യ 15

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

¿Podemos simplemente hablar?
Hablar acerca de a dónde vamos.

— KHALID (Talk)

Las hojas caían de forma graciosa sobre ellos, balanceándose en el aire una y otra vez hasta tocar el asfalto.

Doyoung sonreía con las mejillas sonrojadas, mirando cada dos segundos el perfil serio del chico a su lado, no pudiendo dejar de preguntarse por qué tensaba la mandíbula tantas veces. Jaehyun sostenía su mano mientras lo acompañaba hasta su casa, cómo hace unos días había empezado a hacer, tomando su mano como si tuviera miedo de dejarlo ir, como si al soltarlo algo le fuera a hacer daño.

 ¿Qué tanto miras, eh? — Jaehyun pregunta, formando una suave sonrisa en los labios, como si supiera que su silencio lo estaba preocupando.

— A ti, solo te veo a ti. — responde dulcemente el menor. El castaño para su andar de repente, frenándolo a él por igual, lleva su mano libre a su pecho y finge tener un ataque al corazón. — No seas idiota. — ríe Doyoung avergonzado, sacándole una risita a su novio también. Así estaba mejor.

El camino a su casa se había vuelto corto de un día para otro, ahora que la compañía de Jaehyun era frecuente, por lo que al llegar a su destino el pelivino siempre se negaba a soltar la mano del mayor. — ¿Te tienes que ir ya? — su pregunta suena más a una queja, despedirse de su novio no es de las cosas que más disfrute hacer y para colmo, Jaehyun no ayudaba, ya que el mayor se la pasaba rechazando la invitación a su casa. — ¿En verdad no quieres pasar?

— Sí quiero, pero...

— ¿Pero...?

«Pero si entro, me llevarás a a tu habitación y entonces...»

— Soy un fastidio, ¿no? — Doyoung ríe al decir aquello, fingiendo no sentirse mal por el rechazo del mayor. — Está bien.

— No es eso, me encantaría pasar, Doyoungie. — la mano del castaño acaricia una de las mejillas suaves, tratando de disculparse por su inexplicable comportamiento. — ¿Sabes qué? Hay que entrar, pasemos un rato más juntos. — termina por decir.

Antes de entrar, Doyoung le dice con un tono travieso que su madre no está, por lo que podrán hacer lo que quieran por al menos tres horas, pero él no puede escucharlo. Su total atención, desde que habían salido del colegio, se encontraba en aquel sujeto extraño.

No había querido decirle nada a su novio, para no asustarlo, pero hace unos días se había dado cuenta de que aquel sujeto los seguía de manera casi sigilosa. Lo había visto en el colegio algunas veces, observándolos de lejos.

Su temor a que aquel sujeto tuviera que ver con su madrastra le estaba carcomiendo la cabeza. No quería dejar solo a Doyoung, quería pasar todo el tiempo del mundo con él, pero si su suposición era cierta y aquel sujeto era algún especie de espía por parte de su madrastra, entre menos tiempo pasara con el pelivino, este estaría más seguro.

Pero, mierda, también lo extrañaba.

Y parecía que el pelivino también a él, porque en cuanto cruzaron la puerta principal, el menor se lanzó a sus labios ansioso de sentir sus caricias. Doyoung mordía y succionaba su labio inferior con deseo impregnado en sus ojos, su pequeño novio necesitaba de él, pero si quería mantenerlo a salvo, debían hablar primero.

¿Quieres subir a mi habitación? — Doyoung susurra sobre su oreja, mordiendo su lóbulo para provocarlo.

Dios, decir que no a su pequeño le estaba costando.

— E-Espera, bebé. Necesito hablar contigo primero.

— Podemos hablar después. — insiste, y Jaehyun tiene que esforzarse para no perder la cordura y follarse al pelivino ahí mismo.

— No, por mucho que quiera hacerte mío ahora, primero quiero hablar sobre nosotros. — dice, alarmando un poco al menor por el tono serio que usó.

— ¿Sobre nosotros? Pensé que estábamos bien ahora, ¿de qué tendríamos que hablar? — Doyoung deja de tocarlo, mirando ahora a sus ojos.

El miedo de alejarlo de nuevo asusta a Jaehyun, porque el menor creía conocerlo; creía que sus padres no aceptaban su orientación sexual, creía que había sido maltratado por su familia, creía que vivía la vida normal de cualquier chico a su edad, creía saberlo todo.

¿Qué pasaría entonces si supiera que nada es verdad?

Que lo único cierto que ha salido de su boca ha sido: — Te amo y por eso, quiero que sepas quién soy en realidad.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro