Capítulo V

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La cotidianidad los envolvió en una especie de máquina del tiempo. Entre sonrisas, abrazos y sexo llegaron hasta el noveno mes desde que se conocieron y ChanYeol se sintió caer por completo antes los encantos del contrario.

Los encuentros sexuales era reiterados entre ellos, pero durante la última semana el rubio se sintió algo adolorido y no quiso especificarle por qué, cosa que casi lo llevó a la calvicie, pero acabó enterándose que el preservativo estaba causándole irritación, al parecer generando una alergia al látex. Sin embargo, lo más probable era que fuese cosa del rose constante del material plástico contra la piel húmeda.

Lo acompañó al médico y se sentó junto a él delante del gran escritorio. Dejó que el hombre lo revisara —muy a su pesar— y luego solo le recomendó unas cremas junto a las posibles alternativas: la primera era no tener relaciones y la segunda quitar definitivamente el preservativo. Luego de eso BaekHyun no le habló ni cuando se sentaron juntos a cenar en un restaurante cerca del hospital.

Pasaron dos días de eso, dos putos días donde el contrario no fue a verlo y solo se contactó por mensaje o llamada, excusándose siempre con que el trabajo lo estaba consumiendo demasiado y ChanYeol en ese momento de verdad pensó que todo se acabó. Lloró esa noche y se dio cuenta de cuanto lo apreciaba, de cuanto le gustaba estar con él viendo películas, comiendo comida casera y teniendo sexo. Le gustaba mucho y no quería perderlo, pero tampoco entendía muy bien qué sucedía porque el rubio no le mencionó absolutamente nada y solo se concentró en esquivarlo, al menos hasta que tocó su puerta un sábado por la tarde. Llevaba algo de fruta fresca para él, pero no tenía ninguna sonrisa en la cara y ChanYeol no se pudo obligar a sonreír tampoco, así que solo lo invitó a pasar.

—Lamento... lo que pasó —mencionó el más bajo con cuidado y sin mirarlo. Estaba sentado en otro sofá, perpendicular a él, no a su lado como siempre, y eso le llegó de una forma tan dolorosa que quiso largarse de su propia casa con tal de no ver al otro—. S-Supongo que... sería hasta aquí, ¿no?

Se encontró entonces con los ojos de BaekHyun y no entendió, no supo si cortaba por completo el contacto porque quería o si suponía cosas. No tenía ninguna idea de nada, por lo que se aclaró la garganta y optó por hablar.

—¿Por qué? —susurró, sonando mucho más ronco de lo que le hubiese gustado.

BaekHyun le envío una sonrisa fingida increíble—. Por el momento no puedo usar condón. Es incómodo y doloroso, ChanYeol. No quiero que me pase de nuevo. —El contrario apoyó los brazos sobre sus rodillas y jugó con sus dedos, todo sin mirarlo—. Lamentablemente no tengo más que ofrecer. El retiro del preservativo hará que... me toques.

Su cerebro no lo procesó de inmediato o al menos no quiso hacerlo evidente quizás, pero el dolor en su pecho, la clavada que le dio en ese momento, pensó que lo mataría.

—¿Por qué dices eso? —murmuró extrañado, sin entender—. ¿Por qué no te querría tocar? Me gusta tocarte y siempre me ha gustado.

Los bonitos ojos del contrario se toparon con los suyos y lo hicieron revivir por unos segundos que duraron absolutamente poco porque la mirada ajena volvió a huir de él.

—Siempre optaste por el condón y fue un tema zanjado, no hablamos de ello. Supongo que... —El chico se encogió de hombros—. No sé. Quizás crees que tengo una infección de transmisión sexual o algo, pero en...

—No, Baek. No —recalcó y se puso de pie para sentarse al lado del contrario, quien lo miró entonces y él lo notó tan afectado que no se contuvo de abrazarlo—. No es por qué no quiera tocarte, sino porque es lo único que puedo usar yo. No iba a pedirte que te inyectaras mierdas ni nada. Eso no tiene que ver conmigo.

—¿Y por qué no me lo mencionaste?

—No lo sé. Pensé que estábamos bien así —se lamentó y se separó para mirar al chico, quien le hizo una mueca, pero se veía mucho menos afectado—. ¿Quieres intentarlo con otro método?

El chico miró sus propias manos y él contuvo la respiración porque perfectamente podría ser un 'no' y él tendría que ver cómo sobrellevarlo.

—Tomo anticonceptivos —susurró el contrario mientras miraba la alfombra, sorprendiéndolo por lo dicho—. Desde el segundo mes que nos conocimos.

