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—Tobías, sé que estás alterado, pero necesitas calmarte para poder comprenderte. ¿Qué ocurrió?

Ed sonaba preocupado, aunque sereno en la videollamada y me pedía lo mismo a mí; luego de un par de respiraciones pude alcanzar un estado apropiado para contarle la manera ruin en qué Jessica apareció en mi casa y se llevó a Tadeo. Él abrió los ojos de la impresión.

—Ed, quise matar a Jessica.

—Te entiendo, pero es la peor reacción posible, pudieron arrestarte, Tobías. —Un pesaroso suspiro dejó escapar—. Piensa, tuvieron que dejarte algún documento, probablemente sea eso que llevas en la mano, léelo para mí, por favor.

Observé el papel que reposaba casi arrugado en mi mano y luego de un lánguido suspiro tomé asiento en una silla alta de la barra antes de iniciar la lectura. Sentí el corazón en la garganta, no podía creer lo que leía.

Según aquello, dado que Tadeo era menor de cinco años, la custodia le correspondía a Jessica por ser la madre. Volví a desesperarme y maldecir incontables veces mientras Ed intentaba llamarme a la calma, pero ¿cómo podría? Aquella orden era una completa mierda.

—¡Tobías, necesitas calmarte! ¡Esto lo vamos a solucionar, lo juro!

—¡¿Cómo carajos, Ed?!

—Pues con un tedioso proceso legal, es obvio.


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Esa es la historia, un resumen de los últimos tres años de nuestra vida hasta llegar a este nefasto punto, en una corte, enfrentado a la mujer que con descaro se atrevió a llevarse a mi hijo, escudada en un derecho perdido el día que decidió abandonarlo.

Siento el corazón en la garganta, lágrimas amenazan con escapar luego de mi descargo en el estrado, pero nada sale. Observo a Jessica, cabizbaja, ella sí solloza, luce arrepentida; sin embargo, esa imagen suya ya no mueve algo dentro de mí. Desde el día en que osó llevarse al bebé, da lo mismo para mí cada uno de sus sentires.

—Que quede asentada la manera en que el señor Wolf realizó apología de la violencia durante toda su declaración. —Las palabras del tipo este, el abogado de Jessica, me sacan de mis cavilaciones y mi rostro se contorsiona al observarlo.

—¿Apología de la violencia? —pregunto confundido, pero con fuerza me aferro al barandal del estrado, fijando la mirada en ese sujeto.

—Bueno, parece usted alguien violento...

—Objeción, su señoría, argumentativo —replica mi abogado con tedio desde su asiento.

—Solo intento evidenciar el carácter explosivo del señor Wolf, después de todo, los testigos también hablaron de ello...

—El testimonio de sus testigos fue desestimado por carecer de moral, ¿lo olvida, licenciado? —inquiere mi abogado con un tono algo irónico.

Aunque me cuesta un poco confiar en él, todavía, mantiene a raya el avance del otro. Habría deseado tener a Ed conmigo, pero ni modo, solo me queda volver a centrar la atención en mi abogado y su alocución:

—Uno cometió abuso, ¡y está filmado, podría ir a prisión! El otro, tiene la costumbre de abandonar o maltratar a sus hijos, quedó demostrado que no fue víctima, sino victimario. Mi cliente se vio obligado a intervenir ya que su pareja sentimental se encontraba en riesgo por ambos sujetos.

—A lugar, abogado —concede el juez y veo a mi representante legal sonreír algo burlesco.

—Está bien, cambiaré mis palabras. Señor Wolf, ¿se considera usted alguien violento?

—¿Estar molesto me convierte en alguien violento?

—Conteste, sí o no.

—No, abogado, no soy violento y menos con mi hijo —respondo con claro desdén en la voz—. Soy un paciente hombre que desde el día en que una desconocida mujer irrumpió en mi casa, metió a un pequeño de apenas un año y desapareció por tres años, sin dejar rastro o una maldita explicación; se ha ocupado del bebé.

»Solo me he despegado de mi hijo para trabajar y ahora resulta que porque él es menor de cinco años y ella la madre, ¿puede apartarlo de mí?

Había hecho todo lo posible por mantenerme sereno, pero en este instante, un vacío se ha apropiado de mí, también el terror; así que, el tono de mi voz ha empezado a flaquear:

—No lo creo, abogado... —Me giro hacia el juez por un instante antes de continuar con la vista fija en el imbécil representante de Jessica y mi pecho a punto de quebrarse a pedazos—: ¿Tiene usted hijos? ¿No estaría molesto en mi posición?

Todo dentro de mí duele, el miedo de perderlo ha calado hasta lo más profundo de mis huesos desde que este imbécil decidió presentar como testigos de carácter a Zack y al tal Gabriel, ese tipo que trató de violar a Ricky en el baño; por fortuna, Mateo, mi abogado; rebatió sus testimonios y credibilidad con base en la moral de cada uno, sin mencionar el testimonio de Norman que acabó por sepultar a Zack.

Aunque, todavía no sé cómo calificar a mi abogado. El sujeto, por momentos, pareciera que quiere bostezar y he llegado a preguntarme: ¿acaso le aburre realizar su trabajo? Sin embargo, en cada intervención se ve como un tiburón blanco a punto de devorar a su presa.

Estoy molesto por toda la situación, pero sin duda, la actitud de este tipo, enviado por Ed, ha estado a punto de sacarme de mis casillas más de una vez. Mi mente viaja al día que todo empezó:

—Ed, ¿cómo que tú no puedes estar presente? —le dije consternado durante la videollamada y él suspiró.

—Hermano, créeme que si pudiera lo haría sin dudar, pero en este momento enfrento un caso complejo aquí y no puedo ausentarme. Te juro que voy a enviarte al mejor abogado de Santa Mónica.

Al día siguiente apareció en mi casa el tipo más arrogante del mundo, Mateo Escalona, un abogado conocido a la par de temido por todos. De hecho, se me hizo familiar su rostro y luego corroboré que, en efecto, era el tipo que salía en las fotografías junto a Ricky y Harry.

A pesar de las magníficas rebatidas de Escalona que hacen temblar al abogado de Jessica, no puedo evitar enervarme ya que el caso armado por el tipo este, se ha basado en hacerme ver violento y la importancia de una figura materna.

«¡Por favor!»

Cuando las fastuosas mamitas decidieron largarse sin dejar explicación alguna, fue su abuela quien suplió ese puesto, colmó de amor a Tadeo, le brindó atención y compañía, risas y juegos... le ofreció un apego seguro. Ahora la veo allí, en una banca del tribunal, convertida en un mar de lágrimas, junto a mi viejo que intenta calmarla, pese a notarse en su semblante el profundo dolor que le invade.

«¡No es justo!»

—Señor Wolf, nadie pone en juicio su labor de padre —me dice el tipejo este—, por eso sigue teniendo acceso libre al pequeño, pero ¿no cree usted que la guarda y custodia, en este caso, debe radicar en su madre? Es lo mejor para un niño pequeño.

—¡Objeción, su señoría, especula; ¡además, emite su propia opinión! —interviene mi abogado otra vez desde su lugar con cara de suficiencia al hablar. No hay duda de que sí, intimida a su contraparte.

De hecho, vi tragar en seco al abogado de Jessica en cuanto Escalona entró a la sala ni hablar de ahora que, después de objetar, una vez más procede a ponerse en pie para continuar su rebate:

—Morales frente a Robinson 1999, Jones-Contreras 2015, Aguilar-Perez 2019... —Por cada caso colocaba un fólder sobre su escritorio hasta acabar con una pila bastante alta—. Podría seguir asentando precedentes, señoría. Lo que une estos casos es el fallo a favor del padre.

»Al igual que aquí, se demostró la estabilidad en todos los aspectos del padre y el fuerte apego con el menor o menores, a comparación de la madre que optó por el abandono y luego de años retornó.

