《Capítulo 28》

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Addison Miller

Harry y yo estábamos haciendo un tranquilo recorrido por el bosque mientras que Savannah y Noah, habían decidido ir a recorrer el pequeño pueblo que se encontraba por aquellas zonas.

—Qué lugar tan hermoso —acotó mirando el cielo.

—Si sigues mirando el cielo vas a caerte.

—Claro que no voy a caerme —respondió confiado.

—Harry Reynolds juro que si te caes yo voy a...

Harry tenía razón él no iba a caerse, pero yo sí. La forma más bonita de terminar una discusión.

—Creo que al final tenía razón. —Se burló mientras me ayudaba a levantarme.

—¿Crees? —pregunté sarcásticamente—. Me duelen las piernas.

—Pero solo llevamos veinte minutos caminando.

—Creo que a estas alturas tendrías que saber que mi estabilidad física es muy mala.

—Subamos al árbol —propuso Harry.

—¿Acaso no entiendes que estoy cansada? —pregunté indignada.

—Es cierto —dijo quedándose inmóvil en su lugar—. ¿Quieres ir a recorrer el pueblo?

—Sí, creo que ver muchos árboles ya me están afectando.

Harry y yo comenzamos a caminar rumbo a la casa, para luego tomar el camino que nos llevaría al pueblo.

—Para hacer más divertido este recorrido hagamos preguntas —propuso Harry.

—Okey —concordé encogiéndome de hombros—. Empieza tú.

—¿Qué es lo que más ridículo que has hecho? —preguntó Harry.

—Hacerte caso —respondí riendo—. ¿Animal favorito?

—El tigre. ¿El tuyo?

—El lobo. ¿Cuál fue tu miedo más absurdo?

—A los patos. —Lo observé confundida, ¿miedo a los patos?—. En mi defensa de niño me atacó uno. ¿Y el tuyo?

—Las palomas. Una vez me atacó una bandada de esos animales.

—¿Actualmente a qué le temes? —preguntó.

—Se podría decir que a Michael, pero en realidad tengo miedo de que dañe a los que amo —dije encogiéndome de hombros—. ¿Y tú?

—Perderte a ti —contestó deteniéndose en medio del camino—. Sé que sonará loco, pero tú eres mi vida, Addison. Sin ti no tengo motivo para seguir en este mundo, sin ti no sobreviviré a este mundo y si tengo que morir por ti, lo haré.

—No digas eso. —Le ordené acercándome a él para abrazarlo, odiaba que dijera esas cosas—. No quiero que nada malo te pase.

Él no podía imaginar una vida sin mí, pero no por eso iba a permitir que se arriesgara por mí.

Yo no lo valía, nunca lo valdría.

—Estaré bien.

—Prométeme que si tienes que dejarme para salvarte lo harás.

—¿Acaso no acabas de escuchar lo que te dije? —preguntó arrugando su ceño—. Sin ti no soy nadie, si tú no vives yo solo seré un alma perdida en este mundo. No puedo prometerte algo que sé que voy a romper.

—¡Solo hazlo! —grité golpeando su pecho con mis puños—. Prométeme que si tienes que dejarme morir para salvarte lo harás.

—No —respondió firmemente. Las lágrimas mojaban mis mejillas—. Si te lo prometo solo sería para que te sintieras mejor. Aunque ambos sabemos que mi promesa no sería verdad.

—¡Eres un maldito idiota! —grité aún más fuerte corriendo en dirección hacia la cabaña.

Estaba cansada de esta mierda, ya no podía seguir.

¿Por qué mierda no podía hacerme caso una vez en la puta vida? ¿Qué tanto le costaba?

Él no se ponía en mi lugar, ¡él no entendía el dolor que sentía cada vez que decía esas cosas!

Yo no deseaba que nadie se arriesgara por mí, porque yo no lo valía. Sí alguien debía salvarme, era yo, nadie más que yo misma tendría que ser capaz de cometer algún sacrificio para salvarme.

—Addison, detente. —Me ordenó Harry, pero no hice caso a sus palabras—. ¡Addison, detente!

—¡Solo aléjate! —grité, sintiendo como el viento azotaba mi cuerpo—. ¡Si tú no quieres alejarte, lo haré yo! ¡Uno de los dos debe ser fuerte por ambos!

