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....se llama obsesión.
























El reloj marcaba las 4:59 am. La alarma en el celular de Yoongi estaba a punto de sonar.

Como todos los días, las 5:00 am, era la hora en la que Yoongi tenía que levantarse para alistarse e irse al colegio. Cursaba ya el último año, así que pronto descansaría un poco de esa rutina, al menos hasta entrar a la universidad.

Yoongi se acomodó en su cama, subiendo la sábana hasta cubrir su barbilla. Pero unos segundos antes de que su alarma sonara, el celular vibró y sonó.

Una llamada entrante.

El ruido de la música que Yoongi tenía de tono, hizo que diera un leve brinco del susto, despertando. Parpadeó mientras restregaba su cabeza en la almohada.

Miró hacia su celular que estaba al lado de la almohada. ¿Quién podía ser a esta hora?.

Aún con sus ojos adormilados, resopló y estiró su mano tomando el celular.

Descolgó la llamada.

- ¿Hola? - contestó Yoongi.

Solo escuchaba el sonido de una respiración, mas nadie hablaba. Frunció el ceño, y alejó el celular para ver el número. De lo adormilado que estaba, ni había visto quién lo estaba llamando. El número era desconocido.

- Hola, ¿quién es? - preguntó Yoongi intrigado.

- Shh... Solo escucha. - mencionó por fin la persona al otro lado de la línea.

Era la voz de un hombre.

Yoongi se sentó rápidamente, despertándose del todo. Estaba a punto de volver a preguntar de quién se trataba, pero el hombre continuó...

- Sé que son tan solo las cinco de la mañana, pero yo no he dormido nada. - la voz del hombre era jadeante y ronca - ¿Sabes por qué? Pensando en tu belleza, voy a volverme loco.

Yoongi quedó estupefacto ante esas palabras. Sus labios y manos temblaron, se alejó otra vez el celular para verificar el número, y no, definitivamente no lo conocía.

- ¿De qué está hablan...

- Supongo que el insomnio es mi castigo, pero tu amor será mi alivio. Así que hasta que no seas mío, no viviré en paz.

- No sé quién mierda es usted - dijo Yoongi más que asustado y enojado - ¡Está loco! Vayase al carajo, no estoy de humor para bromas a esta hora... - estaba a punto de colgar, pero no pudo ante lo siguiente que dijo el hombre.

- Hoy conocí a tu novio. Estaba en un bar, se quedó allí hasta las dos de la mañana.

Yoongi salió de la cama con sus latidos a mil.

- No es cierto, deje de bromear...

- Su nombre es Kim Taehyung - se escuchaba como aquel hombre se reía - es pequeño, para nada un buen prospecto. Y sé que él no te quiere, por su forma de hablar.

- ¿Quién se cree que es usted para...

- Además, tú no lo amas, porque él no da la talla, no sabe complacerte como lo haría yo.

Yoongi estaba más que enojado y si, demasiado asustado. Respiró profundo, llevando sus negros cabellos hacia atrás apretó el celular.

- ¿Cómo lo harías tú? Ja - dijo Yoongi, dejando a un lado los formalismos. - Deja de molestarme, no se de donde me conoces, pero yo no voy a seguir la corriente a esta broma de mal gusto, y deja de faltarle el respeto a mi novio

Yoongi no lo veía, pero sentía como si el tipo estuviera sonriendo - Descuida, Yoonie, tendré paciencia contigo. Y tu "novio" no es competencia para mi, por eso no hay motivos para respetarlo como me pides, bonito.

- No me digas así...

- Es la verdad, eres bonito, una belleza. Debes ser mío, Yoonie...porque yo te amo.

- No. No es amor - Yoongi sentía que su cabeza colapsaba. - Yo no te conozco, no se de donde tu lo haces, pero no me interesa. Lo más probable es que seas un borracho lunático.

El hombre solo rió. - Me da ternura tu forma de pensar mi pequeño, muchas veces eres tan ingenuo...es la verdad Yoonie, te amo.

- ¡Claro que no, cierra boca! Lo que tú describes parece una obsesión. Así que ya déjame en paz, lunático.

Sin más, Yoongi colgó la llamada.

Caminó por toda su habitación tratando de calmar su respiración. La frente y cuello le sudaba de los nervios.

¿Qué carajos había sido eso?.

