14

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Un tranquilo día hasta el momento. Todos parecen saber que tienen que hacer y yo solo reviso que todo esté a la perfección. Algo aburrido sinceramente. Nada interesante, algo normal en los días que llevo aquí.

Seguí caminando por los pasillos sin saber que hacer. Ya todos habían terminado con su entrenamiento por ahora y estaban con sus tareas extras. Tal vez debería buscar algo que hacer yo también.

—¿Aburrida?—esa sonrisa agradable me saca de mis pensamientos.

—Un poco—detuve mi paso cuando llegué al lado de Hoseok. Había intercambiado unas pocas palabras con él, pero parece una persona agradable. Siempre con una sonrisa en su rostro y unas cuantas palabras que te hacen creer que desborda alegría por su tono de voz.

—Puedes entrenar a los nuevos si tanto te aburres—niego rápido con la cabeza.

—Mi paciencia no da para eso—reímos. Comenzamos a caminar uno al lado del otro—. ¿Qué tal tu día?

—Agotador. Hay personas que no acaban de entender cual es su lugar aquí.

—Déjame adivinar. ¿Kyung Jiyu?

—Veo que ya te estás adaptando a este lugar—reí.

—Su actitud no es la mejor de todas.

—Hay que aguantarla. Es la novia de Kim.

—No por eso es el centro del mundo.

—No es tan mala—en un intento de ignorar como defendía a esa chica, mi vista se centró en la puerta de la cafetería. Sonreí inconscientemente—. ¿Te gustaría cenar conmigo?

—¿Qué?—preguntó saliendo de mi trance. Señala con la cabeza las puertas gigantes y por arte de magia recuerdo lo que preguntó—. Tengo una mejor idea. ¿Nos vemos más tarde?

—No tengo nada mejor que hacer aquí—asentí y me fui de su lado.

Me había tardado ya en pensar en esto. No sé cómo no lo hice desde el primer día que llegué aquí. Fui directo a la puerta que me llevaba a las cocinas. Di tres toques y abrí cuando escuché el "pase".

—Hola—saludé a la mujer mayor, la chica y el chico que caminaban de un lado a otro. Ellos me sonrieron como respuesta.

—¿Qué necesitas?—se me acerca la anciana—. ¿Estaba mala la carne? Te lo dije Lee, la cocinaste mucho—sin esperar mi respuesta ya estaba regañando al chico.

—Lee no tiene la culpa de nada—me atreví a hablar—. Quería saber si necesitaban ayuda en algo.

—¿Quieres trabajar en la cocina?—pregunta con burla la chica. Algo en sus rasgos y color de piel me dicen que no es coreana, ni siquiera asiática.

—No le hagas caso, no tiene nada de malo—dice Lee.

—No por eso deja de ser raro.

—Como sea. ¿Por qué quieres hacerlo?—centré mi vista nuevamente en la primera que me habló.

—En mi antigua base ayudaba en las cocinas. Lo hice por casi cuatro años y medios. Supongo que me siento a gusto entre sartenes—traté de bromear.

—Por mí bien. Tendremos menos trabajo—le sonreí a Lee.

—Así tendré más tiempo para mí—solo faltaba la respuesta de la señora. Se ve que es la que está a cargo.

—Claro—agradecí internamente—. Solo dime Hyo.

—Soy Eung Yeong—me presento.

—Luna—asentí.

—Y ya sabes quien soy—sonríe Lee.

—Perfecto, empiezas mañana—me informa Hyo.

—Si quieren puedo hacerlo ahora. No tengo nada más interesante que hacer. Me gustaría ayudar—todos me miran como si fuera su salvación.

—Que bien. Podemos ir a descansar ya.

—Luna, no le dejaremos todo el trabajo a ella—niega con la cabeza unas cuantas veces.

—Ella fue la que se ofreció—Lee está de acuerdo con la trigueña.

—No podemos explotarla desde su primer día—les reprocha con la mirada.

—Descuide. De hecho me encantaría hacerlo sin ayuda—soy masoquista.

—Ya la escuchaste—Lee dejó los guantes sobre la meseta y se dirige hacia la salida.

—Hasta mañana—se despide Luna siguiéndolo.

—Son unos irresponsables.

—Puede ir a descansar—se acerca a mí y envuelve mis manos entre las suyas.

—Gracias, cariño—sonreí y desapareció de mi vista.

Necesitaba un tiempo a solas con las cosas a la que estoy adaptada. Extraño mi antigua base y las personas con las que estaba adaptada a convivir.

Dejé a mis mejores amigos con los cuales ahora puedo hablar extremadamente poco. Dejé mi escuadrón. Mi trabajo en las cocinas. Quiero volver a la rutina. Sentir al final del día que fui útil y no solo la chica que vaga por los pasillos.

Miré la cocina con todos los utensilios regados y sucios. Será una larga noche. Extraño acostarme cansada y dormirme sin darme cuenta.

Comencé a recoger todo para luego comenzar a fregar. Cuando terminé con la cocina salí para empezar a limpiar todas las mesas de la cafetería. Por una pequeña ventana podía ver la luna, llevo demasiadas horas aquí adentro.

Saqué mi celular para poner algo de música y lo volví a dejar en el bolsillo trasero de mi pantalón. No podía evitar moverme mientras pasaba el trozo de tela sobre la mesa.

—Ooh, I love it when you do it like that
And when you're close up, give me the shivers
Oh baby, you wanna dance 'til the sunlight cracks
And when they say the party's over, then we'll bring it right back—dejé de hacer todo cuando escuché algo caerse. Me giré rápido para ver de donde provenía. Vi en el suelo una bandeja de comida al lado de unas botas. Subí lentamente la mirada con miedo de lo que me encontraría. Cerré los ojos maldiciendo cuando vi quien era. Obvio que mi mala suerte tenía que traerlo a él.

—¿Multiuso nuevamente?—fruncí un poco el entrecejo y luego recordé porqué lo dijo. Tuvimos una situación parecida en su oficina.

—Me gusta hacer...

—Las dos cosas a la vez—termina por mí, asiento—. ¿Qué haces aquí?—finalmente detengo la música y me acerco para responderle.

—Soy la nueva ayudante en las cocinas.

—De verdad que te gusta pasar trabajo.

—Me gusta exigirme—reí—. ¿Cómo sucedió?—señalé la bandeja en el suelo. Él la mira y por un segundo pensé que la recogería por mí. Ilusa.

—Me apoyé en la mesa y no me fijé donde puse la mano—asentí haciéndole saber que entendía.

Di por terminada la conversación y volví a la mesa para terminar de dejarla reluciente. Estuve un rato en silencio. Creí que se había ido, pero no estaba para nada en lo cierto.

—¿Necesitas ayuda?—esas palabras por alguna razón me recorrieron por la espalda como si fuera un aire frió haciendo que me retorciera.

—No tienes que hacerlo—respondo sin mirarlo. Miré mi perfecto trabajo y caminé hacia la mesa de al lado para hacer lo mismo.

—Quiero ayudar.

—Capitán, no tiene que fingir conmigo—gruño cansada de su idea de burla. Seguro que cuando acepto su ayuda empieza a reírse de lo ilusa que soy. Y lo soy, pero no tiene que resaltarlo.

—No finjo. Ya no—me detuve. Me puse firme. No hay razón para malinterpretar lo que dijo. Tal vez cambió y ahora es mejor persona. No tiene nada que ver contigo—. ¿Y bien? ¿Te hecho una mano?

—Mientras no sea literal—suelta una carcajada fingida.

—Lo tomaré como un si—volví a mi trabajo. Me incomoda un poco esta situación.

Jamás estuvimos tan tranquilos en un espacio tan "pequeño". Y también me molesta no poder poner música. Odio hacer las cosas así.

Minutos después comienzo a escuchar una pequeña melodía que se va haciendo más fuerte.

—Ayy, Panini, don't you be a meanie—¿es real lo que estoy escuchando?—Thought you wanted me to go up—si, Kim Nam Joon está cantando una canción de Lil Nas X—Why you tryna keep me teeny? I—trato de aguantar la risa—It's a dream, he wished it on a genie
I got fans finally, ain't you wanting them to see me? I
I thought you want this for my life, for my life
Said you wanted to see me thrive, you lied

—Just say to me what you want from me—comienzo a cantar con él y me giro haciendo un micrófono con mi mano. Él me mira como si no creyera que me sé la canción. Estuvimos así por un rato bastante largo mientras limpiábamos todo.

No sé en qué momento nos sentamos uno frente al otro con alguna canción aleatoria de fondo y solo nos mirábamos con una sonrisa cansada.

—¿Película favorita?—pregunta.

—Parasite. ¿La tuya?

—Eternal Sunshine of the Spotless Mind—solté una carcajada—. ¿Qué?

—Jamás pensé en la posibilidad de que fueras un amante de las películas de romance—volví a reír.

—¡Oye!—protesta—. Yo puedo ser muy romántico cuando quiero.

—¿Piensas que te creeré esa mentira?

—¿Y piensas que yo te creeré que tu película favorita es sobre la codicia y la discriminación de las clases sociales?—pregunta burlón.

—Puedo ser muy interesante cuando quiero—lo imito.

—No lo dudo—sonríe y me vuelvo a sentir incomoda. ¿A qué quiere llegar con todo esto?—. ¿Te gusta el arte?

—No lo entiendo—digo sincera.

—Ya se acabó la chica interesante—ruedo los ojos.

—Nunca he ido a una galería. No me interesa tanto.

—El arte no es solo las pinturas. El cine se considera arte—apoya sus codos sobre sus muslos. Vuelvo a rodar los ojos.

—No necesito clases.

—No obstante—ignora lo que le dije—, te llevaré a una galería.

—No necesito tus clases—vuelvo a repetir, pero esta vez más lento.

—Me ofrezco a ayudarte.

—No necesito tu ayuda.

—El arte es una forma de expresar sentimientos. Si no lo entiendes es porque no entiendes tus propios sentimientos.

—Es una forma de verlo—concuerdo con él.

—Listo. Te llevaré a una galería—se levanta de repente de su silla.

—¿Ahora?—abro mucho los ojos.

—Claro que no. Vete a dormir. Ya es tarde—sin decir nada más se va. Vi la hora en mi celular y efectivamente, eran las tres de la madrugada. Me demoré más de lo planeado.


_____
Algo random, esta canción de Jin. Necesitaba ponerla. Cada vez que la veo recuerdo porqué lo amo😂

[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro