Capítulo 51 🥀🖤

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

•Mentiras y alcohol•

Su día laboral estaba por terminar, faltaban exactamente quince minutos para que su turno terminara. Sus pies dolían y era imposible no ignorar el dolor, había estado todo el día de pie y las consecuencias las empezó a sentir hasta hace poco.

Eran las 3:45, la hora la miraba a cada minuto y es que no veía la hora de irse a casa y descansar, tal vez jugar con su cachorra un rato o ayudarle con sus tareas, después de todo tampoco podía ignorar sus responsabilidades.

Seungwan le ayudaba mucho, Yoongi muy pocas veces debido a su trabajo. Hablando del alfa, aún no podía creer que mañana todo acabaría, su vida de casado llegaría a su fin, tenía nervios, quizá era ese el motivo por el cual el día de hoy estuvo tan distraído, había llevado una orden equivocada a una mesa que no era, había derramado bebida en el pantalón de un cliente, eso fue lo más vergonzoso, para su suerte resultó ser una persona amable y no hizo el gran escándalo.

Jimin no andaba bien y todos se habían dado cuenta de eso, querían ayudarlo, pero sin llegar a presionarlo para que les contara lo que ocurría. Aunque cierto alfa ya se hacía una idea, sin embargo se mantuvo en silencio esperando a dar su golpe, porque si, él ya había ideado un plan para hacer de Jimin su omega, solo estaba esperando el momento apropiado.

La campana sonó indicando que un nuevo cliente había ingresado, si tenía suerte este sería su último cliente del día, por lo cual puso su mejor sonrisa.

Sonrisa que se borro al momento de darse cuenta de quién se trataba, a su mente llegaron los recuerdos, lo mal que lo había tratado esa mujer, la sonrisa burlesca de cuando lo veía, su desagradable voz cuando se creía superior a él, todo junto y de golpe, provocaron que Jimin sintiera náuseas y deseara salir corriendo.

No quería atenderla, con su vista buscó desesperadamente a sus compañeras pero para su mala suerte ambas estaban ocupadas atendiendo otras mesas.

El sudor en su frente indicaba lo nervioso que estaba, el temblor en sus pies y su corazón acelerado lo delataba, y aunque no quisiera las ganas de llorar también estaban presentes, porque verla solamente le trajo un mal recuerdo, aquel día cuando fue a dejar unos documentos que Yoongi había olvidado, y esta mujer lo recibió groseramente.

─ B-Buenas t-tardes, pase adelante, e-este es n-nuestro menú ─ la mujer lo reconoció inmediatamente, se trataba de Jennie, la omega también estaba sorprendida de ver a Jimin en un lugar como este, no tenía idea que hacia el omega de un alfa con dinero trabajando en un lugar tan bajo como este.

Como siempre la pelinegra lo examinó de pies a cabeza, lo hacía con todos, pues se divertía juzgando cada pequeño defecto de los demás.

─ Wow, ¿Min Jimin cierto? ─ preguntó mientras tomaba asiento en una de las mesas más apartadas ─ Quien diría que nos volveríamos a encontrar, mirate... No has cambiado en absolutamente nada, sigues siendo igual de simple y corriente ─

─ L-Le dejo el m-menú para que p-pueda escoger lo que más le g-guste ─ su voz solo reflejaba lo mal que se sentía por dentro, su desestabilidad era algo que jamás aprendió a disimular.

─ Que me recomiendas ─ sus palabras detuvieron al omega quien había comenzado a caminar, pero ahora de nuevo había volteado a ver a la omega que le tocaba atender.

─ Es su desicion, y-yo estoy nada más para tomar su o-orden y después traerla─  mintió, pues muchas veces le había ayudado a los clientes, diciéndole lo que algunos postes llevaban, para darles una mejor idea de lo que irían a comer, pero en estos momentos no quería estar ahí, quería esconderse para que no se diera cuenta de lo mal que estaba.

