26. Liberados

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Marinette en la descripción
(con los aretes)
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Al entrar, nadaron por un largo tunel oscuro hasta que sus narices se toparon con un camino sin salida, casi. Arriba de ellos había un hueco lo suficientemente grande para que dos personas pasaran sin dificultad. Adrien emergió a la superficie y se sorprendió de encontrar tierra firme arriba de ellos. Aquel recorrido había sido como pasar por un tubo, solo se podía ir hacia adelante.

Salió del agua junto con Marinette y esta se puso el vestido que tenía atado a la cintura al recuperar su cuerpo humano. Caminaron hasta llegar a un espacio más abierto en aquella cueva. El agua les llegaba a los pies, y habían varias algas y conchas marinas que iluminaban la cueva por completo. Sin embargo, Marinette notó un gran brillo proveniente de un tumulto de rocas. Con ayuda de Adrien, las removió y sacó un cofre. Al abrirlo, solo estaban un par de aretes negros y un anillo deplata.

- ¿Qué es eso?- preguntó Adrien. La peliazul se encogió de hombros y cogió con delicadeza los aretes al mismo tiempo que el rubio tomaba el anillo. Un fuerte resplandor verde y carmesí los cegó por algunos segundos. Posterior a eso, vieron a dos criaturas volar frente a sus narices.

- ¡Por fin!- exclamó, lo que lucía como un gato diminuto, estirarse. - Estoy muerto de hambre-

Marinette gritó tan fuerte que Adrien creyó por un momento que estaba sufriendo algún dolor, pero al verla esconderse detrás suyo, solo se rió burlón.

- ¿Qué eres? No luces como algún genio de una lámpara-

- ¡Ja! Soy mucho más sorprendente que eso, soy Plagg-

- Yo soy Tikki- habló la criatura roja con una sonrisa. Se acercó a Marinette tratando de calmarla. - ¿Y tú?-

- Yo soy Adrien y ella...- la jaló a su lado- es Marinette-

- Nosotros somos kwamis, y ustedes parecen ser los escogidos para portar los miraculous. Nadie nunca podría haber visto el brillo provenir del cofre sin ser elegido-

- Alto alto, ¿miraculous? ¿Es decir que los encontramos?-

- No niño, nosotros los guiamos hacia nosotros, ¿Qué nos creen? ¿Seres comunes o...- Tikki lo calló de un golpe. - ¡Tikki! No nos vemos por 3000 años y me tratas así- la kwami roja le sonrió.

- No alces tu ego Plagg. Si han llegado hasta aquí es porque son los indicados. La última vez que tuvimos a nuestros portadores, lograron escondernos antes de caer en manos equivocadas. Mi prodigio son los aretes de Ladybug, que poseen el poder de la creación-

- Mi anillo es del gato negro, posee el poder de la destrucción. Una vez que lo uses, serás mi nuevo portador y será tu deber proteger el anillo hasta la muerte. Su responsabilidad es salvar al mundo del enemigo de la humanidad-

- Linda presentación- aplaudió el rubio. - Pero yo no sigo órdenes, ¿salvar al mundo? Yo le causo problemas al mundo-

- Mientras tengas buena comida no será un problema... ¡Auch Tikki!- gritó cuando ella lo volvió a golpear.

- Adrien, de haber tenido un corazón consumido por la maldad no estaríamos hablando. Debes destruir a Hawkmoth-

- ¿Hawkmoth? ¿Qué tiene ese infeliz que ver con todo esto?-

- Hawkmoth ha sido la causa de la muerte de los antiguos Ladybug y Chat Noir. - explicó Tikki lentamente. - Hace un tiempo atrás, el obtuvo uno de los tesoros más prestigiosos del mundo. Mató a todos los maestros protectores de los miraculous y robó pergaminos sagrados sobre como ganar el poder de la inmortalidad si lograba poseer ambos miraculous y volverse sorprendente como una deidad. Después, mató a la reina de las sirenas y al volver su corazón en una infusión y beberla, logró extender su vida por varios siglos. Aún no llega a nosotros, pero si lo logra, ganará la inmortalidad y cometerá atrocidades en este mundo-

- Que terrible- murmuró la peliazul acercándose a Tikki.

- Espero estar muerto cuando eso suceda- respondió el joven pirata.

- ¡Adrien!- lo regañó Marinette. - Nosotros debemos impedir que eso suceda- dijo poniéndose los aretes.

