Madisson se encogió molesta por el fuerte silbato que estaba sonando por todo el campo, dejándola con un dolor de cabeza aún mayor al que ya tenía, teniendo en cuanta que ya había tenido que aguantar el sonido del timbre durante todo el día. Algo que posiblemente no hubiera pasado si no hubiera intentado usar su súper audición para escuchar a Scott durante los momentos que estaba alejado de ella, aunque los timbres escolares siempre dejaban a todos con dolor de cabeza, y Madisson nunca le habían soportado los sonidos fuertes. Mientras caminaba por las gradas buscando un sitio, ojos marrones estaban fijos en Stiles y Scott escuchando la conversación que los dos estaban teniendo, los cuales estaban rezagados en el campo de Lacrosse, en el banquillo.

—Pero si juegas no tendré a nadie con quien hablar con en el banquillo. ¿De verdad le vas a hacer eso a tu mejor amigo? —pudo escuchar Madisson decirle a Stiles.

—No puedo volver a sentarme. Toda la vida está sentada al margen. Esta temporada estoy en primera línea.

—Madisson, por fin te encuentro. —la voz de Allison a todo volumen en su oído hizo que la nombrada se sobresaltara y se girara a mirarla. —Lydia esta es Madisson, la chica que te he mencionado que estaba buscando.

Los ojos de la licantropa rápidamente pasaron a la fémina que estaba al lado de Allisson, que sin duda llamaba la atención desde el primer momento, con su pelo de un intenso rojo cobrizo, que caían en cascadas onduladas hasta la mitad de su espalda, capturando la luz de manera que parecían arder con un brillo propio. Tenía unos ojos verdes que brillaban como esmeraldas, profundos y expresivos, parecían capaces de ver más allá de las apariencias, siempre evaluando, siempre analizando. Lydia tenía una figura esbelta y atlética, con un porte elegante y recta, emanando una seguridad que casi intimidaba a Madisson, y eso que era bastante difícil hacerla sentir intimidada, aunque la manera en la que sus ojos la estaban analizando la hacían sentir bastante cohibida.

—Madisson esta es Lydia, la he conocido mientras estaba esperándote.

—Encantada, Lydia.

—Lo mismo digo, —respondió la nombrada en un tono algo neutro antes de señalar la chaqueta de Madisson. —Esa chaqueta es increíble, pero con esa camisa...—y con eso arrugo un poco la nariz dando a entender que era una mala combinación.

—Ya, bueno, no dormí mucho anoche con el cambio de hora, —se justificó Madisson, aunque no siquiera sabia el porqué se justificaba por ir como le daba la gana. —Simplemente pillé lo primero que vi, no tenía muchas ganas de venir.

Allison debió haber notado la tensión que se había formado entre la rubia y la pelirroja, casi se podía cortar el aire con un cuchillo, así que rápidamente intervino para tratar de romper aquel momento, llamando a Lydia y señalándole a Scott, preguntándole quien era. Madisson estaba segurísima que Lydia era la chica más popular, así que una de dos; o sabía todo sobre Scott o no sabía de su existencia, y realmente estaba cruzando los dedos para que fuera la primera.

—¿Él? No estoy seguro de quién es. —Respondió Lydia mientras miraba a Scott con el rostro pensante antes de volver a mirar a Allison, teniendo ahora una mirada curiosa. —¿Por qué?

—Está en mi clase de inglés.

Madisson decidió no decir nada mientras miraba al campo, se dio cuenta de que Scott levanto a la vista cuando Allison pregunto sobre él, parecía sorprendido mientras miraba a la castaña, empezó a pensar que el chico debería de ser o muy poco indiscreto o un recién mordido, porque de otra manera no podía entender sus reacciones.

El silbato volvió a sonar, esta vez fue Madisson quien se estremeció si no que fue Scott, y la rubia realmente sabia lo que debió haber dolido eso, lo sabía bien, era una de las cosas más dolorosas que te podían pasar. Uno de los jugadores más grandes carga hacia adelante, lanzando el balón hacia la portería, y como Scott aún estaba conmocionado, la pelota le dio de lleno en el casco y entra en la red. Madisson hizo una mueca cuando el equipo de río al igual que el entrenador, aquello no le gusto, que usaran a una persona simplemente para animar al equipo, le parecía una forma de bullying.

—Deja la mente en blanco, solo deja que fluya, Scott. —Murmuró la licántropa de manera alentadora.

Supo que Scott realmente la había escuchado en el momento que se incorporó y adopto una postura más relajada pero confiada a la vez, sus ojos mirando al frente, totalmente preparado para cuando el silbato volvió a sonar. Otro jugador lanza directamente la pelota a la portería, y esta vez Scott se mueve sorprendentemente rápido, una reacción casi instantánea, agarrando la pelota, dejando a todos bastante sorprendidos, mientras que Madisson esbozo una pequeña sonrisa orgullosa. Cuando el siguiente jugador realiza el tiro, Scott vuelve a atrapar la pelota, y luego otra vez y otra vez. Dejando a los jugadores más sorprendidos y deprimidos, y aun entrenador totalmente asombrado.

—Parece que es bastante bueno. —comento Allison sonriendo suavemente con admiración, a lo que Madisson automáticamente asintió orgullosa.

—Bastante bueno, sí. —Murmuró Lydia mantiene su mirada fija en Scott.

Madisson vio como un chico se saltaba la fila, dándole un golpe para apartar al que en teoría tenía que tirar, no le gusto ni un pelo su actitud, irradiaba ira y celos, y prácticamente estaba estrangulando palo de lacrosse con sus guantes. Jackson corrió, atrapando la pelota y girando para tirar a la meta, era un movimiento que resultaba impresionante, a Madisson le resulto de niño creído haciendo una rabieta, y cuando Scott se movió con una precisión sobrenatural, atrapando la pelota sin esfuerzo, la rubia fue la persona más feliz del mundo. La rubia sonrió en satisfacción junto a Allison quien sonrió junto con ella, Stiles que dejo escapar un grito sorprendido y feliz, saltando del banco, aunque la sonrisa de Madisson se borró en el momento que Lydia se puso de pie y grito animando a Scott cuando no lo conocía de nada, ella mismo lo había dicho. Luego miro como la pelirroja miraba a Jackson, quien tenía una mirada incrédula y de disgusto, y la de ojos verdes solo le dio una sonrisa astuta, como si le estuviera dando una advertencia para mejorar su juego o lo dejaría. Aquello simplemente no le gusto.

—¿Todo bien, Madi? —pregunto Allison, quien había visto como la sonrisa de la rubia se borraba.

—Sí, sí, simplemente no me cae bien ese chulo playa. —Respondió la castaña, no diciendo la verdad, pero tampoco mintiendo, no le caía bien Jackson, era un hecho irrefutable.

—¿Quién, Jackson? —pregunto Lydia, mientras se volvía a sentar, haciendo que Madisson rodara los ojos mientras se encogía de hombros y asentía. —Es mi novio, ¿sabes?

—¿Y? —pregunto la licántropa de manera sarcástica, un poco harta ya de su comportamiento. —Eso no quita que sea un niñato creído haciendo una rabieta, ¿sabes?

Allison pudo notar otra vez la tensión que se instauró entre las dos chicas, y como la anterior vez, intervino cambiando de tema porque si no una de las dos acabaría explotando y, sin pruebas, pero sin dudas, sabía que Lydia sería la que saldría perdiendo y prefería que no detuvieran a Madisson por asesinato. Lydia pareció olvidarse rápido, centrándose en Allison y alardeando de otras cosas, mientras que Madisson simplemente rodó los ojos, decidiendo centrarse más en Scott de nuevo, decidiendo que sin duda lo seguirá hasta descubrir todo sobre él, o al menos a nivel de licantropía.

[...]