Seguí corriendo hasta toparme con la casa, pero al intentar dirigirme a la entrada, Harry agarró mi cintura con firmeza.

—¡Suéltame Harry! —grité entre lágrimas intentando zafarme su agarre—. ¡Suéltame maldito idiota!

—¡Ya basta, Miller! —gritó haciendo que dejara de luchar—. Entiende de una puta vez que si tú te mueres soy capaz de cometer una locura. 

—Harry tú tienes un futuro —susurré contra su pecho—. No lo arruines por mi causa, no lo vale.

—Tú no estás arruinando mi futuro —dijo tomándome nuevamente de la cintura y acercándome a su cuerpo—. Tú eres la que está formando mi futuro, sin ti no hay futuro.

Y sin más estampó sus labios contra los míos.

No lo dudé ni por un segundo y lo besé con deseo.

Sus labios se movían sincronizada mente junto con los míos de forma brusca y un poco torpe. La forma en que nuestras lenguas danzaban dentro de la boca de cada uno, provocaba que una ola de placer recorriera todo mi cuerpo, centrándose en aquel punto sensible.

Harry bajó sus labios hacia mi cuello y comenzó a besarlo lentamente haciendo que pequeños jadeos escaparan de mis labios sin permiso. Chupando y mordiendo la piel de mi cuello, hacía que mi mundo se sumergiera en un profundo placer, en un inagotable deseo de llevar esto a otros niveles.

Jalé su cabello con fuerza provocando que un gruñido escapara de sus labios.

Harry levantó su cabeza lentamente y ambos nos miramos fijamente. Sus ojos grises, aquellos ojos tan bellos, parecían estar en una tormenta sin fin.

—Te amo, Addison Deméter Miller.

—Y yo te amo a ti, Harry Reynolds —contesté—, pero no quiero perderte.

[ ... ]

Harry Reynolds

Nuestras frentes estaban apoyadas entre sí.

Odiaba discutir con ella, no quería hacerla sentir mal, pero no podía prometerle que si ella estaba en riesgo me alejaría, porque eso no era verdad.

No podía entrar en mi mente la idea de perderla, de saber que no estaría a mi lado. Incluso si eso implicaba dar mi vida, lo haría sin dudarlo porque ella lo merecía.

La amaría hasta el fin de los tiempos, hasta que la muerte venga por mí y este en mis últimos minutos o segundos de vida.

—Lo siento. —Me disculpé tomando ambas de sus mejillas y acariciándolas suavemente con la yema de mis dedos—. No quiero lastimarte, pero tampoco quiero mentirte.

—Entonces solo promete que todo va a salir bien y que esto acabará —suplicó entre lágrimas.

—Miller...

—¡Solo promételo! —gritó aferrándose a mi cuerpo.

—¡Lo prometo! —Realmente no sabía si esto iba a terminar bien, pero tenía la esperanza que sí—. ¿Quieres ir al pueblo?

—Sí —Ella sorbo su nariz, y sonrió—. Necesito despejar un poco mi mente.

—De acuerdo.

Ambos comenzamos a caminar nuevamente, pero en silencio. Creo que en este momento era mejor darle su espacio. Además necesitaba aclarar un poco mis ideas.

En estos momentos odiaba a Michael, deseaba que muriera en la peor agonía. ¿Acaso no tenía suficiente con haberla hecho sufrir una vez?

No comprendía porqué razón tenía que hacerle la vida imposible a Addison. No solo le bastó con lastimarla, sino que ahora quiere destruirla.

Me imagino que Addison Deméter Miller en sus pasados habrá sido como una estrella fugaz, pero el dolor de aquella situación la oscureció, la dejó sin brillo y la apagó.

La dejó sin esperanzas...La dejó rota.

Yo solo quería que ella volviera a brillar, y lo estaba logrando, solo que aún faltaba un largo camino que recorrer, pero no iba a rendirme tan fácilmente.

—Creo que ya estamos cerca —dijo Addison provocando que saliera de mis pensamientos.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque a medida que avanzamos van aumentando la cantidad de negocios y casas.

