✥THE HAPPY MOMENT...✥

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Me acuerdo perfectamente de ese día... Me dijiste que volverías... Y juntos celebraríamos la primera navidad de Shade... Estarías allí en el parto... Y gritarías que eres el hombre más feliz del mundo...

Tenía un presentimiento...

Quería impedir que fueras a esa misión que era tan peligrosa...

Pero no pude...

No pude salvarte...

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—Shad... —musitó el joven cobalto, ayudando a su esposo a hacer su maleta para irse de viaje.

—¿Qué sucede, pequeño?

—Me preguntaba.... ¿En serio debes ir a esa misión?

No era raro que su pareja saliera a cada poco de su hogar para enfrentar misiones de alto riesgo, debido a su empeño en el trabajo fue ascendido rápidamente; siendo un agente de la G.U.N. de élite.

Pero ésta vez, el menor estaba preñado y solo faltaban dos meses para el nacimiento de su cachorro, se predecía que nacería en las primeras semanas de diciembre; cuando el azabache regresaría y por fin le darían vacaciones.

—Cariño, ya lo hemos hablado... —dejó a un lado sus papeles y fue hacia el azulado, dándole un cálido abrazo—. Voy a regresar... No te preocupes...

—Pero...

—Mi vida —entrelazó sus manos con las de su esposo, y unió su frente con la del otro, mirándolo directo a los ojos—. No te preocupes, estaré bien.

—Es que... Tengo miedo...

—Amor, ¿recuerdas que he ido a un montón de lugares peligrosos y he regresado?

Puede ser diferente...

Mira... —invitó al cobalto a sentarse en la orilla de la cama—. Siempre te he prometido algo, y ese algo siempre lo he cumplido. 

Shadow... No es que desconfíe de ti pero recuerda que ahora tendremos un hijo... La responsabilidad es mayor y quiero que estés con... Nosotros...

Mi hijo y tu son mi vida entera, pero también necesitamos el trabajo para mantener los gastos...

Y yo te necesito a ti... —abrazó al azabache con fuerza, sin querer separarse de él.

—Sonic... —suspiró con tristeza y apego más al de tez durazno, acariciándole las púas y sintiendo un mal presentimiento del viaje.

—No te vayas... —suplicó ahora empezando a llorar—. Por favor... No te vayas...

—Yo...

Su momento fue interrumpido por el teléfono móvil perteneciente al moreno, éste lo tomó y contestó la llamada.
El peliazul leía los gestos que hacía su pareja; notaba que de pronto se puso tenso y gruñia por lo bajo. De mala gana corto la llamada y fue en dónde estaba su maleta, metió algunas cosas faltantes y la cerró; dejando desconcertado al contrario.

Creí que te irías mañana.

—Debo irme ahora, el jefe dice que la hora del vuelo se adelantó ya que mañana no habrán vuelos por el mal clima.

—¿A-ahora? —bajó de golpe las orejas, evitando soltar sollozos.

—Hey descuida —presuroso se acercó y acarició el vientre abultado de su esposo—. Prometo regresar en una pieza y antes del nacimiento de Shade, compensaré los meses que me iré comprando todo para mi bebé... Y claro, para mi lindo ericito.

—.......

—Además —sonrió ampliamente— cuándo ya haya nacido gritaré en plena sala y por todo el hospital: ¡¡Soy el hombre más feliz del mundo!!

—Je... —rió ante la ocurrencia del vetado— está bien, está bien... Pero cuídate mucho por favor.

—Lo haré mi cielo, juntos celebraremos la primera navidad de nuestro pequeño bebé.

—Shadow...

—¿Qué pasa Sonikku?

—Te amo.

—Yo también y mucho más —besó suavemente los labios del otro, luego su frente, y por último el vientre—. Regresaré pronto Sun Sun.

—Suerte querido, por favor cuídate.

—Lo haré.

Tomó sus documentos y maleta para dirigirse a la puerta de entrada, al llegar ahí nuevamente besó al oji-esmeralda y se despidió; perdiéndose de vista y alejándose de la morada.

Tal y cómo se lo prometió a su esposo, regresó en una pieza; pero no de la manera que pensaba.

Al cabo de dos mes se anunció que una bomba nuclear fue lanzada al continente oceánico, las ciudades fueron evacuadas poco antes de la devastadora explosión y millones de personas fallecieron en el atentado provocado por gobiernos corruptos que amenazaban iniciar una nueva guerra mundial. Los agentes especiales de la G.U.N. fueron encargados de evitar aquella tragedia, pero en vez de eso, sólo pudieron intentar controlar ese incidente.
Varios agentes murieron, unos carbonizados, otros por desmembramiento, y unos por intoxicación.

El cabecilla de la tropa 0.1 era el señor Shadow the Hedgehog, ayudó a evacuar rápidamente a bastantes ciudadanos de su territorio a cargo; desafortunadamente, al quedarse con otros colegas atrás fueron invadidos por las fuertes columnas producidas por el detestable humo, era inminente su destino.

La noticia de la pérdida de sus familiares les fue entregado la primera semana de diciembre, cuándo muchas familias tenían ya adornadas sus viviendas y preparando todo para la navidad; tan desafortunada es la vida~

En el caso del joven cían, el general Knuckles fue hasta su morada y le dijo aquella desgarradora noticia; dando como resultado el adelanto del parto.
Tuvo a su hijo en medio de una situación bastante difícil.

Cuándo obtuvo fuerzas decidió llevar a su bebé hasta la morgue, no piensen que porque quería darle un espectáculo grandioso siendo apenas un recién nacido; no, no, él no tenía familia, fue criado en un orfanato. En cuánto a sus suegros, lo despreciaron desde el momento en que fue presentado como novio de su pareja; juraron nunca darle apoyo y desheredaron a su hijo, de hecho, rompieron todos los lazos legales y sentimentales con él. Ahora estaba totalmente solo y sin nadie en quien poder dejarle a su pequeño por un corto tiempo.

Llegaron a la camilla en donde se encontraba el cuerpo inerte del bicolor, el bebé sólo se aferraba a su madre; mientas el azulado, se lanzó a llorar sobre el cuerpo, aferrándose a él como nunca antes, siendo la última vez que lo vería.

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Ha pasado un triste año desde que te fuiste... —suspira— Ay Shadow... No sabes la falta que me haces...

Los ahorros que teníamos fueron empleados para las cosas de Shade, yo busqué por todas partes un trabajo, pero no había nada para mí.... Claro, nadie necesita a un jodido enfermero profesional...

La vida nunca me sonrió, y ni lo va a hacer, menos mal mi fuerza y motivación para seguir adelante es nuestro pequeño niño. La única plaza que logré tomar fue la de conserje en una escuela pública.

No puedo quejarme, pues todos me tratan bien ahí y hasta los niños le traen juguetes a Shade; tuve que vender muchas cosas para juntar dinero... Los gastos de luz y agua han bajado porque casi ya no los utilizo, debemos economizar lo más que podamos. Me hubiera encantado que Shade hubiera pasado su primera navidad... Con su padre...
Pero al parecer la vida tenía otros planes...

A donde sea que vaya mi bebé va conmigo, jamás lo dejaría solo porque tengo miedo de que me lo quiten... En donde trabajo aceptaron que lo llevará a mi lado, siempre lo llevo cargado en mi espalda o camina torpemente, je... Aprendió a dar sus pasos muy rápido... Es una lástima que no pudiste verlo...

A pesar de tener trabajo el sueldo tampoco es mucho y necesito encontrar otro, no me importa llevar la ropa rota o el cuerpo lleno de hematomas, mientras mi bebé este bien...

Yo seré feliz~

Caminaban por las calles en plena noche, el pequeño ericito acurrucado en el pecho del azulino; éste había ido a solicitar una plaza en el hospital de horario nocturno, pero como siempre, fue rechazada.
Estaba desesperado, los ingresos no eran muchos y su hijo necesitaba comer, a veces escuchaba su pequeña pancita rugir por hambre, ya no aguantaba ver a su niño sufrir.

Desde que su esposo murió las cosas no fueron nada fáciles, eso estaba claro; pero...

¿Podría ponerse peor?

Los relojes marcaban las 8:45 de la noche, era fría y desolada. Ah, pero casualmente y por azares del destino; estaban en noche buena, justo unas horas antes de navidad.

—Lamento que no haya podido darte nada por tu cumpleaños Shade... —suspiró con tristeza, acobijando al menor con una manta gruesa—. Pero prometo que mañana te daré un regalo, tu segunda navidad conmigo, mi precioso bebé~

—¡Mama! —asomó su cabecita, acariciando las mejillas del mayor riendo.

—Mi pequeño... —besó su frente y avanzó hasta quedar frente a un gran árbol adornado, admirandolo—. A tu padre le hubiera gustado ver algo así... Mejor dicho... Él lo hubiera hecho así...

—Mama... —bajó sus orejitas, sintiendo la tristeza que su progenitor tenía.

—Pero no es momento de ponernos tristes mi bebé —abrazó más fuerte su cuerpecito y siguió su camino, no faltaba mucho para que llegarán a casa—. Hoy veremos algunos fuegos artificiales desde la ventana, y tu leche estará calentita como a ti te gusta.

—¡Awwaaaaa! —Elevó sus pequeños brazos sonriendo ampliamente.

—Oye, tú —habló una voz grave y fuerte, hizo que el cobalto volteara y quedará con una navaja casi incrustada en el estómago—. Danos todo lo que traes o te arrepentirás.

—L-le ju-juro q-que n-no te-tengo nada... —tartamudeo por el miedo que sentía, apego con más fuerza a su hijo y bajo la cabeza—. P-por fa-favor n-no nos ha-haga da-daño...

Todos dicen eso —elevó aquel puñal hasta su cuello, casi por enterrarlo—. Damelo por las buenas y no te haremos daños.

Dicho eso más asaltantes llegaron con su compañero, acorralando al cían y crujiendo los nudillos. El susodicho temblaba y sudaba, no veía a nadie cerca y que pudiera ayudarlo, o por lo menos, entregarle a su hijo para que estuviera a salvo.

—¿Qué prefieres, estúpido? —alzó la daga jugando con ella.

—¡NO! —Sacó fuerzas y pateó en la entrepierna al asaltante, abriéndose pasó por la fuerza y corriendo lo más rápido que podía.

—Es... Estúpido... —se levantó con dificultad, dio la orden a sus hombres y uno disparó en dirección al cobalto.

—¡¡Aagghh!! —Cayó de golpe, con una pierna ensangrentada y su bebé a un lado de él—. M.. Mi pie-pierna...

—¿Mama? —gateo hasta su madre y lo movió— ¡Mama!

—Bueno, mira que al final sacamos algo bueno de esto —se abrió paso entre los demás y oculto su navaja.

Río con malicia, pateó con fuerza hacia el estómago del azul; los demás también lo hicieron y aumentaron con más golpes. El bebé trataba de llegar a su madre, llorando, pero fue lanzado lejos por una patada que le dio uno de los criminales.

—¡Mama!—gritó con un fuerte dolor en su pecho, berreando.

Sha... Shade... —escupió sangre y se arrastró hasta intentar llegar al menor, causándole risa a los mayores.

—¡Jajajaja! Eres patético.

—Oye Scourge, sabes, podríamos vender los órganos de este mocoso —sujetó por la espalda al pequeño, haciendo que su llanto aumentará—. ¿Qué dices?

—Hmmm... Tienes razón Miles, lo llevaremos con nosotros —sentenció confiado, agarrando por las púas al de tez durazno.

—N... No... Te-tenga piedad... Es... Es sólo u-un ni-niño... —suplicaba sollozando.

—¡Ño, mama! —pateó débilmente el brazo del agresor, causándole molestia.

—Éste bastardo es un engreído.

¿Qué más doloroso podría ser para Sonic? Vio con sus propios ojos como aventaban a su bebé contra el suelo, en un rápido movimiento sacó su arma y disparó en la cabeza del menor; asesinandolo al instante. No había llanto, movimiento, ni menos un balbuceo. No había nada de él~

—N... No... ¡¡SHADE!! ¡¡¡NOOOO, SHADE!!!

Gritaba con horror viendo el cuerpo inerte de su hijo, lloraba a mares y trataba de acercarse a él. Más el sonido de la patrulla acercarse alertó a los delincuentes; azotaron al azulado contra el suelo y pisotearon su cráneo con dureza, y sin compasión.

Adiós —dijo el cabecilla tirando del gatillo de su revólver, con la punta hacia el cráneo del malherido; para luego quedar salpicado de un color carmín—. Es todo, vamonos.

Y así terminó aquella familia que un día pensaba sería feliz.
La ironía de la vida fue que planteo un escenario bello y repleto de paz; pero la realidad fue otra muy distinta.
En plena víspera de navidad tantas desgracias para ellos, y que bueno sería si hubiera otra vida.

Porque al menos ahí se encontrarían y seguirían siendo felices.

Como alguna vez lo fueron en el mundo.

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▫▪ACLARACIONES▪▫

『ಌ Las edades a las que murieron los personajes son:
Sonic: 25 años.
Shadow: 27 años.
Shade: 1 año. ಌ』

『ಌ El nacimiento de Shade fue a las 7:25 de la noche, el 2 de diciembre. ಌ』

『ಌ Los padres de Sonic murieron en un incendio, dejándolo desolado y ocasionando que fuera llevado a un orfanato. ಌ』

『ಌ La razón por la que los padres de Shadow lo dejaron a la deriva fue porque eran homofóbicos, así que no aceptaron la relación con Sonic. ಌ』

『ಌ Ellos se conocieron en preparatoria, fue amor a primera vista. ಌ』

『ಌ Se casaron sin testigos ni familia, ya que sus amigos no aceptaron su relación. ಌ』

『ಌ Shadow era un sargento de alto rango, antes de ingresar a la organización en que trabajó hasta que murió, mientras Sonic era enfermero profesional, pero no lograba encontrar trabajo así que su esposo se encargaba de los gastos. ಌ』

『ಌ Los gastos de la casa (luz, agua, gas...) fueron disminuyendo porque no eran utilizados frecuentemente; la mayor parte de ellos eran utilizados únicamente por Shade, mientras Sonic comía muy poco y se bañaba con cubetas de agua. ಌ』

『ಌ El título principal: "Nuestra última navidad sin ti" hace referencia a la muerte de Sonic y el bebé, estando ya muerto su padre. ಌ』

『ಌ Este relato es dedicado a aquellas familias desafortunadas que no pasan la navidad como muchos otros; sufriendo por muertes, enfermedades o tragedias. ಌ』

『ಌ ¡Feliz navidad amigos! ಌ』

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