Me siento como Jessica Jones, pensó Madisson mientras dejaba la bicicleta aparcada en un rincón del bosque, amarrándola en una de las raíces que sobresalían de un árbol, así nadie se la robaría ni la vería. Había seguido a Scott y Stiles después de clase, aunque ellos no lo sabían, prácticamente los estaba espiando, y aunque no debería sentirse bien, se sentía como Jessica Jones, incluso si estaba lejos de serla. Tal vez me puedo teñir el pelo de negro como ella, pensó la licántropa mientras se adentraba en el bosque escuchando las voces de Scott y Stiles en la distancia

—No sé qué fue. Quiero decir que yo sentí que tenía todo el tiempo en el mundo para atrapar la pelota. —explico Scott en un tono confundido. —Y eso no es lo único raro. Quiero decir que puedo escuchar cosas que no debería poder oír, y puedo oler cosas.

—¿Hueles cosas? ¿Cómo qué? —pudo escuchar a Stiles preguntar igual de confundido, o incluso más.

—Él simplemente se encogió de hombros mientras gesticulaba con una mano. —Como el chicle mojito de menta en tu bolsillo.

—No tengo ninguno... —empezó Stiles, parando en seco cuando saco un trozo de chicle envuelto cubierto de pelusa.

Madisson se rio internamente, aunque en teoría no tendría que estar riéndose, todo apuntaba a que Scott era un recién mordido, y eso solo causaba más dolores de cabeza que otra cosa, y aún más sin tener que decirles que ella misma es una licántropa, eso lo asustaría aún más de lo que va a estar en su primera luna llena. Ella sin duda quería olvidar la suya, sin duda, quería que su mente hubiera bloqueado aquel momento para lo que le quedaba de vida.

— ¿Todo esto empezó con la mordida? —los oídos de Madisson se alzaron en interés, hubo un mordisco, así que no había nacido con ello y fue mordido recientemente, por lo que dijo Scott a continuación.

—¿Y si es una infección? ¿Y si mi cuerpo está inundado de adrenalina antes de caer en shock? —la rubia puso los ojos en blanco, Scott se estaba pasando de dramático. —yo sabía que debería haber ido a urgencias.

—De hecho, he oído hablar de esto. Es un tipo específico de infección. —comento de manera misteriosa.

—¿Hablas en serio?

—Todos los síntomas se suman. Creo se llama... licantropía.

Al escuchar las palabras de Stiles, la rubia se quedó atónita, perdiendo la concentración y tropezando con sus propios pies, rompiendo una ramita mientras evitaba caerse de bruces al suelo, agarrándose al tronco de un árbol. Tuvo la suerte que al estar aferrada al tronco del árbol, pudo esconderse en este de los dos, ya que ambos había escuchado el sonido y se habían girado para comprobar que había provocado aquel sonido. Ambos se encontraron con la llanura del bosque, sin rastro de Madisson que prácticamente estaba encogida en el árbol.

—Sera algun animal salvaje. —dijo Scott restándole importancia, volviendo a girarse hacia Stiles con el rostro preocupado. —Cuéntame que es eso que has dicho ¿Es mala? Suena mal.

Madisson se llevó la mano a la cara, negando con la cabeza al escuchar aquello, no sabía si alegrarse o darse golpes en la cabeza en el árbol, no, mejor aún; darle a Scott de cabeza en el árbol. ¿Cómo puede ser que no sepa que es la licantropía?, pensó ella, era algo que todo el mundo sabía, aunque todos creían que era ficción obviamente, pero estaban bastante equivocados. Por un momento se había tomado en serio que Stiles sabía sobre el mundo supernatural, pero con el siguiente intercambio se dio cuenta de que le estaba tomando el pelo a Scott, y aquello la enfureció mucho, porque para ella aquello no era ningún juego ni motivo de broma.

—¡Papa! —grito una niña de diez años, su voz llena de dolor y angustia, estaba llorando llamando a su padre con desesperación incluso cuando sabía que él no la escucharía, pero solo era una niña asustada queriendo que su padre la abrazara y le dijera que todo estaría bien.