—¿Por qué no me dijiste?

—No preguntaste —dijo el otro de una forma casi inaudible—. No somos novios tampoco como para que te tenga que avisar.

Se quedó totalmente sin aire y se le vino a la cabeza una pregunta estúpida, de idiota descerebrado, pero necesitaba sacarse la duda de la cabeza—. ¿Lo estás haciendo con alguien más?

Hubo un momento de silencio abismal que el otro interrumpió con algo aún más chocante—: ¿Acaso tú no?

No tuvo oportunidad para respirar. Su cerebro estaba maquinando tantas cosas, haciendo su vida tan mierda que no tuvo fuerzas para absolutamente nada, por lo que se quedó unos segundos así, con la mirada perdida y el corazón latiendo dolorosamente dentro del pecho.

—No, BaekHyun —terminó susurrando y vio que el aludido lo miró de reojo, al parecer estando tan afectado como él—. No he estado con nadie más aparte de ti. No tengo por qué.

—¿En serio?

—En serio, bebé. —Sonrió al ver el puchero inconsciente del otro y extendió las manos para acobijarlo en un abrazo. Estando aún en esa posición preguntó—: ¿Y tú?

—Tampoco, Yeol. Soy feliz contigo.

Sonrió mientras se aferraba a la cintura ajena, aunque la felicidad le duró increíblemente poco al ser consciente algo—. ¿Por qué me dijiste eso entonces?

—Porque es verdad. —El chico solo le sacó la lengua, divertido, pero a él le pareció más extraño que desviara el tema—. ¿Eso quiere decir que seguiremos como estábamos?

—Sí, por favor —pidió con el rostro escondido en el cuello del contrario y en respuesta escuchó una risita—. ¿Tú estás de acuerdo?

—Sí.

—Ese es mi bebé.

Tomó al rubio con agilidad y se echó hacia atrás para quedar recostado en el largo sofá, llevándose al contrario consigo. BaekHyun se acomodó mejor sobre él y le dejó un beso en la nariz, cosa que lo hizo sonreír.

—¿Tienes idea de cuánto te extrañé? —le preguntó con los ojos fijos en los contrarios, cosa que aparentemente lo confundió.

—¿Me extrañaste? —La sonrisa chula se mostró frente a él, pero lo cierto era que le importó bastante poco.

Se concentró en pasar sus grandes manos por sobre las mejillas del contrario, acariciando reiteradas veces hasta que decidió apretar sus mejillas, abultando así sus labios. Sonrió al ver lo tierno que se veía y se acercó para besarlo.

Durante ese día no tuvieron sexo, pero no lo necesitaron, dado que era momento de un reencuentro bonito que abrió paso a sonrisas, caricias y bromas, acabando finalmente ambos sobre el colchón del segundo piso, acalorados por las cosquillas y decidiéndose por ver alguna película infantil mientras comían pollo frito.

Las cosas parecieron ir con el mismo ritmo, en esa ocasión no dirigidas hacia lo sexual, al menos no con el trasero del otro implicado porque ChanYeol quería que se recuperase bien. Bueno. No lo tocó de forma sexual porque de igual forma lo ayudaba a aplicarse la crema y acomodar los cojines para el otro a pesar de todo lo que se quejaba.

—¿De verdad quieres que me quede aquí?

Miró a su alrededor. Se encontraban en su casa, como siempre. Había agua, gas, electricidad y hasta internet, por lo que no tendió cuál podría ser el problema, especialmente porque BaekHyun nunca antes se quejó de su hogar. Sin embargo, era la primera vez que llegaría a su casa sin ser recibido por él.

—Mañana no podré salir más temprano del trabajo y dijiste que querías preparar algo rico para cenar. —El rubio asintió y él frunció el ceño para luego acercarse y aplastarle el pelo antes de llegar a sus mejillas, apretando finalmente estas—. Puedes esperarme o puedes llegar antes. Tú escoges, cariño. Yo estoy cómodo con cualquiera de las dos opciones.

—No me quiero sobrepasar ni aprovechar. —El chico le dio una sonrisa tambaleante y ChanYeol lo apretujó entre sus brazos porque BaekHyun era increíblemente sexy cuando se lo proponía, pero luego de eso solo era una masita exquisita y lo tenía empalagoso por completo.

—De verdad no me molesta, bebé. —Le sonrió—. Quiero probar ese 'algo' rico que quieres hacer para comer —le susurró e hizo un poco de espacio para que el contrario lo mirase.

El más bajo suspiró—. Bien. Llegaré antes, pero solo unos minutos.

ChanYeol sonrió al verlo más confiado y metió la mano en el bolsillo para sacar la llave enganchada únicamente a una argolla, sin adornos ni nada por el estilo. Acababa de sacar la copia esa mañana cuando el contrario le envió un mensaje preguntándole si efectivamente estaría disponible durante ese día, no sabía para qué, pero se veía animado al respecto y él por supuesto que no quería joderle la fiesta,  menos aún si era él uno de los invitados.

De seguro quien lo viese en esa situación, tan confiado entregando las llaves de su casa a un chico que apenas conocía de hace unos diez meses estarían pegándole con un palo por imbécil y confianzudo. Claro, pero ellos no sentían lo que él. Puede que no conociese a BaekHyun de mucho ni tampoco tuviesen un término definido para su relación, pero no le hablen de confianza a ChanYeol que convivió con un chico por un año mientras este era follado por otra persona día por medio. El trauma era irremediable.

Hola, bombón. Acabo de entrar a tu casa. 🙈💖

El chico adjuntó una imagen de sí mismo que lo hizo sonreír sin que siquiera se diera cuenta. El rubio salía con una sonrisa junto a las manos formando un gesto de 'amor y paz' junto a la cocina de fondo. Debido a la perspectiva de la foto pudo ver la cantidad de cosas que compró y que tenía sobre la península. ChanYeol no sabía cuál era el motivo especial, pero se sintió infinitamente ansioso porque era la primera vez que alguien lo esperaba en casa con algún preparativo así. A pesar de todo lo que aquello conllevaba le gustó la sensación que le provocó.

¿Necesitas que compre algo? ♥️

No, tranquilo. Me aseguré de traer todo. 🙈

Trabaja a gusto y paciencia con los chicos. 🧚🏻‍♂️

Sonrió de forma tan radiante que incluso uno de sus colegas le preguntó si pasó algo destacable, pero en realidad no, solo era él emocionado porque tenía a alguien en casa, preparando algo para ambos y ese alguien le provocaba una y mil sensaciones.

De hecho, cuando fue consciente de ello se dirigió hacia el nombre de contacto y cambió el nombre de 'Baek 🙊' —el cual configuró hace unos cuatro meses— por un 'bebé' con un corazón que de seguro después se arrepentiría de poner.

Cuando llegó a su casa esa tarde no encontró nada inusual, solo estaba BaekHyun sentado en su salón viendo la televisión y comiendo papitas. Al parecer ya tenía todo preparado porque incluso la península de la cocina tenía unos individuales de cuero sintético que no eran suyos, servicios y copas. Ante ello toda la sensación positiva que lo albergó durante el día se fue a pique.

Me pedirá que formalicemos, caviló con agobio.

—Bombón —lo nombró BaekHyun con ese tono tan... meloso , con sus ojitos brillantes y la sonrisa pequeña y bonita, casi tímida—, ¿cómo fue todo con el trabajo?

—Bien —soltó y tomó aire profundamente con la intención de dejar de carcomerse por inconsistencias, pero una vez con los pensamientos instaurados en su cabeza fue difícil olvidarlo—. ¿Todo bien con lo planeado?

El rubio miró sobre su propio hombro hacia la cocina con una sonrisa y asintió—. Síp. Además, me encargué de revisar todas las películas infantiles que no hemos visto y haremos maratón.

Asintió porque no se pronosticaba nada raro y eso lo confundió más. Sin embargo, solo podía estar a la expectativa de lo que sucedería, así que dejó su maletín sobre el sofá más cercano a la puerta, como acostumbraba a hacer, y se acercó al otro para darle un beso rápido en la frente. No se detuvo a más porque quería cambiarse de ropa primero, ya que aquel día le tocó ceremonia en el colegio y él andaba con pantalones de traje y camisa.

No obstante, la mano ajeno lo detuvo. Sorprendentemente se encontró con unos ojos oscuros junto a labios entreabiertos y mejillas sonrojadas. BaekHyun estaba avergonzado por algo y ChanYeol temió.

—Profesor Park... —susurró el otro y él sintió la corriente dándole un latigazo en la columna, dejándolo sin aire.

Lo entendió, por supuesto. BaekHyun sin caretas era ese BaekHyun, el de sonrisas amplias, mejillas rojas y palabras titubeantes. Era bastante tímido a como se presentó el primer día y al cabo de los meses entendió por qué, después de todo transparentarse frente a otro era difícil y el rubio parecía estar haciéndolo con él.