—Oh, es verdad —contesté y ambos reímos—. ¿Qué quieres hacer primero?

—Comer —respondió rápidamente—. Tengo mucha hambre.

—¿Conoces algún lugar que tengan buena comida?

—Los hermanos de la carne —indicó, mientras yo la miraba con confusión—. El restaurante se llama así, tienen la mejor carne del universo en mi opinión.

—Entonces vayamos al restaurante de los hermanos de la carne —dije arrugando mi ceño por aquel extraño nombre.

Addison comenzó a guiarme a donde debíamos ir y a los pocos minutos nos encontrábamos al frente del restaurante.

—Me pregunto dónde estarán Noah y Savannah.

—No lo sé —respondí—, pero aprovechemos estos momentos de paz. Siempre que están juntos pelean.

—Pero aun así son tal para cual.

—Igual que nosotros dos —musité causando que sus mejillas comenzaran a tomar color—. Es mejor que entremos.

Ambos entramos al lugar el cual estaba repleto de personas comiendo nada más ni nada menos que carne. A decir verdad el lugar no era uno de esos restaurantes sofisticados, pero era muy lindo y estaba decorado con la temática del viejo oeste.

—¿En qué puedo ayudarlos? —preguntó una mujer con una libreta en su mano.

—Nos gustaría ocupar una mesa —contesté.

—Temo decirles que todas nuestras mesas están ocupadas, pero si quieren puedo hacerle el pedido para llevar.

—De acuerdo —respondió Addison por mí.

—Ahora les traeré el menú.

—Gracias —contestamos ambos al unísono.

—¿Qué tal si comemos en la acera? —preguntó Addison.

—Me parece bien.

A los pocos minutos apareció la misma mujer con dos menús extendiéndolos a cada uno.

—Yo quiero una barbacoa con una porción grande de papas fritas con chédar —ordenó Addison sin haber visto el menú—. No he venido muchas veces a este lugar, pero recuerdo el menú a la perfección.

—¿Y ustedes jovencito? —preguntó la mujer mientras anotaba en su libreta la orden de Addison.

—Lo mismo.

—Dentro de quince minutos estará listo.

—Juguemos a algo —propuse—. Veo, veo.

—Que juego tan estúpido —contestó riendo—, pero a estas alturas me esperaba que dijeras ese juego.

—Veo, Veo.

—¿Qué ves? —continuó Addison comenzando a reír.

—Una cosa —contesté estallando de la risa—. Esto es muy tonto.

—Lo sé y eso es lo que lo hace divertido.

Me acerqué a ella y apoyo su cabeza en mi hombro.

—Te adoro demasiado, Addison Deméter Miller —comenté—. A pesar de que seas terca, enojona y un poco insoportable. Siempre te amaré.

—Yo igual, Reynolds —musitó dejando un corto beso en mis labios.

Nos quedamos sentados en la acera mirando hacia la nada esperando nuestro pedido, pero de momento no me importaba nada más que no fuera ella.

Por qué a decir verdad no había día en que no pensara en ella, la amaba de una manera incondicional y muy fuerte. Es pocas palabras, ella era mi todo.

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¡¡Hola hermosuras!!

¿Cómo están?

Bueno... Addison y Harry se pelearon (no sé enojen que le tengo que poner un poco de drama a la cosa jajaja) aunque como los dos son unos idiotas ( igual los amo con mi corazón) pudieron resolver sus problemas.

¿Están de acuerdo con Addison o con Harry?

¿Cuál es su personaje favorito? Para saber jajajaja. El mio es ... ashhh  esta difícil... creo que Noah pero cambio cada dos por tres.

¿Y con cuál se sienten más identificados? 

Yo soy una mezcla entre Harry y Addison, me gusta hacer el ridículo (siempre hago el ridículo) y siempre me estoy riendo, también suelo entamblar amistades muy rápido  aunque soy un poco negativa y realista como Addison, y en ciertos casos un poco fría. 

También se me ocurrió hacer otra temática en donde ustedes puedes dejarme preguntas en mi tablero y yo en el siguiente capítulo las respondo

¿Qué les parece?

No se olviden de votar o deja un comentario que es gratis JAJAJAJA y me alegran el día.

Nos leemos prontos.

Besos 💞

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