El bosque era oscuro y frondoso, apenas podía ver nada más allá de un palmo de distancia, a noche comienza con una inquietud inexplicable, una sensación de nerviosismo que se apodera de su pequeño cuerpo, su respiración se acelera y su corazón late con fuerza en su pecho mientras la luna se eleva lentamente en el cielo nocturno. La luna llena alcanza su cénit, la transformación se desata con una intensidad abrumadora, su cuerpo comienza a temblar y un dolor agudo recorre cada fibra de su ser, sintiendo u abrumante dolor como si sus huesos se estuvieran rompiendo, mientras caía de rodillas al suelo. Sus huesos se estiran y se remodelan, alargándose y curvándose de maneras que desafían la lógica. Sus uñas se convierten en garras afiladas, causando un poco de sangre en sus dedos, era como si le estuvieran clavando en la piel, su rostro se alarga ligeramente junto a sus orejas se afilan y sus dientes se transforman en colmillos feroces.

Sus sentidos se agudizaron, podía olores todos los olores que había en el bosque aquella noche, eran demasiado intensos, los sonidos de la naturaleza más claros haciendo que se abrumara por todos los sonidos que le venían de golpe y resonaban en su cabeza con fuerza. Podía oír el latido del corazón del conejo que pasaba por allí, corriendo aterrorizado, escondiéndose entre la hierba a metros de distancia, olían a miedo, el mismo miedo que sentía la pequeña.

Un sollozo de dolor y confusión que escapan de sus labios se mezclan con gruñidos animales, creando un sonido que es una mezcla lastimosa y triste entre sollozo y aullido de dolor. Sus ojos infantiles y llenos de miedo, antes marrones, ahora brillaban de un resplandor dorado, dándole un aire salvaje, pudiendo ver todo el frondoso bosque como si fuera de día o llevara gafas de visión nocturna, observando como una figura corría hacia ella con rapidez.

Madisson cerro los ojos mientras su cuerpo se tensaba, presiono su espalda en el árbol mientras temblaba de manera descontrolada, deslizándose por el tronco hasta llegar al suelo donde se sentó, llevando sus rodillas y llevándolas hasta su pecho mientras con sus brazos abrazaba sus rodillas, escondiendo su rostro entre ellas. El calor que estaba sintiendo no estaba ayudando en nada, era como si estuviera en una olla a presión que se iba hirviendo poco a poco, incluso si estaba en el bosque e hiciera aire, ella estaba sintiendo el sudor bajando por su piel, haciendo que su ropa se adhiriera a su piel. Sentía sus pulmones oprimirse, como si hubieran puesto una pesa en su tórax que le impedía cualquier suministro de aire, jadeaba erráticamente en busca de aire, pero solo era capaz de inhalar, pero no de exhalar, estaba hiperventilando, sentía como si sus pulmones estuvieran siendo quemados. No podía escuchar nada de lo que había a su alrededor, era como si estuviera aislada de la realidad, y en otra situación estaría feliz de disociar y aislarse, pero ahora mismo solo la angustiaba, la hacían sentir vulnerable al no saber que o quien podía acercarse a ella. Solo podía escuchar su corazón, al igual que podía sentirlo, latiendo violentamente y con rapidez en su pecho, podía incluso sentir su pulso en las venas de su mano, en sus sienes, en su cuello, como si en cualquier momento fuera a explotar. Su mente estaba hecha un lío, luchando por los flashbacks que pasaban por su cabeza, la voz de la niña gritando por su padre, todas las inseguridades, miedo, su madre tranquilizándola en estos momentos y muchos otros pensamientos mezclados con sentimientos, todos pasando por su cabeza montando un desastre que solo la agobiaba más y más, como si no tuviera el control de su mente y cuerpo, como si volviera a ser una niña. Se sentía débil, vulnerable, no quería sentir aquello. Rápidamente, aunque con movimientos algo erráticos, sacando los brazos de la chaqueta para poder agarrarla y cubrirse la cabeza, envolviéndola alrededor de ella como si fuera una manta que fuera a calmar toda la oscuridad, aferrándose con fuerza mientras pensaba en Rose, pensando en que era ella quien la abrazaba, tratando de engañar a su mente de alguna manera.

