advertencias: humor absurdo, yoonseok y otras parejas. capítulos cortos.

—ChimChim.

—¿Qué?

—¿Estás bien?

—Por supuesto que estoy bien —el libro que Jimin estaba metiendo en el librero de la biblioteca golpeó la pared debido a la fuerza que había usado el chico—. ¿Por qué no estaría bien?

—Porque Jung–

—¿Por qué terminé con esa rata de alcantarilla que al parecer se estaba acostando con ese rarito de mierda? —Jimin lo miró con una sonrisa tensa—. Jungkook no me merece, soy demasiado para ese imbécil, así que yo terminé con él.

Hoseok se quedó en silencio un momento, observando el rostro ojeroso de su amigo, para luego mirar hacia atrás, viendo llegar a Yoongi.

Yoongi le hizo un gesto extraño que no pudo entender bien.

—ChimChim, ¿no quieres llorar? —preguntó Yoongi calmado.

El chico de cabello rosado se detuvo y sus labios temblaron. Hoseok dio un paso, dispuesto a sostenerlo cuando se derrumbara.

Sin embargo, Jimin se limitó a frotar sus ojos furiosamente.

—Jungkook no merece mis lágrimas —se limitó a decir.

Hoseok y Yoongi se miraron de forma cómplice.

—Está bien que llores, ChimChim —señaló Hoseok.

—Lloraría si supiera que el término le dolió tanto a Jungkook como a mí —dijo Jimin—. Pero lo veo muy bien hablando con su novio.

Los dos chicos se giraron hacia la dirección en la que Jimin apuntaba, viendo a Jungkook sentado detrás de una mesa, con Tae a su lado, hablando en voz baja, ajenos al resto.

—Yoongi, agárrame la camisa —el rubio rodó los ojos ante la petición de Hoseok, pero obedeció—. ¡SUÉLTAME QUE YO LOS MATO!

Su grito resonó en toda la silenciosa biblioteca, llamando la atención.

Jungkook levantó la vista, palideciendo, en tanto Tae se ruborizaba.

—¡¿ME OYEN, MALDITOS TRAIDORES?! —siguió gritando Hoseok mientras Yoongi fingía sostenerlo para detener sus pasos—. ¡SON UNOS SUCIOS, SON LOS PEORES AMIGOS DEL MUNDO, PUEDEN IRSE AL DIABLO AHORA MISMO! —Yoongi lo soltó en el momento en que dos guardias llegaron, agarrando a Hoseok de los brazos para sacarlo—. ¡CUANDO LOS VUELVA A VER LES CORTARÉ EL PENE A LOS DOS, ¿LO TIENEN CLARO?!

Los tres amigos fueron expulsados de la biblioteca gracias a eso, por supuesto.

Yoongi suspiró mientras caminaban por los pasillos, con un silencioso Jimin a su lado mientras Hoseok seguía despotricando.

—¿Piensas hablar con Jungkook más adelante? —preguntó Yoongi frunciendo el ceño.

—No lo sé —Jimin se encogió de hombros—. Si Hobi te mintiera, ¿querrías volver a hablar con él?

Hoseok se quedó en silencio de pronto.

—Depende de qué tipo de mentira estamos hablando —respondió Yoongi con su estómago revuelto.

—Oh, claro —Jimin mordió su labio inferior—. Pero ¿si para ti fuera algo imperdonable?

¿Cómo que me ocultara cosas de su familia? ¿Cómo que no me diga de dónde salió realmente? ¿Qué no me diga quién es?

—Yo te perdonaría todo, Yoongi —dijo de pronto Hoseok con la voz temblando.

Yoongi lo miró, deteniendo su caminata.

—Por supuesto que yo igual lo haría, Hoseokie —respondió Yoongi con voz grave—, pero que te perdone no significa que las cosas sigan iguales.

Hoseok enmudeció y hubo un pequeño silencio.

—¿Por qué hablan como si fueran a terminar? —regañó Jimin tratando de que el aire tenso desapareciera—. Vamos, estoy desanimado y quiero comer como el pollito bonito que soy.

Yoongi rodó los ojos otra vez, volviendo a caminar.

—Vamos, pollito volador, los invito a comer una pizza —dijo Yoongi.

En lo único que podía pensar Hoseok era en pedir perdón.

Pero las palabras no salieron nunca de su boca.

¡gracias por leer!