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Zeldris y gelda se encontraban volando por el firmamento.

Hace unos horas que se habían despedido de los pecados y a decir verdad al estar volando en el cielo, se sintieron libres, ya no era como antes cuando las cadenas tallaban sus muñecas y no podían disfrutar de su dulce amor en libertad y lo mejor es que ahora podía disfrutar la libertad con la belleza que estaba a su lado, su amada Gelda. Zeldris sé sintió feliz por primera vez, se sintió tan feliz de estar libre ... sobre todo juntos, algo que nunca gozaron en el Inframundo por aquel horroroso miedo de ser descubiertos, y sinceramente desde lo mas profundo de sus corazones aún estando "libres" algo estába mal.
Se sentia bien, estar junto a ella nuevamente, pero un ambiente incómodo fue creándose entre ambos.

No sabía si estar alegré al estar a su lado o triste de no decirle sus sentimientos ... aún. El la amaba pero ... jamás había escuchado de esos labios que deseaba probar ... un te amo.

Y finalmente llegaron a las puertas del Inframundo, todo estaba oscuro y sombrío, sin embargo no era por eso que zeldris dudaba al entrar, no quería ir de nuevo al infierno, pero lo hacía por ella y su dulce amor sobrepasaba ese capricho. Justo en ese momento quiso verla a los ojos, quiso ver ese brillo que tanto amaba, pero sus emociones no ayudaban en nada quería abrazarla o por una vez besarla por finalmente volverla a verla después de 3000 años.

Pero no podía ... no quería.

Y para su alivio y terror ella tocó suavemente su hombro.

-¿Gelda? -alzo su mirada con lentitud. Ella lo miraba llena de amor y ternura como si entrara a su propio corazón y lo suavizará entre sus manos.

-sabes ... no debes hacer esto si no quieres.

-¿eh? ¡Claro que quiero, no podría vivir sin estar a tu lado! -gritó con entusiasmo y después de tres segúndos, descubrio el peso de sus palabras y no pudo evitar su sonrrojo, uno adorable para los ojos de su amada, quien sonrrio ante su dulce acto con cariño.

-Sabes ... Debo admitir que el Inframundo es un poco sombrío y aburrido -comento con una dulce sonrisa que por momento hizo dudar al pelinegro sin embargo se paralizó cuando su mano acuno su rostro con cariño y no pudo evitar relajarse sobre la mano que lo acariciaba-. Podemos quedarnos un poco de tiempo antes de volver, no creo que sea nada de malo

-Gelda..pero podrías lastimarte y..yo

-Lo se ... pero solo será por unos dias y luego nos iremos -zeldris no podía resistir su capricho y asintió lentamente mientras agarraba la mano que lo acariciaba y tímidamente rozó sus labios con su tierna piel-. Gracias zel

La vampira sonrrio nuevamente y antes de darse cuenta se hallaban en los aires volando, mientras exploraban la zona con cautela. Si se hibán a quedar por unos dias, debían estar cómodos al menos.

Un rato después zeldris halló una cabaña abandonada y fue directo al lugar, acompañado de Gelda.

-¡Que bien! Ese es el lugar perfecto -menciono la rubia con alegria. Sin embargo zeldris miro el lugar con detenimiento, era cómodo y acogedor, pero no era digno para ella. Ella se merecía algo mejor, algo tan valioso como las joyas o diamantes.

-Mejor busquemos otro

-Pero este es el único en la zona y además ... me gusta.

-Pero Gelda ...

-Oh vamos Zel nos quedamos aquí, por favor -no pudo contradecirla, sin poder hacer nada más entraron a la cabaña.

Estaba un poco polvorienta y con cosas descuidadas, sin embargo era muy acogedora. Zeldris miro con desagrado el lugar, en todos los lugares que pudo a ver encontrado, Gelda quería este, todavía no la entendía del todo, pero eso fue la actitud que ablando su corazón e hizo amarla.

-¿habrá una cama? -preguntó Gelda con curiosidad mientras se separaba de su amante para explorar el lugar. Zeldris vio como ella subía unas escaleras polvorientas y luego por fin sus ojos bajaron a su ropa, observó lo sucio que estaba, desde hace cuanto tiempo que no se había dado un baño pensó «creo que ví un lago cerca de aquí» «mas tarde iré» se asusto un poco, al no encontrar la presencia de Gelda a simple vista, subío las escaleras, y fue directo a un sótano por así decirlo, no era una habitación del todo, era un espacio pequeño y había un mueble parecido a una cama donde Gelda estaba sentada con incómodidad, no mentía al decir que el espacio era pequeño, porque en verdad lo era.

-Gelda piensas dormir ahí -se burló.

-mhmh..... -Gelda le sonrrio seductoramente, se apoyo al respaldo de la cama y dejo sus dos lindos colmillos a la vista- los dos dormiremos aquí o ¿No?

El pelinegro se ruborizó hasta las orejas y rápidamente volteó su cara a una esquina. Gelda lo miraba con esos ojos llenos de deseó que lo cohibio por completo. El era lo contrario a ella y sin embargo despertaba un deseo que podría matar a un humano.

-Oh vamos Zel es una broma -se burló. Una extraña sensación viajo al pecho del pelinegro, algo de sus palabras lo hirieron y se distrajo por un rato con esos pensamientos, fue por eso que no notó como Gelda sonrreia con melancolia, no era lo que sus palabras realmente querían expresar.

-¿eh? Y-yo voy a salir un rato Gelda.

-¿A Donde?

-Eemm...hay un pequeño lago cerca de aquí y me gustaría darme un baño

-¡Hay que ir juntos! -propuso la rubia con alegría, se levanto de la cama con entusiasmo y lo miro esperando su respuesta-. yo también nesesito un baño ... no te importaria si lo tomamos juntos ¿Verdad?

-N-no -tal vez su respuesta lo convenciera, peros sus mejillas rojas no. Gelda solo sonrrio y le dedicó una mirada con calma y serenidad.

-No haré esto si no quieres -rozo la yema de sus dedos sobre su mejilla y zeldris contempló sus ojos brillosos fijándose en el ... solo en él.

-Jeje, n-no hay problema -sonrrio disimuladamente y la volvío a mirar-. Yo me voy, quiero decir

-Los dos -completo, lo agarro de la mano y lo guío hacia el piso de abajo. Ella sabía que su amante no daría el primer pasó, por eso ella siempre lo intentaba.

Antes de irse Zeldris vio como Gelda rebuscaba algo dentro de un cofre.

-¿Que haces?

-¡Lo encontré! -del cofre saco un par de trajes hermosos y aunque el lugar estaba polvoriento los trajes estaban tan bien guardados que permanecieron limpios e intactos.

--Ah, cierto -estaba tan avergonzado de darse un baño con ella que no pensó, con que ropas vestía.

-bueno ¡Vamos! -Gelda lo agarró del brazo y salieron juntos como una pareja de esposos.

No pasó ni diez minutos y ya se encontraron en el lago. Gelda no se pudo sentir más emocionada, a diferencia de zeldris que le sudaban las manos por la vergüenza.

-eh....Gelda .

-tranquilo, todo está bien -Gelda comenzó a desvertirse con lentitud y el avergonzado pelinegro solo se sentó en la orilla y ocultó su rostro en sus rodillas.

La rubia, antes de desvertirse por completo se cubrió con una tela y antes de entrar al lago se expuso por completo y finalmente se hundió en la agua, el agua apenas cubrió sus pechos y la rubia comenzó sonrtreirle a su amante, que se hallaba en la orilla remojando sus pies

-Oh vamos Zel, no me digas que le tienes miedo al agua -bromeo un poco para aliviarlo, sin embargó solo lo sonrrojo más, así que la divertida rubia se le ocurrió una grandiosa idea-. Si no vienes tú, yo iré ahí y te traeré.

De inmediato el pelinegro se despejó de su escondite y aún ruborizado conenzo a despojarse de sus ropas. La rubia solo río ante su actitud, su estrategia había funcionado como todas las veces, sin embargo, debía darle un poco de privacidad, así que antes de que comenzara a desvertirse se volteo.
Ella lo amaba y por eso, también debía respetarlo.

Cuando ella de nuevo lo miro ya se encontraba en el agua, está cubría una pequeña parte de su rostro a diferencia de ella que cubría sus grandes pechos. Sonrrio al ver como sus mejillas se encontraban mojadas y rojas, y aún estába con el seño fruncido mientras su pequeña nariz apenas sobresalía del agua. Su tierna estatura no ayudaba a qué Gelda pudiera controlarse, ya quería abrazarlo tan fuerte hasta que por fin se unieran de una manera tan perfecta que no pudieran separarse de ninguna manera, y por fin cumplir el deseo de estar juntos para siempre.

Gelda se acercó al pelinegro y le dió gracia como el se separaba de ella cada vez que quería atraparlo entre sus brazos desnudos.

-¡Zel!¡Ven aquí! -gritó Gelda enfadada, ya estaba cansada de perseguirlo por todo el lago y de un momento a otro levanto sus pechos, y el pobre pelinegro solo huyó más lejos.

Gelda se canso, si el no quería no debía obligarlo, tal vez el no la quería. Se perdió en sus pensamientos y aún sin darse cuenta, sonrrio tristemente. Y de un momento a otro vio a zeldris sobre ella, agarrado de su cintura y cubría sus grandes pechos con su cuerpo. La forma en la que la agarro, hizo que sintiera su cuerpo tan unido al suyo y no pudo negarse al deseo, sentía una satisfacción tan grande que quería tirarse encima suyo y moverse sobre el.

Zeldris frunció el seño, sintió una presencia acercandose e inmediatamente y rápidamente agarro la cintura de Gelda y la acercó mas a su cuerpo.

-¿Quien está ahí?

De pronto un mujer salió, y zeldris suspiró de alivio, al menos no era un hombre, no dejaría que el cuerpo de su amada fuera visto por cualquiera y sobre todo a los ojos de otro hombre.

-Zeldris, solo es una jóven.

-Vete, ahora mismo -la chica inmediatamente salió corriendo de ahí y por suerte no volteo ni una sola vez o sino zeldris la mataría al instante. Y finalmente había desaparecido del lugar.

Zeldris aún se mantenía serio y alerta, y el gemido de Gelda cerca de su oído hizo que se estremeciera y finalmente reaccionara. La estaba abrazando y la estaba tocando sin su permiso y de un momentos a otra la soltó e inmediatamente salió del agua cubriéndose con sus ropas.

-P-perdon -se seco y se puso sus ropas rápidamente y justo cuando su amada salí del agua, el volteó su mirada mientras ella se secaba y comenzó a vestirse.

Volvieron a la cabaña, pero está vez no estaban agarrados de la mano, se sentían alegres de alguna forma, pero a la vez indesisos de decirles sus sentimientos al contrario. ¿Era amor?se preguntaban, porque ni uno de los dos, lo había dicho y aún así no encontraron felicidad al estar juntos.




N/A: Todavía no hemos terminado
Aun ahí más ;) ¿Que les parece?

¿Continúo?

Porque yo estoy muy emocionada.

¡Gracias por leer!















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