Medio año después.

Izuki y sus compañeros ya estaban graduados, la fiesta de celebración se hizo realmente a lo grande gracias a All Might quien consiguió un salón de fiestas casi del tamaño del instituto y con piscina, los graduados no podían estar más contentos en esos momentos de no ser porque ya no se verían frecuentemente, al menos aquellos que se llevaban bien; ese día los adultos les dejaron estar luego de las seis de la tarde y los demás siguieron haciendo sus desmadres como quisieron pero siempre cuidando de no terminar ninguno en el hospital y otros que tenían a sus novias o novios usando protección en alguno de los baños del gran salón.

Allen se disculpó directamente con Izuki una hora antes de su graduación, aunque la chica lo había perdonado mucho antes de que él se disculpara, entendía que se preocupaba pero aún así le había dolido que la viese como una damisela en peligro luego de todo lo que tuvieron que pasar en los últimos años, aún así Izuki simplemente lo abrazó para luego sonreír tan amplio como su rostro se lo permitía; Allen sabía que ya estaba perdonado con aquel gesto y apesar de que tenía la mirada de All Might encima, abrazó a Izuki sin demasiada fuerza para evitar hacerle daño y sorprendiendo a la chica por aquella muestra de cariño.

Luego de eso todos comenzaron a molestar a Allen y al héroe quien lo había visto todo, aquello era sumamente divertido e Izuki no podía estar más contenta, guardaba y guardaría todos aquellos buenos momentos en su memoria para recordarlos una vez que se fuera; no pudo evitar que de sus ojos salieran las primeras lágrimas y se terminó tapando el rostro, llamando la atención de los demás quienes se aceraron para abrazarla, manteniendo un extraño abrazo entre todos los que se encontraban amontonados con los demás, habían sido el salón más unido que los profesores del instituto habían tenido y muchos de estos estaban orgullosos de que aquellos futuros héroes hicieran su camino como quisieran porque para ellos no importaba si tenían o no un traje, ya con solo un simple uniforme de escuela eran los héroes que Canadá necesitaba.

Ya habían pasado dos días desde eso y ahora Izuki se encontraba a solas junto a su padre frente a una playa, no habían casi personas por ese lugar ya que era donde las olas pegaban más fuertes y solo los surfistas eran quienes iban allí, Yagi tomó aire mientras veía a su hija observar el mar en completo silenciosa y esperando a que su padre hablara pero Yagi no era bueno con las palabras así que, arrancando uno de sus cabellos rubios se acercó a su hija y se agachó a su lado.

—¿Te sientes preparada para recibir el One For All, Izuki? —Cuestionó Yagi con tranquilidad, una que no sentía por los nervios.

—No estoy tan segura en estos momentos padre, pero sé que en un futuro lo estaré —Respondió Izuki volteando a ver a su padre con una sonrisa sobre sus labios.

—Yo sé que sí, estarás lista cuando logres controlarlo con total confianza y aquí estaré yo para ayudarte a estar lista cuando llegue el momento —Comentó Yagi con una amplia sonrisa sobre sus labios. —Bueno, es hora.

Izuki asintió y se levantó de la arena para sacudir esta de si ropa y ponerse frente a su padre quien le extendía lo que parecía ser un cabello suyo, alzó una ceja en duda por por lo extraño que era aquello, Yagi le explicó cómo funcionaría todo lo del traspaso con absoluta calma e Izuki asintió aún con dudas pero una vez que vio a su padre retirar el cabello al pensar que no aceptaría, lo tomó y se lo tragó, haciendo mueca por lo seco que era; tomó la botella con agua entregada y tomó un poco para estar segura de que bajara. Esperó unos minutos pero nada parecía suceder, vio hacia su padre y negó a la muda pregunta mientras él hombre asentía.

—Está bien, puede que tarde en hacer efecto, volvamos a casa con tu madre para ayudarla a empacar —Comentó Yagi quien no le iba a quitar la mirada de encima desde ahora a su hija.

—De acuerdo.

Ambos se subieron al auto y se acomodaron el cinturón de seguridad, saliendo del estacionamiento del lugar para dirigirse hacia el apartamento; Izuki iba emocionada ya que regresaría a Japón luego de tres años y medio, pero también estaba triste puesto que dejaría a sus amigos apesar de que mantendría contacto con ellos, no sería lo mismo que reunirse todos juntos para estudiar para algún examen en la biblioteca o entrenar junto a su padre; sin duda extrañaría esos momentos.

Tardaron dos horas en llegar al edificio, Yagi estacionó sin prisa alguna y ambos se bajaron una vez el motor fue apagado, caminaron en silencio hacia el ascensor para pulsar el botón y esperar a que llegara, una vez que se abrieron las puertas, subieron a la máquina para subir a su piso; decidiendo que lo único que no extrañarían de ese lugar era la odiosa música de ascensor, siempre agradecían en cuanto salían de allí por no escucharla más por el resto de las horas hasta que les tocara volver a salir, como en esos momentos donde se dirigían hacia el apartamento, entrando con sus llaves pero deteniéndose al notar y escuchar el movimiento en el lugar junto a unas voces que ya conocían bastante bien e Izuki sonrió caminando hacia la sala para notar parte de sus amigos en el lugar.

—¿Qué hacen aquí? —Cuestionó Izuki a pesar de lo obvio de la situación.

—No podíamos dejarlos empacar solos y vinimos los pocos que tenemos libre, los demás querían venir pero tenían que estudiar para los exámenes de admisión —Comentó Charlotte con una sonrisa amplia, llevando las cajas vacías hacia los chicos.

—Oh, verdad que las preparatorias que escogieron están próximas a dar los exámenes —Comentó Izuki al recordar aquel detalle. —Pero no era necesario que vinieran a empacar con nosotros.

—Izuki tiene razón, deben disfrutar estos días libres antes de que deban ponerse a estudiar —Comentó Yagi comenzando a colocar las cajas cerca de la puerta.

—No nos molesta ayudar, además no se ve que sean muchas cosas —Respondió Will desde una esquina donde se encontraba embalando todo. —Mejor dejen de corrernos y pónganse a empacar también.

Yagi e Izuki fruncieron el ceño por aquella orden y Will terminó riéndose con las manos en alto para que no se le fuesen encima, no les convenía, aún así no le hicieron nada y se dirigió cada uno a su habitación, Charlotte e Irina se fueron junto a Izuki para ayudarla a empacar sus cosas, notando que parte de las cosas ya estaban dentro de algunas cajas, aún así se pusieron a empacar lo demás. Todos en el apartamento se encontraban empacando lo que Inko les había señalado, por lo que mantenían cuidado de no romper nada cuando se trataba de vidrio e Inko por miedo a que fuesen a romper algo, decidió encargarse ella misma de su vajilla para evitar desastre antes de su salida. El vuelo de los tres estaba pautado para la noche, así que tenían el tiempo suficiente para empacar, para la llegada del camión que se llevaría sus cosas para enviarlas a Japón a la dirección antes dada y salir a comer todos juntos por última vez hasta que se volvieran a ver. 

Izuku se mantenía en su habitación con sus amigas quienes la ayudaban a empacar todo lo que tenía que no eran muchas cosas, ya que la peliverde había estado empacando los días anteriores por ello fue que en menos de dos horas pudieron terminar todo en aquella habitación y salieron hacia la sala para encontrarse con que los chicos también había terminado, los únicos que faltaban eran los padres de Izuki pero dejaron que los dos mayores empacaran sus cosas en total privacidad. Por ello se acomodaron en la sala, algunos en los sillones y otros en el suelo, viendo todos por el balcón y la vista que había más allá de ellos en completo silencio, al menos hasta que Will decidió romper el silencio que se había formado entre ellos.

—En serio te vamos a extrañar Izuki.

—Lo sé, yo igual los voy a extrañar a todos —Respondió Izuki con una sonrisa triste sobre sus labios y se acercó al moreno para abrazarlo. —No vayas a portarte mal con las chicas, Will, sabes que te pueden patear por dártela de casanova.

—¿Otra vez con eso? ¡Les dije que solo fue una vez y la segunda ni siquiera estuve involucrado! —Se quejó el adolescente con el ceño fruncido, buscando separarse de su amiga mientras los demás se reían.

—Igual, también debes dejar de ser tan despistado —Acusó Izuku mientras reía junto a los demás. —Ta vez es porque te juntas mucho con Allen.

—¡Oye, a mí no me metas! —Se quejó el pelinegro al saberse involucrado.

—Pero Izuki tiene razón, Allen —Comentó Irina y sonrió divertida antes de decir: —Eres tan despistado que no te has dado cuenta de tus sentimientos hacia ella.

—No, yo no- A mí no...

Allen e Izuki terminaron sonrojados hasta las orejas mientras los demás se reían de ambos pero más del pelinegro, Yagi e Inko salieron de la habitación con sus maletas en mano mientras escuchaban las burlas que le hacían al pobre Allen, Yagi decidió salvarlo para que no se fuese a morir en su sillón y es que, con lo rojo que se encontraba le hacía creer que definitivamente se iba a morir.

—Bueno dejen al pobre Allen que está que salta el balcón —Pidió Yagi de manera divertida y antes de volver a abrir la boca, escuchó el timbre del teléfono. —Creo que llegó el camión de mudanzas, ayúdenme a sacar las cajas mientras Izuki baja por lo hombre que se llevarán todo.

—Ya escucharon a All Might, andando —Comentó Charlotte apurando a los demás.

La castaña sabía que al hombre le disgustaba ser llamado por su nombre de héroe cuando no estaba de turno pero a ella le gustaba fastidiar un poco al héroe y por ello era que le decía de aquella manera; Izuki salió del apartamento para bajar por el ascensor e ir en dirección hacia los hombres que esperaban en la recepción siendo revisados por los guardias para evitar que llevaran algún tipo de armas, aunque ella sabía que si tenían quirk, las armas no importarían demasiado pero igual no dijo nada y simplemente esperó, les hizo una señal para que la siguieran y los seis volvieron a subir por el ascensor para dirigirse al apartamento; en la puerta se encontraban ya algunas cajas que eran sacadas por sus amigos y por su padre, así que el trabajo de aquellos hombres serían más sencilla. Y vaya que lo era, su quirk era impresionante, se odiaba por no llevar con ella su cuadernos de anotaciones pero se lo grabaría todo para luego anotarlo.

Una hora después ya se habían llevado todas las cajas y lo único que quedaba en el apartamento eran las maletas con ropa, decidieron que era hora de salir a comer ya que faltaban cuatro horas para su vuelo, así que no dudaron en acomodarse todos en la camioneta familiar para dejar que Yagi manejara hacia el centro comercial, Izuki llevaba consigo una cámara fotográfica ya que no pensaba irse de Canadá sin antes llevar recuerdo, ya tenía algunas fotos con sus demás amigos pero quería tener un recuerdo para ese día también, así que todos los demás se aseguraron de pedirle que les pasara luego la copia de dichas fotografías e Izuki no tuvo problemas en aceptar enviárselas luego.

Las despedidas eran realmente amargas cuando la persona que se marchaba era alguien importante en tu vida y eso sentían aquellos chicos mientras se abrazaban a Izuki tratando de no soltarse a llorar con ella, en el altavoz se anunciaba que ya debían ir abordando, así que la soltaron para también despedirse de los padres de su amiga quienes le correspondieron el abrazo y le dijeron un par de palabras que Izuki no logró escuchar pero los vio asentir con suavidad.

—Cuídense, mantendré contacto con ustedes por correo así que no se desaparezcan —Avisó Izuki mientras tomaba sus maletas.

—Tú también debes cuidarte y ya no dejes que nadie te derrumbe si te llega a decir cosas feas —Aconsejó Allen con seriedad.

—Nada puede derrumbar ese muro de confianza que crearon ustedes en mí.

Con aquello dicho, se fue detrás de sus padres para formarse en la fila de su vuelo, entregando el pasaporte cuando se le fue pedido y sonrió triste a la mujer que le había puesto el sello, antes de marchar por el pasillo hacia la puerta del avión y abordar este mientras buscaba su asiento, quedando del lado de la ventana, su madre a un lado y su padre al lado de la segunda, vio hacia los grandes ventanales donde estaban sus amigos, soltando las lágrimas detenidas al ver a su demás amigos todos reunidos y despidiéndose a modo de señas mientras el avión anunciaba que estaban por despegar luego de haber revisado que todo estuviese bien, se despidió de ellos con un suave movimiento de su mano y se dejó caer en el asiento con los ojos cerrados, dejando sus lágrimas rodar en silencio.

El resto del viaje se la pasó entre lágrimas y durmiendo, no era como si se estuviera arrepintiendo de volver a Japón pero habían sido tres años y medio con ellos que separarse en esos momentos le dolía, pero debía ser fuerte; así que con eso en mente mientras se auto convencía, podía dormir por un par de horas más hasta que volvía a despertar pero para la tercera vez, las lágrimas dejaron de salir y ella simplemente se puso a ver películas que Will le había descargado en su computadora portátil, estaba agradecida ya que eran trece horas y veinte minutos; apenas llevaban siete horas desde que salieron, sinceramente no era algo que había extrañado puesto que eran muchas horas sentada y solo podía levantarse al baño cuando sus padres se encontraban despiertos ya que estos se preocupaban si no la veían a su lado.

Luego de seis horas y veinte minutos por fin habían aterrizado en el aeropuerto Internacional de Narita, así que todos los pasajeros comenzaron a bajar de manera organizada luego de tomar sus maletas, ellos fueron casi los últimos ya que Inko se encontraba recién despertándose y no estaba muy activa, pero una vez que bajaron del avión y pasaron por la seguridad, Yagi e Izuki se pusieron a un lado para hacer estiramientos ya que el cuerpo lo tenían dormido; todos los presentes en el aeropuerto veían con fascinación al héroe y símbolo de la paz quien estaba más concentrado en sus estiramientos y en la pequeña que no reconocían. Y es que Inko no había querido salir nunca en la televisión afirmando su matrimonio con el héroe ya que todos esperaban que éste tuviera de pareja a alguien con su mismo oficio, pero Yagi estuvo de acuerdo con respetar su decisión ya que también evitaban que ella e Izuki fuesen el blanco de sus enemigos.

 Inko los regañó a ambos por comportarse de aquella manera y estos para no molestar a la mujer tomaron sus maletas y se fueron detrás de ella en silencio, era muy temprano y a la vez muy tarde, no habían tenido una comida decente en el avión así que entendía que la mujer debía tener hambre así que una vez que salieron del aeropuerto se dirigieron hacia un taxi que los pudiera llevar al restaurante que estaba cerca de su casa, pasarían primero a comer y luego irían a descansar, apesar de que Yagi debía hacer primero una llamada al director Nezu de la academia UA ya que había prometido avisar en cuanto regresara. La gente de la academia ya sabía que haría su retiro al igual que su representante, así que al día siguiente debía ir a la academia para presentarse ante ambos y explicar que ya tenía sucesora y que ésta había decidido entrar a Yuuei, por supuesto que la haría pasar por el examen, ya que de alguna forma tenían que sacar el quirk que le traspasó y que aún no parecía haberse hecho presente.

 Una vez que llegaron al centro comercial, Yagi intentó pagarle al chófer pero éste se negaba rotundamente diciéndole cosas como: "El gran All Might puede viajar gratis en mi taxi cuando quiera, por favor váyase tranquilo con sus amigas", pero All Might estaba avergonzado que aún así intentó pagarle, Inko e Izuki se bajaron del taxi junto a las maletas para esperar en la puerta principal a que Yagi terminara de insistirle al chófer pero éste fue más rápido y sacó al hombre de su auto para arrancar antes de que el héroe siguiera insistiendo e Izuki terminó tomando la mano de su padre para detenerlo.

—Ya papá, deja que se vaya y vamos a comer —Pidió Izuki mientras lo veía.

—Está bien, ya me grabé su rostro, así que cuando lo vuelva a encontrar le pagaré —Comentó Yagi tomando las maletas que tenía su esposa para luego adentrarse al centro comercial con su familia.

—Que necio eres Toshi, si el hombre te dijo que lo dejes así y que no importa, debes hacerle caso o se va a molestar contigo —Regañó Inko con el ceño fruncido.

—Es verdad papá, ya déjalo así —Pidió Izuki soltando un suspiro.

Yagi se quejó por los comentarios de su familia pero aún así decidió hacer lo que había dicho pero no lo volvería a decir para evitar las quejas de su familia, cuando llegaron al tercer piso donde se encontraban todo tipo de restaurantes Izuki y Yagi fueron detrás de Inko quien era la que iba a decidir lo que iban a comer, por ello no se sorprendieron cuando la siguieron a un restaurante de comida tradicional; la mujer solía decirles que era lo que más extrañaba de Japón, a pesar de que ella misma también la cocinaba pero aún así suponían que no era lo mismo y en Canadá el sazón era muy diferente.

Cuando una de las meseras se dio cuenta del héroe que iba con las dos peliverdes se acercó rápidamente para ofrecerles una mesa en la sección privada llevando una sonrisa en su rostro mientras le comentaba al héroe que era el segundo en visitarlos ya que en esos momentos se encontraba el héroe número dos con su familia en el mismo restaurante y Yagi formó una mueca ante esa información mientras Izuki trataba de no formarla también, el héroe Endeavor podía llegar a dar realmente miedo y estaba preocupada ya que no quería que se lo encontrara, pero para mala suerte de la familia, Izuki terminó chocando con e hombre que iba de salida y Yagi sostuvo a tiempo a su hija para que no cayera al suelo.

