13. Amistad Constructiva

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

HOLA LECTOREEES! Perdón por la demora😒🔫 culpen a las clases.
En fin, primero antes q todo, a medida que pase la historia se podrá explicar mejor la foto d arriba. Es la mejor foto de Alya que pude encontrar. Ahora si.
Disfruten.

*******************

Max le entregó a Kim una toalla mojada en agua fría. Este se la pasó por la cara, el calor estaba infernal.

- ¿Dónde está Nino? Este es el trabajo de ese idiota- se quejó el castaño de mal humor.

- Ya va a venir, talvez se complicó en el baño- ambos rieron.

- Al menos está bajo techo- resopló el otro. Entonces, sintió como algo se pegaba a la red.

- ¡Al fin! Max, trae al resto, parece ser uno de los grande- dijo mientras subía la red. El pelirrojo, Iván, Max, y el mitad rubio unieron sus fuerzas para subir a lo que Kim había pescado. Sin embargo, la criatura se movía demasiado.

- Es un poco difícil- suspiró Nathaniel. Cuando cayó en el barco, todos quedaron estupefactos al ver que, en realidad, trataba de una sirena.

Nathaniel se escondió detrás de Iván, que sacaba su daga.

- ¡Espera!- gritó la morena alzando sus manos intentando parar a su atacante.

- Para eso échenla al mar devuelta- habló Max.

- ¿Quieres que luego cante y nos ahogue?- vociferó el pelinegro alzando su arma para clavarla en la cabeza de la sirena, que solo usó sus brazos para protegerse. En cambio, una persona se le puso por delante, usando su espada para detener la muerte se la joven.

- ¿Qué rayos haces Nino?- preguntó Iván.

- Ya deja que la mate, una menos- se quejó Kim. La sirena alzó la mirada para observar a su salvador con agradecimiento.

- ¿Desde cuando tratan así a una dama?-

- Desde que se interponen en lo que queremos- respondió Iván. Nino le echó una ojeada a la sirena.

- Si la van a matar, primero me matan a mi- todos se pusieron a renegar hasta que el capitán apareció con la peliazul.

- ¿Qué esta pasando? ¿Y esa? ¿Cómo se trepó? - bombardió Adrien con sus preguntas.

- Creímos que era un gran pez, pero apareció esta sirenita en su lugar- Adrien la miró brevemente.

- ¿Qué haces a lado de ella Nino?-

- ¡La iban a matar! Se que casi todas nos hacen lo mismo, pero si ella hubiera querido ahogarnos, ya estaría cantando-

- Llévala al baño de tu cuarto. Acabamos de zarpar y no pienso quedarme más tiempo en este lugar- ordenó.

Pero la sirena estaba en otro mundo, observando a la azabache con detenimiento. Sus ojos de zafiros le resultaron familiares, igual que sus facciones en su nívea piel. Y Marinette comenzaba a sentir recelo por la intensa mirada de la sirena.

Nino se volteó para cargarla, pero antes se quedó deslumbrado por su belleza. Su cabello castaño con  extrañas puntas naranjas recorrían sus hombros, su piel morena tenía un aspecto etéreo al tacto, y sus ojos mieles emitían un brillo que combinaba con su cola naranja. Le sonrió con simpatía, y la llevó a su baño.

- ¿Cómo te llamas?- le preguntó mientras bajaba por las escaleras.

- Alya- respondió con voz de melodía.

- Un bello nombre para una bella dama- la morena rió.

- Eres muy caballeroso para ser un pirata. Gracias por ayudarme-

- No hay de que, y ellos son buenos chicos, pero ya sabes..el tema de las sirenas y lo demás- dijo entrando a su cuarto.

- ¿Entonces son una especie de piratas buenos?-

- Algo así- le respondió.

La dejó con suavidad en la tina de su baño y la llenó de agua.

- ¿Morirías si estuvieras lejos del agua?- Alya movió la cabeza.

- Algo así- ambos rieron. - Bueno, sí, digamos, como estoy en el barco con el océano debajo, puedo pasar semanas sin tocar el agua. Pero no puedo internarme mucho en tierra sin tener contacto con el mar- se explicó mientras la tina se llenaba.

- ¿Y no preferirías volver al mar? No creo que no hallas visto las redes-

- Lo hice a propósito. Necesito contarles de algo muy importante-

****

Adrien bajó donde estaban los suministros de comida, para tragar algo que hiciera que su barriga dejara de sonar.

- No entiendo porque esa sirena no se bajó cuando ya estaba libre. Sigo creyendo que nos quiere comer-

- No se ve mala. No creo que todas las sirenas sean malas- dijo Marinette pasándose una mano por el brazo.

- Como sea, que se vaya ahora, no pienso volver a la Voz del Mar- se fue del cuarto al no encontrar lo que le apetecía comer y subió a su camarote. La agarró de la mano a Marinette para que entrara con él.

- A- Adrien- tartamudeó con las mejillas pintadas de rojo. El rubio la pegó a la pared, con ambas manos a centímetros de su cara.

Se la quedó observando por un rato, como si buscara algo en lo más profundo de los hipnotizantes ojos de la azabache, que se hallaba confundida y nerviosa.

- Y-a ya para- lo separó poniendo sus manos en el pecho del joven adulto. Este las tomó más rudo de lo que pretendía y la jaló hacia él.

- ¿Qué acaso quieres alejarte de mi?- le preguntó. El rostro de la peliazul se estampó en el centro del pecho de Adrien. Este acercó su boca a su oreja.

- Eso ya es imposible- susurró, y la soltó. - Ahora vamos con Nino- dijo.

Marinette iba detrás de él.

¿Qué le pasa? ¡Está loco! ¿Qué pretende?* pensó aturdida.

Este hombre tiene serios problemas con su personalidad.*

Fueron hasta la habitación de Nino, y lo vieron en el baño con la sirena en la tina. Marinette se quedó parada en el umbral de la puerta, y Adrien se arrimó al lavamanos.

- Primero que todo, ¿tu nombre?-

- Alya- respondió enseñando su sonrisa. Adrien no se inmutó.

- ¿Lista para ser aventada por la borda?- preguntó juntando sus manos. Nino y Marinette se miraron entre sí.

- No me puedo ir aún. Necesito contarles de algo importante, por eso me colé en las redes de pesca-

- Entonces habla-

- ¿Tú eres el capitán?- el rubio asintió.

- Solo di lo que tengas que decir- entonó impaciente. Alya se estiró y se desató una alga que tenía atada a la parte inferior de su aleta, y por detrás sacó un rollo que estaba sujetado y nadie había visto.

- Encontré esto hace mucho tiempo en un arrecife lejos de mi hogar. Estaba en un coral, cubierto por conchas. Lo llevé a mi casa y descubrí que era un mapa muy importante. Es muy viejo, y he esperado a piratas como ustedes para entregárselos- dijo desenrollándolo.

- ¿Cómo es posible que no esté mojado?- inquirió la peliazul

- Tengo ciertos poderes para manejar eso-

- ¿A que llevan?- preguntó Adrien.

- A los miraculous. Supongo que su creador hizo el mapa- todos soltaron un jadeo de sorpresa excepto Adrien.

- ¿No eran un mito? ¿O una leyenda?- cuestionó la peliazul.

- No, si son reales. Este mapa lo prueba-

- ¿Qué son los miraculous?- Nino y Marinette lo miraron como a un idiota, y Alya se palmeó la frente.

- Eres el pirata más raro...-

- y estúpido- agregó Nino.

- que pueda existir en el mundo, no puedo creer que no sepas lo que son los miraculous- dijo la morena. Marinette soltó una risita y Adrien se cruzó de brazos.

- Entonces, sirenita sabelotodo, ¿qué son?-

- Son unas joyas poderosas que se crearon hace milenios. Unos son los pendientes de Ladybug que tienen el poder de la creación, el otro es el anillo de Chat Noir que otorga el poder de la destrucción- explicó Alya.

- Wow Adrien, además de no tener cerebro, no tienes imaginación para escoger un apodo, de verdad sabes robar todo- rió Nino. Adrien lo golpeó en el brazo.

- Y si sw usan ambas por la misma persona, aquella persona será como un dios- concluyó Marinette.

- Exacto, y, por lo que he escuchado de otras, Hawkmoth está en camino. Se encuentran en Nueva España. Sabe que es allí, pero no exactamente en que parte-

- Momento momento- interrumpió Adrien. - Eso está al otro lado de mundo-

- Ibamos a ir ahí- apuntó Nino.

- Pero lo reconsideré y no. No podemos arriesgarnos, el camino es muy largo, ¿quién sabe con que nos podemos encontrar?-

- Adrien, tenemos que ir allá, son los únicos en los que confio que no usarán los miraculous para destruir al mundo- dijo Alya.

- Vamos viejo, no seas cobarde-

- Esto no es ser cobarde Nino, es ser imprudente. Nunca nos hemos enfrentado a Hawkmoth, y cuando alguien lo hace no sale vivo como conmigo, ¿quieres morir?-

- A ver, silencio- interfirió Marinette. Miró a la morena.

- ¿Cuánto duraría el viaje?-

- Si nos topamos con alguna ayuda en el camino, pocos meses-

- Solo por unas miserables joyas-

- ¡Ya Adrien! ¡Esas joyas pueden determinar el exterminio del mundo!- exclamó Marinette con la cara roja. Todos callaron.

- ¿Debo recordarte quien es el capitán aquí? Tú no das las órdenes niña- la miró con superioridad.

- ¡Pueden dominar al mundo!-

- No me importa- Marinette infló los cachetes.

- ¿Saben qué? Hagan lo que quieran- dijo y salió a toda prisa del baño y del cuarto.

Nino lo miró frío a Adrien y lo golpeó.

- ¡Imbécil!-

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro