En algún momento de nuestra exploración por la casa Loud miraremos a un gran aspirante a protagonista, ¡Fred! El amigo que todos quieren en sus vidas.

Para poder tener una gran experiencia con el deberíamos ahondar en su cabeza, quizá logremos entender su fantástico "yo".

–¡Hey! ¿Que creen que hacen? Nadie tocara mi cabeza, tengo suficiente con esos dedos que me tocan a diario y ni siquiera se dónde han estado– dice la pequeña lagartija sintiendo un pequeño escalofrío recorrer su espalda –Se que quieren saber lo que pasó, pero podrían haberlo pedido y con gusto les digo todo– nuestro pequeño amigo... –Oye soy una lagartija, no por ser una debo ser denominada pequeña, ¡ni siquiera tienes una referencia!– ¿Puedes entenderme? Interesante... Para el bien del público deberías dejar de interactuar conmigo o los llegarás a confundir –Cómo sea– bufó.

Fred es ya un miembro de la familia, tanto así que puede pasear libremente sin restricciones cómo los animales de Lana –Yo soy un poco más civilizado que ésos animales– Fred... –¿Qué? Eso es lo que son ¡Literalmente!– no obstante aún es PE-QUE-ÑO y su aparición es minúscula ante la locura de aquella casa, estando alerta de todo a su alrededor es capaz de llegar a la puerta de su "dueño" –Cerrado... Ahora tendré que hacer un viaje más largo– camino hasta la puerta de su amiga Lucy, abrió la puerta que si estaba abierta y entró –Hola amiguito– dijo la chica que leía en su cama con su fiel murciélago por un lado, Fred solo se acercó a una campanilla cerca de la cama, Lucy sonrió entendiendo la petición del reptil –Ve y dale una mano ¿Quieres?– miro al murciélago que aleteo hasta el reptil, éste solo estiró sus pequeñas extremidades y el murciélago lo cargo hasta la escotilla de ventilación, Fred solo se despidió con su cola, Lucy sonrió para después darle una uva a su mascota.

Fred prosiguió hasta la habitación del chico y.. –¡Shh! silencio– ¿me lo dices a mí? –¿A quién más?– pero si no pueden oírme idiota –Ellos no, yo si, tu tono de voz es muy molesto para ser un narrador– déjame hacer mi trabajo.

Una ligera mirada al abismo y vemos en una cama a dos figuras cubiertas por las sábanas, son despertados por el pequeño ruido de una cola pesada –¡Mi cola no es pesada!– bueno... Un poco regordeta si lo es –¿Cuál es tu problem...– y un giro de acontecimientos tira a Fred de su lugar, callendo arriba de las dos figuras –¡¿De qué carajo hablas?! ¡Fuiste tú!– no se de qué me hables.

El movimiento de las sábanas asustó al reptil, Lincoln estaba despierto y quitando el sueño de su rostro, bostezó mirando a Fred, el sólo sonrió ante la situación –¿Qué haces aquí Fred?– preguntó sentándose en su cama, el otro montículo se movió pateando al pequeño, éste se aferró a las sábanas para evitar ser lanzado al otro lado de la habitación –Diablos Ly, casi matas a Fred... Otra vez...– dijo empujando a la joven, ésta obligada se levantó con el cabello desaliñado y sus ojos llenos de cansancio aún, Lincoln miro hacía arriba viendo la rendija abierta –¿Qué te dije acerca de husmear al igual que Lucy?– Fred sonrió nervioso –Esa lagartija me da escalofríos, si tiene tanta inteligencia, entonces debe de ser un pervertido si sabe lo que hace, es decir espía a todos... Cómo Lucy en versión reptiliano y pequeño– dijo la deportista colocando sus pantuflas a un lado de la cama y soltando su cabello, Fred indignado se volteó hacia su contraparte buscando alguna defensa  –Es un buen punto– explicó el peliblanco encogiéndose de hombros, la chica se arregló para salir y miró a Lincoln –Hoy tengo un partido... Quizá podrías... Ya sabes, ¿Apoyarme?– dijo esperanzada –Lo siento, hoy tengo que salir con Ronnie Anne– explicó sin inmutarse, Lynn estaba celosa, era obvio para el peliblanco, pero no era el punto –Lynn, te expliqué desde un inicio que ésto... Es solo una excusa... Y lo sabes, se que tendrás a alguien mejor, te prometo que estaré ahí para apoyarte, mientras tanto podemos seguir haciendo ésto– la joven miro con rencor a su hermano y se marchó azotando la puerta fuertemente –¿Lo arruine cierto?– preguntó al reptil, el pequeño bichajo sólo asintió.

Pero ¿qué pasó aquí?, Para eso tenemos a nuestro acosador que nos contará la historia de estos últimos meses ¡Fred!

El joven salió a perseguir a su hermana –¿Cómo que acosador?– Es lo que eres en escencia –¡Tus muertos!– mira no tenemos todo el día así que cuánta lo que viste o pasaremos al siguiente capítulo –Bien, bien...– bueno entonces comienza.

–Después de que se gritaran eso último los dramáticos dejaron de hablarse hasta ahora, Lori está agradecida con Bobby y aceptó sus disculpas, comenzaron a salir, lo que llevo a Lincoln cada día enfurecer más pues  Bobby venía a visitarla a la casa muy seguido, podía escuchar sus risas desde su habitación, era una tortura para él, cómo venganza decidió actuar indiferente ante lo sucedido con ella, hasta esta noche que Lynn apareció ¡Quizá debamos ver un flashback!– si, para este momento quizá debamos explicarles bien lo que pasó...

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Cómo muchos días pasados Bobby venía a ver a Lori, ella lo dejó pasar dentro de su habitación, asegurándose de que Lincoln escuchara eso, el sólo se sentó y se puso los audífonos a todo volumen, más que cualquier cosa decidió dormir, no había mejor forma de pasar el mal rato que acontecía.

Después de un buen rato despertó con bastantes ganas de ir al baño, no era muy tarde pero todos estaban en sus habitaciones ya haciendo las últimas cosas del día, camino hasta el baño y orinó, cuándo termino decidió bajar a la cocina para beber algo, miro a Leni en el sofá durmiendo profundamente, esto le pareció lindo, la cubrió y apagó la televisión, pues no lograría despertarla aunque lo quisiera, fue a la cocina para beber un vaso con agua, al terminar observó entre las luces nocturnas un coche afuera –Es el de Bobby ¡¿Todavía no se va?!– dijo con bastante molestia, subió las escaleras con el seño fruncido y volteó a la izquierda, miró la pequeña rendija de luz que se asomaba, se acercó a paso silencioso para mirar sólo un poco y ver lo que le rompería el corazón en mil pedazos.

Lori estaba sonrojada mientras se besaba con Bobby, las manos de éste se encontraban dentro de la ropa interior de su hermana y ella sólo daba pequeños gemido ahogados, pero aún audibles, Lincoln sólo apretó sus puños y golpeó el piso arrodillado, ésto alertó a Lori, él se marchó de ahí.

Entró a su cuarto, cerró la puerta para dejarse caer en el piso apoyándose en ésta, no dejo de llorar y preguntarse ¿Por qué?, ¿Por qué lo engaño con todas esas mentiras que le dijo? Pero después de un tiempo, dejó de culparla, ella no era el problema, si no, él.

No hay otro culpable más que él, solo se dedicó a golpear su nuca contra la puerta una y otra vez, hasta que se quedó dormido.

Despertó por el sonido de un auto encenderse, supuso que era el de Bobby, lágrimas volvieron a salir, después de un rato alguien tocó la puerta del chico, no quería abrir pero aún así algo le decía que debía ser Lori que venía a reclamarle el espiarla, abrió y para su sorpresa era Lynn quien se encontraba en la puerta, miro detrás de ella y subiendo las escaleras estaba ella, era Lori quién miraba al peliblanco –¡Lincoln! espera...– Lincoln tomó del brazo a su hermana llevándola dentro y dedicándole la mirada más rencorosa que ah tenido en toda su corta vida, Lori sólo sintió sus piernas flaquear al caminar hacia su habitación.

Lincoln se relajó lo más que pudo y miró a su hermana –¿Qué ocurre?– Lynn solo se comenzó a mirar el suelo avergonzada, metió sus manos a sus bolsillos y su sonrojo no bajaba de tono –Lo que dije aquel día... Yo... Estaba confundida y tal vez no tome la mejor decisión pero quisiera que tú...– Lincoln no dejaba de ver la imagen de Lori en su cabeza, no escuchó nada de lo que decía Lynn, pensó, pero lo único que se le ocurría era vengarse, tomó por sorpresa a la deportista besándola apasionadamente, ella creyó que eso era su aceptación a sus sentimientos.

La llevó hasta la cama donde la Siguió besando, con sus manos comenzó a tocar toda su piel, metió sus manos dentro de su camiseta y encontró a sus poco desarrollados pechos, los manipuló bastante fuerte, dándole incomodidad a ella –L-lincoln... Me lastimas– trato de apartar sus manos, pero Lincoln sólo tenía una cosa en mente, su mano derecha dejó su pecho y se aventuró a sus zonas bajas haciendo estremecer a la chica, ella sentía placer, pero sabía que estaba siendo demasiado para ella –Lincoln para, yo también lo quiero pero... ¿No es muy...– volvió a besarla y ahora la tiró a la cama dejándola frágil a sus movimientos, bajo sus pijama y después sus bragas dándole un panorama completo de la situación ella trataba de cubrirse con lo que fuera, pero Lincoln no lo permitía, ella vio como su hermano se montaba encima de ella y una "cosa" bastante caliente se encontraba contra su sexo, ella inmediatamente dedujo lo que pasaría y pateó a su hermano hasta el otro lado de la habitación –Lo siento... Yo no quería... Bueno es que tú sabes... Yo no sé si puedo con ésto– Lincoln sólo se levantó, miro a su hermana con enojo y "guardo" su miembro, se recostó sobre el lado derecho de su cama cubriendo su rostro con su brazo –Lo siento Ly, perdí el control, no lo haré de nuevo...– dijo con bastante monotonía, estaba cansado de ser rechazado, Lynn se preocupo por tal reacción a lo que hubiera podido ser prácticamente una violación –Oye... Ya lo intentaremos después, ¿qué tal si empezamos por algo más sencillo?– dijo mientras metía su mano dentro de su ropa interior de nuevo, sacó su miembro erecto –Wow... Es bastante grande ¿Es por mí?– Lincoln se sonrojó y Lynn soltó una risita, sin saber que detrás de su brazo no sólo había un sonrojó, si no, lágrimas, pues el sabía que estaba así por la única imagen que tenía en su cabeza... Lori, nunca había visto a su hermana de esa forma y que se mostrará a Bobby lo llenaba de odió, a la vez que lo exitaba, era una imagen que estaba llena de culpa, pensando en todo esto no se contuvo y se corrió dentro de la boca de Lynn hundiendo su cabeza en todo su miembro.

Lynn compartió un par de palabras más, pero Lincoln ya no escuchaba nada, ella sintió su indiferencia y decidió dormir.

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–Y así es como llegamos a ésto– dijo la lagartija mirando a su "dueño" golpeando la puerta del cuarto de Lynn, quién abrió fue Lucy y solo le dijo que parará con el ruido.

Lincoln volvió a su habitación fastidiado de la situación, hasta que su teléfono empezó a sonar –¿Ronnie Anne?, Si lo siento mi reloj no sonó y me quedé dormido, ya voy, yo también te amo– dijo sin darle mucha importancia, se comenzó a arreglar para salir y se encontró con Lori de camino al baño.

–Lincoln ¿Podemos hablar?– él solo mostró una cara de confusión muy exagerada –¿Acerca de...– preguntó el peliblanco –En un lugar más... Privado ¿Por favor?– pidió la rubia preocupada –Tengo una cita con Ronnie Anne y estoy llegando tarde, discúlpame pero tendrá que ser en otro momento– Lori miró confundida a su hermano –Quise decir... ¡haiku! Si éso es, tengo una cita hoy y no puedo dejarla plantada– Lincoln no se había equivocado...

Era su plan, ella había roto su corazón, el lo haría mil veces peor, quería que sintiera lo que él sintió, saldrá con tantas chicas como pueda y se las restregara por toda su cara a cada una de ellas, o por lo menos es lo que tiene planeado, si ella podía salir con Bobby aún que estaba "enamorada" de él, ¿Entonces por qué no lo hacía el también? Si éso funcionaría.

Iniciando con sus antiguas ex's, si pudo conseguir varias, podría conseguir  ¡muchas más!, Pero primero serán ellas que le causaron dolor también, exceptuando a Haiku, que resultaría lastimada, pero alguna vez dijeron que no se podía hacer un omelette sin romper algunos huevos.

Dejó a su hermana sóla y se preparó para salir, dejando a Lori con la duda de si realmente se había equivocado.

Lincoln salió de ahí corriendo, Lori aprovechó para meterse dentro de su habitación a escondidas para buscar su Laptop e intentar buscar "algo", no sabía exactamente el que, pero sabía que no era nada bueno, para este punto el reptil ya había recorrido el camino a la escotilla de nuevo.

Lori entro sigilosamente y cerró la puerta, busco en todas partes pero no la encontró, se sentó en la cama y busco debajo de ella, para su sorpresa estaba ahí, pero no era lo único que había encontrado.

A un lado de ésta estaba un pequeño trapo rojo, lo observó detenidamente, le pareció bastante extraño, lo tomó y no faltó mucho para que el horror la tomara, eran las bragas de Lynn, no había dudas, ella sabía cómo era la ropa de cada quien, ¿Cómo había llegado hasta ahí? Lori volvió a revisar debajo, no había nada más, reviso las sábanas y encontró la parte baja de la pijama de Lynn.

–Ustedes dos...– su cabeza se llenaba de dudas y antes de llegar a una conclusión alguien entro por la puerta...