—All Might así que la noticia de que regresabas hoy era cierta —Comentó Endeavor con su expresión seria mientras detrás suyo salían dos personas. —Bueno no importa, espero que sepas que con tu ausencia me he estado haciendo un puesto para ser el número uno.

—Pero aún así no ha llegado a serlo, con ese rostro no podría siquiera ser símbolo de la paz —Comentó Izuki sintiéndosele extraño volver a hablar japonés luego de tanto tiempo viendo hacia una esquina sin sentirse culpable de su comentario.

Yagi volteó a ver a su hija por aquel comentario pero ésta ni siquiera lo veía, ni siquiera sabía de dónde había sacado la valentía para decir aquello puesto sus manos estaban temblando detrás de su espalda pero lo dejó pasar cuando escuchó un par de risas detrás de Endeavor que molestaron más al hombre y Yagi no tuvo de otra que calmar los aires antes de que el otro héroe saliera con un comentario grosero.

—Endeavor te presento a mi hija Izuki y a mi esposa Inko, disculpa a Izuki por su comentario —Pidió Yagi quien se mantenía tan tranquilo como podía.

—No sabía que el héroe número uno, All Might tenía una hija y mucho menos que estaba casado —Comentó la mujer detrás de Endeavor quien se asomó a observar a las dos peliverdes y sonrió amplio extendiendo la mano a la menor. —Es un gusto, soy Fuyumi Todoroki, la hija mayor

—U-Un gusto —Murmuró Izuki dándole la mano para no verse tan mal educada y sonriendo nerviosa por la mirada del héroe número dos.

Fuyumi pasaba de largo la mirada de su padre mientras ella se presentaba con la mujer e incluso decidió presentar a su hermanito quien no había dicho nada en todo el momento en el que aquella familia estaba presente.

—Shou ¿presén-tate? —Fuyumi buscó a su hermanito con la mirada y frunció el ceño al ver que la mesera le indicaba que se había marchado y bufó por ello. —Ese niño mal educado, ni siquiera se despidió.

—Comienza a caminar Fuyumi, nos vamos.

Fue la orden que dio Endeavor y se retiró del lugar sin siquiera despedirse, la mujer se quejó por su falta de educación y se dijo que de allí había aprendido su hermanito, aunque éste no se llevara bien con su padre, eran ambos muy parecido, se despidió de la familia y corrió para alcanzar la suya mientras Yagi veía junto a su hija el mismo camino por donde se fueron los otros, largaron un suspiro y volvieron a seguir a la mesera hacia la mesa indicada para acomodarse todos juntos alrededor de estas.

—Tienen el menú en la mesa, así que pidan cuando estén listos.

La familia agradeció y la dejó marcharse mientras ellos revisaban el menú sin comentar nada de lo recién pasado por el bien de todos.

Dos horas después de haber comido hasta saciarse, se encontraban acomodándose en su antigua casa —La cual no habían vendido— luego de notar que su cosas estaban acomodadas dentro del jardín como se les fue pedido, así que simplemente cada uno de metió a la habitación correspondiente para tomar un baño en los baños que las mismas habitaciones tenían antes de acostarse a descansar el cuerpo, Izuki hacía rato que le había pasado un mensaje a sus amigos para avisarle que ya habían llegado, por lo que solamente puso la alarma en su celular ya que planeaba continuar con su rutina de ejercicios antes de que comenzaran los exámenes en la UA.

Se sentía emocionada y nerviosa pero tenía completa fe en sí misma como para asegurar que iba a pasar dichas pruebas, había estudiado bastante cerca el quirk de su padre así que usarlo sería meramente sencillo si ponía en práctica todo lo que vio pero no estaba tan segura una vez que le tocara hacerlo de verdad porque una cosa era pensarlo y planearlo pero otra muy distinta era ponerlo en práctica.

Esperaba de corazón que nada malo le pasara, aunque tenía miedo en esos momentos, también estaba llena de emoción por lo que viviría de ahora en adelante en su regreso a su país natal.

¡Hello! Capítulo 4 publicado a tiempo récord :3

Espero les haya gustado ♥

Luego cuando agarre wi-fi coloco los separadores correspondiente xd Solo me carga uno que es el del final U.U

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