hombros.

—Iré.

Me muevo entre los vestidos en busca de alguno que me guste para Ángela.

—Quiero este, resalta mis pechos—nos enseña Jessica

—Mira este Ángela— le enseño un vestido morado y ella se acerca.

—¡Me encanta!—chilla emocionada Angela antes de ir a probárselo. 

Justo en ese momento pasaron unos chicos, quienes golpearon el cristal e hicieron sonidos vulgares.

Me renuevo incómoda y terriblemente asqueada.

Cualquiera les tira un buen crucio.

—Esto no te interesa, ¿verdad?—pregunta Angela a Bella que ha estado sentada haciendo nada.

—Solo quiero ir a una librería, las veo después—dice y sale de la tienda.

—La voy a acompañar, necesito mas libros—le doy el vestido a Angela y salga tras Bella.

Reviso la portada del libro que compre curiosa. "Percy Jackson y el ladrón del rayo", parecía un libro curioso.

Caminábamos por la acera justo cuando  escuchamos algunos silbidos detrás de nosotras. Nos giramos y vemos a los mismos chicos que habían estado diciendo cosas de nosotras en la tienda.

Inmediatamente todas las alertar se me disparan y tomo la mano de Bella.

—Corre— susurro, pero ya era tarde. Aquellos chicos no dudaron ni un segundo en acorralarnos.

—Pero miren quienes están aquí— dice uno de los hombres.

—Que preciosuras—le siguió otro.

Mi espalda choca contra la pared y siento como mis piernas empiezan a temblar.

Los chicos se acercaban casa vez más a nosotras y sentía como el aire empezaba a escapar de mis pulmones.

Por un segundo, como si fuera un pestañeo, en las caras de aquellos chicos veo las mascaras de los mortifagos, haciendo que mi corazón lata con tanta fuerza que sienta como si estuviera por salir de mi pecho.

Trato de defenderme e incesto una patada a un chico en su entrepierna haciendo que se doble, pero uno de sus amigos me toma por detrás.

—Tranquila fiera—ríe un chico.

—Perra— se levanta el tipo que había golpeado y me agarra del brazo—ahora te voy  a hacer mujer. 

Miedo.

Tengo mucho miedo. Comienzo a sentir como mi cuerpo no esta obteniendo suficiente oxigeno y como mi garganta comienza a picar.

Estaba rodeada. Tres, no, cinco mortifagos me veían como si ellos fueron los cazadores y ya la presa. Listos para devorarme.

Sentía mi cuerpo temblar de miedo. Tenía que huir, tenía que volver con mi familia, pero el miedo me paralizaba.

Las lágrimas salían sin control de mis ojos y mi pecho subía y bajaba mientras que uno de ellos empezaba a tocar mi brazo, pero yo no lo veía a el, yo veía a mortifagos listos para asesinarme.

Solo podía temblar de miedo.

No de nuevo...

Solo era una niña en medio de una guerra. Estoy asustada, estoy paralizada, estoy a punto de morir...

El rechinido de las llantas de un auto hacen que el chico que me sujetaba desviara su mirada.

Poco a poco todos empiezan a alejarse cuando alguien los empujaba, pero yo no podía moverme.

—Amelia, estoy aquí— siento sus manos en mis hombros haciendo que tiemble ligeramente. Jasper al darse cuenta me suelta rápidamente —Necesito que entres al auto ¿Si?

Amelia no dijo ni hizo nada.

Jasper la miro preocupado. Gracias a su don podía sentir lo que ella sentía: miedo, angustia, terror, tristeza y miles de emociones negativas.

—Voy a cargarte, ¿Si?

Nuevamente no recibió ninguna respuesta.

Con delicadeza Jasper la tomo por sus piernas y al notar que ella no hacia nada para apartarse lo tomo como un buen indicio para levantarla y llevarla al auto.

Jasper la coloco con cuidado en el asiento y la envolvió en su chaqueta al verla temblar de frío.

Nada más colocar la chaqueta, Amelia explotó en llanto.

Jasper no dudo en abrazarla con fuerza. Al hacerlo noto como en el suelo del auto había un papel que hacia caído del bolsillo de Amelia.

Solo pudo leer "Calle #12. Psicóloga Dra. Denver"

Jasper la abrazo con más fuerza.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro