❤️capítulo 4🍔

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Su pequeño mochi se revolvía en la cama, a pesar de que su gran barriga no le permitiera la suficiente movilidad, su Jimin intentaba entré sueños conseguir una posición cómoda, Yoongi se despertaba con los movimientos de su mochi y se quedaba embelesado viendo cómo dormía, parecía un angelito y la barriga sólo lo hacía ver más tierno.

Con delicadeza se acercó a su pequeño esposo y lo acercó a su cuerpo, lo demás lo hizo Jimin por inercia, se ubicó en el cuello de Yoongi y se abrazo a su cintura, posando su barriguita en su cintura, para el rubio toda su felicidad se resumía en esos momentos por la mañana, sentir el calor de Jimin y el peso de su hijo, todavía no asimilaba el hecho de que iba a tener un niño, un niño con su mochi.

Habían pasado treinta y tres semanas, los siete meses más bonitos, agotadores y amorosos de su vida, había pasado todo su tiempo libre con su esposo y bebé, no quería perderse de nada, a los dos no les había importado no tener luna de miel, aunque Yoongi se sentía en una.

Lentamente Yoongi empezó a sentir  que la respiración de Jimin dejaba de ser lenta y con un suspiro empezaba a abrir sus ojitos, Yoongi veía todo el acto con una sonrisa y mirada cargada de ternura, cuándo Jimin pudo salir de la bruma del sueño y enfocar bien a su esposo y su sonrisa pudo sentir cómo su día había mejorado ni bien había empezado.

—Buenos días para mis bebés —saludo Yoongi con un beso en la frente para Jimin y una suave caricia para la pancita de su mochi.

—Buenos días, papá —correspondió Jimin el saludo de Yoongi con una sonrisa adormilada.

Se quedaron un rato más en la cama regalandose mimos que hacían muy feliz al bebé que también quería hacerle saber a sus papás que estaba despierto con pataditas, Yoongi se reía de cada vez que le hablaba chiquito su bebé pateaba más, ese era su día libre y decidió pasar el día en casa, quería compartir la intimidad de la casa junto a su esposo y no salir a pasear, la idea le pareció fantástica a Jimin que amaba ver a su rubio en la cocina preparándole comida rica a el bebé y él.

Yoongi ayudo a parar a Jimin ya que se le estaba dificultando un poco por el peso de su barriga y la altura baja de la cama, Yoongi era de los esposos que quería ayudar a su pareja hasta en el baño pero Jimin no se lo permitía así que lo boto a la cocina para que hiciera su desayuno mientras el se aseaba en la ducha tibia.

Su bebito estaba impaciente por comer pateando insistentemente, cuándo estuvo recién salido del baño y con su pijama de motivó de conejitos fue a la cocina para alimentar a su bebé, su esposo se encontraba con su boca medio abierta concentrado en los huevos que se estaban cocinando y no pudo evitar reírse ante bonita imagen.

—Hey —se anunció Jimin desde la entrada de la cocina captando la atención de su esposo quién lo miró con una gran sonrisa.

—Mis bebés, tomen asiento, ya les voy a servir.

Jimin se sonrió tiernamente por los lindos cuidados que le daba Yoongi y fue a sentarse mientras acariciaba su pancita, el rubio preparó un delicioso plato para el pelinegro que comió extasiado, ambos comieron  en un cómodo silencio regalandose miradas tiernas, cuándo acabaron de comer todo, Yoongi le dijo a Jimin que lo esperará en el sofá mientras lavaba los platos sucios, cosa que hizo rápidamente para pasar tiempo de calidad con su esposo embarazado.

Yoongi corrió practimente al sofá para ver, justo a tiempo, a Jimin hablar con su bebé.

—¿... Nos hizo comida sabrosa, bebé?, Sí, papi hace comida muy sabrosa para nosotros, amor —hablaba Jimin con una sonrisa y acariciando su pancita.

