Dabi ya estaba aburrido, llevaba un año con su novio Kaminari un hermoso doncel rubio de ojos ámbar, lo amaba no iba a negarlo y la verdad estaba pensando en pedirle matrimonio pero desde hace algunos meses al doncel le habían aumentado el trabajo y ya casi no podían pasar tiempo juntos cosa que le molestaba y no es que el no trabajara solo que sus horarios como cocinero no eran tan exigentes como los de un modelo, 

Esa noche en particular Kaminari no llegaría sino hasta el siguiente día y no pensaba quedarse sentado en el sillón viendo televisión se arreglo y salió a un bar, respetaba a Kaminari así que no le interesaba estar con alguien pero debía admitir que hace mas o menos dos semanas no se descargaba tal vez tendría que recurrir a manuela para alivianarse

Se encontraba en la barra bebiendo, desde ya un rato que le lanzaba miradas disimuladas a un lindo peliverde con pecas que se encontraba al otro lado, este ya había notado las miradas y las devolvía gustoso incitándole al pecado y sin mencionar palabra ya estaba arreglado, lo pensó antes de levantare tras el peli verde, tenia novio pero su cuerpo pedía eso, se levanto de ahí y se dirigió a la salida siendo seguido por el pecoso muy de cerca entrando ambos a un motel que estaba cerca, ese fue el primero de sus encuentros 

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-Amor tengo el día libre, que quieres hacer- dijo el rubio que tanto amaba sentándose en sus piernas con una sonrisa, 

-Si te soy sincero quiero que hagas muchas cosas- dijo con una sonrisa ladina, había pasado un mes desde que los encuentros con el pecoso habían empezado y el sexo era grandioso, aunque no se sentía tan bien como cuando estaba con su novio debía ser la culpa

No iba a cambiar a Su doncel por nada del mundo pero disfrutaba de una buena cogida, la pasaron entre mimos y caricias ese día dándose mucho amor del bueno ya al anochecer el rubio hizo una cena grandiosa algo que extraño al azabache pero no se quejo, también noto que Kaminari estaba mas arreglado y su perfume estaba mas fuerte okey eso si ya era extraño pero cuando iba a preguntar su boca ya estaba siendo comida por el doncel quien parecía muy decidido a seguir y el no se lo negó, disfruto acariciar el cuerpo de su novio pasar sus manos por su cintura y manosear su trasero 

-Llévame a la cama- pidió el doncel mientras mordía sus labios, el azabache no lo hizo esperar lo cargo por los muslos y lo llevo a la habitación donde lo hizo suyo una vez mas, le hizo el amor nuevamente recordando lo bien que se sentía estar con el no solo físicamente, sabia que los gemidos los escucharían los vecinos y que luego reclamarían pero no le importaba, terminaron sudados y pegajosos recostados en la cama 

-Dabi todavía me amas-

-Claro que lo hago por que la pregunta-

-Se que te has visto con alguien mas y bueno me puse a pensar que ya no me quieres o que ya no soy suficiente-

-Jamás te cambiaria, te amo, ya no lo veré mas solo era para descargarme- 

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Dos días después de haber estado con Kaminari recibió un mensaje de Izuku donde le pedía verse y el acepto, tenia que ponerle fin a eso y ese mismo día lo haría, claro que no contaba con que una mata de pelo rubio lo siguiera, claro que con la ropa y la peluca jamás lo reconocería, y ahí se hallaba sentado en la barra esperando a el peliverde, a su lado derecho estaba sentado un chico "castaño" con una chaqueta demasiado grande para su talla según el

-Debemos hablar- dijo una voz tras suyo

-Hola, estoy bien gracias-

-Hablo enserio-

-Adelante-

-Estoy embarazado- eso hizo que su corazón se detuviera, tanto el suyo como el del "castaño" a su lado, no sabia que haría pero de algo era seguro no era lo suficiente mente bastardo como para abandonar a un doncel preñado por su culpa, el peli verde al ver que no decía nada se apresuro a hablar -No es tuyo, no te preocupes- y el alma les volvió al cuerpo

-Me asustaste, de quien es-

-De mi novio, ya arreglamos nuestras diferencias y bueno seguiremos adelante, y bueno tu y yo no volveremos a vernos de esa manera-

-Que bien por ti, yo pensaba decirte lo mismo, amo demasiado a mi rayito de sol como para dejarlo, te agradezco por prestarme tu cuerpo durante este mes y escuchar mis problemas fue de ayuda-

-De nada, me gustaría que quedáramos como amigos- 

-Claro por que no, sabes estaba pensando en llevar mi relación mas haya-

-Que quieres decir?-

-le pediré matrimonio, espero que me acepte-

-Lo hará ya veraz, bueno debo irme, adiós- ambos se despidieron y Dabi se quedo un rato mas observando el anillo que le daría a Kaminari, para luego dirigirse al departamento que compartía con este, sin saber que en este lo esperaba el rubio quien había corrido y corrido para llegar antes que el y que lloraba de felicidad por la propuesta que el azabache le haría.