—Iré a despertar a tu padre, YoonGi.

—Nosotros nos mantendremos ocultos, papá Chanyeol —aviso YoonGi, cargando con un peliazul en su hombro con posesión debido a los celos de sus amigos allí, quienes habían traído todo tipo de alcohol, sándwiches, serpentinas y más decoración. TaeHyung chilló en voz baja. Bufó y siguió comiendo su pastelito mientras veía como los jugadores de fútbol peleaban por el regalito que Tae les había dado—. A veces es difícil despertar a papá, le advierto.

—Intentaré hacer lo posible para despertarlo. Hagan silencio, ¿okey?

—A la orden —dijeron en unísono los adolescentes de allí.

Y mientras BaekHyun se encaminó a la habitación de cierto Alfa dormilón, los jóvenes pensaron en donde esconderse.

—Bueno, creo que me ocultaré bajo la mesa —informó JungKook, mirando con desinterés a los demás—. ¿Ustedes?

—Bajo las escaleras —alzó de hombros Felix.

—Adentro de aquella caja—mencionó Jhope, dando un mordisco a su sándwich.

—En el sofá —levantó las manos Soobin—. Es cómodo.

—Bajo la alfombra del piso —Jackson dijo, viendo como los demás lo miraron incrédulo—. ¿Qué?

—Atrás del sofá —Chris habló, mordiendo su pircing de su labio mientras lanzaba una mirada al castañito. Puchereó al saber que cierto Alfa de ese Omega era celoso—. O con JungKook.

—Ni hablar —amenazó Jeon—. Necesito mi espacio, Chris.

—Nosotros estaremos detrás del sofá —finalizó Mark, viendo como Chris  y Seunmig asentían— Estamos listos, solo faltan ustedes.

Los demás miraron con atención a YoonGi quien seguía cargando a su noviecito en el hombro, ignorando los chillidos de TaeHyung a sus golpes en la espalda.

—Estaremos ocultos en aquella habitación.

Y con ello terminó la charla. TaeHyung se despidió de ellos con su manito, suspirando y soltando pequeñas risitas al sentir como YoonGi le mandó una nalgada mientras gruñía.

¡Aw! Está tan celoso, pensó YoonGi, suspirando.
Al entrar en la habitación, Chanyeol ronroneó al aroma del Alfa Min envolverlo. Ingresó, viendo lo impecable que todo estaba y era bastante espaciosa, una cama bastante grande y suave a simple vista, uno dos roperos negro apegados a la pared de color verde agua, unos sillones con juegos de mesita de té al frente de un ventanal enorme y una foto de ellos al ser pequeños.

Su curiosidad ganó, acercándose y agarrar el retrato entre sus manos. La punta de su dedo trazó una caricia en la mejilla de aquel niño, sonrió.

—¿Vas a seguir viendo la foto? O... ¿Me harás compañía mientras duermo y me das mimos? ¿Hm? —La ronca y rasposa voz adormilada de BaekHyun lo sobresaltó.

—Pensé que dormías.

—Sentí tu aroma... Pensé que era un sueño tenerte aquí.

Chanyeol dejó el retrato, caminó hasta el contrario queriendo tomar asiento frente a él para darle suaves caricias en su frente. BaekHyun tuvo otros planes. Sujetó su brazo y tiró con algo de fuerza para acostarlo a su lado, en un minuto, ambos estaban bajo las suaves colchas.

—Tonto. Tenemos que bajar...

—¿Para mi fiesta? —abrió un ojo somnoliento, sonriendo al rubor del otro Alfa y al verlo asentir, lo a trajo más a él—. Chanyeol, tenerte aquí es suficiente.

—Es tu cumpleaños. Debemos pasarla en familia.

—... ¿Y si quiero pasarla unos minutos contigo? —propuso—. ¿Aceptarías?

—BaekHyun... Sabes que mi respuesta es sí.

Sus risas llenaron la habitación. Chanyeol dejó que el Alfa lo abrazara con posesión y que ocultara su rostro en su cuello, ambos ronronearon a la sensación de calidez en sus pechos.

—Feliz cumpleaños, BaekHyun.

—Gracias, precioso.

—Es momento de bajar. Los chicos están esperando... Por cierto, TaeHyung invitó a unos jóvenes que ayudaron bastante.

—No hay problema, mientras sean amigos de mi yernito, esta todo bien.

BaekHyun bostezó, saliendo de la cama y se dirigió al baño con torpeza por el sueño aún no controlado. Chanyeol lo vio perderse en las puertas del baño, suspiró, acurrucándose bajo las mantas.

Algún día estaremos juntos, destino mío... prometió su Alfa herido. Chanyeol suspiró nostálgico y abrazó la almohada con el aroma de Min.

No supo cuánto tiempo durmió por tal pensamiento, hasta que unos besos en sus mejillas lo hicieron fruncir su rostro. Miró a BaekHyun algo borroso, al segundo se aclaró, viéndolo ya listo en pantalones de vestir y una camisa azulada suelta, arrodillado tratando de despertarlo.

—¿Bae....?

—¿Estas cansado, amor? —preguntó, ayudándolo a levantarse—. ¿Ocurre algo?

—Es solo que... dejamos en claro las cosas entre nosotros, pero tenerte a mi lado es... Es algo que no puedo expresar correctamente, BaekHyun.

—¿Es algo bueno? O, ¿debo preocuparme?

—Se siente tranquilo... —admitió, dejando que Min lo abrazara y ocultara su rostro en el cuello, ambos suspiraron—. Estoy en paz contigo, BaekHyun.

—Si te contara todas las emociones que me causas, amor... —susurró, mirándolo a los ojos—. No terminaría nunca. Es momento de bajar.

Chanyeol asintió, antes de salir de aquella habitación envuelto en sus aromas. No esperó que BaekHyun lo volteara un momento y sujetara su mentón, dándole un pequeño beso en los labios.

Min sonrió.

—Quería mi regalo. Lo siento.

—... Descuida. Quería que lo hicieras.