Se sentó a su lado y se inclinó ligeramente hacia adelante para apoyar los codos sobre sus rodillas abiertas, finalizando con el entrecruzado de sus dedos. Sabía perfectamente lo que el otro quería y lo que él mismo ansiaba en ese momento, así que desde esa postura miró al chico con intensidad y notó que este suspiró sin siquiera moverse.

—Dígame, joven Byun —susurró ronco y dejó que su acompañante se removiese, excitándose seguramente.

Y sí, ya sabía su apellido. Un día se encontraron riéndose de sus cédulas de identidad vencidas.

—¿M-Me puede explicar nuevamente? —Lo peor de todo era que el tartamudeo del rubio no fue fingido, así que él se enderezó y le sonrió de medio lado, tan caliente ante la interpretación de inocencia.

—Acérquese —lo llamó y el contrario así hizo, quedando sentado a su lado y ChanYeol decidió ponerle de su propio tinte a la obra—. Súbase.

—¿Dónde?

—Sobre mi polla, joven Byun. Súbase. —El contrario le hizo caso y ambos se contuvieron para no gemir—. ¿Qué necesita que le explique?

SOL menor —musitó BaekHyun casi sin aire y él sonrió porque le encantó que optase por su profesión.

¿SOL menor? —preguntó de igual forma y el otro asintió.

Con una media sonrisa se inclinó hacia adelante para pasar los brazos alrededor de BaekHyun y se enderezó sobre el sofá antes de empujar al chico hacia abajo, donde crecía su erección. En respuesta recibió un gemido quedó que apenas escuchó a pesar de que el otro tenía los labios contra su oreja.

—Más fuerte, joven Byun. No lo escucho —soltó ronco contra la boca del chico, quien se sometió sobre su regazo y lo hizo apretar los dientes porque no era precisamente él quien tenía que gemir.

El rubio lo miró con unos ojos sumamente intensos y ChanYeol sin dejar de mirarlo llevó las manos hasta sus pantalones para desabotonarlos y sacar el miembro del chico, el cual poco a poco se iba endureciendo bajo sus caricias.

—Sabe que no podemos hacer mucho ruido, ¿cierto? —se mofó con cierta crueldad porque de hacerlo podían, pero en su obra dramática era muchísimo más excitante lo otro—. Tampoco puedo sacarle la ropa por si alguien llega a vernos. ¿O no le importa?

—No... —le dijo el otro casi sin aire y BaekHyun pareció no aguantar más porque enrolló las manos en torno a su cuello y lo besó a profundidad.

A tientas metió la mano por entre la ropa del contrario y se dirigió hacia su entrada, encontrándola rápidamente, ya que el rubio se encontraba a horcajadas sobre él.

A pesar de que no vivían juntos —o al menos decían no hacerlo— era difícil que hubiese un día que no se vieran. Por lo general, BaekHyun se quedaba a dormir muy seguido, aunque desde que él entró a trabajar se presentó cierto distanciamiento obvio debido a sus nuevas responsabilidades. Trabajaba en el día mientras que el otro lo hacía generalmente durante la noche, ante lo cual el tiempo para verse se redujo de una forma abismal. De hecho, puede que por eso mismo ChanYeol se sintiese tan ansioso por encontrar esa noche con BaekHyun. Era un momento para ellos después de un mes tambaleante, donde a veces el rubio estaba en su cada y otras no, siendo estas últimas las ocasiones que más se repetían y las cuales lo dejaban con una de la sensación más desagradable que experimentó durante el último tiempo.

Sin embargo, ese chico era su BaekHyun, su bebé —sí, díganle neandertal. Ya lo aceptó—, así que era como un poco de agua para quien se muere de sed. Lo veía y lo apretujaba cuanto podía para luego acostarse con él. Le gustaba eso, aquella confianza y cariño inagotable que se entregaban, ya que no importaba si pasaban dos horas o cinco días, ellos volvían a reencontrarse con la misma intensidad.

En parte era ello lo que le daba tanta confianza para tomar al otro. Tocó el cuerpo del rubio cuantas veces quiso y se aprendió todo de él, cada cicatriz, lunar, grano salido y por salir. Se lo comentó a YiXing una noche que el chico lo invitó a cenar a modo de agradecimiento, donde también estuvo invitado BaekHyun, pero este tuvo que ir a su trabajo, así que no solo asistió él. En ese momento, y así como se lo esperó, su amigo habló tanto de su amante como pudo y lo alabó demasiado, tanto así que ChanYeol en algún punto —y con algunas copas encima— terminó gritándole a la cara que dejase de mencionar lo lindo y amable que era BaekHyun porque podía pensarlo y todo la mierda, pero él no lo quería escuchar.

—Bebé, ¿el lubricante? —preguntó al notar que el contrario se estaba moviendo ansioso contra su mano y todo seguía demasiado seco. Después de la última atención con el médico no quería que nadie más mirase a su amante donde él miraba, así que se prometió a si mismo que lo cuidaría aún más.

—No lo sé. ¿Arriba?

El contrario elevó la cabeza para mirar por detrás suyo, donde estaba su habitación. ChanYeol aprovechó eso para morderle el cuello al contrario, sacándole un gemido y nuevamente las caderas empujaron contra él.

—Iré a buscarlo. Dame un momento.

BaekHyun bufó, pero acabó haciéndose a un lado para que pudiese salir, aunque fue justamente eso lo que lo hizo notar el fresco al lado de una de las patas de la mesa. Con una sonrisa en los labios la tomó, agradecido con esa opción de comprar más de un pote. Puede que el sexo constante les diera cierta agilidad a ambos, pero ChanYeol siempre fue maniático con la precaución del dolor —le tocó estar "abajo" en su momento, por Dios— y tenía algo así como un programa de atención básica que involucrada mucho lubricante y juegos de por medio, proceso que no cambiaba a cambio que BaekHyun se lo pidiese.

—¿Cómo te quieres poner? —preguntó mientras sacudía el pote con la intención de que bajase el dichoso líquido.

—Profesor Park... —Levantó la mirada completamente interesado, encontrándose a BaekHyun delante de él, con los jeans negros desabrochados y la camisa grande a rayas desabotonándola poco a poco—, ¿me ayudará con la materia?

—Mierda —susurró casi sin voz, demasiado embonado como para reparar en que su pene estaba duro, por lo que sintió un ligero dolor cuando el contrario cayó pesadamente sobre él, pero aquello también le dio unas ganas increíbles de correrse.

—¿Por dónde empezamos?

Se mordió el labio inferior al notar como el otro abría las piernas ya desnudo de cintura para abajo, descendiendo aún más si era posible. De inmediato sus manos se dirigieron hacia los muslos del contrario para acariciarlo e hizo que estas lentamente subieran, perdiéndose finalmente por debajo de la tela para situarse sobre las caderas del chico, donde se detuvo a rozar con los pulgares.

Comenzaron a besarse en ese momento. El contrario pasó los brazos alrededor de su cuello y él lo sujetó por la cintura para apegarlo más hacia sí. Le gustaba muchísimo, maldición. Lo volvía completamente loco y por lo mismo no se contuvo mucho más y se llenó la mano de lubricante, el cual cayó sobre sus pantalones ligeramente, pero le importó bastante poco porque pudo sentir el miembro ajeno ponerse duro contra su estómago apenas sus dedos tocaron al chico.

Jugueteó mucho rato en la entrada, tamborileando contra la zona con la única intención de que BaekHyun siguiese restregándose contra su cuerpo y se corriese por sí solo, ya que aquello lo hacía sentir satisfecho consigo mismo; el darse cuenta que lograba satisfacer a su amante le era terriblemente reconfortante y en algún punto llegó a preguntarse desde cuándo le importaba más que se corriese el más bajo que él mismo. La respuesta le dio completamente igual.

Enterró un dedo en el contrario y lo escuchó gemir fuerte contra su odio, cosa que le recordó su propio papel dentro de toda esa película y le prestó atención a los sonidos del chico. Metió y sacó el dedo para escucharlo, ansioso por descubrir que cada vez el otro se acercaba más al SOL menor.

—Joven Byun —lo llamó con la voz ronca y en respuesta solo obtuvo un gemido—, ¿qué quiere conseguir realmente? ¿Quiere subirse sobre mi pene?

—¿No estoy arriba ya?

Aprovechó el momento de contestación para desabrocharse los pantalones, urgido por sacar su miembro duro por entre los pantalones y que el rubio lo montase de una vez.

Aquella sería la primera vez que lo harían sin condón. ChanYeol procuró no toquetear al contrario antes porque quería que se recuperase bien. El otro ya le comentó en su momento que le dolía, así que no sería bastardo y simplemente lo haría al gusto del rubio.

—¿Quieres hacerlo? —preguntó con suavidad y logró ver a ese BaekHyun dulce por detrás de los ojos deseosos. Le acarició el rostro con suavidad, recibiendo una sonrisa tierna y la cara del contrario acariciándose contra su extremidad.

—Sí, bombón —susurró el otro y le mostró una sonrisa de las suyas. Eso fue suficiente para continuar.

Dejó que el contrario le bajase un poco los pantalones para que no se hiciese daño con el cierre, hebilla y demás. Mientras se besaban BaekHyun le quitó abrió la camisa y se posicionó sobre él antes de sujetar su miembro para apoyarse. A la par que el otro se concentraba en sus cosas él metió las manos por debajo de la ropa ajena para acariciarle la espalda. El rubio le empujó la camisa por los hombros y finalmente se alineó contra él para bajar. Lo hizo lento y con las manos aferradas a sus hombros desnudos.

El deslizamiento era mucho más fácil debido a la falta de preservativo y ChanYeol invirtió ese momento de agonía en mirar a BaekHyun como siempre acostumbraba a hacer. A él nunca le gustó tocarlo mientras empezaban si estaba el contrario arriba, a cambio de que este se lo pidiese, ya que sentía que ponerle las manos encima era ejercer presión y el chico incluso se lo agradeció una vez.

—Cariño —Miró hacia arriba para encontrarse con la mirada del contrario, quien estaba agitado y hasta algo sudoroso—,  puedes empezar.

—¿Seguro? —El chico asintió con vehemencia—. Pues eres tú quien debe moverse, bebé —se burló y recibió un ligero golpe en el hombro.

De igual forma entendió a lo que se refirió el rubio, así que lo tomó de las mejillas y lo acercó hacia sí para besarlo a profundidad. Alzó las caderas contra el otro y este gimió en su boca, pero lo escuchó gustoso y los brazos que adquiriendo fuerza sobre sus hombros se lo confirmaron.

Se echó más lubricante al momento en que el contrario salió y cuando volvió a tomarlo estaba lo suficientemente húmedo como para moverse en torno a su pene sin ningún tipo de problema. ChanYeol lo sintió rodearlo con sus blandas paredes y fue la primera vez que reparaba en el tacto directo, en la textura lisa y luego ligeramente grumosa del interior del otro, llegando a una cima que se avecinaba contra él cada vez que el chico descendía por su extensión.

Aparentemente no era el único que lo estaba disfrutando porque el contrario se entretuvo saliendo casi por completo para luego volver a abrirse contra él, tomándose demasiado tiempo para succionar su polla y se preguntó por qué.

—Cariño, ¿duele? —preguntó con suavidad y le tocó la mejilla para que lo mirase, pero solo recibió una negación en respuesta.

—Nunca antes te sentí así y es... —BaekHyun se tomó el tiempo de tomar una bocanada de aire, al parecer conmocionado por sentarse en la base nuevamente—. Es rico. No quiero que se acabe.

Se sorprendió y a regañadientes tomó al rubio por la cintura para detenerlo, más por sí mismo que por el contrario.

—No quiero que esta sea nuestra última vez, BaekHyun —le susurró mirándolo directo a los ojos. Quería dejarle en claro que no había manera de que él se lo pudiese quitar fácilmente de la cabeza—. Me encanta estar contigo en todos los sentidos. No quiero que te vayas aún.

—¿No? —preguntó el otro como un niño desconfiando.

ChanYeol se acercó para posar sus labios sobre los contrario—. No, bebé. Me encantas así y si te vas será como si mi casa perdiese la electricidad.

El rubio rio suavemente por la asociación extraña, claramente enternecido por lo que comentó. El chico se tocó el pelo con cierto nerviosismo, cosa que lo llevó a la mismísima mierda e hizo que sus manos anchas se posaran sobre las mejillas de BaekHyun para apretarlo ligeramente y acercarlo hacia el, encontrándose finalmente con sus labios, dando pie a una danza satisfactoria.

A pesar de que seguía en el interior del contrario la situación dejó de ser tan caliente y sexual para pasar a algo donde se encontró con un brazo rodeando el cuerpo del contrario por sobre la inmensa camisa que usaba —que era de ChanYeol— mientras que su otra manos se posaba en su nuca para besarlo. Metió los dedos en el cabello ajeno, afectado por la duración y el sentimiento intenso que se instauró dentro de su pecho de una forma tan satisfactoria que nuevamente se halló pensando que era la primera vez que se sentía así. BaekHyun le generaba sentimientos inigualable.

—Ay, perdón.

Asustados desviaron la mirada hacia la entrada, encontrándose a una mujer alta y esbelta con un saco blanco y los zapatos de tacón removiéndose incómodos sobre el mismo lugar. Por suerte fue ella quien salió antes del aturdimiento y acabó escapando de la pequeña casa para cerrar la puerta a sus espaldas.

BaekHyun fue el primero en reaccionar. Se levantó y se comenzó a vestir con tanto apuro que no se acabó de abotonar por completo la camisa como usualmente hacía, aunque sí se metió esta por dentro de los pantalones, al menos por la parte delantera, y se pasó la mano por el pelo para acomodárselo. Por otra parte, a ChanYeol no le importó parecer un desastre y con apenas tres botones en sus correspondientes ojales y el pantalón abrochado abrió la puerta para encontrarse con la elegante mujer en el exterior, quien les envió una sonrisa incómoda que alternó entre ambos.

—Buenas noches —saludo ella especialmente hacia BaekHyun, quien respondió con lo mismo por lo bajo y realizó una venia—. ChanYeol, perdón. Como...

—Está bien, mamá. —Le cortó el diálogo a la mujer y se concentró en el rubio, a quien bruscamente le cambió la expresión cuando escuchó su forma de referirse a la mayor, cosa que lo hizo confundirse. Supuso que se sintió aún más avergonzado al saber que era su madre, pero no esperó que el chico se dirigiera hacia el sofá junto a la puerta para tomar su abrigo.

—Lamentó mucho lo que sucedió. —El más bajo se reverenció en noventa grados y ChanYeol ya se preparó para ir hasta él y bromear al respecto, pero el contrario simplemente abrió la puerta principal—. Yo... Me iré. Permiso.

Cuando BaekHyun salió efectivamente por la puerta y cerró esta a sus espaldas pareció ser realmente consciente de lo que sucedió, así que se apresuró en salir para alcanzar al chico, quien ya se puso su gabardina color beige y estaba por llegar a la parada de buses frente a la pizzería.

—¡Baek! —El aludido se sorprendió al verlo y ChanYeol se sintió un momento sin aire porque vio sus ojos acuosos—. Bebé... —Se intentó acercar al chico, pero este solo le hizo un gesto de manos para que se detuviera y le dio una sonrisa extraña.

—Me siento muy avergonzado ahora mismo, ChanYeol. Me sentiría menos incómodo si me fuera a casa.

—Pero fue un accidente.

—Lo sé. —El rubio le dio una sonrisa tambaleante, aunque luego pareció darse cuenta de algo porque lo empujó un poco—. ¡Tu madre está sola! Ve con ella.

—Solo es mi madre.

—Pues por eso. —No entendió el estado alterado del contrario, pero este tampoco quiso profundizar más en el tema porque aleteó apenas el bus se acercó—. Me voy. Luego nos...

—Mi beso —lo interrumpió y de seguro sonó más infantil que nunca en su vida, pero eso le sacó una efímera sonrisa a BaekHyun, quien lo tomó por las mejillas para darle un rápido beso sobre los labios, únicamente una ligera presión que lo dejó insatisfecho—. Avísame cuando llegues.

—Sí. —El contrario de subió al bus.

—Bebé.

—¿Qué? —BaekHyun volteó a mirarlo y él solo sonrió.

—Mi bebé —repitió con suavidad porque lo decía con la intención de animar al contrario, quien se puso rojo de vergüenza y así mismo le pidió disculpas al chofer por hacerlo esperar.

Mientras el vehículo avanzaba el rubio caminó hacia la parte trasera del bus, así que ChanYeol pudo despedirse con la mano antes de que el vehículo partiera definitivamente.

Como un idiota sacó su teléfono e ingreso al primer chat para enviar una carita llorando junto a un te extraño más en broma que en serio. De verdad no quería que algo cambiara entre ellos. La pasaba muy bien con BaekHyun así mismo como se estaban dando las cosas y no quería perder esa estabilidad que se generó en un inicio, la cual solo se vio afectada hace unas semanas por una mala interpretación de ellos mismo, supuso, ya que fue su culpa omitir que el preservativo lo usaba más por miedo a dejarlo embarazado que por contagiarse de una infección de transmisión sexual. No le dio a entender lo uno ni lo otro, por lo que generó malas percepciones y ChanYeol ya tomó nota para evitarlo en futuras ocasiones.

—¿Hijo? —Volteó para encontrarse con su madre con las manos en la cintura a unos metros detrás de él—. ¿No te avergüenza andar con la camisa al revés y con el primer botón metido en el último ojal?

La mujer exageró, claro estaba. Quería hacerlo sentir avergonzado porque, a juzgar por la sonrisa extraña que tenía, vio su despedida toda melodramática.

En silencio se movió en dirección a su casa y esperó que la contraria no abriera la boca hasta llegar, pero en casos como aquellos ChanYeol debía sufrir un poquito más.

—¿Cuánto tiempo llevan saliendo? —preguntó ella de forma casual, pero claramente interesada, mientras él abría la puerta.

—No estamos saliendo.

Una vez dentro caminó hasta el salón para ordenar un poco los cojines y las cosas que estuvo comiendo BaekHyun. No hubo necesidad de que hiciera entrar a la mujer, ella ya prácticamente llegó al otro lado de la casa para revisar lo que tenía en las ollas, cosa que ni él veía todavía y de las cuales se olvidó en cuanto BaekHyun lo llamó por su apellido junto con su profesión.

—Parece que interrumpí algo importante... —mencionó ella, de seguro al ver las copas anchas junto al vino tinto sobre la mesa.

Él solo suspiró y por un momento se encontró agradecido de que apareciese su progenitora porque de esa forma no tendría que enfrentar lo que sea que le quisiese decir el rubio.

—¿Quieres cenar?

—Claro. —Su madre lo miró atentamente y ChanYeol dejó de buscar pelusas inexistentes en uno de los cojines para ponerse de pie.

—Iré a cambiarme. Ya vuelvo.

Subió las escaleras de manos y al poco tiempo bajó vestido con un pantalón de pijama y una sudadera que aparentemente no era suya porque le quedaba un poco cortas de mangas. Ante lo mismo se subió ambas hasta por un poco más por debajo de los codos. Ya en la cocina notó que su madre sirvió sopa que supuso que fue hecha por BaekHyun.

—No me respondiste. —Ella sonrió de forma amplia, extrañamente animada teniendo en cuenta la situación vergonzosa en la que se vieron involucrados hace unos minutos—. ¿Cuánto tiempo tienen de noviazgo?

—Sí te respondí. —Crispó los labios, sabiendo que la otra preguntó sencillamente para ver si obtenía una respuesta distinta—. Y no tengo ningún noviazgo.

—¿Y el chico? —Ella pareció abruptamente decepcionada.

—No estamos saliendo.

—Oh... —mencionó ella, pero pareció realmente sorprendida—. ¿Entonces son amigos? ¿O lo defines como esto de "salimos, pero sin nombre"? —Ella hizo las comillas con las manos y rio ante su propio chiste, aunque ChanYeol no hizo más que mirarla serio—. Yo lo considero un noviazgo y que no sepan nombrarlo es porque no quieren compromisos, supongo. —La mujer volvió a reír—. ¿Es así, Yeol?

—No, mamá. No tenemos un noviazgo —zanjó con aquella palabra tan anticuada.

—¿Esto se llama "relación sin compromiso"?

Por Dios. Su madre entendía las cosas a medias, pero no había manera de que pudiese enojarse con ella por eso.

—Exacto —susurró con la vista fija en el plato.

—¿Entonces por qué alguien celebra su cumpleaños con otro que no quiere invertir tiempo en él? —No entendió y quiso decírselo, pero la mujer ya interpretó sus expresiones y solo apuntó hacia su propio plato, el cual ya estaba a medio acabar—. Es sopa de algas —musitó ella con cuidado, como si fuese a hablar de un tema delicado—. También hay comida de preparación americana en el horno y ensalada en el refrigerador, de frutas y verduras —agregó ella con una sonrisa que pareció perderse cuando notó su expresión. ChanYeol no pudo apartar la mirada de un punto fijo—. ¿Pasa algo?

Se apresuró en sacar su teléfono para meterse al chat del chico y le preguntó directamente si estaba de cumpleaños porque, de primeras, no era mucho de irse por las ramas y, además, su madre parecía demasiado ansiosa desde el otro lado de la mesa.

Sí, aunque supongo qué pasó hace media hora. 🤣

Encontrémonos.

No puedo, bombón. Me llamaron del restobar. Al parecer sucedió algo urgente y tendré que ir. 😣

Suspiró y frunció el ceño con vigor, enfadado a su punto máximo porque no se enteró de una mierda. Maldición. Y él pensando que el otro quería formalizar la relación y sintiéndose mal por eso cuando solo quería celebrar su cumpleaños.

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Lamento mucho la tardanza. 🥺🙏🏻

En el capítulo pasado vi que algunas(os) estaban curiosas(os) con BaekHyun y eso me hizo querer preguntarles por sus teorías respecto a los personajes y a esta historia. 😳🙈

Como dato extra comento que planeo que la obra tenga 10 capítulos. Ya estoy escribiendo este último, así que espero que esté completo para ofrecérselos a ustedes lo antes posible. 🙈✨

Muchas gracias por leer, votar y comentar.
Saludos y besos, Ary. ♥️

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