FOUR: WHAT!?

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Olly Murs & Flo Rida - Troublemaker

"Señor Jeon, por favor deje de soltar feromonas y termine sus planas" el profesor que los había encontrado 'peleando' y les obligó a estar en detención haciendo como castigo planas tal cual niños de primaria o jardín de infantes se tratara, le dijo al Alfa para seguir con la lectura del viejo libro que estaba leyendo.

JungKook ante lo pedido asintió gruñendo poquito al tratar de disipar momentáneamente el odio que tenía hacia Kim y la enorme vergüenza que sentía desde que fue visto en el momento que estaba a punto de insultar al mismo. Aquellos sentimientos que por primera vez estaba experimentando en el instituto le hicieron liberar feromonas que se percibían en un aroma ácido que tenían un único destinatario; el Alfa rosado bipolar.

Nunca había llegado a detención, todo era por culpa de ese Alfa que estaba cinco butacas lejos de donde él se encontraba. Ambos estarían en ese salón hasta que terminen las 300 planas que el profesor les pidió a cada uno por ‹andar peleando como niños chiquitos en horario de clase›.

"Terminen sus planas y no peleen otra vez, voy a los sanitarios, regreso lo más rápido" el profesor avisó antes de salir del salón, dejando a ambos estudiantes en un completo silencio que se sentía sumamente incómodo.

"Ugh"JungKook asintió a la vez que se quejaba mientras escribía un nuevo renglón de ‹No debo pelear en la escuela, ni en ningún otro lugar›.

Odiaba a Kim, lo hacía desde su primer encuentro y le odiaba incluso más en ese momento.

Su mano dolía a pesar de no haber escrito tanto, pero no podría quitarse la costumbre de apretar y pegar de más la punta del bolígrafo a la hoja cuando escribía. Y más lo hacía al sentir enojo cada vez que veía a ese Alfa hacer las planas con una sonrisa en sus labios como si le gustara.

¿A qué loco estudiante le gustaba hacer planas?

A nadie... Bueno, tal vez a nadie que no fuera ese Alfa rosado que tomaba de manera delicada el bolígrafo, y con precisión y rapidez escribía cada uno de los trazos de cada carácter.

Ese Alfa rosado en dos días estaba logrando que Jungkook hiciera cosas que nunca imaginó que haría, como en ese momento:

‹Lindo›

JungKook pensó vagamente mientras las comisuras de sus labios subían poco, sólo un poquito al ver cómo ese Alfa volteó en su dirección; logrando que sus miradas se conectaran y desconectaran rápidamente cuando el pelirosa volvió la vista a sus planas, quizá avergonzado, con un bonito color rojo que coloreaba levemente sus mejillas y la punta de sus orejas.

'Deja de verlo, lo vas a gastar'.

Ante la voz de su lobo, JungKook parpadeó un par de veces al darse cuenta de sus acciones anteriores, y no evitó arrugar su nariz y fruncir sus bonitos labios al ver la hoja casi en blanco encima de su escritorio.

"Cállate que tú no dejas de mover como loco la cola y dar vueltas tal cual perrito cada vez que voltea a verme" siguiendo con sus planas, le dijo mientras volvía a mirar de reojo al Alfa.

'Grr'

"No me gruñas que es la verdad, Alfita".

'Yo gruño si quiero, no puedes callarme'.

"No, pero si te puedo ignorar"

'No'.

"Adiós" y empezando a hacer lo que dijo, ignoró cada uno de los gritos y gruñidos que su lobo daba mientras volvía la vista a sus planas después de haber visto momentáneamente al Alfa que, tal vez, inconscientemente pasó la lengua por sus bonitos labios.

Era curioso el Alfa rosado.

Era singular, en demasía. Y a JungKook le daba cierta curiosidad, la cual sería una falacia decir que no deseaba saciar por completo.

Pero cómo dicen 'la curiosidad mató al gato' y él en definitiva después de ese día iba a alejarse lo más que pudiera de ese Alfa. Kim significaba problemas y JungKook no estaba dispuesto a pasar por más regaños, no, no, no.

Había tenido más que suficiente aquel par de días, a pesar de que sentía como algo dentro de si le incrustaba cada vez más aquella pequeña espinita de querer conocer más al Alfa.

"Ah" suspiró leve para ingresar nuevamente aire a sus pulmones.

Y como si el destino estuviera en contra de sus pensamientos y le estuviera haciendo una mala jugada, nuevamente el aroma a cereza le hizo tragar grueso, sintiendo aquella deliciosa fragancia en su paladar.

No, no y-

Ay...

"Alfita, ¿me das otro abrazo?"

¡No!

¡Profesor, ¿por qué tuvo que ir a sacar la comida que desayuno?!

Diosa Luna, mátalo.

Por favor, mátalo.

¿Por qué les dejas vivir y después le abandonas de tal forma tan cruel?

"¿Sí?"

Al oír aquella pregunta, JungKook sintió como su cuerpo se quedó tal cual estatua y el sudor frío empezó a recorrer sus sienes mientras su corazón aumentaba la cantidad de latidos por segundo... No, no voltearía, no voltearía a ver a aquel Alfa que de seguro estaría haciendo un puchero mientras le miraba con ojos de borrego a medio morir.

No, y...

Y, reverendo lobo hijo de su gacha mamacita.

"¡Vete a la-" JungKook quiso gritarle a su lobo, sin embargo, fue ignorado por él mismo, quien sin avisarle tomó el control de su cuerpo al JungKook haber quedado atontado con aquella fragancia

Ah, el karma de verdad que-

Y ni siquiera pudo decir algo cuando Jeon sintió su mandíbula caer mientras abría la boca lo más que podía al igual que sus ojos, completamente atónito ante la acción de su estúpido lobo.

"Sí, Alfa..."

Y fue más lo que se tardó en decir su lobo, que en que el Alfa le abrazara, y casi le hiciera caer con todo y banca cuando el Alfa se abalanzó hacia él ante la afirmativa causando que se oyera un estruendo en el silencioso salón.

¡No!

¡Que no llegue el profesor!

¡No quería lavar los baños! El profesor les había dicho que si los volvía a ver peleando el castigo sería lavar los baños y JungKook no sabía, ni quería aprender a lavar los baños escolares.

Quería llorar, no sabía qué hacer para...

"Grr, grr, grr".

¿Estaba ronroneando encima de él nuevamente?

¡Diosa!, aquel Alfa estaba ronroneando encima de él y le estaba bañando en su aroma como si JungKook fuera un Omega . No negaba que nuevamente aquel aroma a whisky le estaba haciendo sentir tan embriagado, pero no. ¡Estaba loco ese Alfa!

JungKook se quería ahorcar y más cuando un grito no tan masculino salió de su garganta cuando sintió como su banca se iba hacia atrás por el peso de ambos.

"Ou, te odio tanto..." soltó en un jadeo de dolor al sentir al Alfa que cayó encima de él acurrucarse en su pecho mientras le abrazaba de la cintura.

"Te quiero, mi Alfita..."

¿Qué?

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