Lo que comenzó como un intento para hacer amigas, se convirtió en un divertido hobby que además es saludable.

Extiendo las piernas sobre la colchoneta hasta que un pequeño dolor me hace detener el Split, con mis piernas a cada lado para estirar. Es casi la hora de terminar y enfriar los músculos es muy importante.

El entrenador suena el silbato y cambiamos la posición de las piernas hacia el frente y estiramos para alcanzar las puntas de los pies por otros cuantos segundos. Los suelto cuando llego a 10 y escucho los susurros de mis compañeras.

—Ahí está otra vez.

—Si, que guapo.

—Tiene ojos hermosos.

Giro la cabeza para saber qué miran y me encuentro con la cara sonriente de papá junto a la entrada del gimnasio.

—¡Me miró! ¿Lo viste? —chilla la chica detrás de mí—. Es tan guapo.

La miro y me aseguro de fruncir mis cejas muy profundo sobre ella. ¿Están checando a mi papá?

El entrenador indica que la sesión de esta semana terminó, así que voy corriendo por mi mochila y mis pantalones de chandal morados antes de alcanzar a mi padre.

—¿Estás lista, pequeña? —toma mi mochila y se la cuelga al hombro—. Es hora de ir a casa.

—Si, papá. —prácticamente me cuelgo de su brazo y giro para mirar a mis compañeras, que todavía nos observan—. ¿La próxima vez puede venir mamá por mi?

Papá frunce las cejas al tiempo que abre la puerta del acompañante.

—Supongo que si, ¿Algo anda mal?

¿A parte de mis compañeras de gimnasia babeando por mi papá?

—No. Solo creo que me gustaría que viera mi progreso, siento que he mejorado mucho mi condición física.

—De acuerdo, le diré.

Ambos subimos al auto y nos ponemos en marcha hacia Broadview, en cuestión de minutos estamos estacionando frente a la casa. La puerta se abre y Harry nos saluda con una sonrisa.

—Hola, hijo. —papá alborota su cabello más claro que el mío—. ¿Cómo te fue en la escuela?

—Bien. —responde mi hermano como si fuera obvio.

Sé que es muy listo y que es bastante aplicado, todo lo contrario a Teddy que prefiere usar a las chicas para que le hagan la tarea.

—¡Llegamos!

Grito a nadie en particular pero me detengo cuando las caras sonrientes de Liam y Jamie me miran desde el sofá de la sala, la pantalla brilla con uno de sus juegos de xbox.

—Hola, Phoebe. —dicen al unísono—. Buenas tardes, señor Grey.

Papá hace un gesto de molestia y pisotea todo el camino hasta la cocina donde mamá lo espera. Su tono es tan fuerte y molesto que lo escucho hasta la sala.

—Nena, ¿Qué hacen Jamie y Liam aquí? Sabes que Ted está castigado.

Cierto. Mi tonto hermano aún está cumpliendo con su penitencia por escapar de casa, hacerse arrestar y luego ser descubierto por papá y mamá.

—Ya lo sé, amor. Pero dije que los vigilaría para que tú pudieras salir a tu reunión de hombres con Luke y Ethan.

—¿Es hoy? Carajo. Esperaba que fuéramos solo tú y yo para cenar.

Mamá suelta una risita divertida.

—Siempre somos tú y yo. Hoy estarás con tus amigos y yo me quedo en casa a cuidar a los niños, será divertido.

—¿Y sus madres no pueden mantener un ojo en ellos? Estoy seguro que...

—Christian, basta. Me ofrecí a hacerlo y está pasando. Anda, ve arriba y date una ducha.

Las siguientes palabras de mi papá me provocan un escalofrío de incomodidad.

—¿Segura que no vienes conmigo?

Incluso Jamie y Liam parecen incómodos, solo Harry vuelve a tomar el control de su videojuego como si nada pasara.

Yo aprovecho la distracción para sentarme junto a Jamie y entrelazar sus dedos con los míos. Liam vuelve su atención a la pantalla como si no estuvieramos aquí.

—Hola, novio.

—Hola, novia. —me sonríe—. Ese es un uniforme muy extraño para el club de ajedrez.

¿Qué?

Oh, si. Mis pantalones de chandal y leotardo púrpura debajo de la camiseta blanca. Olvidé decirle a mi chico sobre mi nueva actividad extracurricular.

—¿No te lo dije? Estoy tomando clases de gimnasia.

Sus bonitas cejas se arquean en su frente.

—¿Como en esas chicas que son super flexibles y se arquean así? —su brazo imita un giro hacia atrás con una mueca.

—Si.

—Bueno, rayos. No deberías decirme eso porque me hace tener ideas.

Es mi turno de fruncir el gesto, pero los pasos pesados de papá bajando la escalera me interrumpen de cualquier otra cosa.

—Cerecita, estoy listo. Volveré en una hora máximo, media hora si el jodido Luke comienza con sus malditas historias de la academia.

Mamá sale de la cocina y lo besa.

—Diviértete, amor.

Mi padre se da la vuelta y sale, dejando a mamá en medio del pasillo con una sonrisa divertida y suspirando. Y como quiero aprovechar el tiempo, me levando del sofá para hablarle.

—Mamá, ¿Me das permiso de mostrarle a Jamie mi habitación?

Me mira con expresión preocupada.

—Cariño, no creo que... —suspira—. Si, está bien. Pero no me hagas perder mi confianza en ti.

Sé a lo que se refiere y sonrío.

—Gracias, mamá.

Tomo la mano de Jamie y lo arrastro conmigo por las escaleras, ignorando las miradas curiosas de mi hermano pequeño y mi mejor amigo.

Jamie estuvo en mi habitación antes, una sola vez y desde entonces mis gustos han mejorado. No sobre la decoración, pero si sobre lo que quiero hacer con el chico que me sigue.

Apenas entramos a mi habitación, lo empujo hacia la cama.

—Phoebe, ¿Qué...? —antes de que pueda terminar la pregunta, mis labios están sobre él.

—Shh. —susurro cuando me aparto—. Al fin podemos estar solos un momento, voy a aprovechar cada segundo.

Mi boca vuelve a la suya y me trago sus quejas y sus gemidos, encontrando que es mejor si estoy sentada a horcajadas sobre su regazo para que no se mueva. Mi chico puede ser un poco nervioso a causa de mi papá.

Cuando lo he besado hasta quedarnos sin aire, le hablo.

—Mamá me hizo prometer que no tendríamos relaciones sexuales hasta que fuera mayor de edad, pero no dijo nada sobre hacer otras cosas. —sonrío a la expresión confusa de mi novio y vuelvo a besarlo por los próximos 10 minutos.

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¡Feliz día de Reyes! 🤴🤴🤴

ArisleydaSnchez hermosa, feliz día 🥳🎉✨ Espero que estés pasando un maravilloso día en compañía de tus seres amados. ❤️