Parte II

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Parte II:

Volvieron, sanos y salvos pero expresiones que iban desde el terror, asombro, entre otras emociones que eran imposible de describir. Mientras que Averell temblaba como una hoja después de lo vivido en aquellos bosques con esos sujetos encapuchados, éste yacía abrazado a su hermano mayor, Joe Dalton, hallándose pálido mientras que Jack y William trataban de procesar todo lo ocurrido, sumando a que los dos recién llegados, el chico de cabello negro y la "Maid" peli celeste, habían cerrado el "Portal" y miraban a los cuatro hermanos de la Penitenciaría de Nevada, quienes trataban de enfrentar lo vivido con palabras y hechos, no como si fuera una especie de Fantasía o "Cuento de Hadas". Joe, aún aferrado al abrazo que Averell, su hermano menor, le estaba dando, trató de recuperar el control de la situación, a pesar de que lo ocurrido tuvo lugar unos pocos minutos antes y todavía seguía fresco, presente en las mentes de todos ellos. 

- Ok, ok.- Rompió el silencio de "Misa" que se había formado allí, caminando de un lado al otro, viendo a Jack y William que conversaban entre ellos.

- ¿Viste a ese tipo?. El de la Daga. Ese infeliz casi mata a Joe.- Recordó el hermano del medio que calmaba al mayor de sus ataques de Ira.-

- Ni me lo recuerdes. Menos mal que actuamos a tiempo. ¿Quién sabe lo que podría haberle pasado a Joe y Averell si tardábamos uno segundo más?.- Alegó William, quien tomaba asiento en su cama.-

- Oigan, chicos.- Intervino Joe y llamando la atención de todos ellos, éstos le dirigieron la mirada.- Yo sé que estamos pasando por un momento de muchas preguntas pero...- En ese momento, llevando sus manos hasta el mentón, se quedó pensativo y de ahí obtuvo lo que buscaba.- Creo que deberíamos preguntarles al chico de cabello negro y a la "Maid" que nos ayudaron.

- Y precisamente por eso queríamos hablarles.- Señaló la peli celeste, levantándose de donde estaba y miraba a los presentes.

- Señorita, antes que nada, mis respetos por haber ayudado a mis hermanos Joe y Averell.- Dijo William con un tono de respeto hacia la joven. Caminó hasta ella, quien se le quedó mirando bajo esa expresión suya, tan fría y sin palabras que afloraran en su interior, solo una "Máscara Pétrea" que reflejaba lo que significaba el no haberla escuchado tanto a ella como al chico. Su "Estrella del Alba" seguía en su poder, todavía empapada de sangre enemiga y el mismo piso era "testigo" de lo ocurrido. En un momento dado, Joe se detuvo, en un intento por hablar con ella pero la citada no emitía ni un solo sonido hasta ese momento.- Oye.- Se giró el muchacho peli negro.- Antes ella había hablado, yo la escuché, ¿qué pasa ahora?.- Quiso saber, serio con respecto ante aquel punto.

- Joe, espera.- Intercedió William, poniéndose de pie.

- No.- Le detuvo el joven de cabello negro, poniendo una mano en el hermano culto e intelectual de los Dalton.- 

- Vaya, ¿con que ahora hablas?. Si tu novia es muda, entonces deberías enseñarme el "Lenguaje de Señas".- "Aconsejó" Joe en ese momento pero, de golpe, volvió a oír el tintineo metálico de la Estrella del Alba" que la chica peli celeste llevaba consigo, dirigiéndole a él una mirada de pura frialdad.

- No soy ninguna sorda muda, para empezar.- Rompió ella el silencio y esa voz, aquellas palabras, tan gélidas que penetraron los oídos del hermano mayor de los Dalton.- Y en segundo lugar, no me lo agradezca, únicamente, a mí y a Subaru, sino también a sus dos hermanos, aquellos que se llaman William y Jack.- Añadió, apuntando, todavía con su mano derecha, la misma que empuñaba la "Estrella del Alba", oyéndose el sonido de la cadena que sostenía aquella bola arrojadiza. Joe la escuchó, sintió un nudo en el estómago que le impedía poder expresarse con claridad pero todo parecía calmarse cuando oyeron la risa del joven peli negro.

- Tranquilo, ¿sí?.- Llevó la calma, caminando hacia él y de ahí se quedó mirándolo fijamente. Se detuvo, en un momento, ante Joe y con ello respiró hondo.- Nosotros vinimos a hablar con ustedes.

- Explícate.- Pidió Jack sobre lo que dijo el peli negro.- ¿Quiénes son ustedes dos?. Creo que no escuché sus nombres.

- Con gusto.- Habló la "Maid" peli celeste.- Mi nombre es Rem, soy una Sirvienta de la "Mansión Mathers" y novia de Subaru-kun.- Se presentó ella con educación en su voz, guardando su "Estrella del Alba" y tras hacer una leve inclinación, pasó a mirar a su pareja.

