Me aburría demasiado en el tren, mis tributos intentaban hablar conmigo aunque yo no prestaba mucho interés, estábamos ya llegando al Capitolio y Molly dijo:
— Mentora, ¿cómo podemos ganar? — preguntó nerviosa.
— Pues, os voy a ser sincera, sois muy pequeños. No sé si podréis ganar, lo único que os digo es que tenéis que saber usar armas y sobrevivir. 

Los 2 tributos no se dieron por vencidos.

— ¿Cómo sobreviviremos? — dice Robert en un tono bajo de voz .
— Pues haciendo lo que podáis— dije irritada.
—¿Y cómo es eso?
—Yo no tengo la culpa de que estéis aquí, joder, ¡haced lo que podáis he dicho!— rugí yo . 

Por fin llegamos al Capitolio, qué ilusión, nótese el sarcasmo. Bajé del tren, una gran multitud aclamaba mi nombre, pero yo le buscaba a él, tenías ganas de verle y vacilarle con su humildad, cosa que precisamente no es. Entonces le vi rodeado de mujeres, una de ellas era Cashmere, que acariciaba su brazo, — qué asco tengo a esta chica ,enserio— decía para mis adentros.

La mirada de Finnick se encontró con la mía. Soltó la mano de Cashmere y fue corriendo a saludarme, me abrazó con fuerza, yo deposité un beso en su mejilla derecha.
— Joder Finnick,  ¡¡cuánto tiempo!! — dije emocionada sin darme cuenta.
— Ay Jo, ¡¡te he echado de menos!! — contestó él alegremente .

Me extrañó notarle tan emocionado.

—¡¡No me llames Jo!! —dije ligeramente molesta.
— Johanna nos vemos después, ¿vale? — dijo soltándose de mi abrazo.

Fue el desfile de tributos, los míos iban de árboles , — qué disfraz más penoso pero muy currado.  Snow nos reunió a todos los mentores en una sala.
— Como sabéis hemos tenido una pequeña crisis este año debido a la inundación sufrida en el distrito 1, por lo tanto cada 2 distritos tendréis un apartamento, ¡empezamos!— anunció el presidente Snow.