Prometí (Único)

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Entre primaveras; sigo esperando a que los años pasen rápidamente.

Sí, sé que es incorrecto desear que esto termine,

también sé que vivir es un regalo divino.

Pero, ¿Qué hago si no estas?

Las fuerzas se me van, te necesito más de lo que piensas.

¡Ay, mi alma sigue llorando! Cómo duele, cómo quema.

Mis alaridos son feroces; entonces, ¿dónde estás que no te veo?

Por favor, déjame suspirar al observar tu rostro, tan bello como el mismísimo paraíso.

Mi amor, me diste todo, así que permíteme ir contigo.

Te extraño.

La brisa es fresca hoy, ¿lo sientes? Ah, es tan cálido. Ha pasado un tiempo desde que percibo aire cómodo revoloteando en mi faz.

Ya es febrero, cuán rápido pasa el tiempo. ¿Puedes creerlo? Hoy es nuestro cuarto aniversario. Traje un ramo de camelias y azucenas, son bonitas como tú y sé que te gustan. ¿Cómo estás, querido? Lamento no haber venido antes, estuve ocupado recibiendo pacientes, ya sabes.

La vida es dura incluso ahora, pero hago lo que puedo.

Ya que es nuestro cuarto aniversario, ¿deberíamos hacer algo divertido?, ¿recuerdas cuando te pedí que seas mi novio? Ja, ja. Jimin-ah estabas tan rojo como un lindo tomate, sin duda es algo inolvidable. Fue tanta tu sorpresa que te desmayaste, yo no sabía qué hacer y me preocupé un montón. ¡Me robaste un susto!

Tus ojos guardaban secretos que anhelaba descifrar, aquellos tus ojos ámbar eran mi deseo carnal. Cuatro años han pasado, y aún así, nunca me dejaste de amar.

Nuestro inicio fue duro, no obstante, supimos sobrellevar cada obstáculo que nos puso el destino. Amé cada uno de nuestros días como si no existiera un mañana. ¡Oh, cariño mío, sabes que lo hice!

El cielo azul está despejado hoy, ¿no es lindo?

Amabas abrir las persianas y ver el cielo al amanecer. Ja,ja que casualidad, ahora se volvió una rutina para mí. Sea un día lluvioso o uno soleado, ver el cielo me lleva a ti.

Jimin, te extraño.

Y sí, te mentí al inicio. Ni siquiera puedo atender pacientes ahora; tampoco estuve ocupado tal como te dije. Yo...

Yo simplemente no puedo. ¡Es asfixiante! Ni siquiera puedo venir a verte y fingir estar bien, pues tú me conoces y me es imposible engañarte.

Febrero...

Desde ese día odio febrero. ¿Es acaso un castigo cruel? No tengo ánimo para seguir, me estoy lastimando. ¡Ah, cómo duele! ¡Cómo hierve, cómo quema!

Hice mi mayor esfuerzo por venir y darte una sonrisa; sin embargo tan solo la idea de intentarlo es absurda.

Sí, no poseo vigor o vehemencia.

¡Amor divino, sabes de mi sufrimiento, sabes de mi dolor! ¿Por qué no vienes por mí? No la estoy pasando nada bien.

Cuatro años...

Incluso en cuatro años es difícil olvidar ese día para mí. Pero cómo hacerlo.

Cómo olvidar el día en el que te perdí.

¡Ay, mi corazón ruega clemencia! Sabe que un castigo es. Mis ojos no pueden evitar el llanto, y mi alma se condena a muerte; no es capaz de vivir.

¿Esto esta bien? ¿Se le puede llamar vida a esto?

Jimin, ¿Por qué? ¿Por qué tú y no yo? ¡¿Por qué?!

¿Estás allí? ¿Oyes mis quejidos?

Ni siquiera puedo hablar correctamente. Lo lamento.

Sé que no te hubiera gustado verme así. Pero cómo explicar lo que siento, ni siquiera puedo mantenerme vivo si no estás.

Tu sonrisa...

Tus besos...

Tus abrazos...

Lo quiero todo, ¿es codicia quizá? Solo quiero decirte que te amo.

Te amo como nunca imaginé amar así, te amo y amo todo de ti.

¿Por qué la vida es despiadada conmigo? ¿Por qué no me deja ser feliz?

Quiero un minuto a tu lado, es todo lo que pido. Quiero despertar una vez más a tu lado, quiero disfrutar de mi existencia al saber que estás conmigo. ¿Es mucho pedir?

Los días, los meses, incluso los años son solitarios ahora. Quizá no valoré lo suficiente los momentos a tu lado. Cada vez que veo parejas caminar siento una estaca atravesar mi pecho. Te imagino a ti y a mí, ¿acaso éramos así antes? ¡Ay, mi alma desfallece al no tenerte aquí!

Magullado mi corazón, ahora tiene que disipar el libido y satisfacción que permanecía aquí dentro. 

"Conocer a alguien nuevo", escuché eso de mis amigos. Lo pensé mucho, mi amor. Y sí, puedo conocer a alguien nuevo, puedo llevarlo a todos los lugares a los que fuimos, y confesarle mis secretos íntimos y recónditos; más amarlo es algo que nunca podré hacer, pues tú estás dentro de mí. 

En cada paso que doy, en cada palpitar de mi corazón; en mis entrañas y subsistir, tú estás allí, cariño mío.

¿Escuchas mi corazón palpitar? Solo se acelera cuando estoy contigo.

Amor verdadero, nuestro amor es verdadero.

Tal como el cielo azul repleto de celajes, tal como la luna que se enaltece y acompañada de estrellas se encuentra. Nuestro cariño mutuo es así de inmenso.

No puedo olvidarte, y mucho menos dejarte ir. 

Placer infernal que enciende mi concupiscencia, ¿eres acaso el fruto prohibido del edén?

Tus labios seductores, deleitosos son; capaces de llevarme al indescifrable paraíso del que todos hablan. Sigo sintiendo el sabor de tus belfos acariciando mi boca. Sigo sintiendo el erizar de mi dermis cuando tenía tu cuerpo a centímetros del mío.

Sin falta, cada noche ruego porque regreses; aún sabiendo que eso no pasará.

Quiero amarte una vez más. Quiero que tu nombre se quede grabado en mi interior, y el mío en el tuyo. Anhelo gritar a los cuatro vientos que nos queremos; que nuestro amor peculiar y especial es.

Sin falacias, sin mentiras; solo amor sincero.

Amor mío, pecado conflictivo; un camino sin vida, es un camino sin destino. No tengo valor ni coraje, pero te pertenezco y no es una huida.

Hoy mi corazón te siente de nuevo. Tan cálido como siempre... ¡Ferviente mi pecho pulsa una vez más y es por ti, cariño mío!

No sabes lo solitario que es estar sin ti, pero sigo aferrado a recuerdos poco visibles ya en mi memoria. ¡Oh, amor mío! Todos los días espero tu venida.

Caminar, incluso respirar es difícil ahora. Cierro los ojos con dificultad esperando que al abrirlos tu bello rostro vivaz vuelva a rodearme.

Me siento solo, Jimin-ah. No puedo seguir mi rutina porque tú estabas en ella. Ni siquiera puedo imaginar ser feliz ahora.

No quiero pensarte ni sentirte, pues sé que si lo hago estoy penitenciado a sollozar. El corazón del pecho quiere salir, y en mi lecho; no soy capaz de descansar.

Contigo aprendí en Febrero lo que es un casto beso, contigo aprendí que la circunstancia no impediría la reacción. Un dulce abrazo; afecto mortal. En Febrero supe que como un simple mundano estaba esclavizado y condenado a venerarte hasta la muerte.

Que cruel es la vida, guardo completo rencor a la humanidad.

Pero es mi culpa, ¿no es así? Es mi maldita culpa.

Si yo... si tan solo hubiera sido yo y no tú.

Si lo hubiera sabido, si tan solo hubiera sabido que eso iba a suceder...

Pero aquella tarde de Febrero, aquella tarde se quedó grabada en mi memoria. Dulce y triste después, ¡qué irónico!

Aún recuerdo aquel plenilunio que decoraba el profundo cielo; que difundiendo su melancolía y serenidad se encontraba.

¿Fue una señal?

Estrellas brillantes que danzaban en el firmamento, cómodo y tranquilo.

Noche en la que las faldas de las montañas mostraban el camino de regreso. Tus ojos, lindos e incomparables formaban perfectas medias lunas. Sonreías mientras cantabas el coro de una popular canción en ese entonces.

Supero mis sentimientos y me acerco a ti

En recuerdos profundos, tú y yo

éramos muy jóvenes en aquellos preciosos días

Uno y dos pequeños pétalos, uno y dos recuerdos de nosotros

No me olvido de ninguno de ellos.

