𓍢🥞𝅄┊𝗣𝗮𝘀𝗮𝗱𝗼 𝟲/𝟭𝟬

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Luego de unos días...

Cierto castañito mantenía su delantal de conejito puesto, mientras sus mejillitas gorditas estaban repletas de harina y sus cabellos revueltos mientras que sus ojitos brillaban a su trabajo hecho.

Unos pasteles yacían puestos encima de la mesa y dentro de una bonita caja. Hoy irían a la mansión Min

TaeHyung no admitiría la gran ayuda de su padre y hermano, mientras el Alfa mayor secaba el sudor de su frente, Yeonjun gruñía cuando más cáscaras de huevo salían de su cabellera.

YoonGi, la parejita del castaño seguía ignorando a TaeHyung y obviamente, TaeHyung no se quedaría de brazos cruzados, ¡le daría un bonito obsequio como un perdón! YoonGi no sería capaz de rechazarlo... ¿O sí?

—Esto está un desastre.

Chanyeol miró con lamento a su ensuciada cocina impecable, la harina esparcida en el suelo junto a los huevos y ni hablar del molde que aún tenía mezclas.

—Es culpa de ustedes —se defendió TaeHyung. Había indicado y regañado a sus mayores cuando hacían algo mal, así que él estaba más cansado que los otros. Su vocecita no daba para más regaños.

—Enanito enojón.

—¡Cállate Hyung!

—¡No! ¡Mira, estoy todo sucio por tu culpa!

—¡No es cierto! ¡Solo pedí ayuda!

—¡Me amenazaste con romper mis juegos! —soltó Yeonjun—. ¡Papá, dile algo!

—¡No! ¡Papi me defiende a mí!

—¡Mentira! ¡Él me defiende a mí!

—¡Papá! —ambos menores chillaron.

Chanyeol exhaló, mientras mantenía sus orbes cerrados.

—... Paz interior, inhala y exhala Kim Chanyeol —se dijo así mismo—. Paz interior.

Cargar con dos cachorritos rivales no era trabajo fácil.

—¡Me iré a bañar! —anunció TaeHyung.

—¡Ah, no! ¡Iré yo primero!

Chanyeol miró a sus preciados bebés irse entre empujones hacia el baño, suspirando al escuchar los griteríos y peleas de ambos.

—Tenemos cuatro baños y pelean de este modo —suspiró, sacándose el delantal y se puso de pie—. ¿Qué he hecho para merecer esta desgracia?

Sin duda, él también debía alistarse para la casa de su amigo.

—¡Taehyungiee! —anunció el señor Min—. ¿Cómo estás?

Pero el castañito había pasado de largo en busca de su hijo.

—¡Yonnie Hyung! ¡Hyungie!

Min BaekHyun completamente indignado, miró como el bajito niño corría por varios lugares de su mansión mientras que esas manitos sostenían una caja. Alzó una ceja, viendo al Alfa Kim.

—TaeHyung no ha dejado de llorar desde que tu hijo empezó a ignorarlo —informó, recordando lo decaído que estaba TaeHyung esos días. Suspiró—. Preparó pastelillos para Min.

—Oh... Está bien. YoonGi no ha estado de ánimos, tampoco ha querido que mencione a TaeHyung. Lo siento.

Ambos Alfas tomaron asiento en el sofá, BaekHyun notó a Yeonjun , esté mantenía su entrecejo fruncido.

—Yeonjun, ¿y esa cara?

—YoonGi está ganando la atención de mi hermanito.

—¿Y qué con eso?

—¡¿Con quién voy a pelear!? —exclamó, cruzándose de brazos—. TaeHyung solo quiere a YoonGi. YoonGi esto, YoonGi otro y YoonGi, YoonGi...

El Alfa Min rió.

—No creo que Tae olvidé a su hermano.

—¡Dónde está Yonnie! —chilló TaeHyung, mirando con un puchero a los mayores. BaekHyun formó una mueca—. Preparé pastelito para Hyung, ¿dónde está?

—Uhm... Él está con un amigo.

Un estruendo sonó en toda la mansión, BaekHyun maldijo al saber que su cachorro no cumpliría su palabra.

TaeHyung preocupado, subió entre saltitos por las escaleras, sosteniendo bien el regalo para su preciada parejita molesta.

La habitación de YoonGi estaba al final del pasillo, el primero en entrar a la habitación fue TaeHyung y seguido de él, los mayores y Yeonjun.

—¿¡Qué eres tú de él?! ¿¡Ah?! ¿¡Me lo quieres quitar?! ¡Él es mío! ¡Estamos comprometidos en el futuro! ¡TaeHyung solo puede ser mí pareja! ¡Mi noviecito! ¡Es mío!

YoonGi gruñía mientras tenía debajo suyo a Hansol Vernon, sí, insistió a su padre de saber información acerca de aquel tipo que mencionó su infiel noviecito. Trayéndolo a su casa con la típica excusa de querer ser amigos, y bueno, no pudo controlarse cuando su padre abandonó la habitación dejándolo con ese niño que le estaba quitando los más preciado de su vida.

—¡Y-Yo n-no sé de qué hablas! ¡N-no s-soy nada de TaeHyung!

—¡Mentiroso! ¡El detective no dijo lo mismo! —gruñó—. ¡Comparten clases!

—¡Min YoonGi, suéltalo ahora! —ordenó BaekHyun, completamente cansado de lo impulsivo que era su bebé.

Chanyeol ayudó a su amigo con su cachorro, quitándolo de encima de aquel pobre niño que estaba pálido y muy asustado.

TaeHyung se sorprendió, dejó la cajita en el suelo y corrió a inspeccionar a su compañero, ¿qué hacía allí?

—Vernon Hyung... —murmuró, a pesar de ser compañero, TaeHyung era el más chiquito del salón.

—¡TaeHyung, explícale a ese loco que no somos nada! —asustado, se escondió detrás del castañito—. ¡Dijo que muchas cosas raras! ¡Y-Yo apenas te ha-hablo!

—¡Mientes! ¡Quieres quitarme a TaeHyung! —gruñó YoonGi, removiéndose en los brazos de su padre—. ¡Bájame papá! ¡Quiero estar solo!

—¡YoonGi, contrólate! ¡No me obligues a castigarte por dos meses!

El pelinegro aún molesto gruñó, sintiendo su vista de pronto borrosa y sorbió su nariz.

—Quiero estar solo... —susurró, al momento de estar nuevamente en el suelo y ocultado bajo las cobijas de su cama.

Los demás quisieron irse, dejando solamente a TaeHyung allí, entonces volvió a tomar la cajita, acercándose a su parejita.

—... Hyung.

—Vete.

El castañito no hizo caso, al contrario, se acercó más y dejó la cajita en la cama, alejándose un poco y jugó con sus manitos, nervioso. Esperaba que su Hyung lo perdonara.

—Te hice un pastelito, Hyung... —formó una pequeña sonrisa, un tanto temblorosa—. Papá dice que, cuando alguien está enojado... Uhm, hay que darle algo bonito, a-algo especial. Y-yo, yo no quiero que estés enojado conmigo... N-no me ignores, p-por favor...

Hubo un pequeño silencio, hasta que YoonGi se removió, sacando solamente un poco de las cobijas para ver al castañito tembloroso, miró sin expresión alguna aquel pastelito, no le importó, aunque su corazoncito gritaba por querer abrazar a su ex-parejita.

—No tengo hambre y no me gusta los pastelillos —fue lo único que dijo, para nuevamente ocultarse bajo las mantas. YoonGi amaba todo lo dulce, pero mantenía cierto malestar y dolor en su pecho.

Sin darse cuenta que dejó a un desilusionado TaeHyung, quien sintió un fuerte dolor y solo trató de no borrar su sonrisa, podía sentir como poco a poco sus ojitos ardían debido a las lágrimas que trataba de no soltar.

—¡P-puedo prepararte otra cosa, Yonnie! ¡Papá me enseña muchas cosas de cocina!

—Quiero estar solo, TaeHyung.

—¿N-no más noviecito? —Esta vez, las palabras quedaron atoradas en su garganta y TaeHyung pensó en salir corriendo mientras sollozaba a los brazos de papá.

YoonGi no se movió, inseguro de lo que estaba haciendo.

—... No.

Y YoonGi juró escuchar un sollozo detrás, haciendo que inmediatamente se preocupara y corriera a los brazos del menor. Sin embargo, sintió unos bracitos envolverlo con posesión.

—Yonnie no deja TaeHyung. —TaeHyung lo abrazó con fuerza, sollozando un poquito más—. Hyung, p-perdón...

—...

—¿Q-quieres que me v-vaya?... ¿N-no más besitos? ¿Nada?

Y no hubo respuesta. TaeHyung cabizbajo, soltó el agarré del mayor, dispuesto a salir de aquella cama para irse a llorar a los brazos de su padre, cuando sus piecitos estuvieron a punto de tocar el suelo, YoonGi lo impidió. El mayor lo a trajo a su pecho, olfateando el aroma de bebé de esas hebras castañas.

—... Uhm, no puedes irte.

—¿Hyung?

YoonGi besó repetitivamente la carita ajena y lo acurrucó más a él, necesitaba mucho al bajito castaño. A pesar de estar enojado y haber ignorado a TaeHyung, fue la tortura más grande en su inicio de vida.

— ... Papá dice que las parejas a veces discuten —dijo—, pero si ambos se quieren, volverán a estar juntos. Así que no te vayas.

TaeHyung paseó su nariz por el cuello contrario y ronroneo, su corazoncito volviendo a latir de forma irregular.

—Hyung y Taetae juntos.

YoonGi suspiró, tranquilo.

—... Juntos.

—Yonnie... y-yo lamento haber mentido —habló después de unos minutos, sintiendo sus ojitos nuevamente llorosos—. T-tenía miedo de que papá me aleje de ti, yo no quiero eso.

—¿Qué? ¿Ese niño tonto, entonces no es nada de ti? ¿Nada? —YoonGi lo miró, buscando alguna respuesta y el castañito negó avergonzado. El pelinegro formó sus labios en "O", luego bufó. ¿Qué haría ahora? ¿Cómo le iba a explicar a JungKook que deje aquel traje de payaso asesino ya que todo fue un malentendido? Uh.

TaeHyung alzó la mirada y notó a su Hyung con el entrecejo fruncido mientras miraba a la nada, aprovechó que estaba distraído y lo besó.

Un casto beso y se apartó, ocultándose en el pecho del contrario. Sus labiecitos ansiaban los besitos de su Hyung, no pudo evitarlo.

Y YoonGi parpadeó, mirando la melena castaña y sonrío. Teniéndolo en sus brazos ambos niños no pudieron evitar caer en un bonito sueño.

Aunque claro, segundos después YoonGi se apartó un momento del castañito dormido para comer un solo bocado del pastelito que TaeHyung le había hecho, jadeó gustoso antes de volver a acurrucarse en el castañito Kim TaeHyung, quien no quería soltarlo para nada.

Ambos estaban bien.

Si, todo estaba bien.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro