Min Yoongi estaba sentado tras su escritorio, trabajando en los detalles del plano de un edificio cuando su padre, el alfa de la manada, interrumpió en la pequeña oficina que le había concedido dentro de la casa.

—¡¿Es por eso que rechazaste tu apareamiento con Solar?! —gritó con su rostro rojo en furia.

Yoongi, quien sabía de lo que estaba hablando, simplemente asintió con su cabeza terminando de trazar una línea antes de observar al contrario con tranquilidad.

Si mentía negándolo, solo iba a lograr que su padre arreglara otro apareamiento con una femenina fuera de la manada.

—Maldita sea Yoongi, estás enfermo —exclamó Il-woon.

—Que prefiera estar con hombres sobre las mujeres no significa que esté enfermo —corrigió tranquilamente para el disgusto del contrario.

—Eres una jodida asquerosidad, tú no puedes ser mi hijo —negó y Yoongi frunció el ceño—. No puedes estar en mi manda así, vas a propagar tu asquerosa enfermedad a otros —gruñó.

Aunque ya no gritaba con fuerza, el rostro del shifter león seguía rojo y sus ojos no mostraban más que repulsión y asco por su propio hijo.

Si Il-woon hubiese sido tal vez un padre cariñoso con él, mostrándole algo de amor de vez en cuando, tal vez le hubiese dolido aquella actitud del contrario.

Pero estaba frente a Min Il-woon, la palabra amor definitivamente no estaba dentro del diccionario de alfa.

—¿Me estás echando? —preguntó solo para estar seguro.

Después de todo, a pesar de ser también su hijo mayor, era un alfa.

Y entre las manadas de shifters leones, compuestas meramente por betas y los pocos omegas nacidos, el único que era alfa era el líder de la manada.

Que hubiera otro significaba una amenazada por el liderazgo por lo que inmediatamente eran echados del pueblo y manada una vez cumplían la mayoría de edad.

Il-woon tenía miedo de Yoongi aunque no lo admitiera, después de todo era un shifter león joven y fuerte a diferencia de él, que ya se estaba volviendo viejo.

Si había soportado que Yoongi se quedara en su manada, en su pueblo, era debido a que, además de ser su hijo, este mismo había especificado que no estaba interesado en liderar.

Y así era realmente, a Yoongi no le interesaba liderar a otras personas u manejar temas de manadas, a pesar de ser un alfa en verdad su león no estaba muy interesado en ello, compartiendo pensamiento con el humano en ello.

Pero parecía que el miedo de su padre a perder su posición con el tiempo era más grande, según sus intentos de echarlo de la manada con los compromisos arreglados.

—Te vas esta misma noche —ordenó con frialdad—. Y agradece que te estoy dejando llevarte tus cosas, adefesio —gruñó antes de cerrar la puerta.

Masajeando el puente de su nariz, Yoongi suspiro con cansancio.

¿A dónde mierda se suponía que iría ahora?

El alfa había intuido que tarde o temprano su padre lo echaría pero, realmente le hubiese gustado que fuera más tarde que nada.

Él era consciente de que había pequeñas manadas entre los humanos que vivían en las ciudades sin importarles si eran alfa, beta u omega, incluso el animal interior que eran.

Pero él no podía ir con ellos, se volvería loco si no dejaba constantemente a su león salir con regularidad, por lo que tendría que buscar un lugar en las manadas más grandes que vivían en pueblos cerca de la naturaleza y lejos de los humanos para no preocuparse por nada, no le quedaría de otra.

Bufando decidió que se preocuparía de ello después, primero tenía que agarrar sus cosas y guardarlas en su camioneta. No se sorprendería mucho si de pronto su padre apareciera con otros hombres para echarlo a patadas del pueblo realmente, sin darle la oportunidad de agarrar nada.

—El alfa Il-woon está hecho una furia —exclamó Jungkook entrando a la oficina, observando a su hermano mayor guardar unos papeles dentro de un maletín—. Uh... ¿Qué haces?

—Finalmente me echo —respondió guardando también su computador portátil antes de salir de su oficina.

—¡¿Qué hizo qué?! —grito siguiéndolo hasta su habitación.

—Ambos sabíamos que esto iba a suceder tarde o temprano, Jungkook —dijo sin dejar de moverse, sacando su maleta bajo la cama para guardar su ropa.

—¿Pero por qué te vas? —preguntó su hermano menor—. Eres un alfa, puedes desafiar a papá por la manada —dijo tal vez con algo de esperanza de que el otro león se quedara y peleara.

—Eso no servirá, Jungkook —pronunció soltando un bufido—. Razón uno, realmente no me interesa dirigir una manada. Y razón dos, aunque me quedara y peleara por ser el líder, no es como si quisiera serlo de unas personas homofóbicas —negó—. Porque ambos somos conscientes de que el alfa no es el único que tiene ese pensamiento sobre las parejas del mismo sexo —le recordó.

Eso era algo que Jungkook no podía negar. Su padre era un shifter alfa de mente cerrada que pensaba que las personas que estaban juntas y eran del mismo sexo estaban enfermas y se había encargado de propagar ese pensamiento en los demás.

Prácticamente tenía prohibido ese tipo de relaciones no solo por su desagrado personal, sino que debido a que un hombre con hombre, o mujer con otra mujer no podían procrear entre ellos a menos que uno fuera omega y otro alfa.

Y siendo que en los presentes tiempos era difícil que un shifter se presentara como omega, y que Il-woon permitiera a otro alfa en su manada, esa unión era más prohibida aún en la manada.

—Pero... ¿A dónde vas a ir? —preguntó ayudándolo a sacar su equipaje de la habitación y casa.

—Buscaré otra manada que viva cerca de un bosque o por lo menos que el pueblo esté lo bastante alejado de la ciudad para poder cambiar sin preocupación —contestó guardando sus cosas en su camioneta—. Como le daba solo una parte de mi dinero al alfa para ayudar con la manada, tengo algo ahorrado para sobrevivir e iniciar de nuevo.

Jungkook mordió su labio inferior—Sé que en otras manadas se maneja de forma diferente aquí, ¿pero en verdad crees que te permitan quedarte siendo un alfa tan fuerte como eres? —preguntó preocupado—. Porque a pesar de que insistas en que no estás interesado, sigues siendo fuerte.

—No lo sé, Jungkook —negó subiéndose a su camioneta—. Pero tengo que intentarlo, no iré a las grandes ciudades porque tengo que cambiar constantemente para que mi león esté tranquilo, sabes lo que ocurre sino cambio.

Jungkook se acercó a la puerta de la camioneta.

—Sé que papá pronto prohibirá que mantengamos contacto contigo, pero yo no quiero... Tarde o temprano intentará arreglarme un apareamiento fuera de la manada y me descubrirá a mí también —murmuro.

Yoongi arqueó una ceja, no sabía que su hermano menor compartía sus mismos gustos hacia los hombres.

—Te llevaría conmigo pero... No quiero dejar a mamá sola con él —negó.

Cho-rang era fiel a su esposo y líder, a pesar de las veces que este le había engañado descaradamente con otras leonas con la excusa de ser el alfa.

¿Su madre realmente amaba a su padre? No lo sabía.

Pero si sabía, que ella realmente los amaba y defendía con uñas y dientes si alguien tocaba a sus bebés, toda una mamá leona sin importar la edad de sus hijos.

—Mantén un ojo sobre ella, no creo que se tome muy bien la noticia de que el alfa Il-woon me echó cuando vuelva de visitar a los abuelos —pidió.

—Yo lo hago —prometió, y es que a pesar de que Jungkook era uno de esos pocos omegas, no era para nada sumiso en realidad—. ¿Y qué hago en el peor de los casos? —preguntó—. Ya sabes... Como que mamá se agarre finalmente con papá, ella es capaz de hacerlo.

—Agarras a mamá y te la llevas a la mierda —pronunció y realmente espero que no fuera así, pero su madre era impredecible cuando se trataba de sus cachorros—. Me mantendré en contacto contigo, te avisaré cuando encuentre un lugar seguro —prometió.

Jungkook asintió con su cabeza y se alejó permitiendo al alfa partir.

Observando por última vez por el espejo retrovisor a su hermano menor, Yoongi se alejó y condujo fuera del pueblo.

Estuvo sobre ruedas unas seis horas antes de que encontrara un pequeño hotel en la carretera, el cielo pronto se iba a oscurecer y él realmente necesitaba un buen descanso después de todo el drama que le armó su padre, por lo que el rubio se detuvo y pidió una habitación por unos días.

Le sorprendió que la presentación de su cuarto no fuera tan mala, lo que era considerable siendo que era un hotel pequeño en medio de la nada.

En la habitación había una cama lo suficientemente grande para él, un pequeño refrigerador en una esquina y una mesa con una silla a su lado, una ventana con cortinas que había visto mejores tiempo y un pequeño baño.

No había una cocina donde pudiera preparar sus comidas pero era suficiente por el momento.

Dejando en el suelo la mochila que había bajado junto a él, Yoongi se dejó caer sobre la cama y se quedó inmediatamente dormido.

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Yoongi despertó con un gruñido perezoso, el colchón de la cama no era precisamente uno de alta calidad si podía sentir los estúpidos resortes.

Su león gruño enojado, tampoco había descansado muy bien a causa de ello.

Restregando sus ojos, se sentó en la cama haciendo sonar sus huesos.

Observando a su alrededor hizo una mueca. Realmente no era su mejor opción pero era definitivamente mejor que nada.

Recordando que tenía que enviarle un correo a su jefe, Yoongi salió del departamento hacia su camioneta y bajo su maleta con su ropa junto a su otra mochila donde había guardado su computador portátil.

Volviendo a su habitación, el rubio sacó su computador en inmediatamente le envió un mensaje a su jefe sobre el nuevo diseño del edificio a la vez que le informaba de su repentina... Situación.

A decir verdad, la empresa para la que trabajaba le paga bastante bien por sus perfectos diseños, cosa que Il-woon nunca se molestó en entender mientras le diera cierta cantidad de dinero para ayudar con la manada.

Suerte que Yoongi nunca se molestó en explicarle cuánto ganaba realmente o le hubiese exigido más dinero.

Ni siquiera sabía a dónde iba ese dinero recaudado ya que, no veía ni una mejora en su pueblo... Ex pueblo y manada mejor dicho.

Cuando su estómago rugió demandando comida, el shifter terminó el mensaje y lo envió.

Con eso hecho, buscó un mapa en su computador marcando el lugar en el que estaba en ese momento.

Un pequeño pueblo llamado Busan apareció, estaba a solo media hora del hotel.

El lugar estaba apartado de las ciudades grandes y era un pueblo pequeño rodeado de naturaleza.

Podría apostar todo su dinero a que era habitada por los shifters a que por los humanos. Y aunque se podría equivocar, no lo creía realmente así.

No le vendría mal echarle un ojo al lugar, tenía que encontrar un lugar donde establecerse nuevamente, después de todo y por extraño que pareciera... Una parte de él le decía que era el lugar correcto.

Su estómago volvió a rugir y Yoongi arrugó su nariz.

—Supongo que también tendrán un lugar donde pueda comer ahí —pensó recordando que ni siquiera había comido algo el día anterior luego de marcharse de Daegu.

Levantándose, agarró un cambio de ropa para tomar una ducha rápida.

El viaje también le ayudaría a comprar algunos productos de aseo entre otras cosas. Su león amaba las duchas solamente porque eso significaba estar limpio.

Realmente esperaba, que este pueblo fuera habitado por shifters, y si era así, que le permitieran quedarse.