─ Vamos, necesito la opinión de alguien que sabe, ¿o quieres que mejor le pregunte a tu jefe? ─ Jimin supo que no tenía escapatoria, no quería problemas con su superior, por lo que no pudo negarse.

Se acercó a la chica y con sus manos temblorosas comenzó a pasar las hojas del menú mostrando alguno de los postres y bebidas.

─ S-si prefiere las cosas dulces le recomiendo las tartas de sabores, algunos batidos de fruta y flanes, pero si prefiere algo más amargo le recomiendo los capuchinos de café ─ hizo un gran esfuerzo para tratar de calmarse.

Después de que Yoongi la rechazara, había quedado con un horrible sabor de boca,  quería vengarse de Jimin pues él tenía toda la culpa de eso, incluso estando en coma le había jodido la vida, porque él seguía teniendo lo que ella siempre había deseado.

─ Y qué me dices de algo con un delicioso sabor a Limón, o quizá canela, no se, algo que me recuerde a Yoongi ─ dijo descaradamente la mujer de larga cabellera negra.

Jimin estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano por controlarse, ella conocía muy bien como afectarlo. Ignoro el temblor de sus piernas y la opresión en su pecho, reunió el poco valor que aún quedaba en él para contestar de forma cortés.

─ L-las tartas de Limón estan b-bien, o quizá una limonada, los capuchinos llevan canela molida encima, creo que es lo que esta bu-buscando ─ dijo con voz torpe.

Jennie sonrió divertida, era bastante entretenido ver como el omega se trababa en sus palabras, eso sólo demostraba que sus palabras si le  estaban afectando, y ¿por qué no ponerle más Limón a la herida?  Quería ver al omega llorar para poderse seguir burlando un rato.

─ ¿Sabes quién te envió el mensaje esa vez? ─ su codo apoyado sobre la mesa, y su cabeza sostenida por su mano. Jimin solo deseaba que alguien llegará a salvarlo, amaba su trabajo y era lo único por lo cual estaba soportando todo, pero estaba siendo demasiado difícil.

─ Fui yo ─ menciono orgullosa.

Eso provocó una explosión emocional dentro del omega, pensar que después de todo aún se burlaban de él, que disfrutaban haciéndole daño. Quería vomitar, las náuseas habían incrementado.

─ te has de preguntar cómo es que tengo tu número. Simple, lo tomé del celular de Yoongi en una de las tantas noches en las cuales nos acostamos, esa vez terminó tan cansado que no tardó en dormirse, fue cuando aproveché y saqué tu número ─ mintió, pues ella y Yoongi jamás tuvieron ese tipo de encuentros.

Jimin no podía creer lo tonto que había sido, Yoongi no sólo lo engañaba con una mujer, no tenía idea con cuantas personas lo había traicionado, no fue consciente de la lágrima que salió de forma rebelde. Dolía, se sentía lastimado, solo quería dejar de sufrir ¿acaso era mucho pedir eso?

─ Déjame decirte que es un alfa que no deja nada que desear, en la cama es insaciable y duradero y creeme cuando te digo que lo hago suspirar, ¿sabes lo que me dijo una vez? ─

─ Callate ─ apretó su puño, sintiendo su sangre hervir.

─ Que tu ya no le satiafacias en el... Bueno tu entiendes, estaba pensando en desecharte, por eso siempre corría hacia mi, pero debo admitir que me tocaba compartir ─ fingió un puchero triste ─ solo era una más de su gran harem ─

Cuando el omega creyó que ya no podría seguir soportando, cuando sus piernas flaquearon y lo traicionaron sintió como alguien lo sostenía.

Con los ojos llorosos, su cara pálida y su labio tembloroso miro a la persona que lo sostenía. Sungmin siempre aparecía en estos momentos, siempre lo salvaba, y ahora agradecía que estuviera con él.

─ Jimin tu turno acaba de terminar ─ el alfa le sonrió y luego miró serio a la mujer.

─ S-sacame d-de aquí... ─ suplico.

─ No necesitas decírmelo ─ sonrió con malicia, esto sería divertido.

Jimin no dejaba de llorar, su cabeza dolía a causa del llanto y los sollozos, el alcohol en su sistema no ayudaba en nada. Después de lo sucedido el alfa lo llevó a un club, según él para que se "desahogara"

Jimin no era de pisar esos lugares, pero siempre había una primera vez, y ahora lo tenía totalmente ebrio y desmoronado.

Al principio se había negado a beber, pero ante la insistencia del alfa aceptó nada más una copa, sin embargo esa única bastó para embriagarlo a la primera, después de esa vinieron más y justo ahora iba por la quinta copa, y sería un milagro que logre ponerse de pie debido a su estado.

Su celular tenía al menos unas quince llamadas de Yoongi, pero se había negado a contestarlas, estaba furioso con el alfa, no quería verlo o saber de él, quería borrarlo de su vida, en estos momentos lo estaba odiando.

─ ¿Ese tal Yoongi es tu esposo? ─ miro el nombre en la pantalla, de nuevo le estaba hablando.

Sungmin no estaba tan ebrio, hasta cierto punto él disfrutaba ver a un Jimin que no era consciente de lo que hacía, podría manejarlo a su antojo, eso solo habría más su camino.

─ Sabes, yo a Yoongi lo amo, le di lo mejor de mí, trataba de gustarle, me esforzaba todos los días, sin embargo él prefirió irse detrás de alguien más ─ sorbió su nariz ─ ¿porque me engaño? ─ se preguntó y luego sollozo, su voz era apenas entendible debido al llanto y a la ebriedad.

─ Es simple Jimin, ese alfa no te ama ─ sus palabras solo apretujaban más su ya lastimado corazón ─ No vale la pena que sigas llorando por él ─ quizá eso es lo que quería, provocar más dolor para que el omega se diera cuenta que había alguien más que si estaba interesado en el.

─ Pero yo si lo amo ─ las lágrimas salían como cascadas, sus ojos estaban hinchados y su cara roja, se miraba realmente mal ─ Eso es lo que más odio, que por más que lo intento no logró olvidarlo ─ hipó ─ ¡tonto alfa te odio! ─ llevó sus manos a su rostro, llorando con más fuerza.

─ Jimin hay que irnos ya es tarde ─ se levantó y tomó el brazo del omega.

─ Si, si, tienes razón ─ caminaba con dificultad y con  ayuda del alfa, quien pasó una de sus manos por su hombro.

Sungmin pagó la cuenta para luego salir del lugar, tomó a Jimin y camino hacia la salida, tomaría un taxi, era más fácil si tomaba uno.

─ C-casa... ─ escucho la voz débil del omega, este tenía sus mejillas rojas. El alfa lo miro detenidamente, quizá este era su momento, lo supo desde que lo vio tan vulnerable, no le costó nada envolverlo, los omegas suelen volverse más manipulables cuando están mal emocionalmente. Jimin era su presa, la cual ya estaba lista para ser devorada.

─ C-casa... Dahyun... ─ pucherio, incluso en ese estado su hija no salía de su mente.

El alfa lo miro serio, ya estaba aburrido de escuchar el nombre de esa mocosa, no tenía intenciones de hacerse cargo de una niña que no era suya, más si esta sería un recordatorio de que Jimin tuvo un  alfa antes que él, la simple idea lo enfermaba.

─ oh mira ahí viene un taxi ─ hizo señal para que el vehículo se detuviera.

Ayudó al omega tambaleante para que ingresara al auto, luego el se sentó a su lado, poniendo la cabeza del omega en su hombro para que descansara durante el viaje.

Le dio la dirección al taxista, para que lo llevara a ese lugar, y aunque Jimin estaba ebrio y casi dormido supo que esa no era la dirección de su casa.









Buenos días estrellitas la tierra les saluda.

Recuerden comentar y dejar su votito✨

Añioo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro