Por primera vez para el pequeño demonio de la aldea oculta de la hoja, un niño de su misma edad lo protegió, además de querer su amigo, las burlas habían parado por un grato en el que todos miraban al niño rubio, notando que el sonría una sonrisa normal y alegre, no uno de odio ni malicia de maldad en su ser, no pareciese que fuese realmente una gran amenaza, ni un demonio, pero sus padres les habían dicho eso, quizás sea cierto o solo un simple rumor.

Cierta niña de pelo color azul esta con la cabeza agachada.

l-lo siento naruto-kun no soy valiente como para poder ayudarte...-pensó la pequeña niña peli azul-

Quedándose en su mismo sitio, escondiendo su rostro entre sus pequeñas piernas, lagrimeando sus ojos de la tristeza al no poder ayudar al pequeño naruto, como él no lo había ayudado en aquel día de invierno, nadie se había dado cuenta de esto pues los niños seguían mirando al pequeño niño y al gordito, el niño rubio dándose cuenta de tal acción de la pequeña, deja de estrechar la mano a su amigo chouji, apartándose camina entre las miradas de los demás niños, colocando una mano en su bolsillo sacando una hermosa flor que ahora tiene en la mano mientras que sigue caminando un poco, la pequeña peli rosa al ver la flor movió los a un costado para no verlo, al pensar que la flor seria para ella, ino al verlo pudo ver esa bella flor, que no se veía mucho en la aldea, era una nueva con un grandioso olor.

¿De dónde ha sacado esa hermosa flor? –Se preguntó a sí misma en su mente una peli rubia-

Pasando de largo a sakura, que quedo confundida, el pequeño llego delante de la pequeña que seguía abrazando sus piernitas ocultando su rostro de tristeza, con un solo dedo le toca la cabeza un poco para llamar su atención.

Al levantar la mirada sus lágrimas pararon comenzando a sonrojarse como si de un color de tomate fuese, a frente suya está el pequeño que se ganó su corazón, él está inclinado un poco con la rosa en la mano dándosela, recibiéndola en su mano llena de nervios, con aun la cara roja.

Vamos, sonríe, sonríe –regalándole una sonrisa a la chica- una niña bonita como tú no debe de llorar ni estar triste. Nos veremos –dándose medio vuelto-

Caminando va de regreso a su amigo, sin darse cuenta que atrás de él, la niña que tiene la flor en su mano se desmayó con la cara completamente sonrojada, con una sonrisa en su rostro, levantándose del suelo-

Él se dio cuenta de mí –volviendo a desmayarse sonrojada con los ojos en remolino-

Y ya no puede continuar más, naruto gana –menciono una niña peli rubia de ojos azules, bromeando-

Hey hermana no bromees ella se a desmayado –le encaro a su hermana, que tiene el mismo color de pelo- después vamos a por nuestros padres –sonriendo sin saber un gran secreto-

¿Qué te parece si vamos a pasear y de ahí a otro parque? –Pregunto el pequeño niño chouji a su primer amigo-

Claro porque no –respondió sonriendo al primer niño que le habla para ser su amigo-

Ambos marchándose de ahí, pasando unos minutos, todos los demás ciudadanos desconcertados los de la aldea, ven como el pequeño demonio está caminando sonriendo al lado de un amigo, un niño alguito gordito que está comiendo sus deliciosas papas lay, convidándole un poco a su amigo rubio, usando su mano sujeta un poco de las papas colocándolo en su boca para probarlas, pues hasta el momento lo único que comía eran ramen y frutas.

Mira amigo –sacando de su bolsillo una kunai el anchito- ¿Qué comida has llegado a comer? –pregunta deteniéndose-

Pues supongo que ramen, y muchas frutas que encuentro en el bosque –sujetando en kunai de su amigo en mano-

¿Por qué naruto? –Confundido con un signo sobre la cabeza-

Perfectamente equilibrado, como todo debe estar –balanceando el kunai sobre un solo dedo-

Su maestro interno mira a su alumno feliz de verlo por fin con un amigo con quien hablar, flotando en su interior, su luz iluminaba el lado oscuro de la mente del pequeño rubio, despertando al inquilino interno, que abrió su ojo rojo mostrando sus grandes colmillos.

Perdona kyubi –pidió disculpas la luz flotante sin voltearse para verlo-

Como sea. No puedes dejar de iluminar el lugar no me dejas dormir –la enorme zorra le hablo con voz ronca-

¿Por qué finges ser algo que no eres? –la luz se da la vuelta al momento de preguntarle-

Eso no es de tu incumbencia, no le prestare de mi poder al mocoso –apretando sus dientes-

Naruto no te lo ha pedido, créeme él no es como los demás, a él le ha ido de lo peor –la luz la sigue mirando-

Jajajajajaja –se ríe la enorme zorra por lo dicho de la luz-

Yo lo sé, porque yo también pase por lo mismo –le responde con firmeza en su voz a la vez entrando a la jaula-

Alzándose demostrando su gran tamaño, le sorprendió el valor que tuvo una luz tan pequeña al ver que se metió entre los barrotes.

Eres muy valiente o simplemente un tonto –alzando su gran garra sonriendo-

No lo sé tú dime –estando frente a frente de la encarcelada-

AFUERA DE LA MENTE DE NARUTO.

Ambos amigos se encontraban en el parque, sentándose bajo la sombra de un gran árbol por el calor que está haciendo el día de hoy, mirando el cielo a ver las nubes.

Mira amigo las nubes tienen forma –señalándole con el dedo a su amigo peli rubio-

Si puedo verlo –sonriendo se acuesta con las manos en la nuca, en el suelo-

Quedándose a conversar a cerca de las diferentes formas de las nubes del cielo, naruto veía ramen en el cielo, chouji ve un rico asado y papas lay en el cielo, a la vez sonriendo se imaginaban la comida que les hacían babear un poco, eso también era algo que los unía como amigos, pasando los segundos, minutos, unas tres horas, en eso se escucha el estómago rugir de chouji, levantándose del césped comenzando a reír, en segundos se escucha lo mismo proviniendo del pequeño demonio, volviendo a reírse.

Ven vamos a comer el mejor ramen deberás-sonriendo alzando la mano- con el señor teuchi.

Caminando hacia la tienda de comida del señor teuchi, chouji noto algo extraño arriba de la muñeca de su primer amigo, era azul con celeste, apenas si lo llego a notar por la manga de la ropa del pequeño rubio, en el camino al estar conversando sobre sus metas, y no ver por donde caminan chocaría el cuarto hokage con los pequeño niños.

Perdón señor hokage –haciendo una reverencia el pequeño rubio-

Disculpe por chocar contra usted por no fijarnos, una disculpa hokage –también haciendo el mismo acto que su amigo-

El hokage de pelo rubio les ve a la cara de ambos, sonriendo, ve al niño viendo algo familiar, pero solo se va sin decir ni nada más, deteniéndose para poder decir unas cuantas palabras.

Solo fíjense a la hora de caminar, no se vayan a golpear-les dijo el hokage para marcharse de ahí mismo-

Claro señor hokage –contestaron los dos al paso que van corriendo-

Al cabo de un grato más, llegan al restaurante de ramen de konoha, teuchi al ver a su pequeño cliente se alegró, según para el ese pequeño es su primer y mejor cliente, pero su sonrisa se agrandaría al ver que viene con un amigo, cosa que era raro de ver, pues como desde el día en que lo conoció, pudo ver que muchos ciudadanos y niños no lo miraban bien, le tenían odio por algo tonto hacia un niño inocente, que no sabe el delito, uno que no busco ser dañado por otros.

Naruto yo no he traído plata –menciono a su amigo mostrando sus bolsillos, saliendo una polilla-

Naruto sonrió al escucharlo, no por burla o algo por el estilo, sino es que sería la primera vez que el pudiese invitar comida a otra persona que no solo fuese a su propio estómago.

Bueno ven vamos a comer ramen, gracias a gama-chan -sonriendo alzando con dos manos un monedero de sapo lleno de dinero-

Vaya amigo ese sapo esta hinchado –sorprendido el hinchadito por el monedero de su amigo-

EN EL INTERIOR DE LA MENTE DE NARUTO.

Oye y de quien es la plata he. Ni un gracias tiga por la plata que te he dado –bajando la mirada la pequeña luz-

Jaajajajaja y así me decías que él es diferente –se ríe a mas carcajadas el kyubi cayendo hacia atras-

REGRESANDO CON NARUTO XD.

Y gracias a tiga por la plata que me ha estado dando la plata –dijo sentándose en una silla-

¿Dices tiga? Que nombre tan extraño jamás lo había escuchado –menciona chouji sentándose al costado de su amigo-

Buenas naruto ¿Qué te sirvo? –Pregunto teuchi a su cliente preferido con una sonrisa-

Lo de siempre con extra de chancho para mí y mi amigo –señalando a su amigo-

Buenas acá le esperamos –con una mano se soba la barriga babeando-

Enseguida –dándose la vuelta para cocinar los pedidos-

Colocando la olla y el fideo cortándolo con un cuchillo colocándolo en una olla aparte, con ingredientes por los costados, mirando a su hija que se encuentra roncando, ella no había dormido, pero una sola palabra sala de su boca.

Naruto –dijo entre sus sueños la pequeña hija de teuchi-

Teuchi mira naruto al escuchar lo que dijo su querida hijita, sonriendo, pues sabe que naruto sería un buen partido para ella, el no mostraba ser malvado, por lo contrario, sonreía a pesar desde pequeño recibía los golpes duros de la vida con eso los ciudadanos es lo que le gustaban hacerle al pequeño, acariciándole la mejilla a su hija, tapándola mejor con la manta, volviendo a la preparación del ramen, el olor hacia babear a mares al gordito chouji y a su amigo naruto, ambos esperando ansiosos ya el momento que sea de comer, para tener fuerzas necesarias para verse otro día, chouji se iría a ver a su padre y naruto de regreso a la montaña para seguir entrenando las técnicas jamás vistas por la humanidad ni el mundo ninja.