Con una sonrisa Yoongi caminó tranquilo hasta el sofá donde Jimin por fin se pudo dar cuenta de su presencia e hizo espacio en el sofá para que se sentará a sus espaldas y pudiera recostarse en su pecho, una vez en esa posición el rubio empezó a dar caricias en la pancita y cabeza de Jimin.

—¿Quieres ver algo en la TV?  —pregunto Jimin que también acariciaba su pancita por lo hiperactivo que estaba su conejito.

—Claro, ¿Algo en específico? —Yoongi había agarrado el control del TV para prenderlo y empezar a pasar canales.

—No, puedes poner lo que quieras.

Yoongi puso una película que parecía romántica y procedió a hacerle mimos a su mochi, no sólo en su bella pancita si no en su cuello, a veces le hacía cosquillas ya que era bastante cosquilludo, en algunas ocasiones para molestarlo hacía que le iba a hacer cosquillas en la axila, cosa que ponía incómodo a Jimin pero de todas formas se reía por las ocurrencias de su esposo.

Entre mimos y cosquillas no se dieron cuenta cuándo se quedaron dormidos, Yoongi con ambas manos protegiendo a su conejito y Jimin sosteniendo sus manos, para cuando Yoongi se despertó se dió cuenta que era de noche y no había hecho almuerzo, su mochi seguía en su pecho bastante acurrucado a él y se dió cuenta que no habían estado arropados y probablemente los pies del pelinegro estuviesen fríos, con suma delicadeza quito a Jimin de su pecho y se acomodó para cargarlo estilo nupcial para recostarlo en la cama que compartían.

Cuándo ya lo estaba recostando en la cama sintió como Jimin se aferraba a su cuello.

—¿Te vas a quedar conmigo? —le pregunto un  Jimin adormilado.

—Voy a salir un momento a comprar la cena —Yoongi sentía una gran pereza y quería pasar las últimas horas del día en cucharita con el pelinegro.

—Llévame contigo —Jimin utilizó su arma secreta, un puchero, para intentar convencer al rubio que se lo quedo mirando un rato.

—Voy por tus medias.

Jimin sonrió somnoliento mientras se restregaba sus ojitos, Yoongi le colocó las medias junto con un hoodie suyo que le quedaba grande a Jimin y las suyas para salir, pero no dejo que caminará, lo cargo hasta la entrada dónde estaban sus zapatos y se los colocó junto con los suyos y siguió su procedimiento anterior, cargo a Jimin hasta el carro.

—Amor —utilizó su tono meloso —Conejito quiere hamburguesa.

—Iremos por sus hamburguesas entonces —Yoongi sonrió a su mochi y arrancó el carro.

Jimin tarareaba mientras miraba por la ventana, Yoongi se sentía en paz escuchando los sonidos de su esposo, amaba complacer cada capricho que decía tenía el bebé, pero él sabía que eran sus antojos, no tenía ningún problema con que le pidiera lo que quisiera, pero el que lo hiciera en nombre de su hijo para Yoongi lo hacía real, que próximamente su hijo en realidad iría a pedirle comida o un juguete.

—¿Te parece si comemos en la casa?, Hoy quiero estar en nuestro hogar —le pregunto Jimin interrumpiendo los pensamientos de Yoongi.

—Claro bebé, dónde tú quieras.

Condujo a un autoservicio de McDonald's y espero pacientemente por su turno, Jimin se sentía mimoso en la chaqueta de Yoongi, su olor inundaba todas sus fosas nasales sintiendo ganas de estar más cerca de su esposo, recostó su cabeza en el hombro del rubio y empezó a restregarse provocando la risa de Yoongi quién empezó a repartir caricias en su rostro.

Cuándo llego su turno, Yoongi miró a Jimin para que dijera que quería ordenar.

—Bien, me gustaría comer dos hamburguesas grandes, una de pollo y una de carne, sin mostaza y mucha salsa de tómate, también papitas, amor, ¿Pueden ser las de ración grande? —Yoongi le asintió con una sonrisa —Bien, también quiero nuggets.

Yoongi asintió y pasó la orden al empleado.

—¿También quieres helado, bebé? —preguntó Yoongi casi a lo último del pedido a lo cuál Jimin asintió enérgicamente y con sus deditos mostró que quería dos raciones.

Yoongi se mostró sumamente feliz, su pequeño esposo iba a disfrutar de una grasosa cena y él estaba seguro que se seguiría viendo tierno de todas maneras.

🍔❤️🍟❤️🍨

Yoongi agitaba su pierna con mucho nerviosismo, había sido una tarde de locos, y es que su conejito había decidido nacer ese día, su pequeño mochi estaba llorando silenciosamente del dolor, rasgando su corazón, pero Jimin se mostró fuerte a pesar de las lágrimas, iban a conocer pronto a su hijo.

La doctora había preparado todo para que el bebé naciera, sin embargo, Jimin empezó a perder conciencia y tuvieron que llevarlo rápido para evitar una hemorragia o algo peor, Yoongi por algún motivo que no escuchó bien no pudo entrar y ahora estaba nervioso, quería que todo saliera bien con Jimin y el bebé.

—Señor Min.

La doctora estaba saliendo de la puerta que decía "quirófano" y Yoongi casi se le lanzó encima para saber de su esposo.

—Él está bien, sus defensas bajaron debido al cansancio y dolor, necesita descansar.

—¿Y mi bebé? —preguntó preocupado Yoongi.

—Su bebé está bien, pronto vendrán a recogerlo para que lo vea —dijo con una sonrisa amable.

Yoongi le agradeció y se despidió con una reverencia, sostuvo su mano en pecho para calmar su agitado corazón, una enfermera lo fué a buscar para llevarlo al pasillo de los bebés neonatos dónde le señalo a través del vidrio y pudo verlo.

Su niño tenía sus manitas arriba cómo si fuese a tapar su carita, era gordito y a través de su gorrito pudo vislumbrar una matita de pelo negro, también noto que que era palido a pesar de estar en su totalidad rojito, era precioso, estuvo un rato admirandolo hasta que fue guiado al cuarto dónde se encontraba en reposó su esposo.

Estaba dormido cuando entró así que se quedó sentado en el sillón a un lado de la cama para vigilar el sueño de su mochi, era un ángel, estaba tan feliz de haber seguido adelante con su plan de conquistar su corazón, sin querer se quedó dormido y se despertó gracias a las caricias que le proporciono Jimin.

—Estás despierto —se iba a abalanzar para abrazar a su esposo pero esté se lo impidió y señaló hacía abajo.

Se dió cuenta que ahí estaba el pequeño bultito que era su hijo, tan pacífico entre los brazos de Jimin.

—Es precioso —dijo Jimin mientras pasaba sus deditos por la mejilla de su bebé.

Yoongi quedo atrapado por la imagen, estaba anonadado, no podía describir lo que sentía en ese momento, el ver a su amor con el fruto de este, lo estaba sobrepasando, su vista se empezó a nublar por las lágrimas repentinas que no tardaron en salir silenciosamente.

—Nuestros padres se pusieron de acuerdo con la sílabas para el nombre de conejito, eligieron las sílabas JungKook —hablo Jimin mirando al infante y en vista de que su esposo estaba callado alzó su vista para verlo encontrando que estaba rojo de su llanto.

—Está perfecto, JungKookie suena muy bien —habló con su voz ronca por las lágrimas.

Jimin le sonrió para calmarlo y acerco su manito para acariciar la mejilla llena de lágrimas de Yoongi, limpiando algunas lágrimas en el proceso, lo invito silenciosamente a recostarse con el en la cama, orden que Yoongi acotó rápidamente y pasó su brazo por los hombros de Jimin apegandolo a él.

Jimin se recostó en su hombro y admiraron juntos a su conejito, a su bello Jungkook.

🍔❤️🍟❤️🍨

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