Ir de vacaciones nunca había sido tan fácil como terminar en la casa de los abuelos de YoonGi, ese par de abuelitos eran lo más dulce que podían existir, y

¡Claro!

Eran abuelitos como los de antes, de esos que te cocinaban y de daban de comer hasta por las orejas, JiMin seriamente se preocupaba de los muchos kilos de más con los que regresarían a su hogar.

El único "problema" era que ambos estaban acostumbrados a follar como putos conejos...

En los mejores fines de semanas podían tener un récord increíble, pero era complejo cuando tenías que ser tan silencioso por tener la habitación de los abuelos al lado.

Ser silencioso como hacía unos minutos que habían aprovechado que llovía como para dar rienda suelta a todo, y pareciera que cuando uno menos ruido quiere hacer es peor, porque hasta la silenciosa cama vibraba, tanto que tuvieron que irse al suelo...

— ¡3 veces JiMin, 3 veces hemos terminado desde las 12 del medio día y ya son las 3 de la tarde!

YoonGi no podía casi ni respirar, había sido demasiado para ambos, JiMin solo se rió lo más bajo posible, los dos estaban como medios drogados producto de tantos orgasmos.

— Además del ruido que hicimos...mi abuelo se dará cuenta.

— Hyung... relájate. ¡Era la lluvia! — Pronunció JiMin muy confiado.

— JiMin... Mi abuelo será sordo pero no estúpido, sabe diferenciar el ruido de la lluvia a del de coger como desgraciados.

Fue suficiente para que ambos se partieran de la risa, y sí, tampoco era que pudieran dejar sus costumbres, realmente lo sentían por sus abuelos y secretamente esperaba que estuvieran más sordos de lo que parecía.