11 de Agosto, 1880.

Hoy se suponía que debía de ser el mejor día de mi vida, pero al ver esa banda de forajidos fuera de mi mansión todo se fue por la borda. Cuatro carros jalados por caballos, dos hombres a caballo, y una chica a su lado.
Sí, una chica, hasta yo me sorprendí. Nanna dijo que debería quedarme en mi cuarto mientras mi papá hacia negocios, pero, ¿Qué clases de negocios podría hacer mi padre, un hombre con una reputación intachable y una moral perfecta, con esos forajidos, que hasta veo, uno tiene barro en su barba?

Me repugna la gente así, que se nota que no conocen una vida que no sea la violencia, matones que se aprovechan de todos y de todo, siento asco de pensar que ellos están tocando algo de mi casa.

Bajé rápidamente, y vi a mi papá charlar con los que estaban a caballo, este sería el momento correcto para hacer un berrinche, pero mi papá no me permitió ni hablar, pero tal vez me quería ahí, porque me sentó. ¿Qué hacía yo, una chica con clase, junto a esos vaqueritos de quinta? El hombre con barba de unos días se veía bañado y arreglado, y el de pelo largo veía presentable, jugando con su pelo, ¿Y la chica? Estaba haciéndose su propio cigarrillo. No se puede fumar dentro de la casa, mi papá odia el humo por una extraña que tiene, así que me imaginé que alguien iba a abofetear a la chica, pero mi furia aumentó cuando vi a mi padre prendió un cerillo para prender ese cigarrillo.

Se había humillado a sí mismo en ese acto.

Sentí la furia de mi padre, la risa burlona del señor con barba de días, que mostró un hoyuelo, y la antipatía de los otros dos. El de pelo largo se quitó el sombrero, y alisó su pelo, sedoso y de color negro, tan bien cuidado, y codeó a mi fumadora favorita, para que repitiera la acción. Se me hizo algo gracioso que el hombre tenga el pelo mejor cuidado que esta vaquerita.

''Aquí estamos como acordamos, sabemos que necesita unos favores por nosotros.'' Barba descuidada habló, y los otros dos asintieron, demostrando las máquinas que eran.

''Si, pagaré por sus servicios por un lapso de dos años.''

Dos años. ¿Qué servicios querían?

''¿Cuáles servicios?'' Pregunta la fumadora, expulsando el humo de su cigarro en sus palabras,  haciendo toser a papá.

''De protección, recibí amenazas de muerte, y necesito sus servicios de protección.'' Pelo liso abrió su boca, sorprendido. ''Todo lo que abarca mi familia, mi esposa, mi hijo, mi hija aquí presente, y yo.''

Estaba apenado, y yo también, me sentí apenada al saber que me tenía que rebajar a ser cuidada por rufianes.

''Entonces, supongo que por la seguridad de su hija querrá que la cuide una chica.''

''Una chica no será competente.'' Mi padre dijo y yo cerré mis ojos en frustración. Los abrí, y barba descuidada nota mi frustración.

''La señorita Kang es de las mejores chicas, y déjeme decirle, persona que he tenido en mi banda, excelente peleando, buena puntería, excelente mentirosa y negociadora, si hay alguien adecuada para cuidar a la hija del dueño de una empresa importante, déjeme decirle que esa es Kang SeulGi.'' Mentirosa, ahora volví a cuestionar esa moral.

''Definiremos los papeles luego, por ahora, solo necesito que acepten este trato.''

La fumadora sostuvo el cigarro entre su índice y su anular, mirando a pelo liso, pelo liso miró a barba descuidada, y él sonrió por décima vez en el día.

''Aceptamos con gusto, siempre y cuando Kang SeulGi sea la niñera de su hija. ''

Y ella y yo nos volteamos a ver.

n/a: volvió la literatura