Capítulo 14🍁

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Jimin giró a la izquierda y seguido a la derecha, suspirando rodó sobre su estómago y colocó una almohada sobre su cabeza.

Pero no importaba lo que hiciera, simplemente no podía dormir.

Y no era solo por el hecho de que quería dormir entre los cálidos y fuertes brazos de su pareja, también era por un constante y casi exasperante chirrido que producía cierto objeto.

Ahora entendía a su hermano cuando él había descubierto que Yoongi era su pareja, ese sonido era irritable y apenas eran las cuatro de la mañana.

Refunfuñando, finalmente se quitó la almohada de su cabeza y se sentó sobre sus pies mientras observaba a su hermano en su forma animal correr animadamente dentro de su ruedita.

—Taehyung, quieres por favor dejar eso —gruño con el ceño fruncido—. Hay personas que intentan dormir, como yo por ejemplo, y pronto molestaras a los demás también —le recordó.

Pero como había pasado la vez anterior que se lo pidió, le ignoró para seguir corriendo.

—Lograrás que tu pareja entre para ver qué ocurre —advirtió y eso, pareció llamar la atención del pequeño erizo que finalmente bajo el ritmo hasta una suave caminata.

"Debí de haber dicho eso antes" refunfuño y volvió a caer contra el colchón, cerrando sus ojos.

Pero ahora que por fin había silencio, Jimin simplemente sabía que no iba a poder volver a quedarse dormido.

Quejándose, se dio media vuelta, recargando su espalda en el colchón y luego se sentó.

Estiró su mano y tomó sus lentes que estaban en la mesita de noche al lado de su cama. Encendiendo también la pequeña lámpara que había sobre la plana superficie, obtuvo una suave luz que no molestó a sus ojos.

—No puedo con todo esto, Jimin —dijo de forma casi exasperante su hermano.

Colocándose su pijama, Taehyung se dirigió a la cama de su hermano y se sentó en esta al lado de Jimin, subiendo las mantas para que también cubrieran su cuerpo.

—Mi pareja es un águila, un depredador. Tu pareja es un alfa que resulta ser el nuevo líder de esta manada. Y por si fuera poco, los tres idiotas Kim podrían o mejor dicho están detrás de ti porque eres la pareja de Yoongi y por esta misma razón los del pueblo comenzaron a tratarnos mal, peor que antes —dijo en resumen de todo lo que le había contado el omega—. Ah, y también es por eso que nos estamos quedando aquí —añadió.

—En resumen... Sí —asintió Jimin, entendiendo perfectamente los sentimientos de su hermano.

La única diferencia es que el miedo y los nervios habían disminuido una vez que el omega había decidido recargarse en su pareja para que este le sostuviera y consolara.

Si no fuera por Yoongi, Jimin estaría haciendo exactamente lo mismo que su hermano, o podría estar horneado para no pensar en nada.

—Pero sabes... —pronunció pensativo—. Creo que tú también podrías estar en peligro si eres la pareja de Hoseok, él es amigo de Yoongi y también quien redactó el contrato —recordó.

Ese motivo era suficiente para que los Kim lo hicieran de su objetivo también.

—Genial —gimió el pequeño alfa, con disgusto—. No sé cómo puedes estar tan tranquilo con todo esto —se quejó—. Y estar en esta casa rodeado de depredadores no me ayuda, por el contrario me pone más ansioso.

—Yoongi realmente me ha ayudado con todo esto —confesó Jimin—. No solo por sus palabras, sino que también por su presencia. Saber que puedo ir a su lado y quejarme o derrumbarme sabiendo que él me sostendrá y escuchará... Me calma a pesar de que esta no sea nuestra casa —dijo lo más honesto que pudo—. Tal vez... Deberías de darle una oportunidad a Hoseok...

—Es que no es justo —se volvió a quejar—. Tuviste días para acostumbrarte a la idea de que tu pareja era un depredador, él se tomó su tiempo —indicó.

—Que yo recuerde, Hoseok no ha vuelto a esta habitación desde esta tarde —le recordó—. Y es de madrugada ahora.

—Lo sé pero en este momento todo está explotando en mi mente. Quiero acercarme a él pero a la vez algo me pide huir de él —suspiro frustrado.

—Entiendo ese sentimiento —asintió Jimin—. Pero con el tiempo y cuidado, te juro que pasa, solo debes de darle una oportunidad y decirle al respecto... Hablarle de lo que sientes y esperar —aconsejó tomando su mano—. Sé que has sufrido más que yo con los abusos de Min-Jae, Tae... Pero por favor... No niegues esta oportunidad de ser amado y amar —rogó.

Desde que él decidió tomarla, podía decir que era más feliz y eso misma felicidad era la que deseaba para su hermano.

—Quiero... Pero tengo miedo —hizo un puchero—. ¿Cómo puedo hablar con él cuando le temo?

—Tienes que tener paciencia Tae —pronunció Jimin con cariño.

—La paciencia no es lo mío, lo sabes —refunfuño.

—Es la única forma en la que tu erizo se acostumbrara a tu pareja, porque a pesar del miedo, la curiosidad y la atracción sigue ahí —anuncio tirando de las mantas hacia atrás, paso sobre su hermano y se levantó de la cama.

—¿Qué haces? ¿A dónde vas? —pregunto curioso.

—Aún es demasiado temprano, iré por algo de leche y galletas para ver si recuperamos el sueño —respondió.

—¿Saldrás? —preguntó con temor—. ¿Con ellos ahí?

El pequeño omega blanqueó sus ojos.

—Todos deben de estar durmiendo a esta hora —resopló—. Y uno de ellos es mi pareja, otro un omega al igual que yo y el último tu pareja —le recordó—. Ya vuelvo —prometió con un bostezo.

Arrastrando sus pies descalzos por el suelo, Jimin salió lo más silencioso posible de su habitación y bajó las escaleras.

En la entrada de la cocina, se detuvo y contempló con sorpresa no sólo a su propia pareja, sino que también a la de su hermano.

—Ugh... ¿Acaso los despertamos? —preguntó culpable, dirigiéndose hacia su pareja.

—No puedo dormir —respondió Hoseok.

—Me es difícil dormir cuando sé que solo estás a unas puertas de distancia —respondió Yoongi, dejando un beso en su sien—. ¿Cómo lo lleva tu hermano?

—Igual que yo la primera vez que me enteré —se encoge de hombros—. Solo que para él es un poco más difícil —confesó.

—¿Por qué? —pregunto el shifter águila.

—Oh, no creo que sea de mí...

—Por favor, necesito saberlo... —interrumpió el hombre—. No soy un hombre suave como Yoongi, no sé cómo enfrentarlo.

—No es que yo sea suave, Hoseok —pronunció el alfa—. Solo tome tu mismo consejo y me tome el tiempo de conocer a Jimin, ahora que piense antes de hablar y si tenga un filtro en mi boca es otra cosa —aclaró.

—Pero ahí está la diferencia que me puede terminar alejando de él —señaló.

—Pero a pesar del miedo, Taehyung quiere conocerte —no pudo evitar decir Jimin, consiguiendo otra vez toda la atención del beta—. Sé perfectamente cómo se siente Tae, pero la única diferencia aquí es que mi hermano tampoco es un hombre de paciencia y así como quiere conocerte desesperadamente a pesar de que lo niegue, también quiere alejarse por miedo.

—Genial, eso nos deja donde mismo —resopló Hoseok, apenas aguantando el deseo de ir a la habitación del pequeño alfita.

—Sé que Taehyung sufrió más de lo que me dejó ver en manos de Min-Jae —reveló Jimin, alejándose para tomar algo de leche y galletas—. Es por eso que le cuesta confiar más pero... Si está dudando es porque realmente quiere darle una oportunidad a lo que puede haber entre ustedes.

—¿Dudando? —preguntó Yoongi, curioso.

—Cuando le dije que tú eras mi pareja me dio todos los peores escenarios posibles —explicó y observó Hoseok—. Pero desde lo que le dijiste en la tarde de ayer, no ha pensado en ninguno de esos.

—Entonces... —se levantó abruptamente, logrando que el pequeño omega se sobresaltara y fuera al lado de su pareja otra vez.

—No lo arruines y detente ahí —ordenó Yoongi rodeando con sus brazos a su pareja otra vez—. Empieza con algo fácil y escríbele una carta o llámalo por teléfono —pensó.

—No tengo su número —pronunció observando a Jimin otra vez.

—Por qué no mejor me das tu número y le damos la opción a Tae —propuso el pequeño castaño, no quería presionar a su hermano con nada.

—Es una mejor opción —pronunció Yoongi, tomando su teléfono móvil que había dejado sobre la mesa y se lo entregó a su pareja—. Dile que lo llame de ahí.

—Está bien —asintió guardándolo en el bolsillo de su pantalón pijama.

—Y vuelve a la cama ahora, estás temblando de frío —indicó con sus cejas levemente juntas—. ¿Esta casa no tiene calefacción o algo así? —pregunto observando al beta.

—No lo sé —respondió Hoseok encogiéndose de hombros—. ¿Por qué?

—Nosotros los erizos somos sensibles al frío —respondió Jimin tomado un vaso de leche y un plato con galletas.

Sin decir nada más, volvió a subir las escaleras y entró otra vez en su habitación.

—¿Por qué tardaste tanto? —pregunto el pequeño alfa con el ceño fruncido.

—Uhm, me encontré con mi pareja —respondió dejando ambas cosas en sus manos en la pequeña mesa al lado de la cama.

—Realmente ya estás bien cerca de él, ¿no? —susurro sorprendido.

—Estaría durmiendo con él si no supiera de lo ansioso que estás por no estar en nuestra casa —confesó y se sonrojó levemente, empujando sus lentes más arriba.

—No entiendo como tú no lo estás —señalo juntando sus cejas.

—Oh, pero lo estoy —asintió—. Solo que saber que Yoongi está aquí conmigo, ayuda bastante.

—Como que... Provoca que tu erizo sea más relajado —pensó.

—En cierta forma —aceptó—. Aún me pone nervioso y ansioso estar alrededor de Jungkook o tu pareja pero saber que Yoongi está a mi lado, me calma.

—Yo también quiero eso —murmuro Taehyung, sintiendo un poquito de envidia de lo confiado que se veía su hermano no solo por estar en una casa ajena, sino que también al hablar de su pareja.

—Entonces —sonrió sacando el teléfono de su bolsillo—. ¿Por qué no intentas hablar con Hoseok? Si lo llamas por teléfono no lo verás en persona.

Taehyung lo observó sin saber si debía de marcarle o no.

"Solo hazlo" pensó tomando el celular que le entregaba su hermano, recordando su conversación.

Respirando profundamente, marcó y llevó el celular contra su oído bajo los atentos ojos de su hermano.

—¿Y si está durmiendo? —recordó de pronto.

No lo estoy, bebé —respondió la sexy voz del beta.

Taehyung se congeló y su erizo se estremeció ante la profunda voz de Hoseok, no había nada de miedo, ya que no le estaba viendo de frente, pero eso no quería decir que no estuviera nervioso.

—Háblale —le susurro el pequeño omega.

—Yo... Y-yo... Te tengo miedo —chillo y llevó su mano libre contra su boca.

Lo sé, pero también entiendo por qué —respondió tranquilamente el contrario.

Y había algo en su tono, que lentamente influía su calma al pequeño alfa.

—No, no lo sabes —negó y sus ojos se encontraron con su hermano, no queriendo que escuchara todas las veces que en realidad Min-Jae con su amigo le había golpeado o como en realidad sus duras y crueles palabras le habían afectado y dolido más que sus golpes.

Porque sabía que era verdad.

Él realmente no servía como un alfa.

Como si comprendiera que en ese momento necesitaba espacio, Jimin observó a su hermano antes de salir de la habitación nuevamente.

Con sus desnudos pies caminando sobre el suelo, el pequeño cuerpo del omega temblaba en frío cuando entró en la habitación de su alfa. Dejando sus lentes en la pequeña mesa al lado de la cama se arrastró bajo las mantas.

Suspiro a gusto cuando sintió el aroma de su pareja no solo en las almohadas sino que también hasta en las mantas.

Cuando la puerta se abrió, Yoongi contempló el pequeño cuerpo en el centro de su cama y no tardó ni un segundo en cruzar su habitación y acurrucarse bajo las mantas también.

—¿Tienes mucho frío? —pregunto Yoongi mientras lo rodeaba con sus brazos.

Jimin negó antes de enterrar su rostro en el cuello de su alfa.

—Estoy mejor ahora —aseguró.

—Durmamos un poco entonces, pequeño —susurro definitivamente cayendo en el sueño ahora que su pareja estaba entre sus brazos, y Jimin estaba de igual forma.

Internamente deseando que su hermano pudiera llegar a un acuerdo con alguien tan atemorizante como lo era Hoseok.

O al menos así lo había encontrado el de las pocas veces que lo había visto.

Pero cuando hablaba de Taehyung... La expresión del beta cambiaba a una dulce y más amigable, se diera cuenta este o no.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro