Capítulo 48 🥀🖤

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•Mancha•

Dahyun se encontraba acostada en su cama, sentía que sus ojitos se cerraban con cada caricia que recibía en su cabeza, las sábanas suaves y calientitas le daban calor a su cuerpo, y un olor agradable le ayudaba a relajarse.

Su respiración era pausada como muestra de la tranquilidad que sentía en estos momentos, unos suaves y regordetes dedos jugaban con sus rubios mechones, la comodidad del momento ocasionaba que aún no quisiera dormirse, razón por la cual luchaba para mantenerse despierta.

Jimin había notado a su cachorra un poco decaída los últimos días, ya no sonreía como antes, si lo hacía su sonrisa era débil, el brillo en sus ojitos había perdido vida, el omega se sentía mal, su hija era lo que más amaba en este mundo y el simple hecho de saber que cada vez se deprimia mas, le traía una sensación amarga a sus días, como si estuviera fallando en su deber como padre y omega.

Ahora con ambos padres separados Dahyun había entendido que su familia perfecta y amorosa ya no sería la misma, ahora la dejaban más tiempo sola, se sentía abandonada hasta en cierto punto, pues ahora Jimin trabajaba y ya no pasaba tiempo con él, ya no jugaban y veían películas hasta quedarse dormidos.

Su papá alfa venía todos los días, pero siempre había una razón para pelear cuando lo hacía, discusiones, peleas y palabras subidas de tono, Dahyun quería acostumbrarse a eso, pero no podía, simplemente su pechito dolía cuando eso pasaba.

Ahora había paz y tranquilidad, no habían peleas, en lugar de eso una dulce melodía salía de la boca de su padre omega, una que la hizo olvidar las calamidades de los últimos días.

Le gustaba la voz de su padre, era suave y le daba una sensación de plenitud.

Jimin se encontraba de lado con su codo sobre el colchón y la palma de su mano sostenía su cabeza, admirando la belleza de su hija, sus rubias y largas pestañas descansaban sobre sus rosadas mejillas, sus ojos a veces se abrían pero al momento se volvían a cerrar debido al sueño.

Supo que había sido buena idea quedarse con ella hasta que se durmiera, sabía que estos últimos días habían sido difíciles, su pequeña hija había sufrido a causa de eso, por eso quería velar por sus sueños.

─ Papi huele rico ─ la rubia dijo mirando a Jimin, era un olor suave y débil pero ella logró notarlo.

─ Estoy usando una loción con aroma dulce, me alegro que te guste ─ siguió acariciando su cabeza, la niña volvió a cerrar sus ojos, estaba segura que no era un aroma dulce el que había sentido, pero no dijo nada pues el sueño la estaba venciendo.

─ Duerme pequeña, mañana será otro día ─

Dijo con voz suave, esperando que el día de mañana tragera casas buenas y positivas, que sus vidas comiencen a tomar un poco de color, o por lo menos la de Dahyun, volver a ver esa sonrisa que tanta paz y felicidad llevaba a su pecho, volver a escuchar sus tiernas carcajadas por toda la casa.

Al poco tiempo Dahyun se había quedado completamente dormida, su boquita entreabierta, sus manitas a la altura de su cabeza, dejando escapar pequeños suspiros entre sueños.

Dejó un último beso en la sien de su hija antes de levantarse con sumo cuidado para no despertarla, dejó la lámpara encendida pues a Dahyun le daba miedo la completa oscuridad.

Decidió que haría esto todos los días, usar su voz para calmar a su hija, para que su sueño fuera más tranquilo, se reforzaría por ser mejor padre.

Después de una larga Junta con algunos socios y ejecutivos, Yoongi había terminado con un terrible dolor de cabeza, estar dos horas escuchando cómo discutían sobre una posible distribución internacional lo había dejado cansado.

Ama su trabajo pero a veces suele ser estresante, sobre todo en estos momentos cuando su mente apenas y logra concentrarse en lo que ocurre a su alrededor, se siente fatigado y solo desea dormir.

Suspira hondo ignorando el cansancio de su cuerpo, había bajado de peso, su rostro estaba más demacrado, creyó que era producto de su imaginación pero cuando uno de los empresarios le dijo de forma amable que lo veía más delgado y cansado supo que no se lo estaba imaginando.

Quizá el motivo de todo esto era porque su lobo estaba débil, podía sentirlo cada día más apagado, ya ni siquiera peleaba con él, podía sentirlo removerse en su interior, y eso le tranquilizaba solo un poco porque le indicaba que a pesar de todo seguía ahí.

Yoongi no lo demostraba y tampoco hablaba de ello, pero en el fondo tenía miedo de lo que fuera a pasar en el futuro, se sentía mal por su lobo, no merecía sufrir todo lo que le estaba ocurriendo, su lado animal siempre fue más maduro que él, tal vez su conexión con su alfa no era muy fuerte, pero aún así eran uno solo. Llegó a pensar que lo mejor hubiera sido que la madre Luna hubiera escogido un humano más apto para el, uno que hubiera estado de acuerdo con el, que no le llevara la contraria y lo escuchará, Yoongi lo había arruinado todo y gracias a sus acciones había condenado también a su lobo.

Muchas veces había escuchado a su lobo maldecir la hora en que la madre Luna lo hizo uno solo con él.

Caminaba hacia los sanitarios, necesitaba remojar su rostro y despejarse un poco del sueño que lo estaba matando desde temprano.

De verdad tuvo suerte de no quedarse dormido en plena Junta, ni siquiera ponía atención, pues siempre era lo mismo, algo a lo cual ya estaba acostumbrado de escuchar y que siempre terminaba en lo mismo.

Cuando estuvo frente al Labamanos encendió el grifo y remojo su rostro, su cara estaba caliente por lo cuál se sintió bien sentir el agua fría en él, algunos de sus negros cabellos alcanzaron a mojarse, pero no importaba.

Se miró al espejo y hasta se podría burlar de su reflejo, seguramente su yo del pasado lo hubiera hecho, pero en casi dos meses muchas cosas cambiaron.

La puerta se abrió dejando ver a Dawn, un compañero de trabajo, que había estado en dicha junta, y había escuchado toda la charla.

─ Oh, Yoongi aquí estabas, ¿qué piensas sobre los nuevos proveedores? ¿crees que cumplan nuestras expectativas? ─ dijo el alfa caminando hacia el Mingitorio.

─ Pienso que sí lo harán, pues son estudiados en mercadotecnia, llevan productos a otras compañías no sólo aquí en Corea si no también en el extranjero ─ se encogió de hombros.

─ Pensé lo mismo, sólo espero que los demás socios no se echen para atrás  ─

─ Pensé en eso, por eso los hice firmar un contrato antes de salir del auditorio ─ tomó una toalla para secarse las manos.

Dawn se dirigió al lavamanos ─ Piensas en todo, veo que tu puesto no lo tienes por puro gusto y te lo has sabido ganar gracias a tu conocimiento ─

Yoongi fruncido el ceño, más porque recordó el rumor que una vez se dijo de él hace algunos años, hubieron unas personas que se encargaron de regar falsa información sobre el, pues se decía que su puesto se lo había ganado a base de mentiras y chantajes, claramente esas personas pidieron una disculpa en público diciendo que sólo se habían dejado llevar por la envidia y que nada de lo que decían era cierto, por suerte se hizo justicia y su nombre quedó limpio otra vez, pero de alguna forma el comentario de Dawn le recordó esos tiempos.

─ No es algo de otro mundo, en este tipo de negocios hay que estar con un pie adelante que los demás ─

─ Oye... ¿Puedo hacerte una pregunta personal? ─ rasco su nuca en señal de nerviosismo.

─ Claro ─

─ Tuviste algo que ver con Hyuna, cuando me pediste ser su nuevo jefe no me diste explicaciones sobre porque ya no querías que trabajara para ti ─

─ No creo que sea necesario dar explicaciones ─ lo miro serio.

─ Lo sé, es sólo que... Trabajo tanto tiempo para ti, quisiera saber si en ese tiempo ustedes tuvieron algo que ver, verás... Me gusta Hyuna pero el rumor que corre sobre ustedes me incomoda ─ dijo con sinceridad.

─ Tienes que aprender a separar lo laboral de lo personal ─ El rostro de Yoongi era serio, Dawn supo que era un tema delicado y que al pálido no le gustaba hablar sobre ello.

─ Si tienes razón olvida lo que dije, perdón si te incomode ─ hizo una reverencia.

─ Esta bien, no te preocupes ─

Claramente era un tema del cual Yoongi se avergonzaba, nuevamente su nombre estaba manchado, sólo que a diferencia de hace algunos años esta vez lo que se dice de él es cierto, y es algo que nunca podrá borrar.

─ Jimin, ¿tienes algo que hacer después de salir? ─ Sungmin camino hacia el omega   quien se encontraba terminando de limpiar.

El nombrado lo miró y el alfa tuvo su atención, el rubio jamás iba a otras partes después del trabajo, siempre regresaba a su casa, por lo cual la pregunta del alfa lo puso a pensar en lo deprimente que era su vida.

─ Iré a mi casa ¿porque? ─ dijo mirándolo con ojitos curiosos.

Jimin era muy distraído y a veces un poco lento, pues a pesar de todas las señales no se había percatado del interés que tenía el alfa hacia él, incluso sus otros compañeros de trabajo ya lo habían notado, el único que aún no se daba cuenta era él.

─ Te invito a salir, tengo toda la tarde libre y me gustaría pasarla contigo, claro solo si tú quieres ─ el alfa estaba empeñado en conquistarlo, se lo había propuesto y no pensaba descansar hasta lograrlo.

Youngmin y Mía no se encontraban muy lejos y disimuladamente escuchaban toda la plática, ambas se miraban y se comunicaban en silencio, una sonrisa enorme se dibujó en el rostro de la beta pues ayudarían a su amigo, más bien le darían un empujoncito.

Mía correspondió a la sonrisa, ambas chicas parecían enfermas mentales al estarse riendo solas mientras se miraban sin decir palabra alguna, solamente asentían con miradas cómplices.

─ ¡Jimin! ¡Sungmin!... Que bueno que los encontramos juntos, ¿a que no adivinan lo que tengo? ─ La beta se acercó hacia ellos, de una manera animada, algo normal en ella.

─ No lo sé ni me interesa ─ Sungmin maldijo internamente por la intromisión de la rubia, interrumpió su momento, una de las pocas oportunidades que tenía para invitar a salir a Jimin.

─ A ver, viniendo de ti debe ser algo verdaderamente interesante ─ a diferencia del alfa Jimin si estaba interesado en saber lo que la rubia tenía que decirles.

Mía no se quedó atrás y se les unió ─ Tengo entradas extras para ir al cine hoy ¿que dicen vamos? ─

Demonios

Sungmin no creyó que las cosas se le pudieran complicar más, ahora su salida a solas con Jimin también se había ido al carajo.

─ Me encantaría ir con ustedes ─ Jimin mencionó animado, extrañaba salir a divertirse, no tenía nada de malo despejarse de tantos problemas por lo menos unas horas.

─ Pero... ─ Sungmin quería negarse, pero se dio cuenta que no tenía caso, Jimin ya había aceptado salir con ellas.

─ Está bien ─ dijo resignado, de todos modos también iría Jimin, media vez pasara tiempo con el omega de cabellos rubios no tenía problemas, siempre le buscaría el lado bueno a todo, además ver ese hermoso brillo en sus ojos no tenía precio.

─ Entonces ya está decidido que al salir de aquí los cuatro iremos al cine ─ Esta vez fue Mía quien dijo con una enorme sonrisa en su rostro.

─ ¡Hey ustedes cuatro¡ ¡grupo de holgazanes! ¡No los veo trabajando! ─ los cuatro se sobresaltaron al escuchar el regaño de Dongyul.








Holaaaaa espero les haya gustado el capítulo, no está tan largo pero por lo menos más que los anteriores si. ¿Leyeron mi anuncio? Ahí explique el motivo por el cual ya no seré tan activa, gracias a Dios me dieron más días de trabajo, por eso deje las actualizaciones para los días miércoles y sábado.

Perdón...

Bueno ya que, comenten y voten, las amo💜

Añioo.

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