Capítulo 6

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Miércoles 6:00

Izuki ya se encontraba frente a la puerta principal de la academia junto a su padre y su madre, el primero sostenía la maleta con las ropas y demás cosas de la pecosa mientras la segunda se aseguraba de abrazar y besar a su hija entre hipidos por haber estado llorando todo el camino hasta la academia, no la quería dejar ir en absoluto, le gustaba tener a su pequeña presente en casa y escuchar sus murmullos llenos de fanatismo cuando veía las noticias sobre héroes; ya no tendría nada de eso y ahora quería devolverse a casa con ella, así fuera arrastrándola.

Pero recordó que ese era el sueño que su hija tenía desde pequeña, asistir a Yūei era lo que siempre su hija deseó y era algo que creyó que nunca podría cumplir por su falta de quirk y ahora que su esposo le daba la oportunidad a su hija de cumplir ese gran sueño, definitivamente no podía negárselo, así que volviendo a abrazarla una última vez más fuerte, la dejó ir para que se pudiera despedir de su padre antes de tomar la maleta y caminar hacia el interior de la academia.

Izuki también se sentía triste por dejar a sus padres, la idea de vivir sola sin ellos le agobiaba un poco, quizá mucho, pero también le emocionaba en partes iguales; había decidido llegar a la academia con el uniforme puesto, por lo que sólo pasó por los dormitorios para subir rápidamente a la habitación que el profesor Aizawa le había indicado el día anterior y luego tomó su horario de clases junto al maletín marrón donde tenía sus libros y cuadernos, había podido negociar con el director Nezu para que le permitiera cambiar las zapatillas marrones del uniforme por su botas rojas, así que eso era lo único diferente que estaba usando de todo el uniforme. Trotó hacia el edificio donde recibiría clases y en el camino hacia el salón se encontró con el profesor, por suerte, porqué no recordaba exactamente cuál es que era el correcto.

—Buenos días, Aizawa-sensei —Saludó rápidamente antes de comenzar a seguir al hombre.

—Casi no llegas, espero que no se haga costumbre, Midoriya —Fue la forma de saludar de Shōta y agregó: —Pasaré primero y te indicaré cuándo pasar para que te presentes con tus compañeros de curso.

—Le prometo que no, sólo hoy por ser el primer día para mí —Respondió Izuki rápidamente para que el hombre no pensara mal de ella. —Está bien, esperaré a su indicación.

Shōta asintió en silencio esperando que la chica cumpliera con lo que le prometía, no la veía tan problemática, aunque sí muy despistada; lo pudo confirmar durante la prueba de ingreso, pero aun así era algo que podría pulir durante los siguientes años, si no la vería como caso completamente perdido y se lo haría saber directamente a ella y a All Might por ser el representante. Abrió con fuerzas la puerta del salón, entrando despacio hacia su escritorio mientras veía de reojo a los estudiantes acomodarse en sus puestos, se colocó de frente y paseó la mirada hasta caer el el puesto libre detrás de uno de sus estudiantes más altaneros que tenía.

—Buenos días a todos —Comenzó saludando, algo extraño para todos los adolescentes. —Hoy se nos integra una estudiante nueva que viene desde Canadá, sepan llevarse bien con ella y no quiero alborotos innecesarios durante las clases —Advirtió seriamente antes de ver hacia la puerta. —Pasa y preséntate.

Izuki se tensó visiblemente desde afuera y tomando aire de manera honda, abrió con más cuidado la puerta para entrar con toda la confianza que había obtenido en los últimos años, poniéndose frente a la clase con una sonrisa amplia que casi se le borra cuando su mirada chocó con aquellas escarlatas que no había visto desde que se fue a Canadá, aun así supo mantenerla antes de desviar la mirada del cenizo.

—Buenos días, mi nombre es Izuki Midoriya, espero nos podamos llevar bien en este y los siguientes años venideros —Comentó con una venia leve antes de enderezarse en su sitio, definitivamente tendría que volver a sus antiguas costumbres.

—Perfecto, ahora ve a sentarte detrás de Bakugou y comencemos la clase —Indicó Shōta señalando hacia el cenizo.

—Permiso.

Murmuró Izuki antes de caminar por entre las dos líneas de pupitres, apretando suavemente la correa del maletín cuando vio al cenizo levantarse de su puesto para interponerse en el camino con el ceño fruncido.

—¿¡No eras un chico!? ¿¡Desde cuándo has sido una chica!? —Exigió saber Katsuki estando molesto con la verdad que recién se le mostraba.

—Siempre lo he sido, que no te hayas dado cuenta y siguieras metiéndote conmigo por pensar que era un chico, es muy tu problema, Bakugou —Respondió Izuki como siempre había practicado hacer una vez que se lo encontrara de nuevo. —Ahora, dame permiso que necesito llegar a mi pupitre, por favor.

—Tú, pequeña mierda altanera —Amenazó Katsuki soltando chispas de sus manos por la molestia que sentía en esos momentos. —Eres una quirkless ¿Qué se supone que haces aquí, inútil?

—No tengo que responderte nada, permiso, Bakugou —Comentó Izuki comenzando a fruncir el ceño, manteniéndose alerta por si le tocaba esquivar aquella explosión que sabía que saldría.

Katsuki se burló por la respuesta de la chica y sólo se molestó aún más, así que, a pesar de haber pensado que debía disculparse con aquel con quien solía meterse estando en el colegio y quien creía, era un chico, en esos momentos se olvidó por completo de eso y se dispuso a atacar para destapar toda la trampa que la pecosa haya utilizado para entrar; no previó que el profesor sería más rápido y le quitaría su quirk antes de atraparlo con sus vendas para que dejara el alboroto.

—Midoriya a tu puesto —Ordenó seriamente, viendo a la chica hacer caso y vio seriamente hacia el cenizo. —¿Por qué no me sorprende que inicies una pelea en pleno salón de clases? ¿Te quieres ganar otro castigo, Bakugou?

—Tsk, claro que no sensei —Respondió Katsuki molesto sin poder moverse, las malditas vendas apretaban lo suficiente como para evitar algún movimiento de su parte y lo odiaba.

—Bien, entonces siéntate en tu puesto y deja de causar albortos innecesarios —Ordenó Shōta con seriedad antes de ver hacia los demás. —Si alguno quiere recibir un castigo junto con Bakugou, me lo va diciendo, si no comiencen a abrir el libro en la página cinco y resuelvan los ejercicios en silencio, recibiré sus respuestas al final de la clase —Avisó antes de irse a una esquina con su saco de dormir y meterse en este para dormir la siesta.

Todos los estudiantes vieron la forma de comportarse del profesor, Izuki era la única que se extrañaba por verlo de esa manera ya que los otros ya lo habían presenciado, aun así no dejaba de serles extraño que el profesor sólo les pidiera resolver los ejercicios del libro y no les explicara nada. Aunque dichos ejercicios eran bastante fáciles para algunos, sólo tenían que hacer distintas estrategias para los posibles casos de rescate que les daban, junto a los quirk posibles que pudieran estar presentes, así que no era tan complicado.

Izuki fue la primera en comenzar a realizar los ejercicios, manteniéndose concentrada mientras en su cabeza formaba la imagen del sitio donde el ejercicio decía que estaban y colocó a los héroes con los quirk que el libro decía que estaban, conocía tres de ellos a la perfección gracias a sus compañeros en Canadá y no tardó en resolver los primeros tres ejercicios, para el cuarto que era el que se le había complicado, había comenzado a murmurar a paso veloz todas las opciones habidas y por haber que se le ocurrían sin darse cuenta que a su alrededor sus nuevos compañeros habían volteado a verla con extrañeza al escucharla murmurar e incluso Shōta había sido despertado de su siesta y ahora veía molesto a la peliverde.

—Midoriya completa los ejercicios en silencio —Ordenó Shōta con el ceño fruncido mientras se ganaba la mirada avergonzada de la chica.

—Lo siento sensei, es una manía que no puedo controlar, pero trataré —Respondió Izuki con las mejillas sonrosadas por la vergüenza de haber llamado la atención.

—No trates, hazlo y no interrumpas más mi siesta —Comentó Shōta volviendo a acomodarse para cerrar los ojos y volver a retomar su siesta.

Izuki asintió levemente aunque igual no es como que supiera o pudiera controlar los murmullos, era casi imposible, había tratado de quitarse la manía e incluso había tenido ayuda de Charlotte que le daba un golpecito en el hombro cuando sus murmullos comenzaban y de esa manera le ayudaba a detenerse, otra forma había sido mascando chicle y, aunque funcionó por día y medio, los profesores le habían dicho que estaba prohibido mascar chicle en clases, así que tuvieron que probar con otras diversas maneras, pero ninguna había funcionado tan bien como el chicle.

Volvió su atención al ejercicio y difícilmente lo pudo completar sin comenzar a murmurar a paso veloz, había tenido que morderse la lengua para evitar los murmullos y gracias a eso pudo darse cuenta a tiempo para callarse de inmediato, lamentablemente no le funcionó demasiado con el último ejercicio, ya que sus murmullos comenzaron de vuelta con un tono más bajo y aun así el chico pequeño de cabello morado en bolas le avisó a tiempo antes de que volviera a despertar al profesor y le agradeció rápidamente por eso. Aunque luego se dio cuenta que el chico se le quedaba observando el pecho por mucho tiempo y se dio la vuelta para que dejara de verla, un pervertido, había un pervertido en su clase. ¿Qué clase de héroe podría convertirse una persona pervertida? Ni siquiera podía imaginárselo, aun así no le dio tantas vueltas y se concentró en terminar el ejercicio sin murmullos de por medio.

Cuando el timbre sonó y dio por terminada la primera clase, cada uno de los estudiantes pasó a entregarle su tarea al profesor antes de regresar a sus asientos y despedirse del hombre, esperando a que llegara el siguiente profesor para ver la clase que venía. Izuki pudo darse cuenta que algunos ya habían formado su grupo de amigos a pesar de ser el tercer día apenas, no le sorprendió realmente porque recuerda que Charlotte fue la que se acercó a ella la primera vez y allí es donde se daba cuenta que extrañaba más que nunca a sus amigos, a pesar de hablar con ellos por mensajes todo el días y video llamadas en las noches, así de esa manera podrían reunirse todos y hablar de cómo les había ido.

Se había fascinado completamente al escuchar el tipo de entrenamientos que recibían ya algunos y las pruebas de ingreso que habían tenido, ella misma incluso les había contado la noche anterior que había sido aceptada en Yūei y que ese día comenzaba sus clases, en ningún momento les dijo que la habían aceptado en la clase de héroes puesto que no era tiempo para contarles sobre su quirk traspasado, simplemente dejó que ellos mismo se imaginaran la clase a la que había entrado y se regocijó entre las felicitaciones de todos, incluso Allen estaba contento y aliviado de que haya sido aceptada, así que podía mantenerse tranquila por lo momentos.

—¿Hola? ¿Midoriya-san todo bien? —Cuestionó Ochako quien había decidido acercarse por cuenta propia a la chica nueva.

—¿Huh? ¿Charlotte? —Cuestionó Izuki en un murmullo luego de haber visto el cabello castaño de la chica frente a ella y cayó en cuenta que ya su amiga no estaba con ella, así que le sonrió avergonzada a la castaña. —Lo siento, me perdí entre mis pensamientos. ¿Me preguntaste algo?

—Está bien, lamento interrumpir tus pensamientos —Respondió Ochako igual de apenada que la peliverde y no tardó en extenderle la diestra. —Quise venir a darte la bienvenida, soy Ochako Uraraka, un gusto Midoriya-san.

—Oh, gracias. Puedes decirme Izuki, no es necesaria tanta formalidad, estaremos juntas por mucho tiempo —Respondió Izuki estrechando su mano con la ajena y sonrió sintiendo un deja vú que provocó que sonriera ampliamente.

—Entonces puedes llamarme Ochako, es verdad que no hay que ser tan formales —Respondió Ochako soltando la mano ajena antes de iniciar otro tema de conversación. —Entonces ¿Vienes de Canadá? Hablas muy bien el idioma. ¿Qué te hizo venir y no quedarte allá?

—Sí, me fui hace tiempo con mi madre ya que allá estaba viviendo mi padre, así que terminé allá mis estudios —Contó Izuki con tranquilidad sin dar demasiado detalles, sobretodo de quién era su padre, aunque presentía que el hombre mismo revelaría pronto esa información y quiso poner mala cara, pero se aguantó lo suficiente para evitar alarmar a la castaña. —Desde pequeña siempre fue mi sueño estudiar aquí y aunque estaba en otro país, aun así mi sueño siguió siendo el mismo y ahora lo estoy cumpliendo. ¿Tú por qué entraste a la academia, Ochako-chan?

—Oh un sueño de hace mucho, eso es bueno y que lo hayas podido cumplir es aún mejor —Respondió Ochako sin borrar su sonrisa y rió por la pregunta ajena. —Quiero convertirme en heroína para ganar mucho dinero y así ayudar a mis padres a tener una vida sin preocupaciones.

Izuki formó una o pequeña con sus labios al saber de las verdaderas intenciones de la castaña y no supo realmente qué decirle, no era un sueño que tuviera que ver realmente con el heroísmo, al menos no en su totalidad, pero si había sido aceptada en la academia era porque tenía un buen quirk, así que sacó uno de sus cuadernos nuevos para anotar de ser necesario.

—¿Qué tipo de quirk tienes, Ochako-chan? —Cuestionó realmente interesada.

—Zero Gravity —Respondió Ochako con una sonrisa y extendió la explicación para que la pecosa supiera de que iba. —Me permite eliminar los efectos de la gravedad de las cosas sólidas al tocarlas con las yemas de los dedos —Contó y le hizo un ejemplo con ella misma.

—¡Qué genial! —Exclamó Izuki sorprendida de estar levitando de su asiento, aunque haya tenido que soltar su cuaderno para poder sostener la falda y así no se le viera nada. —¿Podrías bajarme antes de que el pervertido que se sienta detrás de mí se acerque más? Me pone realmente incómoda —Confesó con sinceridad.

—Oh claro, lo siento —Respondió Ochako volviendo a llevarla a su asiento para quitar su quirk del cuerpo de la pecosa antes de ver hacia el compañero de clases del que hablaba y formó una mueca al notar que era cierta su cercanía. —Qué horror y qué degenerado —Acusó directamente antes de ver de vuelta hacia su compañera. —¿Tú qué clase de quirk tienes, Izuki-chan?

—¿Quirk? Esa Deku no tiene ninguno, de seguro hizo trampa para entrar —Comentó Katsuki metiéndose en la conversación de ambas chicas, seguía molesto por haber sido engañado todo este tiempo.

—No le hagas caso, Ochako-chan, Bakugou-kun no tiene otra conversación dónde meter la nariz y viene solo a fastidiar —Comentó Izuki sin siquiera ver al cenizo y sonrió levemente hacia la chica. —Mi quirk consta de gran fuerza y aumento de mis habilidades físicas —Respondió la pregunta lo menos detallada posible y respondió la duda que todos parecían tener luego de escuchar a Katsuki llamarle quirkless. —Mi quirk se presentó bastante tarde, por lo que Bakugou-kun sigue creyendo que no tengo uno, pero no hice trampa, el mismo Aizawa-sensei fue quien realizó mi examen y mantuvo un ojo encima de mí.

—Es complicado pasar haciendo trampa con Aizawa-sensei siendo el que te vigila —Comentó Momo metiéndose en la conversación, ella misma había recibido su pase a la academia con ese profesor y se los contó antes de agregar: —Hubo un chico que iba en el mismo grupo que trató de desconectar todos los robots para hacer como que fue él quien los atacó, Aizawa-sensei terminó metiéndose en el examen para sacarlo él mismo y según escuché por mi padre, el castigo que le dieron fue que no sería aceptado en las tres academias principales para héroes.

Casi todos tuvieron la misma expresión sorprendida por lo que escuchaban y comenzaron a contar sobre las diferentes historias que conocían del profesor atrapando a personas queriendo hacer trampa en el examen de ingreso, ahora Izuki entendía que haya sido él quien le había hecho el examen y recordó que el hombre incluso había visto a los dos robots que fueron aplastados por el edificio, realmente era un héroe bastante atento a los detalles y todos los demás asintieron de acuerdo con Izuki, habían estado escuchando los murmullos que sorprendentemente los había hecho más lento y la habían en tenido perfectamente.

—Los demás profesores también son bastante correctos cuando de un examen se trata, suelen ser muy serios, incluso Midnight-sensei —Comentó Tenya moviendo los brazos como si de un robot se tratara, manteniéndose completamente serio.

—Es verdad, Midnight-sensei no suele verse tan seria ni siquiera en sus misiones a menos que sea algo serio —Comentó Izuki al recordar la expresión de la mujer cuando le sacó la cuenta de sus puntos en el examen de ingreso.

—Tsk aunque haya sido Aizawa-sensei el que te hizo el examen, estoy seguro que hiciste trampa, Deku —Comentó Katsuki saliéndose del tema de conversación que los otros tenían para volver al principal.

—Bakugou-san ¿Por qué te empeñas en fastidiar a Izuki-chan y por qué eres tan grosero? —Cuestionó Ochako llevándose las manos a la cintura, frunciendo el ceño hacia el cenizo.

—Porqué no es la primera vez ni la última que me va a fastidiar —Respondió Izuki con una sonrisa ladina llena de burla, lo expondría un poquito. —¿Cuánto tiempo más vas a tardar antes de llamarme rata de biblioteca, Kacchan? Porque ya me vuelves a llamarme "Deku" y te informo que dejé de serlo, en cualquier momento puedo darte una paliza en el campo de entrenamiento.

—Que hayas conseguido un quirk no te hace dejar de ser menos inútil, Deku —Respondió Katsuki y sonrió emocionado por la amenaza de la pecosa, incluso le había salido agallas en los últimos años. —Ya quiero ver si es verdad que puedes darme esa paliza, ya sabes que no me contendré, Deku.

—Eso no lo decides tú, Kacchan —Respondió Izuki volviendo a tratarlo con aquel apodo que le había dado desde pequeños y se levantó de la silla para apoyarse en la mesa frente a sí misma con una sonrisa parecida a la del cenizo. —Y no podría esperar menos de ti, no puedes verte débil de nuevo ¿Verdad, Kacchan? Después de todo ya no eres la damisela en peligro que se dejó atrapar por un villano —Le recordó, ladeando su sonrisa.

—Tú, maldita, no me recuerdes esa mierda —Gruñó molesto Katsuki mientras la tomaba de la corbata para amenazarla con las chispas de sus explosiones de la otra mano sin dejar de verla a los ojos. —No tientes tu suerte, quirkless.

—¡Ya no soy una quirkless! —Exclamó Izuki con el ceño fruncido y fue cuestión de tiempo para que su cuerpo comenzara a iluminarse en verde y se le lanzara encima al cenizo. —¡Estúpido Katsuki Bakugou!

Katsuki se alejó rápidamente de la chica para esquivar la patada que iba en dirección a su rostro, sorprendiéndose al ver que si le hubiera llegado esa fuerza lo hubiera dejado noqueado en el suelo, rió aún más emocionado y esta vez fue quien se le lanzó encima con un par de explosiones, viendo a la pecosa esquivarlas con total precisión como si estuviera acostumbrada a ese tipo de situaciones. Todos los demás estudiantes veían la pelea entre aquellos dos y sólo unos pocos eran los que trataban de meterse para detenerlos antes de que llegara el profesor que se estaba tardando más de lo esperado.

Sero fue quien terminó deteniéndolos con sus cintas mientras Ochako alejaba a Katsuki de Izuki con su propio quirk y Tsuyu alejaba a la pecosa con su lengua, todo justo a tiempo para la llegada del profesor y fue imposible hacer como que nada sucedió puesto que casi todo el salón de clases estaba patas arriba, era justo un campo de batalla con todas sus letras y mientras Ochako y Tsuyu seguían sosteniendo a sus compañeros, el profesor les dio un sermón completo a ambos además de darles como castigo arreglar juntos el salón en esos momentos mientras sus compañeros recibían clases afuera, aunque éstos últimos no estaban muy seguros de dejar a ambos solos, no era buena idea en ninguna parte y el profesor lo sabía, pero les estaba dejando el voto de confianza para ver si no los mandaba antes a la oficina del director y se los hizo saber.

Para alivio de todos, ambos chicos aceptaron el castigo y lo realizaron sin siquiera verse ni hablarse, simplemente lo realizaron sin darse cuenta que estaban siendo observados; entre los dos el salón volvió a estar en completo orden y ellos tomaron sus cosas antes de salir para dirigirse hacia afuera y avisarle al profesor que ya habían terminado de acomodar todo, para su suerte pudieron llegar unos minutos antes de que se terminara la clase y pudieron hacer el examen que estaban realizando antes sus compañeros, era físico y mental, algo rápido, por lo visto; aun así lo hicieron sin siquiera quejarse y una vez que todos habían pasado fueron libres de ir a comer.

Para Izuki era realmente sorprendente lo rápido que el tiempo pasaba cuando se estaba haciendo algo que le gustaba, tomó sus cosas para guardarlas y tomó su celular del maletín, notando un mensaje de su padre, supuso que ya había terminado de dar su primera clase y como era hora de almorzar, lo haría con ella, eso o se había enterado de su castigo en el primer día de clases; suspiró de antemano por si era eso y apretó los labios antes de correr hacia el interior del edificio bajo la mirada de la castaña que había estado a punto de invitarla a comer con ella y otros dos compañeros, pero por lo rápido de su escapar de seguro ya tenía planes o demasiada hambre, no estaba segura, pero lo dejó pasar por ese día y se convenció para volver a intentarlo al día siguiente.

Izuki corrió hacia el salón de profesores que le habían dado a su padre para sí solo y tarareó mientras veía los letreros de las puertas hasta encontrar el correcto, tocó tres veces suavemente antes de recibir un "pase" corto que la hizo prepararse mentalmente antes de entrar a la sala, cerrando la puerta poco después para ir a sentarse en el sillón grande del lugar bajo la mirada de su padre.

—Hola hija ¿Cómo te fue en tu primer día de clases? —Cuestionó Toshinori con una  sonrisa hacia su hija.

—Bien, supongo que ya hice una amiga —Respondió Izuki sin siquiera verlo antes de agregar: —Mi bully terminó siendo mi compañero de clases de nuevo.

—Oh imaginé que tu pelea debió ser por algo —Comentó Toshinori con un suspiro. —¿Te reconoció?

Izuki pudo confirmar ahora que su padre sabía de su castigo, así que suspiró hondo antes de comenzar a contarle todo lo sucedido desde que entró al salón luego de que el profesor Aizawa anunciara su llegada y todo lo demás cuando estuvo hablando con la chica que le había comentado que creía, ahora era su amiga, pero realmente no estaba segura. Toshinori escuchó todo de manera atenta mientras sacaba los dos almuerzos que su esposa lo había hecho llevar antes de irse a trabajar, le molestaba un poco que el joven Bakugou todavía siguiera con su misma personalidad, realmente esperaba que madurara con el pasar del tiempo, pero mientras no lo hiciera su hija debía dejar de caer en sus provocaciones y se lo hizo saber.

¡Hello! ¿Cómo están?

He vuelto con otro capítulo en casi poco tiempo, claro que sí 😌✨

Espero les haya gustado ❤️

Dentro de poco Todoriko hará su aparición, no coman ansias que luego se quedan sin uñas 😂

¡Nos leemos pronto! ¡LOVIU lunitas, besitos en la cola o en la frente si no se han lavado la cola! ♥️💋

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