- Como ella dijo, yo soy Natsuki Subaru, novio de Rem y Caballero de Emilia-tan, Futura Reina de Lugunica, el Mundo que ustedes han visto.- Añadió el peli negro ante los presentes, quienes se miraron entre sí.

El primero en levantar una ceja fue Joe, quien alzó sus manos en el aire, en un intento por querer descubrir la verdad de todo el asunto.

- Mira, chico, te voy a ser sincero y yo no quiero ser brusco contigo: Pero menudo cuento de hadas nos has relatado. Un Reino con una Princesa. ¿Qué sigue? ¿Que esos tipos eran bandidos?. Los que nos atacaron.- Cuestionó el hermano mayor de los Dalton.

- No son bandidos.- Respondió Rem.- Sino algo peor.

- ¿Qué son?.- Preguntó Averell.- 

- Cultistas.- Rompió William el silencio, sosteniendo uno de sus libros, en especial uno que relataba sobre las antiguas creencias y Cultos del Paganismo. Subaru señaló al intelectual de los cuatro, dando a entender que él había entendido el significado de esa palabra dada.

- Explícate, William, que esto no es de mi campo.- Pidió Joe, tomando asiento en su cama. A su lado estaba Averell, quien se había recuperado de lo ocurrido, aquel susto que se había pegado y encima de todo se encontraban las dudas acerca de lo vivido. Respiró hondo, trató de comprender el contexto en el que estaba y más al ver los rostros de Jack y William, en especial éste último, quien se lo veía muy serio, sosteniendo su libro, hablándole en voz a Averell, estando cerca de Joe y el menor de los Dalton, señalándole, en el camino más simple y tranquilo, todo el contexto de lo significaba esa palabra.

- Los Cultos a los Dioses siempre han existido. Siempre. También a los Ancestros, lo practicaban mucho las primeras civilizaciones y se ha expandido hasta las culturas de América Hispana, sobre todo México, con el "Día de los Muertos" que se celebra cada 1* y 2 de Noviembre. Los Romanos también tenían el Culto a los Dioses, como los Griegos, pero, durante la Era Imperial, sobre todo en el reinado de la Dinastía Julio-Claudia, bajo el gobierno del Emperador Nerón, un Culto a él, donde se lo veneraba como un Dios, aunque ya venía desde Augusto y que después de morir, los Emperadores eran Deificados. Esto se continuó hasta la llegada de Constantino I El Grande, aunque él, antes de morir, fue bautizado pero se continuó con esta práctica hasta el Siglo IV D.C cuando el Emperador Teodosio I El Grande decreta el "Edicto de Tesalónica", donde se instala el Cristianismo como religión oficial del Imperio, poniendo fin al Paganismo.- Le hablaba el intelectual en voz baja al menor, siendo oído por Subaru y Rem.

- Es usted un hombre muy culto e inteligente, a pesar de ser un forajido, William Dalton.- Habló la Maid de cabello celeste.

- Gracias, hay que entretener la mente, desde hace un montón y más cuando te encuentras prisionero, cumpliendo una condenada bastante larga.- Alegó el peli negro de bigotes, como sus hermanos, con ese tono tranquilo que tenía.- Pero que ustedes dos, salvo por Subaru, su novia no es de este Mundo, sino que, más bien, pertenece a ese Reino que han mencionado anteriormente, ¿o estoy equivocado?.- Preguntó pero Rem negó con la cabeza.

- En lo absoluto: Estás 100% en lo correcto y por ello hay algo sumamente importante para lo que hemos venido a hablar con ustedes.- Respondió la chica "Maid".- Algo que puede cambiar todo lo que conocen y que, para ello, debemos estar preparados.

- ¿Qué quieres decir?. Ni que se estuviera viniendo una guerra.- Le cuestionó Joe pero todo el lugar quedó sumido en el silencio más absoluto.- Esperen: ¿Qué pasa? ¿Por qué se callaron?.-

Ninguno de los dos dijo una sola palabra proveniente de sus labios y aquello parecía ser una muestra de lo que significaban las situaciones y las coincidencias. Rem fue la primera en caminar hasta el Centro de aquella celda y habló con los presentes.

- Ustedes han sido testigos de, apenas, una pequeña parte de lo que nos estamos enfrentando: No se piensen que por haber combatido a unos Cultistas las cosas van a cambiar.- Señaló la chica peli celeste con seriedad ante los presentes, quienes alzaron una ceja.

- Explíquese, Señorita Rem.- Pidió Jack, hallándose apoyado contra una de las paredes que da contra la pared.

- Con gusto.- Aceptó ella y de ahí se unió Subaru a su lado.- Hay un peligro que nos amenaza a todos. No solo al Reino de Lugunica, sino a todos los otros Mundos: El suyo, el nuestro, el de muchos otros y para ello hemos venido hasta aquí para buscar Aliados.- Resaltó la chica, mientras que empezaban a contarles todo lo prometido.

[Hubo un cambio de planes y este fic tendrá tres partes. El Viernes de esta semana comienzo a escribirlo. 

Nos estamos viendo, Camaradas. Buen inicio de día Martes de mi parte.].






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