Estoy pensando en ti

Estoy pensando en ti

Tu voz que como el canto de un ángel es, aún retumba en mis oídos; triste melodiosa canción grabada en mi más íntimo raciocinio. ¡Ay, cantarina como el sonoro vocablo de un querubín! ¡Así era tu melodiosa voz!

¡Martirio; traición del universo entero que conspira contra mí!

Hoy, entre lágrimas y desconsuelo puedo decirte que mis plegarias fueron en vano. Llanto incesable, absolución perecible.

Nuestras miradas se cruzaron, éramos felices y vivaces. Un viaje hacia otra dimensión, algo que nunca quise conseguir. 

Bonitos sentimientos posees, no son de un laico habitual. ¿Fue un regalo del cielo que ahora quiere recuperar?

De haber sabido que sería la última vez que vería tu rostro tallado por los mismísimos dioses, de haber sabido que te perdería.

¡Es mi culpa! ¡Pecador convicto soy!

Jimin-ah, debí ser yo y no tú. Esta opresión en el pecho no se va desde ese ominoso y despreciable día.

Amor mío, al recibir los esponsales; con dicha prometí no hacerte llorar, no hacerte sufrir. Ahora soy responsable pues no pude cumplir.

¡Ay, este corazón tiene la culpa!

Un vehículo, —mucho más grande que el nuestro— fue capaz de lastimarnos. ¡¿Por qué tuvo que venir con rapidez imparable?! ¡¿Por qué el conductor de aquel vehículo tuvo que estar ebrio?! 

¡¿Por qué tú, Jimin?!

Vida injusta, te llevaste mi algarabía; mi deleite y satisfacción.

Caímos, ambos, tú y yo perdidos entre lágrimas rojizas.

—Yoongi, mi vida —susurraste apagada y débilmente.

Sin dudarlo me arrastré a tu lado, aún si era ardoroso mi daño. Respondí a tus llamados de nostalgia, que murmullos casi inaudibles eran —Amor, despierta, por favor.

Sonreíste a pesar de tu apariencia demacrada. Sangre bajaba de tu frente, pero no dijiste nada. Empecé a asustarme, no sabía qué hacer.

Cuando recuperé el aliento grité esperando que un alma piadosa me escuche.

—¡¡¡Ayuda!!! ¡¡¡Alguien, ayúdeme!!!

Me tomaste de la mano y con un gesto pacífico acariciaste la palma de la misma.

¡Funesto! ¡Poseo un destino funesto y quizá lo merezco!

Tus ojitos se cerraron y con voz gutural logré oírte decir: —Te amo.

Espantosa travesía mi existencia recibió ese día, soy merecedor del castigo más cruel y despiadado. 

—Jimin, despierta. Cariño, no es hora de dormir. —Tu cuerpo poco a poco empezó a perder calor, te abracé y no funcionó. Sin poder evitarlo empecé a sollozar. No ibas a despertar, y quizá nadie nos iba a ayudar.

¡Circunstancia leonina del más allá! ¡Yo no soy quien para juzgar; pero quitarme lo más preciado es merecido de protestar!

Noche oscura, llena de aflicción y melancolía; te llevaste al ser más preciado que esta existencia no pudo estimar.

¡¿Por qué me lastimas de esta manera?! ¡¿Merezco siquiera esto?! ¡¿Qué hice mal?!

¡Injusticia divina, ley beneficiada para los cielos! Mis quejidos imperceptibles para las deidades son.

Sufrimiento que ellos no sienten, desconsuelo que solo yo poseo y lamento.

Candela; morena y ferviente. ¡Tú me oyes! ¡Majestuosa luz que me protege! ¡Haz de mí lo que desees, pero a cambio déjame ver el fulgor de tu omnipotente creación!

Llorar no cura mis heridas, pero tú, resplandeciente divinidad eres la cura de mi pesar.

Te venero y te adoro, y por eso te pido que me dejes contemplar su agraciado rostro por al menos un momento.

Mi todo él era, mi razón y subsistencia. Ya no hay vida en mí, mas divagando resido.

Piel canela, hermosa reina que lidera la gloria y el paraíso; con alabanza persistente te pido una oportunidad para divisar a mi amado una vez más.

Solo soy un mundano que ruega compasión y misericordia, no tengo nada que ofrecer; mas arrepentido de mis faltas estoy.

Desperté luego de bastante tiempo —anhelando que todo lo visto sea solo un sueño— no obstante, estaba dentro de una habitación, no sé si blanca como la nieve revoloteando en el eterno invierno o blanco como las perfectas e impecables nubes en el cielo.

Ahí estaba yo, desesperado; buscándote en todo el lugar aun cuando estaba solo.

No te vi, así que empecé a vociferar. Los doctores vinieron y me tranquilizaron, pasado un momento sin cobardía confesaron.

Ya no vendrías a por mí, decidiste emprender otro camino.

Otro febrero sin ti lastima, otro febrero en el que recuerdo la pedida de mano que te hice; tratando de eliminar ya, los esponsales que nos unían.

Si no te hubiera llevado allí, ¿estarías aquí conmigo?

Si ese día...

Jimin-ah, no puedo más. Aún si me propongo ser feliz por ti, es complicado ya existir.

Hoy que estoy frente a ti, admito no haber podido superar ese día; pues el sufrimiento es incontrolable ya para mis adentros.

De tantos bellos recuerdos que tuve junto a ti, este desgarrador momento está incrustado en mí.

Amor mío, la añoranza me embarga. Mi vida sin razón persiste, mas sin ti no sé a dónde voy.

Triste es el destino que sigo, no obstante fugitivo no soy.

Nunca quise perderte, y solo estoy ahora. Enfurecido mi alma está; suerte fatal es la que llevo.

¡Te amo! ¡Te amo y mil veces te amo!

Me mata el amor, pero yo di el consentimiento a eso. Estoy preso para conservar tus melancólicos recuerdos, sin avanzar, sin continuar.

Entre pena y olvido, pena es la que tengo, y olvido es lo que quiero.

Yo no estoy hecho de virtudes, mucho menos de bonanza, pero si esperaba que el camino me las otorgara.

Capacidad mínima de poseer dicha mi pecho custodia; soy un hombre más, perdido y sediento de bienestar.

Cuenta una historia que en luminiscencia, se recobrará la vida y con cariño se preserva la unión.

Mis ojos son incapaces de percibir tu llegada, pero un destello fenomenal me guiará hacia ti.

Soy cobarde y pusilánime, pero por ti doy mi alma entera.

Buscaré ayuda, y continuaré esperando tu llegada, o tal vez mi victoriosa ida.

Te amé, te amo y te amaré; porque eso juré cuando juntos proclamamos amor eterno.

Amor mío, seguiré aquí hasta que la vida nos vuelva a unir. No importa lo que digan o lo que piensen; mi corazón no cambiará, pues a ti te pertenece.

La luz del cielo desaparece, el viento silba y mis ojos lagrimean.

Si puedes revivir nuestro amor, prométeme que me buscaras como alguna vez lo hiciste. Por favor, dime que estarás para mí aún si estoy envejeciendo.

Cumpliré mi condena y pronto te acompañaré al reino de los cielos.

Antes de despedirme y dejar pasar otro febrero de lamento, quiero decirte que si me necesitas ahí estaré; te pertenezco y haré todo lo posible por complacerte ya que lo mereces.

No es un final feliz, puesto que aún no es nuestro final; nuestra historia continúa como las estaciones del año que en un vaivén están.

Soy peregrino, fiel creyente del destino y sé que este nos volverá a unir. No importa cuando, no importa donde.

Estaremos juntos sea como sea, solo vivimos con un hilo rojo enredado el cual poco a poco nosotros desataremos.

Estarás aquí, ángel que el cielo quiere conservar. Nos veremos y amaremos con locura pues de eso trata nuestro cariño y adoración.

No va a haber lágrimas que denoten amargura ya que en algarabía estarán nuestros corazones. Dicha gobernará y felices seremos al final.

Soy consciente de lo arduo que será, no obstante; enfrentaré a tu lado cada bache que nuestro camino desee poner.

Luz candente brilla en los cielos, siendo testigo de nuestro afecto y pasión. Sé que esa luz nos dejará observar el camino a la felicidad pues en otra vida esa luz fue nuestro motivo de unión y vigor.

Espera por mí, cariño mío; iré a tu encuentro.

Espero y les haya gustado, sigo tratando de mejorar. Prometo esforzarme mucho en el futuro. 

Si hay algún error, corríjanme, por favor. 

Si los guiones son cortos, puse los largos pero el gaypad siempre los cambia :c

Gracias.

TYT

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro