8. Efectos

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Sin cambiarse la pijama ni ponerse nada encima, Marinette subió a la cubierta en plena noche. El frío la abrazó, junto con el aire mezclado con el olor del mar.

A pesar de la temperatura, no hizo esfuerzo alguno para calentarse. Las olas se movían bruscamente en el océano, pero no con tanta fuerza para volcar un barco. Sus pies descalzos caminaron por la gélida madera. Su pijama le llegaba hasta poco después de las rodillas, y las mangas hasta los codos.

Se arrimó en un borde y apoyó sus manos en el filo. La oscuridad absoluta dominaba todo el lugar, y no había indicios de que amanecería pronto, sin embargo, no le importó.

Sus pensamientos no la dejaban dormir y tuvo la intuición de estar parada en ese lugar. Inició tarareando una alegre melodía. No tenía idea de como se la sabía, pero una sensación en su interior le informaba que debió haberla escuchado hace muchos años.

Alzó la voz en el tarareo, y, para sorpresa, entonó algunas palabras de aquel ritmo.

- ... siempre ... paz- murmuraba.

Cerró los ojos un momento. El barco se tambaleó, pero no los abrió.

- de quedarse...- susurró.

- Marinette- pronunció una voz a unos metros de ella.

Con pesadez, abrió sus ojos zafiros y clavó la vista en el rubio que estaba a un lado de las escaleras para abajo. Ella no le respondió, de pronto se sentía cansada.

- ¿Qué haces aquí afuera a esta hora?- interrogó acercándose lentamente. Andaba con un tipo de chaleco, unos pantalones de lo que creyó que era su pijama y el pelo alborotado, muy tierno.

- No sé- un inaudible sonido salió de sus labios.

- Estás temblando- dijo frunciendo el ceño. Al estar a su lado, vió que la azabache tenía los labios morados. Al tocarle el brazo, sintió frío. Se quitó su chaleco, sin importarle de quedarse sin nada más que los pantalones, y se lo puso alrededor del cuerpo de la peliazul.

La cargó en sus brazos, reposando su cabeza en el hombro de él, y bajó hasta el cuarto de la chica. Cuando la dejó en su cama, ella ya estaba dormida, así que le dejó el chaleco y la arropó, para volver a recobrar el sueño en su camarote.

A la mañana siguiente, posterior a desayunar, se encontró con la muchacha en las escaleras. Ella llevaba un fuerte sonrojo en sus mejillas.

- Gracias- dijo. Él sonrió pícaro.

Subió a la cubierta. Tras horas de dejar el rumbo fijado, se quedó sentado en la proa del barco. Su momento de ataraxia lo llenó de recuerdos lejanos y risas sordas, que solo el experimentó.

Su serenidad continuaba hasta que escuchó el sonido más hermoso que pudiera existir en el planeta.

Curioso, bajó al último piso. Vió a todos sus amigos dormidos en el camino. El sonido llegaba hasta la habitación de la peliazul. Abrió la puerta sin hacer ruido y la vió tararear la misma canción de la noche pasada.

Jamás imaginó que su voz fuera tan encantadora, y ella no se había dado cuenta que él la observaba, lo que lo hizo reír, pero en voz baja.

Marinette tarareaba la canción dulcemente mientras cosía. Se le notaba concentrada, y él se intrigó más cuando formuló las palabras.

- Mas deseo, disfrutar
de un acompañante vivaz
que solo él sea capaz
de quedarse.. conmigo en la eternidad-

Sintiendo su presencia, la peliazul soltó un jadeo de sorpresa al verlo parado con una sonrisa en su cara.

Él agitó la cabeza al analizar que fue descubierto.

- Lo siento- casi nunca ofrecía disculpas. - Es que cantas muy lindo- quiso atravesarse con una espada. Ella sonrió tímida.

- Gracias-

- ¿Dónde aprendiste esa canción?- ella se quedó callada un largo momento, hasta que se encogió de brazos.

- La verdad es que no lo sé. Nunca la había escuchado pero algo me dice que si. Es raro de explicar porque me sale la melodía sin pensarla. No sé como me sé esa canción- contestó.

Como Adrien no entendió nada de lo que dijo Marinette, decidió ignorarlo. Se dió la vuelta para salir pero se detuvo. No se quería ir mas le daba vergüenza inconfesable quedarse.

Se tiró en la cama y se acostó, a lo que la peliazul respondió con un brinco de susto. Se lo quedó mirando. No obstante, el rubio dejó sus ojos cerrados. Volvió al trabajo y, sin abrir los ojos, Adrien le habló.

- ¿Qué coses?-

- Tu chaleco. Ayer, al despertar, vi que tenía un hueco por la espalda y..lo estoy arreglando- murmuró al final. Se quedaron varios minutos en silencio. Para Marinette un poco incómodo y desesperante, para Adrien, normal.

La azabache no se podía concentrar con la presencia del joven capitán a pocos metros de ella. No sabía si la estaba viendo o si se había dormido. Pero no se atrevía a darse la vuelta, porque le cogería el bochorno absoluto.

Pasaron pocas horas en ese misno sitio, solo que la peliazul no estaba cosiendo, sino que dibujaba en un viejo cuaderno que había traído con ella.

Las líneas se trazaban delicadamente, mientras que el resto del diseño lo pasaba de su mente al papel. En su mundo todo estaba tranquilo, hasta que sintió la respiración del rubio en su mejilla.

Soltó un pequeño grito que retumbó en la oreja del rubio. Este se cayó de la cama de manera brutal.

- ¡Dios mío! ¡Lo siento! ¿estás bien?- Adrien se levantó.

- Todo bien, gracias por gritar- contestó con una sonrisa burlona. Marinette enrojeció.

- Perdón, pero he terminado tu chaleco- dijo mostrándoselo. Adrien se lo puso dándole las gracias, y ambos salieron de la calurosa habitación a la cubierta.

Adrien lanzó el ancla con ayuda de Kim, mientras que Marinette subía hasta quedarse en la cofa, mirando embobada el arrebol del atardecer. Su desasogada mente se nubló por un momento. Notó que Nino estaba frente a ella.

- ¿Qué?- preguntó tajante al no oírlo la primera vez. Este la miraba con los ojos como platos.

- Se acerca otro barco Marinette- ella lo miró escéptica sin responder.

- Mejor quédate aquí y no bajes- le sugirió, no quería que saliera lastimada.

El moreno se deslizó por la cuerda hasta tocar la madera, y corrió a avisar a la tripulación mientras el barco se acercaba a la distancia.

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Espero que les haya gustado  gracias por su apoyo, sus votos y sus comentarios q me dan ánimos d continuar lo más pronto posible.💖💖

Prepárense para la llegada del nuevo integrante y para nuevas rebelaciones que no mencionaré, les he hecho mucho spoiler😈

Sin más q decir nos vemos en el prox. cap.

Miraculousteen

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