Tenía que funcionar, tenía que funcionar, tenía que hacerlo, tenía que funcionar.

—¡Oye, sal de allí, reacciona! —una voz áspera y fuerte sonó justo frente a ella, haciendo que Madisson saliera de golpe de su estado, mirando hacia arriba con la ansiedad palpable en sus ojos. —Esos dos ya se han ido.

Allí frente a ella había un hombre de unos veinticuatro años, teniendo una presencia imponente y un aura de misterio a su alrededor, tenía una complexión atlética y musculosa que sugiere fuerza y agilidad, eso y su altura de 1,83 metros lo hace destacar en cualquier multitud. Su piel era de un tono ligeramente bronceado, como si hubiera pasado mucho tiempo al aire libre, con un rostro es severo y anguloso, con pómulos marcados y una mandíbula fuerte. Sus ojos era de un azul profundo, intensos y penetrantes, capaces de transmitir tanto una amenaza latente como melancolía. Iba vestido con unos vaqueros, una camiseta negra y una chupa de cuero.

—¿Derek? ¿E-eres tú? —pregunto Madisson, asumiendo que, si estaban casi delante de la mansión Hale que fue quemada hace años, y su aspecto y carácter daban el clavo en la descripción que le había dado Nicolle.

El hombre se la quedo mirando fijamente y al cabo de unos segundos, que le parecieron eternos a la licántropa, asintió con la cabeza mientras se agachaba frente a Madisson, había notado que estaba totalmente sumida en un tipo de PTSD, como si estuviera volviendo a vivir un evento realmente traumático, y por lo que había podido percibir fue tras la conversación de esos dos chicos sobre la licantropía y la luna llena. Derek imaginó que seguramente fue sobre su primera luna llena, por lo que le había contado Nicolle, no había sido muy buena.

—Respira, —dijo Derek en un tono amable aunque aun algo tosco, como si le costara ser completamente suave. —Inhala, manten el aire unos segundos, y trata de exhalar lentamente, en pequeñas tandas.

Madisson vio como Derek estaba poniendo en ejemplo sus palabras, tomando aire y contando con los dedos hasta cinco, antes de muy lentamente ir soltando el aire, como cuando tosías y lo hacías en varias veces. Sabía que solo la estaba ayudando porque era la sobrina de Nicolle y era amigo de la familia, aun así, estaba agradecida de que la estuviera ayudando, le calmaba saber que no se iría dejándola sola o se reiría de ella. La adolescente tomó una respiración temblorosa, tratando de mantener el aire el tiempo que él le marcaba, para luego exhalar, aunque ese paso no lo consiguió, haciendo que la espiral oscura en su cabeza fuera tomando un poco más de control.

—No te rindas, vuelve a intentarlo, —alentó el licántropo.

La rubia asintió suavemente, centrándose simplemente en su respiración, tratando de empujar todos los pensamientos incoherentes de su cabeza; sus venas no iban a explotar, su corazón no explotaría, no era débil, no iba a perder el control... Tomo una respiración por la nariz, cerrando los ojos mientras Derek volvía a marcar el tiempo lentamente, antes de abrirlos lentamente al ritmo que iba exhalando, aquella vez había logrado sacar algo de aire Algo era algo para Madisson, quien alentada por su pequeño avance volvió a repetir lo mismo tal y como lo había hecho.

[...]

—Gracias por ayudarme, Derek. —Agradeció cansada la fémina, sintiéndose como si hubiera estado corriendo una maratón.

—Eres la sobrina de Nicolle, me mataría si te dejara allí tirada con un ataque de esos. —comento él mientras se encogía de hombros, caminando junto a ella por el bosque, en dirección por donde ella había ido. —¿Te has dado cuenta de que es un hombre lobo y tu curiosidad te ha ganado, verdad?

—Sí, aunque no sabía que era un recién mordido y más que lo mordieron anoche. —se justificó ella, como si eso hubiera podido impedir que siguiera a Scott hasta el bosque como si fuera una acosadora. —Aunque no tiene sentido, en teoría solo un alfa puede convertir a alguien en licántropo, y ni tú ni mi tía lo sois, y segundo ella no hay ningún licántropo además de nosotros

—Derek soltó un bufido, claramente no contento con la situación y sabiendo que si la tía de Madisson se enteraba de lo que le iba a decir, lo mataría de la manera más dolorosa posible, pero sabía también que aquella niña era igual de cabezota que toda su familia. —¿Supongo que tu tía ya te dijo que hay un asesino, verdad?

—La rubia frunció el ceño mientras asentía, aunque no le encontraba el sentido. —¿Qué tiene que ver eso con Scott? —pregunto confundida, deteniéndose cuando el paro de caminar.

—Perdóname Nicolle por lo que voy a confesarle a la curiosa enfermiza y paranoica de tu sobrina. —murmuro Derek para sí mismo con los ojos cerrados, haciendo que Madisson soltara un "oye" ofendido, que le hizo gracia al hombre, pero no dejaría que se demostrara. —Mi hermana mayor, Laura, vino para investigar una foto que le habían mandado, era un ciervo muerto con una espiral marcada. Símbolo de venganza como bien sabrás. —Madisson asintió ligeramente, no gustándole por donde iban los tiros, no veía aún la conexión entre el asesino y el alfa que mordió a Scott. —El cadáver que encontraron en el bosque, el caso que tu tía está investigando, es el de Laura, fue asesinada por un hombre lobo, y ese lobo es el mismo que mordió a Scott.

Madisson sintió ganas de vomitar al escuchar sus palabras, Laura Hale, la mejor amiga de su tía y hermana de Derek, estaba muerta, había sido asesinada por un licántropo, el cual no solo seguía por Beacon Hills, sino que también había mordido a Scott, haciendo que ese chico fuera a estar solo en su primera luna llena y fuera un peligro, no solo para él mismo sino también para los demás. En teoría se había mudado para alejarse de los problemas, pero acababa de caer directa a la boca del lobo, al menos no eran licántropos tratando de matarla a ella.

—¿Qué tenemos que hacer? —fue lo primero que salió de su boca, sus ojos marrones mirándolo con determinación y fuerza, como si un soldado hubiera encontrado su nuevo objetivo.

—Derek chasqueo la lengua. —¿Tenemos? —pegunto irónicamente mientras negaba con la cabeza, tomando una postura más autoritaria. —No hay uno tenemos, tú te quedas excluida de esto. —Respondió con seriedad, aunque no estaba siendo cruel ni demasiado duro, sabía que ella solo quería ayudar, pero no iba a tomar aquel riesgo. —Escúchame Madisson, —le corto antes de que siquiera pudiera soltar las palabras que estaban casi saliendo ya de su boca. —No sé porque la mataron, tal vez solo para adquirir el poder del alfa de Laura o tal vez vengarse de mi familia, pero sé que esto aún no se ha acabado y esto realmente es peligroso. Está buscando formar una manada. Así que no, no vas a intervenir de ninguna manera, Nicolle y yo ya nos estamos encargando, fin de la discusión. —sentencio Derek con firmeza, dándole ya a entender que no daría su brazo a torcer y que sí la pillaba tratando de husmear, habrían consecuencias.

—Vale, vale, mensaje recibido. 

El hombre miró a Madisson, viendo cada aspecto de ella, tanto los hombros caídos y la cabeza baja tras el rapapolvo que acababa de darle, como las ojeras prominentes debajo de sus ojos y el vacío en ellos, podía sentirse identificado con ella, por eso le estaba siendo difícil no ceder pero a la vez sentirse protector. Derek soltó un gruñido molesto, pasándose una mano por las sienes mientras debatía en que hacer, sin duda involucrarla en este tema estaba fuera de debate, pero tal vez podría darle una tarea para hacerla feliz y así a su vez alimentar su culo inquieto.

—Mira, si quieres ayudar, vigila a Scott de cerca, —sugirió haciendo que Madisson alzara la cabeza de golpe, casi parecía que se le rompería el cuello. —la luna llena será dentro de poco y sabemos como es la primera luna llena para los recién mordidos. —ella asintió y él asintió con ella, ambos teniendo un momento de entendimiento. —No podemos arriesgarnos a que haga nadie a nadie y ponga en riesgo nuestro secreto, y menos ahora que hay cazadores.

—¿Cazadores? —pregunto la rubia algo sorprendida y extrañada a la vez. —¿Aquí en Beacon Hills?

—Sí, así que ten mucho cuidado. —le advirtió Derek con seriedad, no iba a endulzar la realidad y Madisson realmente había tenido suerte de no haberse topado nunca con alguno teniendo en cuenta todos los problemas que ha llegado a tener. —Tú solo vigila a Scott, asegurarte que no se meta en problemas que puedan comprometernos, y mantente alejada de los cazadores.

—Sí, tranquilo, lo haré. —Respondió Madisson al instante, siendo totalmente sincera.

—Derek asintió satisfecho con sus palabras, mirando hacia al cielo para ver como empezaba ya a oscurecer. —Ven, te llevaré a casa.

—No, hace falta, he ido en bici, —respondió rápidamente ella, aun tenía tanto que procesar, sobre todo la parte de Laura y que un alfa estaba tratando de formar una manada, y uno de sus betas era Scott. —Preferiría volver sola, por favor

—Derek miro a Madisson, notando que realmente ella necesitaba estar a solas con sus pensamientos, seguramente llorar antes de entrar en casa y encontrarse con su tía, entendía ese sentimiento, así que simplemente asintió con la cabeza. —Dame tu teléfono. —ella no rechistó, simplemente le tendió su teléfono sin hacer preguntas, viendo como Derek lo trasteaba un poco antes de devolvérselo. —Cualquier cosa llámame, pero ponme si realmente es urgente o no, ¿vale?

Madisson asintió mientras se guardaba el móvil de nuevo, estaba bien saber que podría llamarlo en cualquier momento, sea urgente o no, aunque trataría de usarlo solo para cosas importantes y no para pedirle que la venga a ayudar en sus ataques. Se dio la vuelta murmurando una despedida, su cuerpo caminando automáticamente mientras seguía el camino por el que había vuelto, sintiendo la mirada de Derek en todo momento, como si temiera que se fuera a desmoronar en cualquier momento. Pero Madisson DeLuca no se desmoronaba, o al menos no enfrente de la gente, ella lo hacía en la intimidad de su mente, la cual era una prisión para ella cada noche.

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𝐈𝐭'𝐬 𝐦𝐞, 𝐡𝐢, capítulo 4 de New Moon subido, tres capítulos en un corto periodo de tiempo, estoy on fire, ouh yeah. Tengo que admitir que me dije a mí misma; "Buah, llevo 1249 palabras y eso solo es la parte donde Scott está en las prácticas de Lacrosse, y ahora viene la escena del bosque, así que cuento que el cap tendrá unos 2000-2500 palabras, tal vez 3000, pero justos, genial", pues no, he acabado con 4305 palabras, creo que fue sobre todo por el flashback, quise meterlo porque me parecía mucha más ilustrativo a la hora de explicar por Madisson estaba teniendo un ataque de ansiedad/PTSD, y también porque me apetecía meterlo y ya.

En todo caso, ¿qué os ha parecido el capítulo? ¿Habéis podido notar la tensión entre Madi y Lydia? Porque ya os digo que esa tensión estará durante todo el libro, ambas se sacan de quicio de mala manera y Allison es la que tiene que intervenir para que no se cometa homicidio. ¿Y qué opináis de la relación entre Derek y Madisson, y como este la ayuda y trata de proteger a la vez?

No quiero alargar esta nota, espero que disfruten el capítulo, ya sabéis que en poco tiempo tendréis el próximo, pero no hago promesas, y si me podéis apoyar dándole like y comentando sería genial. También os recomiendo que os paséis por mis otros libros a dar un vistazo a ver si os gustan, pero no es obligatorio.