—Mi representada no abandonó a su hijo, lo dejó a cargo del padre antes de...

—¡Uuuy, sí! Muy responsablemente metió a un niño de un año a la casa de un desconocido hombre y se dio a la fuga —interrumpió mi abogado enseguida con un dejo de ironía en la voz—. Mi cliente ni siquiera estaba enterado de dicha paternidad, aun así, le hizo frente y luego de corroborar el parentesco, voluntariamente se sometió a un proceso de filiación. Mientras tanto, su representada, rompía todo contacto.

»Por supuesto que no, según usted, no fue abandono. ¿Necesita acaso un papel que diga "te abandono" como evidencia del accionar de su clienta?

Bueno, supongo que sí le importa el caso a este sujeto. El otro abogado luce bastante intimidado y eso parece complacer al mío.

—¿Saben lo que habría ocurrido si la prueba de ADN hubiese arrojado un resultado negativo?

En el momento que Escalona realiza tal pregunta con una sonrisa triunfal, aunque algo cínica, Jessica y su abogado tragan en seco, en realidad, lucen demasiado nerviosos. Él se desplaza por la sala, explicando a los presentes el proceso legal del cual Ed me habló cuando Tadeo llegó, para luego finalizar con la vista fija en su contraparte:

—Colega mío, todo esto significa que no estaríamos en la corte hablando de custodia. Habría amado apoyar a la fiscalía en el caso contra su clienta por negligencia y abandono.

La mirada que Mateo mantiene en su adversario, obliga al otro a temblar, esa parece ser la reacción que buscaba porque sonríe con suficiencia antes de concluir su discurso:

—Una sentencia de cinco años en prisión no resulta difícil de conseguir. Piense en eso la próxima vez que intente decir semejante barbaridad, abogado.

Jessica no deja de trepidar ni su abogado de aflojarse el nudo de la corbata, apenas consigue balbucear un "no más preguntas" antes de tomar asiento otra vez, se ve derrotado, incluso toma agua como intentando ahogarse a cada trago. En cierto modo, consigo sentir un soplo de aire fresco en medio de todo esto.

Cuando comienzo a descender del estrado, siento mi corazón como un redoble al ver a Ricky ingresar a la sala, han pasado casi seis semanas desde que partió a su viaje por Europa y aún le faltaban dos o poco más, no comprendo qué hace aquí, pero mi único deseo es abrazarlo fuerte. Lo veo contemplar asombrado a las personas del lado de Jessica: Zack y Gabriel quienes rindieron testimonio más temprano; aunque no sé qué le impresiona más, si eso, o el hecho de que su hermano, Norman, está del nuestro junto a Sebas, Irene, Malena, Joaquín y algunos compañeros de Murano.

Entonces, luego de fijar su triste mirada en la mía, toma asiento junto a mis padres. Mamá no duda en abrazarlo enseguida.

El juez decide ordenar receso de veinticuatro horas para analizar lo ocurrido en el día, también se reunirá en privado con Tadeo y una psicóloga de la corte para conocer sus opiniones.

Me siento intranquilo, debo pasar otro día lejos de mi hijo.

No obstante, cuando estamos a las afueras de la corte y finalmente puedo fundirme entre los brazos de mi novio; aunque su cuerpo me transmite un calor capaz de erradicar el frío instaurado en mis huesos por causa del horrible miedo, Ricky golpea mi pecho por un momento.

—Estás aquí... —le digo repetidas veces entre besos, sin importarme el golpe y él no deja de asentir en silencio, pero cuando decide abrir la boca lo hace para regañarme:

—¿Dónde más estaría? ¡Tobías, ¿cómo me dejas fuera de esto?!

Aunque está molesto conmigo e incluso vuelve a golpear un par de veces mi pecho, nos abrazamos con fuerza mientras le susurro al oído cuánto lo lamento.

—Perdóname, Ricky. Tú trabajaste duro por ese viaje, no quería...

—¡A la mierda con Europa! Seguirá allí y la próxima vez que pise el viejo continente, quiero que sea contigo y el bebé. —Un nuevo beso compartimos, entonces lo escucho susurrar—: Esto es mucho más importante.

En cuanto las pesadas puertas de la sala se abren, fijamos la mirada en la entrada y vemos salir a Escalona de su reunión privada con su contraparte y el juez.

—¿Maty? —inquiere mi novio, algo confuso, al verlo acercarse— ¿Qué, no eres penalista?

—Edward suplicó venir a encargarme e intimidar.

Sus palabras y tono algo burlesco me producen una risa baja, pero volvemos a fijar nuestra atención en la entrada en cuanto escuchamos las pesadas puertas abrirse, otra vez.

Todas las risas mueren en el justo momento que vemos salir a los testigos de Jessica sin emitir palabra alguna y solo continúan hacia la salida a paso veloz, entonces la voz de ella capta mi atención:

—Te pedí no hacerlo —Parece reclamarle a su abogado en cuanto abandonan la sala; yo la contemplo en silencio.

Cuando nuestras miradas se cruzan, ella tampoco emite otra palabra, sus ojos temblorosos piden perdón a gritos, pero en realidad, mi decepción ha superado la rabia o esa frustrante sensación que me produjo el día que se llevó al bebé. No obstante, Ricky sí se acerca para encararla:

—Eres egoísta —le dice. Una simple frase provoca un desmesurado temblor en la mirada de Jessica a la vez que vemos a su abogado alejarse por el corredor—. Dime algo, ¿duermes tranquila por las noches, sabiendo el sufrimiento que le provocas a tu hijo? ¡Lo alejas de su hogar por simple capricho o venganza!

—Ricky, no te metas, no tiene nada que ver contigo.

—¡Te equivocas! ¡Tiene todo que ver conmigo! Al igual que tú, amo a ese niño como si de verdad fuese mío, ¿y sabes qué? Incluso yo, que no figuro en un documento como padre, he estado más presente en su vida que tú.

Veo la mirada de Jessica cristalizarse, el llanto amenaza con hacerse presente; así que, no contesta, continúa adelante, sigue los pasos de su abogado. Ricky regresa y toma mi mano, siento la suya como un bloque de hielo que no deja de trepidar, por eso procedo a envolverlo con fuerza, es en ese instante que su entereza flaquea y lo escucho sollozar contra mi pecho.

Mantengo la vista en Jessica mientras se aleja por el corredor hasta otra sala, pero mi corazón se vuelve un redoble cuando al empujar la puerta sale Tadeo a recibirla con el pollo Chu en una mano y un fuerte abrazo que le corresponde, puedo ver en el rostro de ella, alivio de tenerlo consigo.

Sin embargo, a Tadeo le basta con notar nuestra presencia al otro lado para desprenderse de ella y correr hacia nosotros, mi corazón se precipita conforme veo al bebé acercarse a toda velocidad con una enorme sonrisa.







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Hola, mis dulces corazones multicolor 💛💚💙💜💖 les dije que hoy salía nuevo capítulo y cada vez nos acercamos al final de esta bonita historia.

Espero hayan disfrutado hasta este punto, lo loviu so mucho😘

Este capítulo sale con dedicatoria para Cisars_fante por ser el primero (a quien no le he dedicado) en comentar😆 muchas gracias por el apoyo y espero te guste esto tanto como a mí me fascina escribirlo. Lo juro, no sé qué haré el día que teclee el "Fin".😭

Miento descaradamente, claro que sé lo que haré, seguiré escribiendo mi historia Un sugar boy enamorado con la cal estoy participando del ONC 😂 espero verlos por allá, echándole porra a esta escritora medio loca que intenta acabar una novela en menos de 3 meses😆

Muchas gracias a todos por el apoyo, no olviden que pueden comentar y votar, incluso sin conexión; así que, no sé cohiban, seres de la creación.

Los loviu y nos leemos pronto🤗

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