Con sus temblorosas manos, bloqueó el número, y enseguida buscó el contacto de su novio. Tenía que asegurarse que estuviera bien.

**************


**************

Yoongi terminó de hacer unos deberes en su laptop, así que tomó su celular recostandose relajado en el respaldar de su cama.

Después del colegio había ido con su novio a un tecnólogo para que revisaran su celular, pues este tenía unas fallas. Obviamente permaneció apagado mientras lo arreglaban. Cuando su novio fue a retirarlo y se lo trajo, lo encendió y lo primero que encontró fue varias llamadas perdidas del mismo número.

No le comentó nada a Taehyung, pues no quería que se preocupara. Desde que este le comentó que no le había pasado nada anormal por así decirlo, Yoongi se tranquilizó un poco.

Ahora que estaba desocupado, vio que eran como 30 llamadas. Yoongi estaba seguro que era ese loco.

- Si vuelve a llamar, lo mandaré al diablo - susurró para si, pues ya lo tenía harto. Al parecer no le sirvió cambiar de número.

Entonces pasó. Su celular volvió a sonar, pero era otro número.

Yoongi suspiró un poco temeroso. Contestó.

Antes de que pudiera decir algo, el tipo habló.

- Mi Yoonie...

Yoongi reviró los ojos y masajeó su sien.

- Deja de decirme de esa manera, no soy nada tuyo imbécil.

El hombre volvió a reír. A Yoongi le sacaba de quicio esa risita.

- Sabes amor, había ido bien vestido para ti, en mi Lexus NX a tu colegio, pero me informaron que te fuiste, rápidamente quise alcanzarte, pero te busqué y no te encontré. Y eso me preocupaba, así que para calmar mi ansia necesitaba llamarte, escuchar tu dulce voz.

- ¿Cómo volviste a conseguir mi número? - Y ahora que lo pensaba, ¿cómo lo consiguió la primera vez?.

¡Esperen! El tipo acaba de decirle que prácticamente estuvo siguiéndolo, y él solo preocupado por un simple número. Yoongi no sabía cómo reaccionar.

- Eso fue fácil corazón. Uno de tus amigos me lo dio, al principio me lo negó, pero ser bonito me ayudó mucho ¿sabes? - rió - mis encantos trajeron la solución.

Yoongi frunció su ceño, más que molesto con quien sea que haya cedido a dar su número a un psicópata.

- ¿A quién te refieres?

- No te diré su nombre, no deseo que pelees con tus amigos mi pequeño. Aunque te diré que al parecer a tu amigo le gusté, así que solo le di una mirada y con un par de palabritas, me dio tu número. Pero, a mi solo me encantas tu...

Yoongi no sabía quién había sido, pero si se llegara a enterar, esa persona lo iba a escuchar seriamente.

¿Tan guapo era el tipo para que uno de sus amigos cediera ante él?.

Sacudió su cabeza, quitando ese estúpido pensamiento.

- Como sea, ya sabré yo quien fue...

- Dejemos ese tema a un lado, no es lo importante, quería decirte que mañana voy a ir a verte.

Yoongi sintió su frente y manos sudar. ¿Ese tipo hablaba en serio?

- N-no es cierto, no se quien seas, pero, s-si te acercas a-a mi, llamaré a la p-policía.

- Eso no será necesario mi vida, no voy a secuestrarte o algo por el estilo, por ahora aunque me muera de ganas - rió, y Yoongi solo se asustó más - solo quiero que nos conozcamos en persona, quiero que tus hermosos ojitos me vean.

- E-eso no pasará, sigue soñando.

- Tu estás en mis sueños todos los días, así que si, seguiré soñando, pero ahora quiero hacerlo realidad.

Yoongi sentía su sangre hervir de enojo ante las respuestas desesperantes del tipo. - Estaré c-con mi novio, así que más te vale que no te me acerques.

- Ese chiquillo no irá mañana Yoonie y lo sabes - Yoongi maldijo porque era cierto. Taehyung no iría mañana al colegio por una cita médica. - Y aún si estuviera, su presencia no tiene relevancia para mí, ya te expliqué porque mi niño...

- Como sea, pudrete...

Yoongi colgó la llamada.

Se levantó al baño a mojarse la cara. Se quedó mirando al espejo pensando en que debería hacer.

¿Y si no iba mañana al colegio?

Yoongi gruñó impotente.

- ¿Quién mierda es ese desquiciado?

**************


Después de tanto conjeturar no había podido descubrir quién de sus amigos le había dado su nuevo número a ese tipo. Pero después se dio por vencido, porque ¿Cómo había conseguido su primer número? ¿De la misma manera? ¿Con ayuda de uno de sus amigos? ¿Uno de sus amigos estaba en complicidad con ese loco?.

Sentía que le colapsaría la cabeza con tantas incógnitas. La única persona que lo sacaría de dudas sería el tipo mismo.

¿De verdad planeaba darle gusto a ese hombre que podía ser un asesino serial, encontrándose con él? ¿Y todo por su curiosidad, y porque su cabeza iba a explotar de tanto suspenso.?

¡Pero claro que no! Tendría que estar demente si quisiera encontrarse con ese loco, solo por querer saber quien es.

Ese día, no se había arreglado para nada, ya que había decidido no ir al colegio. Solo se levantó, se lavó la cara y los dientes, y así en pijama bajó a desayunar. Su madre estaba de buen humor y no le reclamó el hecho de que no fue al colegio por "quedarse dormido".

Mientras comían, Yoongi quería decirle lo que estaba pasando con ese tipo a su madre, para poder tomar cartas en el asunto o algo. Pero no pudo, no sabría como explicarle aquello a su mamá. Además de que recibiría un regaño por disque tener malas juntas.

Su madre se fue a trabajar, y él se quedó solo en casa. Antes de subir a su cuarto, cerró todas las puertas con llave, y las ventanas con seguro, además de correr las cortinas.

Subió a su cuarto y fue hacia el baño, quedándose mirando unos segundos en el espejo.

Su cabello estaba despeinado, su cara sin pizca de maquillaje, y con una simple camiseta negra una talla más grande que la suya. Estaba simple y horrible, según él.

Negó con la cabeza y fue hacia su cama, tirándose de lleno.

¿Por qué sentía tantos nervios?

¿El tipo de verdad iría a buscarlo? ¿Qué planeaba? ¿Presentarse como si nada?

Después de todo, podría ser hasta un anciano. Aunque su voz no sonaba como la de un viejo decrépito, todo podría ser. Eso si, no sonaba como la voz de un adolescente, tenía que ser un hombre adulto, lo que lo hacía igual de turbio aunque no fuera un vejestorio.

En fin, miles de escenas pasaban por la mente de Yoongi en ese momento, mientras miraba a su alrededor aburrido. Las mañanas en su casa cuando no iba al colegio eran así. Sin nada que hacer.

- ¿Quién eres? - susurró para si. - ¿Cómo eres?.

Bien, aceptaba que la intriga y curiosidad por saber como era la persona que lo estaba acosando era inmensa.

Pero mientras nada inusual pasara estaba bien.

Comenzó a limpiar su habitación mientras escuchaba música para distraer su mente. Así pasaron unas cuantas horas.

De vez en cuando miraba por la ventana, sin abrirla. No veía a nadie sospechoso. Es más, ni siquiera sabía que esperar. Solo sabía que el tipo era un acosador,  y que a estas alturas ya se ha de haber dado cuenta que Yoongi no estaba en el colegio.

Algo le decía que podría saber dónde vivía. Aquello hacía que estuviera con los nervios y las alertas de punta. Sus manos estaban sudando y sus piernas temblando.

Respiró hondo y se alejó de la ventana. Dejando todo ordenado, y sin más que hacer, bajó hasta la cocina a prepararse un bocado.

Después de quedar satisfecho con su platillo, tomó este en un charol junto con una botella de jugo y volvió a subir.

Estaba por su segundo bocado, cuando escuchó como se parqueaba un auto cerca de su acera, pero no le prestó atención.

Entonces, su celular sonó.

El siguiente bocado que iba a comer se quedó a medio camino. Su cuerpo se tensó y su mano tembló. Dejó el bocado en el plato y suspiró.

Tomó el celular lentamente.

Número desconocido.

Yoongi no le colgó, pero al instante volvió a sonar.

Gruñendo desesperadamente, contestó.

- ¿Qué quieres ahora?

- Uy, ¿y esos modales mi pequeño? - rió - Buenas tardes, hoy nos quedamos dormidos por lo veo.

- Ese no es tu problema

- Tus problemas son los míos también. Y yo que quería verte, pero para todo hay solución. Ya que no fuiste por algún motivo en particular, vine hasta ti.

Yoongi se levantó de la cama, casi haciendo caer la bandeja con comida, pero poco le importó, fue corriendo hasta la ventana, y corrió un poco la cortina, sin abrir el vidrio.

Frente a la acera había un Lexus NX estacionado al frente. Un hombre bajó del auto, acomodándose la gabardina, y dando la vuelta, se quedó arrimado en la puerta del copiloto.

Todo aquello, sin quitar la vista hacia su ventana ni una vez.

Yoongi tragó grueso ante lo que estaba viendo. Sería estupido preguntarse si ese hombre era su acosador, cuando claramente lo estaba viendo y tenía el celular en la mano.

Una sonrisa surcó los labios del hombre.

- V-vete de aquí o llamaré a la policía.

Vio al hombre reír.  - Hazlo, con tal, no estoy haciendo nada malo. Solo estoy fuera de la casa del chico que me encanta mientras hablamos por celular - alzó los hombros, haciendo ver aquella situación como algo normal.

Yoongi apretó el celular en su mano y se apartó un poco de la ventana para que el tipo no pudiera verlo.

- Escucha, no me interesa si te gusto o lo que sea, lo que deberías hacer es ir a un doctor de enfermedades mentales.


- Ahora que lo dices, una vez hice una cita con un psiquiatra, a ver si me ayudaba, pues ya no tengo amigos por solo hablar de ti. Pero quería que me aleje de ti, y no iba a permitir eso.

Si lo describía de esa manera si se escuchaba muy turbio, pensó Yoongi.

Vio como acomodaba su posición en la puerta del copiloto y retiraba sus gafas, pero aún así, Yoongi no se atrevía a asomarse del todo para ver como era su apariencia en si.

- Ves, estás loco, fuera de si, ¿qué piensas hacer ah? ¿Entrar a mi casa a la fuerza? Si lo haces, esta vez si llamaré a la policía y gritaré.

- Contigo sería imposible aburrirme mi pequeño, y claro que no haré eso. Nunca dije que entraría a la fuerza.

- ¿Qué?

- De verdad ansío verte más cerca, y la paciencia se me está acabando poco que poco, por ahora tengo que irme, pero pronto nos veremos otra vez. Te amo.

La llamada se colgó.

Yoongi no se atrevió a mirar otra vez por la ventana, solo escuchó como un auto arrancaba.

¿Qué significaba sus últimas palabras?

De verdad que toda esta situación lo tenía estresado.

************

La noche llegó, y su madre llegó a casa, un poco más temprano de lo usual.

Yoongi iba a bajar, pero cuando escuchó otra voz se detuvo. Frunció su ceño y asomó levemente la cabeza por las escaleras, encontrándose con la mirada de su madre.

- Hola mi niño, ¿cómo estuvo tu día?

- Hola mami, uhh bien.

- ¿Si comiste?

- Si, me preparé algo.

- Que bueno, alistate y baja, la cena está lista, además invité a un amigo a comer, así que cambiate esas fachas.

Su madre se retiró. Y el corrió a su cuarto a  cambiarse la pijama.

Después de unos minutos estuvo más decente y bajó al comedor, sin dejar de verse por el espejo de cuerpo entero que había en uno de los pilares.

Cuando estaba por llegar a la cocina, casi chocó con su madre, quien al parecer estaba por salir. Yoongi frunció el ceño.

- Oh Yoon, sabes olvidé mi celular en el escritorio de mi cubículo, ya llamé y avise que voy en este instante a verlo, no puedo esperar hasta mañana.

- Pero...ah...esta bien, ¿y tu amigo? ¿Te va a acompañar?

- Se ofreció a acompañarme, pero le dije que no era necesario, además se que tiene hambre, así que puedes ir comiendo con él mientras llego, por cierto se llama Park Jimin, estoy segura que te caerá muy bien.

Yoongi iba a decir algo más, pero su madre solo le dio un beso en la frente y se retiró hacia la puerta. Yoongi la siguió.

- Ya vuelvo mi niño, ¡ya vuelvo Jimin, cuida de mi Yoonie! - gritó su madre, para marcharse.

Todo aquello pasó en un abrir y cerrar de ojos. Yoongi negó con la cabeza y dio media vuelta hacia la cocina, en donde estaba el tal Jimin, amigo de su madre.

Cuando entró a la cocina, arrimado al mesón, estaba aquel hombre. Yoongi se detuvo observándolo.

Aquella pose le recordaba a...

Yoongi se quedó tenso en su lugar, mientras se daba cuenta como aquel tipo lo quedaba viendo con media sonrisa un poco traviesa.

No era cierto...no podía ser cierto...¿cómo...

¿Park Jimin? ¿Amigo de su mamá?

- Hola amor - le sonrió Jimin - veo que aún sin haberme visto antes del todo, me reconociste, estoy tan feliz por eso.

Jimin hizo el amago de acercarse a él, pero Yoongi retrocedió. Jimin suspiró sin borrar su sonrisa.

- Te dije que no iba a entrar a la fuerza - alzó los hombros, restandole importancia a sus actos - Aquí estoy por ti.

Aquel hombre, Jimin, aparentemente era un hombre muy apuesto, no se veía para nada viejo, pero obvio que al lado de él si se notaba bastante mayor. Su sonrisa hasta parecía angelical, pero el brillo en sus ojos denotaba lo enfermo mental que estaba.

- Vete de mi casa lunático - Yoongi tocó si bolsillo, dándose cuenta que había dejado el celular en el cuarto. Genial, ahora debía hacer tiempo.

- ¿Por qué? - Jimin puso una expresión de tristeza - Vine a verte mi pequeño, no vine a hacer nada malo. - Se acercó poco a poco a él, pero Yoongi retrocedía a cada paso - Lo que quiero es hablarte... - su voz se volvió un susurro - para intentar besarte.

- ¡Jodete con tu obsesión! - gritó Yoongi. Intentó correr hacia la puerta, empujándolo del pecho en un solo movimiento, pero Jimin se lo impidió, atrapandolo entre sus brazos sin ser brusco.

- ¿Será posible que de una obsesión me pueda morir? - su voz sonaba tan serena y en susurro, a diferencia de la fuerza en su cuerpo al sostener a Yoongi, quien se removia asustado e impotente.

- ¡Sueltame! ¡Sueltame! ¡Déjame en paz idiota! - Yoongi no podía evitar pensar lo peor. - Te vas a morir de un pataso que te daré en los testículos si no me dejas.

¿Es que acaso nadie escuchaba sus gritos en la cuadra?

Jimin rió, aumentado su fuerza y arrinconando a Yoongi contra la pared. - Quizás pienses que soy un tonto, un pervertido y también un loco, por amarte de esta manera Yoonie, pero es que en el amor soy muy original, no enamoro como otros, conquisto a mi modo, ¿y que crees? Amarte a ti es mi talento... te voy a enamorar. - Jimin sonrió mientras rosaba su nariz en el pómulo de Yoongi. Este se retorcía tratando de empujarlo.

- ¿De verdad crees eso?, nunca sucederá idiota

- ¿Te enoja mi sinceridad? Disculpa si te ofendo, pero es que soy honesto contigo, con lujo de detalles siempre quiero describirte lo que siento. - Jimin se acercó a su oído, rosando sus labios en su oreja. - Con pura crema y chocolate, quiero untarte y devorarte, llevarte a otro mundo en tu mente, mi corazón. - dejó un suave eso en su mejilla.

- ¡Eso no va a pasar nunca entiende! - Yoongi intentó golpear su pecho, pero no logró nada.

- Después de esperar tanto, al fin estoy aquí, para que vengas conmigo , y vivamos una aventura, donde hagamos mil locuras, todo será lleno de amor.

Yoongi se cansó. Su cuerpo se sentía tenso y dolido de tanto querer empujarlo sin resultado alguno. El susto lo llenó, comenzando a llorar.

- No llores mi amor, yo no voy a hacerte daño, todo lo contrario, voy a hacerte caricias que no se han inventado, todo será perfecto...nuestro amor lo es...

Yoongi sollozó impotente - No es amor, no es amor... - susurró entre lágrimas. - Es una obsesión.






Nadie volvió a saber sobre Min Yoongi. Su paradero sigue siendo un enigma hasta el día de hoy. Su madre aún no pierde las esperanzas de encontrarlo.






Espero que les haya gustado. Yo y mi obsesión por hacer historias con canciones de Aventura y Romeo Santos jajajjajaja.




El extra de este one shot está publicado como "NOCHE BUENA". Lo encuentran en mi cuenta secundaria.



















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