Acá están chicos –les sonrió al momento de colocar dos grandes tazones de ramen delante de ambos- que lo disfruten.

Bueno naruto –agarrando y separando los palillos- ¿ya sabes la hora?

Si por supuesto amigo chouji –sonriendo también con los palillos en sus manos-

¡A comer se ha dicho! –Dijeron ambos alzando la voz con alegría y las sonrisas-

Comenzando a comer y soplar, pues a hace poco teuchi lo acaba de preparar, sujetando con los palillos el trozo de chancho llevándoselo a la boca, al momento de comer, seguían conversando sobre cómo serían sus misiones en el futuro, primero se esforzarían para poder pasar la academia ninja-

¿Amigo naruto que jutsus puedes hacer? –Pregunto lleno de curiosidad al igual que su boca-

Pues creo que solo por el momento –contando con sus deditos- solo cuatro.

¿Cuatro? A mí me está entrenando mi padre sobre mi clan y de la familia –aun comiendo a llenarse la boca-

Naruto al escucharlo bajo su mirada, la gran mayoría tenía una familia, lo sabe pues desde los arboles los suele ver, como los padres se alegran con solo ver a sus hijos, en un cálido abrazo a su propia sangre, el pequeño rubio sabe que no tiene padre ni madre alguno, ha estado solo y siendo golpeado y atacado desde que tiene memoria, si no fuese por el entrenamiento y de que tiga le dejase quedarse en la montaña, ya habrían venido a golpearlo como las otra veces.

Perdona amigo, no fue mi intensión –tocándole el hombro a naruto-

No hay problema. Cuida mucho a tu padre, por lo que me contaste suena a un gran sujeto –volviendo a sonreír y comiendo a la vez-

Ambos después de comer dejarían el tazón vacío, parándose de sus asientos, naruto va a sacar la plata de su gama-chan para poder pagar, pero su amigo le propondría algo a él.

¿Qué tal una apuesta? El que gane en comer, invitara al otro ramen por una semana completa –le propuso el gordito a su primer amigo-

¿Pero no tienes blanca? –le respondió con una pregunta-

Si lo sé. Pero cuando seamos ninjas nos pagaran por las misiones –volviéndose a sentar en el asiento-

Si tú lo dices amigo, yo te creo. Muy bien señor teuchi sirvanos más tazones de su ramen que es sabroso –ordeno con amabilidad en sus palabras-

Teuchi les volvió a servir en el mismo tazón, ahora ambos compitiendo para ver quien ganaba, estaba en juego quien invitaría el ramen por una semana, fideos siendo sorbidos junto al caldo, yendo por el segundo tazón, por el tercero, por el cuarto, hasta llegar al quinto, finalmente ganado naruto al comer unos diez platos, con el estómago lleno, bostezando, chouji no lo pudo creer acaba de perder la competencia, cuando de repente un ser baja del cielo, cayendo de pie delante del restaurante.

naruto, supuse que aquí te encontraría -de brazos cruzados sonriéndole- 

esa voz, es de tiga-sensei -dijo en su mente, dándose la vuelta- ¿quien es usted? -pregunto extrañado, pues no lo conoce-

supongo que no me conoces con esta apariencia, pero te he estado entrenando en forma de luz.

¿una pequeña luz? ¿como sabes de eso? -ya levantándose de su asiento- 

ya te dije, yo soy tiga -señalándose- ahora si puedo entrenarte mas adecuadamente, para eso nos iremos de viaje afuera de la aldea.

irnos... claro porque no -sonriendo, ve a su amigo- chouji nos veremos lo prometo.

vete con cuidado, amigo espero la revancha, para la proxima yo ganare -sacando una bolsa de papas para despues-

naruto ahora -mostrando unos papeles de adopción- eres mi hijo no de sangre, pero lo eres. naruto guerrero luz. 

el pequeño niño, no pudo contenerse, derramando un par de lagrimas, siempre quiso un padre que lo protegiese y fuese a quererlo, ahora lo tenia, su primer maestro ahora era su padre, abrazándolo por unos segundos, secándose las lagrimas de su ojo, separándose, comienzan a caminar para irse, pero antes de seguir, tiga mira a lo lejos a cierto hokage de pelo rubio junto a una peli roja con una niña de pelo rubio, divirtiéndose.

¿que miras padre? -pregunto subiéndose en los hombros de su nuevo padre-

nada importante, vamos -dando un gran salto- 

yéndose con grandes saltos, si no fuese porque los demás lo miraban, se iría volando, al estar lejos, alza vuelo-

wow padre puedes volar.

tiga cruzando los brazos en forma de x sonriendo al ver de lejos a la aldea.

y muy pronto tu también, cuando regreses seras el mas fuerte de los ninjas -desapareciendo en una luz blanca junto a naruto- 

BUENO PERDON, ESPERO QUE OS GUSTEN.

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Y NOS VEMOS.