- Hace 5 segundos te estabas escondiendo detrás mío. Además, soy un pirata, no un héroe, no salvo al mundo. Si no cumplo con sus expectativas, busquen a otro- dijo devolviéndole el anillo a Plagg.

- Al parecer nos equivocamos con él- dijo Plagg con una pizca de decepción.

- Yo los usaré- dijó Marinette con convicción. Se los puso y le pasó el anillo.

- Tu turno. No seas cobarde Adrien, no es tan difícil- dijo sonriente.

- No es eso princesa, simplemente no soy un tipo bueno-

- Solo póntelo para cuidarlo, de modo que si alguien logra entrar no hallará nada-

- Según nuestros amiguitios aquí, solo personas específicas pueden entrar- dijo con las manos en la cintura.

Y justo después de que Adrien callara, una risa maligna hizo eco en todo el lugar. Tikki y Plagg se acercaron a ambos jóvenes y Adrien puso una mano en el pomo de su espada. Detras del muro de piedra que estaba en el centro de la cueva, salió Hawkmoth portando una sonrisa de oreja a oreja. Marinette retrocedió hasta estar un paso detrás del rubio, quien cambió su expresión por una de desagrado.

- Tú... ¿qué haces aquí?- preguntó fríamente.

- Vaya vaya, es la primera vez que veo tu rostro completo Chat Noir, o debería llamarte Adrien- rió a carcajadas.

- No me llames así. ¿Cómo entraste?-

- Eso te lo debo a ti, gracias por dejar la puerta abierta para mi. A ti y a esta hermosa señorita, ¿cuyo nombre será?- preguntó mirándola.

- Eso no es de tu incumbencia- respondió el ojiverde desenvainando su espada.

- Estoy seguro de que no te conviene hacer eso- chasqueó los dedos y en segundos, sutripulación se salió y rodeó todo el área. Marinette, sin despegarse de Adrien, miró a los lados buscando una salida.

- ¡Que cobarde! ¿Te da miedo pelear solo contra mi?-

- Creo que ya pasamos por eso una vez y quedaste muy mal. Puedo vencerte cuando sea, pero he esperado demasiado tiempo para esos miraculous. Si me los entregas ahora mismo, tú y tu novia tendrán una muerte rápida y sin dolor- Adrien apretó la empuñadura.

- Te mataré antes de que llegues a ponerle un dedo encima- de respuesta obtuvo una risa.

- Es mi tripulación entera contra un miserable pirata y una niña-

- ¡No soy una niña!- gritó furiosa Marinette. Tanto Adrien como el resto de expectadores allí pesentes la miraron como a una extraña.

- Tonta, no es momento para eso- dijo Adrien a lo que la peliazul sonrió apenada.

- Mátenlos- ordenó Hawkmoth. Al momento en que su tripulación corrió hacia la pareja, otros gritos se escucharon provenientes de la entrada de la cueva. Nino, con Alya detrás, dió la orden para atacar a los rivales de su capitán. Marinette y Adrien sonrieron aliviados de verlos.

- ¿Qué pasó con ustedes?- dijo al tener a Nino a sus espaldas luchando contra los demás piratas.

- Una larga historia, pero me alegro de haber llegado a tiempo- dijo haciéndolo sonreír.

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- ¡Huyan y esperen afuera!- gritó Nathaniel antes de mezclarse con el resto de espadas y hombres.

- Ya lo oíste- habló Alya. - Me alegra tanto de que estés bien. Igual Adrien-

- Lo mismo, pero qué les pasó... ¡Cuidado!- alertó Marinette al tiempo en que sacaba su puñal y bloqueó el ataque del pirata delante de ellas.

- Que increíble fuerza tienes- dijo el sujeto retirando su espada. Marinette cayó al suelo cansada. Jamás había practicado eso con Adrien. - ¿No te gustaría venir conmigo hermosa?- dijo agachándose a su altura y tocando su mejilla. Se alejó de un gritó al sentir el dolor en su cara.

- ¡Aléjate de ella Copycat!- gritó Alya tras aruñarle la mejilla del pirata.

- Maldita- gruñó este por lo bajo. La morena corrió con una velocidad anormal y atravesó su brazo por el pecho del hombre. El llamado Copycat cayó al suelo tratando de respirar, cubriendo su herida. Marinette se levantó aún estupefacta por lo que vió.

- He vivido mucho tiempo, de modo que me he aprendido todos los nombres de la tripulación de Hawkmoth- dijo limpiándose la sangre en uno de los pequeños arroyos que poseía la cueva. Sus garras lentamente iban desapareciendo. Marinette miró a sus espaldas.

- Hay que ayudarlos- murmuró. Tikki salió de uno de los bolsillos de su vestido.

- ¿Quieres hacerlo? Entrégale el anillo a Adrien y di 'puntos fuera'- le habló. Alya miró con asombro a la kwami.

- ¿Puntos fuera?- dijo y una luz la cegó. Al terminar la conmoción vió su vestimenta completamente cambiada. Al estirarse, notó que de su mano tiraba una cuerda unida a un objeto redondo.

- Que asombroso- dijo Alya.

- ¿Qué me pasó?-

- Debe ser la transformación, no hay tiempo que perder, vamos- dijo Alya. Marinette investigó todas las armas que portaba su traje. Llevaba otro puñal en una funda de cuero que llevaba en la cintura. Pondría en práctica lo que hubiese aprendido.

- ¿Qué es esto?- dijo por lo bajo mirando al yoyo. No tuvo mucho tiempo para pensar cuando Darkblade (lo conocía ya que provenía de París y habían historias sobre él) le apuntó con su espada.

La joven azabache lanzó instintivamente el yoyo y este dió vueltas alrededor de él y terminó atándolo. Reunió fuerzas y Marinette lo alzó por los aires antes de lanzarlo a donde una muchedumbre de piratas atacaban a Kim y Max.

Ellos y los que los rodeaban voltearon a su dirección. Ella corrió hacia Adrien, apartando a quien se le cruzara con el yoyo.

- ¡Adrien!- gritó a sus espaldas. Vió a Hawkmoth a varios metros delante de ellos con solo una herida en el hombro. Luego volteó al rubio. Su camisa blanca estaba manchada de sangre por donde estaba su costilla, y había un corte en su pantalón a lo largo de su pierna.

- ¿Qué te pasó?-

- Ponte el anillo ahora- dijo dándoselo en la mano.

- No lo har...-

- ¡Hazlo ahora!- gritó. Con el rabillo de su ojo vió a Hawkmoth acercárseles.

Alzó su puñal bloqueando la apuñalada que le esperaba y lo pateó en el estómago. Le lanzó su arma y el viejo lo esquivó con facilidad, pero no logró apartarse a tiempo para la apuñalada que Marinette le dió en su costado. Se lo clavó lo más profundo que puso y lo sacó.

- Niña estúpida- rió agarrándole el brazo y asestándole un golpe. Se arrancó una manga para amarrarla y tratar de detener el sangrado. Marinette cerró los ojos antes de que le clavara su espada, sin embargo, otra se lo impidió.

Al abrirlos vió a Adrien en nuevas ropas peleando aún más fuerte con el viejo pirata que se había debilitado con el corte que le había dado. Se preguntó si los miraculous les otorgaban una fuerza descomunal.

"Usa el poder especial." Una voz en su cabeza le hizo recordar.

- ¡Lucky charm!- gritó lanzando el yoyo en los aires. Una flecha apareció y la agarró en sus manos.

- ¿Qué se supone que hago con esto?- miró a los lados y vió como Adrien, Hawkmoth y los muros de la cueva se iluminaban en rojo y negro. Sonrió.

- Diles a todos que salgan de aquí y luego activa tu poder- le dijo a Chat Noir.

- No te dejaré sola con él-

- Hazlo rápido- dijo. Se volteó a Hawkmoth y trató de atarlo varias veces con el yoyo.

- Ya he peleado con una Ladybug antes, no lograrás vencerme- dijo y agarró el hilo y la acercó a Marinette. Ella clavó la flecha profundamente en el suelo junto con la ropa de Hawkmoth.

- Ya lo hice- respondió y corrió lejos. - ¡Ahora!- gritó mirando a Chat que tocó la pared de la cueva con su cataclismo y salió junto con Marinette, que selló la entrada con Adrien.

Los piratas restantes de Hawkmoth buscaban desesperadamente una salida en lugar de ayudar a su capitán. Todo se movía como si de un terremoto se tratase y no pasó mucho hasta que la cueva terminó por destruirse.

La pareja estaba lo suficientemente lejos para no recibir el impacto del derrumbamiento de aquel lugar. Al salir a la superficie ambos notaron que la cola de sirena de Marinette ya no era de un rosado claro sino roja con puntos negros como la capa que llevaba puesto minutos atrás.

Metros más adelante, el barco junto con su tripulación les esperaba.

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